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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
21 de enero a 1 de febrero de 1946

Trigésimo Noveno Día: Lunes, 21 de enero de 1946
(9 de 9)


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EL PRESIDENTE: ¿No cree que podría omitir futuras referencias a estos artículos, ya que ya los ha cubierto íntegramente su colega?

Sr. DELPECH: La consecuencia es que los alemanes recaudaron una indemnización mensual de 1.000,000.000 francos belgas hasta agosto de 1941. En esa fecha se incrementó la indemnización hasta 1.500,000.000 francos belgas al mes. Para el 20 de agosto de 1944, los pagos por ese concepto alcanzaron un total de 67.000,000.000 francos belgas. Esta cifra no puede ser rebatida por la defensa, viendo que en el informe citado, páginas 103 y siguientes, el Sr. Wetter escribió en junio de 1944: la suma total de francos belgas pagada por el ejército de ocupación fue de 64.181,000.000. (Esto se presenta como prueba RF 147).

Esta suma de 64.000,000.000 era completamente desproporcionada para las necesidades del ejército de ocupación. Esto es algo especialmente manifiesto en el infome de Wetter, en un fragmento que presento como prueba RF 148. En la página 245 de este informe se dice que el 17 de enero de 1941 el general que era comandante en jefe en Bélgica preguntó al Alto Mando del Ejército si la indemnización cubría sólo los gastos de ocupación. Este punto de vista no fue aceptado por el general al mando, que en un decreto del 21 de octubre de 1941 especificó que

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la indemnización por ocupación se usaría no sólo para las necesidades del ejército de ocupación, sino también para las de los ejércitos en campaña. Además, en la página 11 del texto alemán original del mismo informe está escrito, y leeré al Tribunal un fragmento que encontrarán en el libro de documentos, y será la prueba RF 149, el segundo párrafo:
"El incremento de los gastos de la Wehrmacht dejó claro que sería imposible no salirse del presupuesto. La administración militar demandó que el cálculo de los costes de ocupación fuera corregido eliminando de esta cuenta todos los gastos ajenos a la ocupación en sí. Esto afectó especialmente a las compras más grandes de todo tipo que los organismos militares hicieron en Bélgica, como caballos, vehículos a motor, equipo, todo ello destinado a otros territorios y registrado como costes de ocupación.

Según un decreto del Delegado del Plan de Cuatro Años del 11 de junio de 1941, la financiación de los gastos ajenos a los costes de ocupación se trasladaría al acuerdo de compensación. Para cumplir con lo ordenado en este decreto a partir de junio de 1941 la administración del comandante militar ordenó que se elaborara un informe mensual con todos los gastos ajenos a los requeridos por la ocupación pero que se hubieran pagado con la cuenta de los costes de ocupación, para reembolsar estos gastos a través de la compensación.

Gracias a esto se pudieron recuperar grandes sumas y ponerlas en la cuenta de los costes de ocupación".

Antes de concluir con el estudio de este punto sobre el tributo de guerra, llamado "costes de ocupación", es necesario señalar que los alemanes ya habían demandado con la orden del 17 de diciembre de 1940, presentado como prueba RF 150, que se cobrara a Bélgica los costes de alojamiento de sus tropas. Debido a esto, el país tuvo que hacer frente a gastos por un total de 5.900,000.000 francos, que sirvieron para pagar alojamientos de tropas alemanas, costes de instalación, y mobiliario.

En su informe Wetter escribe en la página 104 -un fragmento presentado como prueba RF 147- que a finales de junio de 1944 los pagos belgas para el alojamiento de tropas ascendían a un total de 5.243,000.000 francos.

Pasamos ahora al tercer elemento del saqueo alemán, la compensación. La emisión de marcos de ocupación y el tributo de guerra, llamado costes de ocupación, no fueron suficientes para Alemania. Sus líderes crearon un sistema de compensación que les permitió hacerse indebidamente con medios de pago por un total de 62.200,000.000 francos belgas.

Tan pronto como llegaron a Bélgica, con los decretos del 10 de julio, 7 de agosto y 7 de diciembre de 1940, que serán las pruebas RF 151, 152 y 153, los alemanes promulgaron:

(1) Que todos los pagos de deudas de personas residentes en Bélgica a sus acreedores en Alemania se tenían que pagar en una cuenta llamada la "Deutsche Verrechnungskasse, Berlín", una cuenta abierta en los libros del Banco Nacional de Bélgica en Bruselas, una cuenta en francos belgas debido a la prohibición sobre medios del 17 de junio de 1940, la prohibición que ya he mencionado sobre el bloqueo de los medios de pago en el país.

Según una decisión del 4 de agosto de 1940, se ordenó además que la gestión de la compensación ya no sería confiada a partir de entonces al Banco Nacional de Bélgica, sino al Banco Emisor en Bruselas que, como ya he tenido el honor de señalar, había sido creado y estaba bajo el control absoluto del ocupante.

(2) Los alemanes aplicaron una segunda medida por la cual todos los deudores que vivían en el Reich debían pagar a sus acreedores belgas a través de la cuenta abierta en el Banco Emisor de Bruselas con la siguiente tasa de cambio, cien francos belgas por 40 marcos, es decir, un marco por 12,50 francos belgas.

Estos decretos se aplicaron además en el resto de países ocupados por Alemania

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con la idea de facilitar sus operaciones en estos países; se aplicaron incluso en ciertos países neutrales con varios decretos análogos que están en el Libro de Ordenanzas.

La misión del Banco Emisor de Bruselas consistía así por un lado en recibir pagos de todas las personas o agencias establecidas en Bélgica que realizaban transacciones en el extranjero, y por otro lado, en pagar a esas personas o agencias establecidas en Bélgica que tenían créditos extranjeros.

En otras palabras, cada vez que un exportador entregaba bienes a un importador de otro país miembro del acuerdo de compensación, era el Banco Emisor el que pagaba la factura y el que anotaba como algo equivalente en el libro de cuentas un crédito correspondiente en la "Deutsche Verrechnungskasse de Berlín", el Instituto de Compensación Alemán de Berlín. Las importaciones eran gestionadas con el procedimiento inverso.

De hecho, bajo la dirección alemana, este sistema funcionó en detrimento de la comunidad belga, que en el momento de la liberación era acreedora en la compensación de una suma de 62.665,000.000 francos belgas.

Fue el Banco Nacional de Bélgica el que fue obligado a dar anticipos al Banco Emisor para cuadrar la cuenta del Instituto de Compensación Alemán.

Un gran número de operaciones hechas a través de la compensación no tenían carácter comercial de ningún tipo, sino que eran gastos pura y simplemente militares y políticos.

Según información dada por el Gobierno Belga, las operaciones de compensación podrían resumirse de la siguiente manera, y saco mis conclusiones de un informe del Gobierno Belga citado antes que se ha presentado como prueba RF 146: del total de transacciones, el 93 por ciento corresponden a la compensación germano-belga; los intercambios de mercancía fueron el 93 por ciento, y los servicios el 91 por ciento.

Si se examina la parte correspondiente a mercancía, servicios o capital, se llega a un balance con dos tablas bastante importantes: todo el acuerdo de compensación de Bélgica con países extranjeros llegó a un total el 2 de septiembre de 1944 de 61.636,000.000 francos belgas, de los que 57.298,000.000 fueron para operaciones germano-belgas; 4 mil millones sólo con Francia; mil millones con Holanda, y 929,000.000 con otros países.

El desequilibro sólo es aparente en el sector de bienes y servicios, un desequilibro fruto en gran medida de confiscaciones de propiedades y servicios hechos por Alemania para ella misma.

Es sabido que las llamadas exportaciones afectaron especialmente a los metales y productos metálicos, máquinas y productos textiles, haciéndose el Reich con el 90 por ciento, lo que le hizo así responsable de un verdadero expolio.

En cuanto a la transferencia de capitales, que durante el primer periodo de la ocupación estuvo en un estado activo de flujo, es una cuestión relacionada con la venta forzosa de la participación de capital belga en países extranjeros, así como de la cesión forzosa a grupos alemanes de activos belgas bloqueados en Alemania. No se dio a cambio ninguna compensación efectiva.

La transferencia relativa a servicios se incluyó principalmente en los pagos hechos para el uso de la mano de obra belga en países extranjeros.

El balance del acreedor de estos servicios el 2 de septiembre de 1944 es el siguiente, en millones de francos belgas: compensación total relativa a servicios, 20.016,000.000, es decir, para pagar mano de obra, 73 por ciento del total; sólo para Alemania, 18.227,000.000, es decir, 72 por ciento de la cantidad total; sólo para Francia, 1,600.000 francos belgas, una parte muy pequeña.

No contentos con requisar trabajadores para trabajos forzados en Alemania o en los territorios ocupados, los alemanes obligaron a Bélgica a soportar la carga financiera, y se la impusieron tanto a través de la liquidación de las sumas transferidas en la compensación, o enviando billetes belgas al Directorio del Banco del Reich en Berlín para pagar a los trabajadores con moneda nacional.

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EL PRESIDENTE: ¿Cree necesario volver a estas operaciones de compensación de nuevo? En cada caso de los diversos países que se han tratado, tuvieron lugar las mismas operaciones de compensación, ¿no es así? Quizás entonces sea innecesario repetirlo con Bélgica.

Sr. DELPECH: Muy bien, continuaré sin insistir en esto.

En todos los casos, los alemanes reconocieron el hecho, y las cifras tomadas de los informes anteriormente citados no hacen más que demostrar las conclusiones de nuestra declaración.

Antes de terminar este capítulo sobre la confiscación de todos los medios de pago, considero adecuado que el Tribunal preste atención a la orden alemana del 22 de julio de 1940 por la que la tasa de cambio del franco belga se fijó en 8 Reichspfennig, es decir, 12,50 francos por marco; y en el informe antes mencionado, Wetter escribe sobre esta cuestión, en las páginas 37 y 38, un fragmento que pido al Tribunal que me dé permiso para leerlo, y que está en el libro de documentos como prueba RF 158.

"El mantenimiento de facto de la paridad anterior a la guerra fue de una importancia política considerable, ya que buena parte de la población habría tenido la impresión de que una fuerte devaluación o repetidos cambios de la tasa eran una maniobra de explotación".
Debemos hacer la siguiente observación sobre este concepto: los ocupantes no tenían necesidad en Bélgica de decretar, con la intención de promover su explotación económica, que el franco belga tuviera un valor menor cuando de hecho, contrariamente a lo ocurrido en Francia, crearon en el momento en que entraron en Bélgica una nueva moneda que controlaban.

Finalmente, mencionaremos que Alemania obligó al Gobierno de Vichy a entregar 221.730 kilos de oro, por valor de 9.500,000.000 francos según la cotización de 1939; pero como Francia había devuelto este oro al Banco de Bélgica, esta cuestión se tratará al hablar de la explotación económica de Francia.

Resumiendo, los medios de pago capturados por el ejército de ocupación ascendieron a las siguientes cifras:

Marcos de ocupación.....................................................................................3.567,000.000
Diversas facturas y cuentas en los libros del Banco de Crédito del Reich....656,000.000
Tributo de guerra bajo el pretexto de costes de ocupación.............................67.000,000.000

Al que se puede añadir el balance de crédito de la compensación...................62.665,000.000

Total (en francos belgas).......................................................................133.888,000.000

Los alemanes se hicieron con al menos 130.000,000.000 francos belgas que usaron para compras aparentemente regulares, para pagar sus confiscaciones, y para hacer compras clandestinas en el mercado negro.

Estas llamadas compras y confiscaciones se tratarán en los capítulos siguientes.

CAPÍTULO II: Compras clandestinas, Mercado Negro. Al igual que en todos los territorios ocupados, los alemanes organizaron un mercado negro en Bélgica ya en octubre de 1941.

Según un informe secreto sobre el mercado negro llamado "Informe Final de la Oficina del Supervisor" del gobernador militar en Bélgica y el Norte de Francia, sobre la abolición legal del mercado negro en Bélgica y el Norte de Francia, un informe que cubre el periodo del 13 de marzo de 1942 al 31 de mayo de 1943, prueba RF 159 en el libro de documentos, las razones dadas por los alemanes para organizar el mercado negro son tres:

(1) Controlar la competencia en el mercado negro entre varios compradores alemanes.

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(2) Dar el mejor uso posible a los recursos belgas para los objetivos económicos de la guerra alemana.

(3) Librarse de la presión ejercida en el índice general de precios, y con esto evitar todo peligro de inflación, que acabaría poniendo en peligro la moneda alemana.

Este mismo informe nos dice, páginas 3 y siguientes, que los alemanes crearon una verdadera organización administrativa para llevar a cabo esta política.

La contabilidad era garantizada por el Instituto de Compensación de la Wehrmacht, que centralizaba todas las operaciones en sus libros.

La dirección de las compras era misión de una organización central cuyo nombre cambió con los años, y que tenía un cierto número de organizaciones subordinadas, especialmente toda una serie de oficinas de compra.

La organización central se creó de acuerdo con el decreto del Gobernador Militar de Bélgica del 20 de febrero de 1942. Se formó el 13 del marzo siguiente, y tan pronto como se creó recibió directivas especiales del delegado del Mariscal del Reich, el acusado Goering. Este delegado fue el Teniente Coronel Veltjens, del que hablamos esta mañana.

Esta organización se creó sólo para coordinar la legalización y dirección del mercado negro, según se había decidido y planeado, después de reuniones del Intendente General y el Gobernador Militar con el jefe de la Inspección de Armamento. Según los términos de ese acuerdo del 16 de febrero de 1942, alentado por el Ministro del Reich de Economía, el objetivo era vaciar el mercado negro, y hacerlo de acuerdo con directrices, de una forma legal, con la idea de satisfacer las necesidades de suministros del Reich Alemán.

Esta organización tenía sus oficinas en Bruselas. Las compras fueron asignadas a un cierto número de oficinas especializadas, de las que hay una lista en la página 5 del informe antes mencionado.

Estas organizaciones recibían sus órdenes del 'Rohstoffhandelsgesellschaft', que ya ha sido mencionado al principio de la exposición sobre la explotación económica de Europa Occidental.

El papel del R 0 G E S en la organización del mercado negro fue muy importante. Tenía cuatro aspectos:

(1) Las directrices de compra, una vez era dada la autorización por la oficina central de Bruselas, eran transmitidas por el R O G E S a la oficina de compra correspondiente.

(2) La entrega de bienes comprados y marcados para el Reich se hacía a través del R O G E S, que se encargaba de su distribución en Alemania.

(3) El R O G E S financiaba las operaciones.

(4) Se confió al R O G E S el pagar la diferencia entre la tasa de cambio, generalmente muy alta debido a la tasa del mercado negro, y la tasa oficial fijada en el mercado interior alemán. La diferencia era cubierta por un fondo, que se nutría de la cuenta de los costes de ocupación, en la que el Ministro del Reich de Hacienda puso sumas a disposición del R O G E S a través del canal del Ministerio de Economía.

El informe mencionado anteriormente da una serie completa de detalles interesantes sobre el funcionamiento hasta de la organización central. Es interesante señalar que se dio instrucciones a la oficina central en Bruselas, según una orden del Gobernador Militar de Bélgica del 3 de noviembre de 1942, para que creara una sucursal en Lille para el Norte de Francia. A su vez, se autorizó a la oficina de Bruselas a controlar su oficina filial en Lille. En el libro de documentos, en la prueba RF 160, se menciona un informe final de la oficina de Lille. Este informe, elaborado el 20 de mayo de 1943, da toda una serie de detalles de interés sobre el funcionamiento de esta organización.

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EL PRESIDENTE: Son las cinco de la tarde. Quizás, Sr. Delpech, creo que el Tribunal desearía que si fuera posible, omitiera algunas partes de este documento que exponen los mismos principios que ya se nos han presentado al hablar de los otros países. Si pudiera, creo que sería muy conveniente para el Tribunal. Por supuesto, si hay alguna diferencia esencial en el tratamiento de Bélgica, entonces sin dudarlo usted deberá pedirnos que prestemos atención a ese asunto.

Sr. DELPECH: Por supuesto, Señoría.

(Se levantó la sesión hasta el 22 de enero de 1946 a las 10 horas).


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