The Nizkor Project: Remembering the Holocaust (Shoah)

Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
21 de enero a 1 de febrero de 1946

Trigésimo Noveno Día: Lunes, 21 de enero de 1946
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Poco después, el 4 de octubre de 1942, el acusado Goering dio un discurso en ocasión del Festival de la Cosecha, un discurso registrado en "Das Archiv" de octubre de 1942, número 103, página 645. En este discurso demostró claramente que tenía intención de que las compras en el mercado negro en los países ocupados continuaran en beneficio de la población alemana. Presento una copia de este artículo como prueba RF 111, y cito el siguiente fragmento:
"He examinado con muy especial atención la situación en los países ocupados. He visto cómo vivía la gente en Holanda, en Bélgica, en Francia, en Noruega, en Polonia y en todos los lugares donde nos hemos asentado. He observado que aunque con mucha frecuencia su propaganda habla oficialmente de que su situación alimentaria es complicada, la verdad es que esto está muy lejos de la realidad. No hay duda de que en todas partes, incluso en Francia, se ha introducido el sistema de cartillas de racionamiento, pero lo que se puede obtener a cambio de estas cartillas de racionamiento no es más que un suplemento, y la gente vive normalmente gracias al comercio ilegal.

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Esta situación me ha llevado a tomar una decisión firme, un principio que no abandonaré bajo ningún pretexto. El objetivo que ha de estar por encima de cualquier otro es garantizarle al pueblo alemán el primer lugar en la batalla contra el hambre y en el problema del suministro de alimentos. Es por eso por lo que he decidido que en los territorios que han sido conquistados y puestos bajo nuestra protección, la población dejará de pasar hambre. Pero si el enemigo tiene la idea de oponerse a nuestra política de suministro de alimentos, es necesario que todos sepan que, si va a haber hambre en algún lugar, en ningún caso será en Alemania".
El Ejército de Estados Unidos ha descubierto un informe secreto elaborado el 15 de enero de 1943 por el Coronel Veltjens en el que expone al acusado Goering un relato de su actividad en un periodo de seis meses. Es el documento 1765-PS, que presento ahora al Tribunal como prueba RF 112. No me es posible una lectura completa de este informe, así que leeré sólo ciertos fragmentos.

En la primera parte de su informe Veltjens explica las razones del alza de precios del mercado negro en estos términos:

"(a) La reducción de la mercancía como resultado de las regulaciones y el racionamiento.

(b) La imposibilidad de llevar a cabo un bloqueo efectivo de nuestro mantenimiento de los precios.

(c) La imposibilidad de llevar a cabo una investigación adecuada de los precios según el modelo alemán por la falta de personal en las organizaciones de investigación.

(d) La negligencia en la aplicación de contramedidas por parte de las autoridades administrativas locales, especialmente en Francia.

(e) La imperfecta justicia penal de las autoridades judiciales locales.

(f) La falta de disciplina entre la población civil".

Y en el mismo punto (f) un poco más adelante, Veltjens indica:
"La actividad de los servicios alemanes en el mercado negro asumió poco a poco unas dimensiones tales que creó situaciones cada vez más insostenibles. Se sabía que los operadores del mercado negro ofrecían su mercancía a varios Departamentos al mismo tiempo y que la obtenía el que ofreciera el precio más alto. Así, las diferentes organizaciones alemanas no sólo competían entre ellas para obtener la mercancía, sino que además hacían subir los precios".
Más adelante Veltjens indica en su informe que ha asumido el liderazgo del servicio creado para la Oficina del Plan de Cuatro Años en estos términos:
"Finalmente, en junio de 1942, de acuerdo con todos los servicios centrales, se encomendó a los delegados de las Misiones Especiales (B.F.S.) hacerse cargo de la confiscación y la dirección del mercado negro. Así, por primera vez, se cumplió la primera condición necesaria para resolver con efectividad el problema del mercado negro".
En la segunda parte de su informe Veltjens expone las ventajas de la organización de la que se hizo cargo y escribe, entre otras cosas:
"Se ha afirmado que las compras en el mercado negro en su volumen actual y con los precios existentes fueron a la larga demasiado para el presupuesto del Reich. Se podría responder diciendo que la mayor parte de las compras realizadas tuvieron lugar en Francia y fueron financiadas por costes de ocupación. Así, para compras por la cantidad total de 1.107,792.819 Rm, se cargó una cantidad de 929,100.000 a los franceses como costes de ocupación, y no se incluyeron de ninguna manera en el presupuesto del Reich".

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Tras indicar las ventajas del mercado negro, Veltjens concluyó:
"Resumiendo, se debe reconocer que la situación alimentaria del Reich ya no hace posible privarse de las compras en el mercado negro, incluso aunque está casi agotado, mientras haya reservas ocultas que se puedan utilizar para la guerra. Se debe subordinar toda consideración a este interés vital".
En una tercera parte de este mismo informe, Veltjens habla de la organización técnica de su departamento. Aquí hay algunos fragmentos interesantes:
"El Directorio General de la supervisión especialmente organizada para este fin, es decir:

(a) Servicio de supervisión en Francia, con cuartel general en París.

(b) Servicio de supervisión en Bélgica y el norte de Francia, con cuartel general en Bruselas.

(c) Servicio de supervisión en Bélgica y el norte de Francia, servicio auxiliar de Lille, con cuartel general en Lille.

(d) Servicio de supervisión en Holanda, con cuartel general en La Haya.

(e) Servicio de supervisión en Serbia, con cuartel general en Belgrado".

Después Veltjens nos dice que las compras las ralizaba un número restringido de organizaciones compradoras licenciadas, 11 en Francia, 6 en Bélgica, 6 en Holanda, 3 en Serbia.
"Es así (escribe) como todas las compras están sujetas a la vigilancia central del delegado para las 'Misiones Especiales' ".
Más adelante Veltjens añade:
"La financiación de las compras y el transporte de la mercancía son realizados por el R.O.G.E.S. del Reich. La mercancía es después distribuida en el Reich por el R.O.G.E.S., de acuerdo con las instrucciones del Plan Central, o por departamentos incluidos en el Plan Central, y cada vez por orden de la urgencia de las necesidades de los diferentes servicios cualificados".
En la cuarta sección de su informe Veltjens menciona el volumen de las operaciones efectuadas hasta el 30 de noviembre de 1942, es decir, en menos de cinco meses, dado que su organización no comenzó su actividad hasta el 1 julio de 1942. Estas son las cifras que Veltjens da:
"El volumen de las compras realizadas:

(a) Desde el comienzo de las compras dirigidas por el comandante alemán o el Comisario del Reich, y de la distribución dirigida de mercancía en el Reich, se ha gastado un total de 1.107,792.818 Reichsmark. En Francia, una cantidad total de 929,100.00 Reichsmark; en Bélgica 103,880.929 Reichsmark; en Holanda, 73,685.162 Reichsmark; y en Serbia, 1,125.727 Reichsmark".

Veltjens añade:
"La regulación se ha llevado a cabo en Francia en base a los costes de ocupación y en el resto de países por medio del sistema de compensación".
Después Veltjens proporciona una tabla de compras de mercancías realizadas de esta forma durante el periodo de estos cinco meses. Haré sólo un resumen para el Tribunal.
"(1) Metales - 66.202 toneladas por un valor de 273,078.287 Reichsmark

(2) Textiles, por un valor total de 439,040.000 Reichsmark

(3) Cuero, pieles, y piel no curtida por un valor total de 120,754.000, Reichsmark".

Veltjens añade:
Además de estas compras, se han hecho las siguientes: aceites y grasas industriales, aceites y grasas para el consumo humano, lana, artículos de hogar, artículos variados, vinos y bebidas alcohólicas,

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equipo de ingeniería,
artículos sanitarios,
bolsas etc.
Después proporciona una tabla con el incremento de precios durante los cinco meses. A continuación declara el principio de que el mercado negro debe ser usado sólo en beneficio de Alemania, y se debe reprimir severamente cuando sea usado por la población de los países ocupados. Sobre esta cuestión escribe:
"1. Desarrollar el control de precios. En la medida en que no sea posible un refuerzo del personal de control, de personal de control alemán, o que sea posible sólo hasta un punto limitado, será necesario obtener de las autoridades administrativas locales una actividad mayor, un mayor celo, en este ámbito.

2. Aplicar penas duras, según los métodos alemanes, por quebrantamientos de las normas. Es de hecho la única forma de encontrar un remedio a la falta de disciplina de la población, una falta de disciplina que procede de sus ideas y actitudes individualistas y liberales. Parece indicado un control de las sentencias que han sido dictadas por los tribunales locales.

3. La promesa de una recompensa si se denuncian infracciones. La cantidad de estas recompensas debería ser suficientemente alta, en relación al valor de los bienes implicados en la denuncia, y que hayan llevado a su confiscación.

4. La contratación de espías y agitadores.

5. Obstruir o interrumpir todos los negocios que no trabajen para la industria de guerra.

6. Cerrar o fusionar las empresas cuya capacidad de producción esté sólo parcialmente explotada.

7. Control incrementado de la productividad de plantas.

8. Estudio cuidadoso de la cantidad de materias primas a distribuir en el momento de transferencia del mercado.

9. Política de precios que proporcione a los negocios suficientes beneficios y de un tipo que garantice un nivel de precios adecuado".

Examinando las demandas de los gobernantes de los países ocupados en relación a las compras alemanas en el mercado negro, Veltjens escribe:
"En el periodo reciente, los círculos gubernamentales económicos franceses y belgas se han quejado de las compras llevadas a cabo metódicamente por los alemanes. En respuesta a las protestas de este tipo, se debería observar sin perjuicio de otros argumentos que también por parte de los alemanes hay naturalmente el máximo interés en la desaparición del mercado negro, pero que la responsabilidad principal de su persistencia recae en las propias autoridades gubernamentales por la incapacidad que demuestran en el control de precios y la debilidad que muestran en el castigo judicial de las infracciones, con lo que animan el espíritu de rebelión y la falta de disciplina de la población".
Permítame el Tribunal destacar el valor de la argumentación expuesta por Veltjens recordando que los alemanes eran los principales compradores en el mercado negro, y que sus agentes se beneficiaban de una inmunidad total.

Finalmente, hablando de las máquinas de las fábricas, Veltjens escribe en su informe:

"El delegado para las misiones especiales tiene además el deber de lograr la recuperación de máquinas en fábricas inactivas. Las máquinas que

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están así sin usarse, en particular máquinas herramienta, de la que Alemania tiene una necesidad urgente para su producción bélica, son extremadamente numerosas. Tras un acuerdo alcanzado entre los delegados de misiones especiales, el comandante militar y el plenipotenciario de producción de maquinaria, se ha creado en Francia, en el servicio de inspección de armamento, un servicio para la distribución de máquinas (Maschinenausgleichstelle).

Está prevista la creación de un servicio de distribución de máquinas comparable a éste en Bélgica y Holanda. Se debe esperar una fuerte resistencia a esta medida por parte de los propietarios de fábricas, así como por parte de las autoridades gubernamentales locales.

Las autoridades de ocupación tendrán que usar todos los medios posibles para eliminar esta resistencia".

En conclusión, Veltjens alude en su informe a la R.O.G.E.S., que era una organización especializada en el transporte a Alemania del botín capturado en países ocupados, y más concretamente, del producto obtenido en operaciones en el mercado negro.

Ranis, uno de los directores de este organismo, fue interrogado el 1 de noviembre de 1945, y declaró, resumiendo "que la R.O.G.E.S había comenzado su actividad en febrero de 1941, reemplazando a otra organización".

En general, confirma los hechos indicados en el informe de Veltjens. Por tanto, tan sólo presentaré su interrogatorio ante el Tribunal como prueba RF 113.

El alcance de las operaciones en el mercado negro...

EL PRESIDENTE: ¿Nos está pidiendo que incluyamos en el sumario este interrogatorio?

Sr. GERTHOFFER: El interrogatorio se hizo en Nuremberg.

EL PRESIDENTE: Sí, pero a no ser que lea todas las partes que desee ahora ante el Tribunal, no se aceptará como prueba.

Sr. GERTHOFFER: Creo que no es necesario, ya que el Sr. Ranis tan sólo repite las indicaciones dadas por el Sr. Veltjens. Me parece superfluo.

EL PRESIDENTE: Muy bien.

Sr. GERTHOFFER: El alcance de las operaciones en el mercado negro queda así demostrado en documentos alemanes que no pueden ser rebatidos por la parte contraria. Me permito recordarles que estos documentos demuestran que en cinco meses, en tres países, estas operaciones llegaron a la cifra de 1.107,792.818 Reichsmark. Volveremos a ciertos detalles al examinar las misiones especiales en ciertos países, pero es necesario indicar las razones por las que el acusado Goering, finalmente, decidió que se debían suspender las operaciones en el mercado negro.

De hecho, el 15 de marzo de 1943, bajo el pretexto de evitar el riesgo de inflación en los países ocupados, Goering decidió que se suspendieran las compras en el mercado negro. Acabamos de ver que el acusado Goering se preocupaba poco de lo que le ocurriera a la población de los países ocupados, ya que había decidido que las compras en el mercado negro continuaran incluso a pesar del riesgo de inflación.

La razón real es la siguiente: dado que los funcionarios de los servicios alemanes compraban a precios fijados estrictamente por sus servicios, las organizaciones del mercado negro aceptaron al mismo tiempo precios mucho más altos. La mercancía estaba así siempre gravitando hacia el mercado negro, en detrimento del mercado oficial, y la producción clandestina acabó absorbiendo la producción normal.

Finalmente se debe añadir que la corrupción resultante de esas prácticas en ciertos círculos de las Fuerzas Armadas Alemanas inquietaba a los líderes alemanes. Se suprimió el mercado negro oficialmente el 15 de marzo de 1943, pero algunos departamentos de compra continuaron sus actividades clandestinas hasta el momento de la Liberación, aunque en una escala mucho menor que antes.


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