[an error occurred while processing this directive] Nuremberg, crimenes contra la Humanidad, crimenes de guerra

Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
Del 3 al 14 de diciembre de 1945

Decimocuarto Día: Jueves, 6 de diciembre de 1945
(6 de 9)


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Creo que no es necesario que siga leyendo esa carta, como ya he indicado al Tribunal. La respuesta fue la orden que dio Hitler a sus Fuerzas Armadas de invadir Polonia a la mañana siguiente. Ese documento es el TC-72, número 124, que será la prueba GB 59. 

Presento también el documento siguiente, TC-72 número 126, la prueba GB 60. Es la respuesta del Presidente de la República Polaca a esa carta, en la que acepta la oferta de resolver las diferencias por cualquiera de los métodos pacíficos sugeridos.

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El 25 de agosto, al no haber recibido ninguna respuesta del Gobierno alemán, el Presidente Roosevelt escribió de nuevo:

"He recibido ahora una respuesta del Presidente de Polonia al mensaje que dirigí a su Excelencia y a él la noche pasada".

A continuación viene el texto de la respuesta polaca.

"Su Excelencia ha manifestado en público repetidas veces que los fines y objetivos buscados por el Reich Alemán eran justos y razonables.

En su respuesta a mi mensaje, el Presidente de Polonia ha dejado claro que el Gobierno polaco desea, bajo el principio expuesto en mi mensaje, resolver la controversia surgida entre la República de Polonia y el Reich Alemán por medio de la negociación directa o la conciliación.

Aún se pueden salvar incontables vidas humanas, y aún se puede recuperar la esperanza en que las naciones del mundo moderno pueden incluso construir ahora las bases para una relación pacífica y más feliz, si usted y el Gobierno del Reich Alemán aceptan los métodos de negociación pacífica aceptados por el Gobierno de Polonia. Todo el mundo reza para que Alemania también los acepte".

Pero, Señoría, Alemania no aceptó, ni aceptó la petición del Papa que aparece en el documento siguiente.

Lo siento, la respuesta del Presidente de Polonia, TC-72, número 127, es la prueba GB 61.

No aceptaron esas propuestas, ni hicieron caso a la petición del Papa, que es el TC-72, número 139, de la misma fecha, el 24 de agosto, la prueba GB 62. No creo que sea necesario que la lea. Es una petición que emplea términos similares. Y hay otra petición posterior del Papa del 31 de agosto, TC-72, número 4, que es la prueba GB 63. Es el 141; perdonen, es el TC-72, número 141. Creo que está impreso erróneamente en la traducción del Tribunal:

"El Papa no está dispuesto a perder la esperanza en que las próximas negociaciones llevarán a una solución pacífica y justa por la que el mundo entero sigue rezando".

Creo que no hace falta que lea el resto. Si el Papa hubiera sabido que esas negociaciones a las que se refería como "las próximas negociaciones", a finales de agosto, de las que hablaremos ahora, era negociaciones completamente falsas, falsas por parte de Alemania, y ofrecidas, como espero demostrar al Tribunal dentro de un momento, tan sólo con el fin de disuadir a Inglaterra, por medio de la amenaza o el soborno, de cumplir sus obligaciones con Polonia, entonces quizás se habría ahorrado la molestia de presentar esta última petición.

Se verá muy claramente que esas ofertas finales alemanas, que paso a describir ahora, no eran ofertas en el sentido de la palabra comúnmente aceptado; también se verá que no tenían ninguna intención de entrar en ninguna discusión, negociación, arbitraje, o cualquier otra forma de solución pacífica con Polonia. Tan sólo eran un intento de hacer más fácil el atacar y conquistar Polonia de lo que parecía que iba a ser si Inglaterra y Francia cumplían con las obligaciones que habían contraído.

Quizás podría, antes de analizar los documentos, resumir en una palabra esas últimas negociaciones.

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El 22 de agosto, como hemos visto, se firmó el Pacto Germano-Soviético. El 24 de agosto Hitler ordenó a sus ejércitos ponerse en marcha a la mañana siguiente. Después de que se dieran esas órdenes, al parecer llegaron al Gobierno alemán las noticias de que los Gobiernos británico y polaco habían firmado un pacto formal de no agresión y asistencia mutua. Hasta ese momento, como se recordará, la situación era que el Primer Ministro había hecho unas declaraciones ante la Cámara de los Comunes y que se había hecho público un comunicado conjunto -creo que el 6 de abril- según el cual se ayudarían la una a la otra si alguna era atacada; pero no se había firmado ningún acuerdo formal.

Ahora, el 24 de agosto, después de que Hitler diera esas órdenes, llegaba la noticia de que se había firmado un documento formal, y se pospuso la invasión con el único fin de hacer un último esfuerzo para lograr que Inglaterra y Francia no intervinieran en la guerra. No para detener la guerra, no para pararla, sino para evitar que Francia e Inglaterra participaran en ella.

Y para hacer eso, el 25 de agosto, habiendo pospuesto la invasión, Hitler presentó un comunicado verbal a Sir Neville Henderson que, como verá el Tribunal, era una mezcla de soborno y amenaza, con el que esperaba lograr que Inglaterra se mantuviera al margen.

El 28 de agosto Sir Neville Henderson entregó a Hitler la respuesta del Gobierno británico a ese comunicado. Esa respuesta insistía en que las diferencias debían resolverse por medio de un acuerdo. El Gobierno británico planteó que Danzig, y cualquier acuerdo, debían ser protegidos por otras potencias, un punto de vista que, por supuesto, en cualquier caso habría sido totalmente inaceptable para el Reich Alemán.

Como digo, realmente no es necesario considerar lo que habría sido aceptable o inaceptable, porque una vez que quedó claro -como quedó claro en esa respuesta del Gobierno británico del 28 de agosto- que no se podría evitar que Inglaterra ayudara a Polonia en caso de agresión alemana, el Gobierno alemán realmente no tenía interés en más negociaciones, sólo le interesaba conseguir algún tipo de justificación y evitar que se viera demasiado flagrantemente cómo rechazaba todas las llamadas a la razón que se le hacían.

El 29 de agosto, por la tarde, a las 7:15 p.m., Hitler le entregó a Sir Neville Henderson la respuesta del Gobierno alemán a la respuesta del Gobierno británico del 28. Y de nuevo en este documento se ve claramente que el objetivo era plantear algo que era totalmente inaceptable. Aceptaba las conversaciones directas, como sugería el Gobierno británico, pero demandaba que esas conversaciones se basaran en la devolución de Danzig al Reich, además de todo el Corredor.

Como recordarán, hasta entonces, incluso cuando dijo que Polonia había renunciado al acuerdo de 1934, incluso entonces había presentado como sus demandas tan sólo la devolución de Danzig y el establecimiento de una autopista y una línea férrea extraterritoriales en el Corredor a Prusia Oriental. Eso era inaceptable entonces. Para asegurarse, ahora demandaba todo el Corredor, no hablaba de una autopista ni una línea férrea. Todo había de ser alemán.

E incluso así, para estar aún más seguro de que no se aceptaría la oferta, dijo: "Estoy dispuesto a discutir esos términos, pero para ello, dado que la cuestión es urgente, espero que se presente en Berlín un plenipotenciario

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autorizado por el Gobierno polaco no más tarde de la medianoche de mañana, 30 de agosto".

Esta oferta se hizo a las 7:15 p.m. de la tarde del 29. La oferta tenía que transmitirse primero a Londres, y de Londres a Varsovia; y desde Varsovia el Gobierno polaco tenía que conceder la autoridad a su Embajador en Berlín. Así que el escaso tiempo hizo imposible estar listos para, a medianoche, la noche siguiente, conceder la autoridad a su Embajador en Berlín. No les dejó ninguna posibilidad de estudiar el asunto. Como dijo Sir Neville Henderson, la oferta era un ultimátum.

A medianoche, el 30 de agosto, la hora a la que se esperaba que llegara el plenipotenciario polaco, Sir Neville Henderson vio a Ribbentrop, y les leeré el relato de esa entrevista, en la que Ribbentrop leyó en alemán un documento de dos o tres páginas que pretendía ser la propuesta alemana a discutir en la reunión entre el Gobierno polaco y ellos. Lo leyó rápidamente en alemán. Se negó a entregarle una copia al Embajador británico. No le proporcionó ninguna copia al Embajador polaco, así que no hubo ninguna posibilidad de que los polacos siquiera pudieran ver las propuestas que Alemania se ofrecía a discutir tan generosa y magnánimamente.

Al día siguiente, 31 de agosto, el Sr. Lipski vio a Ribbentrop y no logró más que el que le preguntara si venía con plenos poderes. Cuando no... Cuando dijo que no venía con plenos poderes, Ribbentrop dijo que plantearía la situación al Führer. Pero en realidad era demasiado tarde para plantearle nada ya al Führer, porque el 31 de agosto, me temo que no puedo dar la hora exacta, pero el 31 de agosto, Hitler ya había emitido su Directiva nº 1 para la ejecución de la guerra, en la que establecía que la Hora H serían las 4:45 de la mañana siguiente, el 1 de septiembre. Y la noche del 31 de agosto, a las 9 en punto, la radio alemana emitió las propuestas que Ribbentrop le había leido a Sir Neville Henderson la noche antes, diciendo que esas eran las propuestas que se habían sometido a discusión, pero que dado que no había llegado ningún Plenipotenciario polaco para discutirlas, el Gobierno alemán asumía que habían sido rechazadas. Esa emisión de radio, a las 9 en punto de la noche del 31 de agosto, fue la primera vez que los polacos oyeron las propuestas, y fue de hecho la primera vez que el Gobierno británico o sus representantes en Berlín supieron de ellas, aparte de haberlas oido cuando Ribbentrop las leyó y se negó a entregar una copia escrita, la tarde del día 30.

Después de esa emisión radiofónica, a las 9:15, quizás cuando estaba teniendo lugar la emisión, se entregó una copia de esas propuestas a Sir Neville Henderson por primera vez.

Habiendo así resumido la secuencia de los hechos durante esa última semana para facilitar su labor, espero, al Tribunal, le pediría al Tribunal que viera brevemente los documentos que quedan en ese libro de documentos.

Presento en primer lugar como prueba un extracto del interrogatorio del acusado Goering que se efectuó el 29 de agosto de 1945.

DR. STAHMER (abogado del acusado Goering): Como abogado del acusado Goering, protesto por el uso del documento que se acaba de anunciar,

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que es un extracto del testimonio dado por el acusado Goering, presente en esta sala. Hay posibilidad de llamarle a declarar como testigo en cualquier momento.

EL PRESIDENTE: ¿Es esa su protesta?

DR. STAHMER: Sí, Señoría.

EL PRESIDENTE: El Tribunal no comprende en qué se basa su protesta teniendo en cuenta el Artículo 15 C y el Artículo 16 B del Estatuto. El Artículo 15 C indica que los Fiscales Jefe se encargarán, entre otras cosas, del interrogatorio previo de todos los testigos necesarios y los acusados; y el Artículo 16 dice que para garantizar un juicio justo a los acusados, se seguirá este procedimiento:

Durante cualquier interrogatorio preliminar a un acusado, éste tendrá derecho a dar cualquier explicación relevante sobre los cargos presentados contra él; el interrogatorio preliminar se llevará a cabo, o se traducirá, en un lenguaje que entienda el acusado. Estos artículos del Estatuto, en opinión del Tribunal, establecen que se puede interrogar a los acusados y que sus interrogatorios pueden presentarse como pruebas.

DR. STAHMER: He actuado según la idea de que en la cuestión de presentar testimonios, cuando sea posible llamar a un testigo presente, será así mejor el interrogatorio del testigo, ya que el testimonio obtenido es más fiable.

EL PRESIDENTE: Ciertamente usted tiene la posibilidad de citar al acusado al que usted representa para que él mismo testifique, pero eso no tiene nada que ver con la admisibilidad de su interrogatorio, su interrogatorio preliminar.

TENIENTE-CORONEL GRIFFITH-JONES: Este extracto es el TC-90, que presento como prueba GB 64. Cito en la mitad de la primera respuesta. Está al final de la séptima línea.

El acusado Goering dice ahí: "El día en el que Inglaterra dio su garantía oficial a Polonia, el Führer me llamó por teléfono y me dijo que había detenido el plan de invasión de Polonia, le pregunté si esto era simplemente temporal, o definitivo. Dijo: 'No, tengo que ver si podemos impedir la intervención británica' ".

EL PRESIDENTE: ¿No debería usted leer la pregunta antes de la respuesta?

TENIENTE-CORONEL GRIFFITH-JONES: Vuelvo a la pregunta:

"Cuando las negociaciones del Ministro de Exteriores polaco en Londres condujeron al Tratado Anglo-Polaco, a finales de marzo o principios de abril, ¿no era obvio que era imposible una solución pacífica?

R: 'Sí, parecía imposible bajo mi convicción' ".

Creo que es una mala traducción: "según mis convicciones".

EL PRESIDENTE: Sí.

TENIENTE-CORONEL GRIFFITH-JONES: Pero no según las convicciones del Führer. Cuando se mencionó al Führer que Inglaterra le había concedido sus garantías a Polonia, dijo que Inglaterra también se la dio a Rumanía, pero cuando los rusos ocuparon Besarabia, no ocurrió nada; y esto le causó una gran impresión. He cometido un error. En este momento Polonia sólo tenía la promesa de una garantía. La garantía fue concedida sólo poco antes del comienzo de la guerra.

"El día en el que Inglaterra dio su garantía oficial a Polonia, el Führer me llamó por teléfono y me dijo que había detenido el plan de invasión de Polonia, le pregunté si esto era simplemente temporal, o definitivo. Dijo: 'No, tengo que ver si podemos impedir la intervención británica'.

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Así que le pregunté: '¿Cree que será diferente dentro de cuatro o cinco días?' En aquel momento -desconozco si usted sabe esto, Coronel- estaba en contacto con Lord Halifax a través de un mensajero especial, fuera de los canales diplomáticos habituales, para hacer todo lo posible para evitar la guerra con Inglaterra. Después de la garantía vi que era inevitable una declaración de guerra por parte de Inglaterra. Ya le había dicho en la primavera de 1939, después de ocupar Checoslovaquia, que a partir de entonces, si trataba de resolver la cuestión polaca, tendría que contar con la enemistad de Inglaterra. Eso fue en 1939, después del Protectorado.

P: ¿No es un hecho que se suponía en un principio que los preparativos para la campaña contra Polonia iban a completarse a finales de agosto de 1939?

R: Sí.

P: ¿Y que la emisión final de la orden de la campaña contra Polonia tuvo lugar entre el 15 y el 20 de agosto de 1939, después de la firma del tratado con la Rusia soviética?"- Obviamente, las fechas son incorrectas.

"R: Es cierto.

P: ¿No es también un hecho que se ordenó que la campaña comenzara el 25 de agosto, pero que el 24 de agosto por la tarde se pospuso hasta el 1 de septiembre con el fin de esperar los resultados de nuevas maniobras diplomáticas con el Embajador inglés?

R: Sí".

Mi único comentario de ese documento será sobre el segundo párrafo, en el que Goering aparenta no desear la guerra con Inglaterra. El Tribunal recordará cómo actuó Goering después del famoso discurso del 22 de agosto a los comandantes en jefe, levantándose y agradeciendo al Führer su exhortación, y garantizándole que las fuerzas armadas cumplirían con su misión.

Omito el documento siguiente del libro de documentos, que da algunos detalles más sobre la cuestión, y pasamos a la nota verbal de Hitler, como se denomina en el Libro Azul británico, que comunicó a Sir Neville Henderson el 25 de agosto, después de que se enterara de la firma del acuerdo anglo-polaco, y con el fin de evitar que Inglaterra cumpliera con sus obligaciones. Dice, en el primer párrafo, tras oir al Embajador británico, que está ansioso por hacer un esfuerzo más para evitar la guerra. En el segundo párrafo afirma de nuevo que las provocaciones de Polonia eran insoportables, y cito del párrafo 2:

"Alemania estaba en cualquier caso decidida a eliminar estas condiciones en su frontera oriental y es más, hacerlo en interés de la tranquilidad y el orden, y también en interés de la paz europea.

Se debía resolver el problema de Danzig y el Corredor. El Primer Ministro británico había dado un discurso que no estaba ni lo más mínimo preparado para inducir algún cambio en la actitud alemana. A lo sumo, el resultado de este discurso podría ser una guerra sangrienta e incalculable entre Alemania y Polonia".

EL PRESIDENTE (interrumpiendo): e Inglaterra. 

TENIENTE-CORONEL GRIFFITH-JONES:Discúlpeme.

"e Inglaterra. Una guerra así sería más sangrienta que la que tuvo lugar de 1914 a 1918. A diferencia de la última guerra, Alemania ya no tendría que luchar en dos frentes". En este párrafo se ven las amenazas, amenazas veladas. "El acuerdo con Rusia era incondicional, y significaba un cambio en la política

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exterior del Reich que duraría mucho tiempo. Rusia y Alemania no volverían a tomar las armas para luchar la una contra la otra. Aparte de esto, los acuerdos alcanzados con Rusia también otorgarían una seguridad económica a Alemania durante el mayor periodo de guerra posible.

El Führer siempre había deseado un entendimiento anglo-germano. La guerra entre Inglaterra y Alemania podría al menos proporcionar algún beneficio a Alemania, pero ninguno a Inglaterra".


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