[an error occurred while processing this directive] Nuremberg, crimenes contra la Humanidad, crimenes de guerra

Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
Del 3 al 14 de diciembre de 1945

Decimocuarto Día: Jueves, 6 de diciembre de 1945
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Y de nuevo podemos corroborar el testimonio del General Lahousen gracias a un memorándum, que ha sido capturado, de una conversación entre el escritor y Keitel. Es el PS-795, prueba GB 54. Esa conversación con Keitel tuvo lugar el 17 de agosto, y cito el primer párrafo del memorándum:

"Informé de mi conversación con Jodl a Keitel. Dijo que no prestaría atención a esta acción, ya que el Führer no le había informado, y sólo le había hecho saber que íbamos a proporcionar a Heydrich uniformes polacos. Está de acuerdo con que dé instrucciones al Estado Mayor. Dice que no confía mucho en acciones de este tipo. Sin embargo, no hay nada más que hacer si han sido ordenadas por el Führer, no podía preguntarle al Führer cómo había planeado la ejecución de esta acción especial. Con respecto a Dirschau, ha decidido que esta acción será realizada sólo por el Ejército".

Esa era pues, Señoría, la situación a finales de la primera semana de agosto- perdón, a finales de la tercera semana de agosto. El 22 de agosto se firmó el Pacto de No Agresión Ruso-Germano en Moscú, y hemos oído a Hitler decir en el discurso a sus comandantes en jefe cómo esto había impactado al resto del mundo. De hecho, las órdenes de invadir Polonia se dieron inmediatamente después de la firma de ese Tratado, y la hora H iba a ser la madrugada del 25 de agosto. Se dieron órdenes para invadir Polonia en la madrugada del 25 de agosto, y demostraré eso en un momento.

El mismo día 22 de agosto en el que se firmaba el acuerdo ruso-germano en Moscú, llegaron noticias a Inglaterra de que se iba a firmar, y por supuesto, su importancia desde un punto de vista militar para Alemania, en particular en las circunstancias del momento, era obvia; y el Gobierno británico dejó clara su postura inmediatamente con una última esperanza; y esa última esperanza era que, si lo hacían, quizás el Gobierno alemán se lo pensaría mejor. Presento el documento TC-72, número 56. Es el primer documento en la penúltima parte del libro de documentos del Tribunal, y es un escrito del Primer Ministro dirigido a Hitler. Ese documento es la prueba GB 55:

"Excelencia,

Su Excelencia ya habrá conocido ciertas medidas adoptadas por el Gobierno de Su Majestad y anunciadas en la prensa y la radio esta noche.

Estos pasos se han convertido, en opinión del Gobierno de Su Majestad, en necesarios debido a los movimientos militares de los que se ha informado desde Alemania, y por el hecho de que aparentemente el anuncio de un Acuerdo Germano-Soviético es considerado en algunos lugares de Berlín como indicativo de que la intervención de Gran Bretaña en favor de Polonia ya no es una amenaza a considerar. No se puede cometer un error mayor que ese. Cualquiera que sea el carácter del Acuerdo Germano-Soviético, no puede alterar las obligaciones hacia Polonia contraídas por Gran Bretaña que el Gobierno de Su Majestad ha anunciado en público claramente y repetidas veces, y que está decidido a cumplir.

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Se ha dicho que si el Gobierno de Su Majestad hubiera dejado más clara su postura en 1914, se podría haber evitado la gran catástrofe.

Haya o no algún fundamento en esta afirmación, el Gobierno de Su Majestad está decidido en esta ocasión a que no haya de nuevo un malentendido tan trágico.

Si surgiera la necesidad, está decidido y preparado para prever el fin de las hostilidades una vez comiencen. Será una peligrosa ilusión pensar que, si estalla la guerra, terminará pronto, incluso aunque el éxito en uno de los frentes en los que tenga lugar se vea asegurado".

Por tanto, el Primer Ministro urgía al Gobierno alemán a resolver las dificultades sin recurrir al uso de la fuerza, y sugería que se declarara una tregua mientras tuvieran lugar las conversaciones directas entre los dos gobiernos, los Gobiernos alemán y  polaco. Cito al Primer Ministro Chamberlain:

"Confieso que en este momento no veo otra forma de evitar una catástrofe que implicará a Europa en una guerra. En vista de las graves consecuencias que puede tener para la Humanidad la acción de sus gobernantes, confío en que Su Excelencia sopesará con sumo cuidado las cuestiones que le he planteado".

Al día siguiente, 23 de agosto, Hitler respondió al Primer Ministro Chamberlain, y ese documento es el TC-72, número 60, la prueba GB 56. Comienza diciendo que Alemania siempre ha buscado la amistad de Inglaterra, y siempre ha hecho todo lo posible para lograrla; por otro lado, hay ciertos intereses esenciales a los que Alemania no puede renunciar. Cito el tercer párrafo:

"Alemania estaba dispuesta a resolver la cuestión de Danzig y el Corredor por medio de la negociación en base a una propuesta de una magnanimidad verdaderamente sin precedentes. La afirmación propagada por Inglaterra según la cual Alemania se ha movilizado para atacar a Polonia" -aquí vemos su total falta de honradez- "la afirmación de que hay planes de agresión contra Rumanía, Hungría, etc., así como las llamadas declaraciones de garantía que se han ido haciendo han, sin embargo, cambiado la inclinación polaca a negociar bajo un planteamiento de este tipo que también habría sido tolerable para Alemania.

La garantía incondicional dada por Inglaterra a Polonia por la que proporcionaría ayuda a ese país bajo cualquier circunstancia sin importar las causas por las que podría surgir un conflicto, sólo podía interpretarse en ese país como un estímulo para a continuación desatar, bajo la protección de esa garantía, una ola de terrorismo atroz contra el millón y medio de alemanes que viven en Polonia":

No puedo evitar recordar nuevamente el informe del Embajador británico que presenté anteriormente.

"Las atrocidades que desde entonces han tenido lugar en ese país son terribles para las víctimas, pero intolerables para una gran potencia como el Reich Alemán, del que se espera que se mantenga como un observador pasivo ante estos hechos. Polonia ha sido culpable de numerosas violaciones

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de sus compromisos hacia la Ciudad Libre de Danzig, ha hecho demandas en forma de ultimátum, y ha iniciado un proceso de estrangulación económica".

Continúa diciendo que "Alemania no tolerará una continuación de la persecución" y el hecho de que exista una garantía británica dada a Polonia no supone ninguna diferencia para su decisión de terminar con esta situación. Cito del párrafo 7:

"El Gobierno del Reich Alemán ha recibido información que indica que el el Gobierno británico tiene intención de adoptar medidas de movilización que, de acuerdo con lo dicho en su carta, van dirigidas claramente contra Alemania. Se puede decir lo mismo de Francia. Dado que Alemania nunca ha tenido la intención de tomar medidas militares, excepto medidas defensivas, contra Inglaterra y Francia y, como ya se ha insistido, nunca ha pretendido, ni pretende en el futuro atacar Inglaterra o Francia, se puede concluir que esta medida, que usted, Sr. Primer Ministro, ha confirmado en su carta, sólo puede considerarse asociada a una posible amenaza dirigida contra el Reich. Por tanto, informo a Su Excelencia de que, en caso de que se lleven a efecto esas medidas militares anunciadas, ordenaré la inmediata movilización de las fuerzas alemanas".

Si las intenciones del Gobierno alemán hubieran sido pacíficas, si realmente hubieran deseado la paz y no la guerra, ¿qué fin tenían estas mentiras, estas mentiras que decían que no tenían intención de atacar Inglaterra o Francia, que no habían llevado a cabo ninguna movilización, declaraciones que, gracias a lo que ahora tenemos, sabemos que son mentiras? ¿Qué objeto podían tener si su intención hubiera sido siempre tan sólo un acuerdo pacífico sobre la cuestión de Danzig? Cito ahora del último párrafo:

"La cuestión del tratamiento de problemas europeos desde un planteamiento pacífico no es una decisión que dependa de Alemania, sino principalmente de aquellos que desde el crimen cometido por el mandato de Versalles, se han opuesto terca y constantemente a cualquier revisión pacífica. Sólo después de un cambio de actitud por parte de las potencias responsables podrá haber algún cambio de actitud en la relación entre Inglaterra y Alemania. He luchado toda mi vida por la amistad anglo-germana; la actitud adoptada por la diplomacia británica -al menos hasta ahora-, sin embargo, me ha convencido de la futilidad de intentarlo. Si hubiera algún cambio en este aspecto en el futuro, nadie sería más feliz que yo".

El 25 de agosto se firmó el Acuerdo Anglo-Polaco formal en Londres. No es necesario leer el documento. El Tribunal conoce bien su contenido, ambos gobiernos se comprometen a ayudar al otro en caso de agresión contra uno de ellos por parte de cualquier tercero. Presento el documento TC-73, es el número 91 y la prueba GB 57. Mencionaré el hecho de su firma de nuevo dentro de un momento, pero quizás sea conveniente, ya que hablamos de una carta entre el Primer Ministro británico y Hitler, comentar también una correspondencia similar que tuvo lugar pocos días después entre el Primer Ministro francés, el Sr. Daladier, y Hitler. Destaco esto porque se desea demostrar lo deliberadamente que el Gobierno alemán utilizaba su patrón de agresión. "El Embajador francés en Berlín me ha informado de su comunicación personal"- escrita el 26 de agosto.

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"En las horas en las que usted habla de la mayor responsabilidad que posiblemente pueden asumir dos jefes de gobierno, el verter la sangre de dos naciones que sólo ansían la paz y el trabajo, siento que le debo a usted personalmente, y a nuestros pueblos, el decir que el destino de la paz todavía está en sus manos.

Puede dudar de si mis propios sentimientos hacia Alemania, ni los sentimientos pacíficos de Francia"- creo que hay un error. Debería ser: "Usted no puede dudar".

EL PRESIDENTE: "Usted no puede dudar de cuáles son mis sentimientos".

TENIENTE-CORONEL GRIFFITH-JONES: Sí, se lo agradezco, Señoría.

"Usted no puede dudar de cuáles son mis sentimientos hacia Alemania, ni de la actitud pacífica de Francia hacia su nación. Ningún francés ha hecho más que yo para fortalecer entre nuestras dos naciones no sólo la paz, sino también la cooperación sincera en sus propios intereses, así como en los de Europa y todo el mundo. A no ser que usted atribuya a Francia un sentido del honor menor que el yo atribuyo a la nación alemana, usted no puede dudar de que Francia cumple lealmente sus obligaciones con otras potencias, como Polonia, que, y de esto estoy plenamente convencido, vive en paz con Alemania.

Estas dos convicciones son completamente compatibles.

Hasta ahora no ha habido nada que evite una solución pacífica de la crisis internacional respetando el honor y dignidad de todas las naciones, si existe la misma voluntad de paz en todas las partes.

Junto a la buena voluntad de Francia, proclamo la de todos sus aliados. Asumo el compromiso de garantizar la disposición de Polonia, que siempre ha mostrado, a someterse a la aplicación mutua de un método de solución abierta que sea adecuado para los gobiernos de dos naciones soberanas. Puedo asegurarle con la más absoluta certeza que entre las diferencias que han surgido entre Alemania y Polonia sobre la cuestión de Danzig, no hay ninguna que no se pueda someter a ese método con el fin de lograr una solución pacífica y justa.

Es más, puedo declarar por mi honor que no hay nada en la solidaridad clara y leal de Francia hacia Polonia y sus aliados que pueda de ninguna forma perjudicar a la actitud pacífica de mi país. Esta solidaridad nunca nos ha impedido, y no nos impide ahora, mantener a Polonia en la misma actitud amistosa.

En una hora tan crítica, creo sinceramente que ningún ser humano altruista podría entender que se comenzara una guerra de destrucción sin hacer un último intento de llegar a un acuerdo pacífico entre Alemania y Polonia. Su voluntad de paz podría con toda certeza contribuir a este objetivo sin ningún perjuicio al honor alemán. Yo, que deseo la armonía entre los pueblos francés y alemán, y que por otro lado estoy unido a Polonia por lazos de amistad, y por una promesa, estoy preparado, como jefe del Gobierno francés, para hacer todo lo que un hombre honesto puede hacer para que este intento tenga una conclusión exitosa.

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Usted y yo estuvimos en las trincheras en la última guerra. Usted sabe, como yo, el horror y repulsa que las devastaciones de la guerra han dejado en la conciencia de la gente, sin tener en cuenta su resultado. La imagen que veo en mi mente de su magnífico papel como el líder del pueblo alemán en el camino hacia la paz, hacia lograr cumplir su tarea en el trabajo común de la civilización, me lleva a pedir una respuesta a esta sugerencia.

Si se debe verter de nuevo sangre francesa y sange alemana, como ya se vertió hace 25 años, en una guerra aún más larga y mortífera, entonces ambas naciones lucharán creyendo en su propia victoria. Pero los vencedores más seguros serán la destrucción y la barbarie".

EL PRESIDENTE: Se levanta la sesión hasta las dos en punto.

(Se hizo un receso hasta las 14:00)

CORONEL STOREY: Con la venia. Con el permiso del Teniente-Coronel Griffith-Jones, querría dar un aviso dirigido a la defensa.

A las 19:30, en la sala de sesiones, esta noche, se proyectará para la defensa el resto de películas que Estados Unidos presentará como pruebas. Les rogamos a todos que acudan a las 19:30.

DR. DIX (abogado del acusado Schacht): Creo que debería explicar en nombre de la defensa que, con respecto a las películas, no parece necesario pedir que se proyecten dos veces. Apreciamos y agradecemos la cortesía y buena disposición a facilitar nuestro trabajo; pero nuestras noches están muy ocupadas por los preparativos de la defensa y las conversaciones con nuestros clientes.

Las películas son algo totalmente diferente a los documentos. Se puede preferir leer los documentos antes, o simultáneamente, o después, pero dado que se espera que tomemos nota y actuemos ante los testimonios de testigos sólo durante el proceso principal, estamos por supuesto en mucha mayor medida en situación y preparados para conocer las películas sólo durante este proceso. Creemos que la acusación no necesita tomarse la molestia de proyectar dos veces las películas, incluyendo una por la noche de forma anticipada. Esperamos que esto no se interprete como, cómo decirlo, como una especie de protesta, pero la razón real es que estamos tan ocupados con el trabajo que ya tenemos que se podría ahorrar trabajo a la acusación y a nosotros. Repito e insisto en que apreciamos la buena disposición a facilitar nuestro trabajo -expresada a través de este aviso- y espero que mis palabras sean entendidas bajo este contexto.

EL PRESIDENTE: Si le he entendido bien, ¿considera que la defensa no necesitará ver las películas antes de que se presenten como pruebas? ¿Es eso lo que ha querido decir?

DR. DIX: Eso es lo que dije, sí.

EL PRESIDENTE: Coronel Storey, no estoy seguro de si usted estaba aquí cuando el Dr. Dix comenzó a hacer su observación, pero entiendo que dice que en vista de todo el tiempo que tiene que dedicar la defensa a prepararse, no consideran necesario ver esas películas antes de que se presenten como prueba, pero al mismo tiempo desea expresar su agradecimiento por la disposición a cooperar de la acusación.

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CORONEL STOREY: Me parece bien. Para nosotros es correcto; sólo íbamos a hacerlo en beneficio suyo.

EL PRESIDENTE: Muy bien.

TENIENTE-CORONEL GRIFFITH-JONES: Cuando se levantó la sesión, acababa de leer la carta del 26 de agosto del Sr. Daladier a Hitler. El 27 de agosto Hitler respondió a esa carta, y creo que no es necesario que lea la respuesta. Lo expresado en esta respuesta es prácticamente lo mismo que escribió al Primer Ministro británico en respuesta a la carta que había recibido anteriormente esa semana.

Esas dos cartas proceden del Libro Blanco alemán, que presento como prueba GB 58, así que quizás el Tribunal asignará a ambas cartas el mismo número. Después de eso, nadie podía decir que el Gobierno alemán podía tener dudas sobre la actitud que adoptarían los gobiernos británico y francés en caso de una agresión alemana a Polonia.

Pero las peticiones en favor de la paz no terminaron aquí. El 24 de agosto el Presidente Roosevelt escribió a Hitler y al Presidente de la República Polaca. Cito sólo los primeros párrafos de su carta:

"En el mensaje que le envié el 14 de abril dije que parecía que los líderes de grandes naciones tenían en su mano la posibilidad de liberar a sus pueblos del desastre que se avecinaba, pero que, a no ser que se hiciera un esfuerzo de inmediato, con buena voluntad por ambas partes, para encontrar una solución pacífica y constructiva a las controversias existentes, la crisis a la que se enfrentaba el mundo terminaría en catástrofe. Hoy esa catástrofe parece estar muy cerca.

No he recibido ninguna respuesta al mensaje que le envié el pasado abril, pero debido a mi confianza en que la causa de la paz mundial -que es la causa de la Humanidad- está por encima de cualquier otra consideración, me dirijo de nuevo a usted con la esperanza de que la guerra que se avecina, y el consiguiente desastre para todos los pueblos, todavía se pueden evitar.

Le ruego así muy encarecidamente -y es algo que he pedido de la misma forma al Presidente de la República de Polonia- que los Gobiernos de Alemania y polonia decidan de común acuerdo evitar todo acto de hostilidad durante el periodo de tiempo razonable que se fije; y que decidan, también de común acuerdo, resolver las controversias que han surgido entre ellos por medio de alguno de los tres siguientes métodos:

Primero, por medio de la negociación directa;

Segundo, sometiendo estas controversias a un arbitraje imparcial en el que ambos confíen; o

Tercero, acordando una solución a estas controversias a través de un proceso de conciliación".


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