The Nizkor Project: En Memoria del Holocausto (Shoah)

Nuremberg, crimenes de guerra, crimenes contra la humanidad

Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
12 de marzo a 22 de marzo de 1946

Octogésimo Cuarto Día: Lunes, 18 de marzo de 1946
(2 de 9)


[Continúa el interrogatorio de HERMANN WILHELM GORING]

[Página 175]

Dr. SIEMERS (abogado del acusado Raeder):

P: La fiscalía ha presentado el diario del General Jodl como documento 1809-PS. En este diario hay dos entradas de la primera mitad de 1940 de las que querría que usted me diera su opinión. Estas dos entradas hablan de Rusia en una época en la que Alemania y Rusia tenían relaciones amistosas.

Querría decir de antemano que lo esencial de las intenciones contenidas en estas entradas es algo más bien fantasioso, y por eso quiero que me dé su opinión como Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea.

Cito la primera entrada, del 13 de febrero de 1940:

"El Almirante Canaris me ha comunicado que se utilizarán todos los efectivos del escuadrón Rowehl en el Cáucaso, pasando por Bulgaria. La Fuerza Aérea tendrá que explicar de quién procede esta idea falsa".
La segunda entrada, de mayo de 1940, dice lo siguiente, y cito textualmente:
"El Führer rechaza la petición de la Fuerza Aérea de establecer un puesto de escucha en el Cáucaso".
Querría que me dijera qué pensamientos le guiaban en estos planes como Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, y qué hechos eran la base de sus pensamientos.

R: Si esas entradas se escribieron en base a un informe del Almirante Canaris, que era el Jefe de la Inteligencia Exterior, y si las escribió Jodl en relación al escuadrón especial de reconocimiento a largo alcance Rowehl, es debido a la relación de éste con este escuadrón (al que con frecuencia le encomendaba misiones de inteligencia o espionaje), lo que permitió que se enterara de mi intención de usarlo, algo que yo quería mantener bajo un estricto secreto.

[Página 176]

Al parecer, informó al Alto Mando de la Wehrmacht, donde esta acción, o la idea de esta acción, se enfrentó a una total reserva, no permitiendo entenderla correctamente.

Mi intención en esta cuestión, y yo la había ordenado personalmente, estaba muy clara. La afirmación de que se iban a hacer reconocimientos en, o en dirección al Cáucaso, no es correcta del todo. Habría sido más correcto decir en dirección al Cáucaso, Siria y Turquía.

Pero puede que este error se originara en el informe transmitido por Canaris.

Había recibido cada vez más y más informes de inteligencia que decían que se iban a llevar a cabo desde Asia Menor acciones contra los campos petrolíferos rusos del Cáucaso, contra Bakú, y otras acciones similares con el fin de afectar gravemente al suministro de petróleo de Rumanía a Alemania.

Como Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, yo era el principal interesado en conseguir petróleo rumano, así como el petróleo del Cáucaso, para ser exactos petróleo y gasolina, en base a un acuerdo comercial con Rusia, ya que por aquel entonces aún no se había completado la construcción de refinerías y no estaban trabajando a pleno rendimiento. Una alteración en cualquiera de estas dos regiones productoras habría causado un grave daño a mi Fuerza Aérea. Por eso tenía que vigilarlas atentamente. Preveía problemas en las regiones petrolíferas del Cáucaso.

Hice que gente de confianza comprobara los informes de los agentes, y averigüé que en Siria se estaba constituyendo un ejército a las órdenes del General Weygand, denominado el "Ejército de Oriente". Estaba más interesado, sin embargo, en la concentración de escuadrones de aeronaves en el área de Siria, escuadrones no sólo franceses, sino también ingleses. Que yo recuerde, recibí estos informes sobre las intenciones de los escuadrones franco-británicos a través de informadores presentes en Turquía, es decir, de turcos, ya que había habido negociaciones con Turquía para que diera permiso para sobrevolar su territorio y llevar así a cabo el plan de los escuadrones franco-británicos: bombardear por sorpresa el área de Bakú y dañar gravemente los campos petrolíferos rusos, interrumpiendo los suministros a Alemania.

Tenía por tanto, o más bien estaba obligado, a controlar constantemente con reconocimientos aéreos de largo alcance si las bases aéreas de Siria tenían o no más actividad que antes. No podía haber ninguna otra razón para concentrar aviones allí precisamente en ese momento, ya que no era uno de los teatros de operaciones, ni había allí entonces ninguna amenaza por parte de Alemania. Por el contrario, habría sido comprensible si no fuera porque en ese momento se necesitaban en Inglaterra y Francia todos los aviones que hubiera disponibles.

Así, si mis reconocimientos aéreos de largo alcance hubieran probado que se estaban usando más que antes las bases aéreas de Siria, y se hubiera confirmado además que se estaban ampliando las bases aéreas del este de Turquía, esto habría sido, y de hecho fue, una confirmación de los planes. En este caso, en cuanto hubiera visto esto claramente, habría tenido que señalar al Führer que Alemania debía avisar a Rusia del peligro que la amenazaba.

La segunda observación, la creación de "puestos de escucha" no en el Cáucaso, sino frente al Cáucaso, lógicamente obedecía al mismo fin, el de crear emisoras de radio secretas a lo largo de la ruta de vuelo Siria-Cáucaso, Siria-Bakú, Este de Turquía-Bakú, una, dos o tres, para averiguar si las fuerzas aéreas franco-británicas estaban llevando a cabo vuelos de práctica con estas intenciones, es decir, primero de todo reconocimientos de los campos petrolíferos, etc. para obtener también más información de esa manera.

Dado que entonces aún no tenía una prueba definitiva y concluyente en mis manos, me guardé estas cosas para mi y sólo las traté con los departamentos responsables de mi sector de la Fuerza Aérea, esperando a obtener una imagen clara. Sólo más adelante, tras el fin de la campaña en Francia, hubo una confirmación definitiva de estos planes al descubrir los informes secretos del Estado Mayor francés y de las reuniones del Consejo Combinado Supremo de Guerra de Inglaterra y Francia, una confirmación del hecho de que mi información era totalmente

[Página 177]

correcta y de que se había elaborado un plan para bombardear por sorpresa todos los campos petrolíferos rusos. Mientras tanto, la confirmación del plan de eliminación de los campos petrolíferos rumanos, ya conocido por nosotros, fue comunicada al Gobierno Rumano, y se evitó así este ataque a la Rumanía neutral.

P: Si le he entendido bien, estos planes fueron elaborados por Inglaterra y Francia.

R: Sí.

P: Y la información que usted recibió decía que los ataques contra los campos petrolíferos iban dirigidos contra la entonces neutral Rusia, y también indirectamente, contra Alemania al cortarle el suministro de petróleo.

R: Por supuesto.

Dr. SIEMERS: Gracias.

Dr. BOEHM (abogado de las SA):

P: Testigo, ¿es cierto, como sostiene la fiscalía, que usted fue Reichsführer de las SA?

R: No fui Reichsführer de las SA, nunca existió ese título. En 1923, el 9 de noviembre, era comandante de las SA, que por aquel entonces sólo existían en Baviera y, con una pequeña presencia, en Wurttemberg.

P: Según eso, ¿durante cuánto tiempo fue usted comandante de las SA?

R: Se lo acabo de decir, hasta noviembre de 1923.

P: ¿Desde 1921?

R: Desde principios de 1923.

P: ¿Cuál fue su influencia antes y después de 1923 sobre el liderazgo de las SA, el adoctrinamiento del pueblo y las órdenes dadas?

R: Por favor, repita la pregunta.

P: ¿Cuál fue su influencia antes y después de 1923 sobre el liderazgo de las SA, el adoctrinamiento del pueblo y las órdenes dadas?

R: Desde principios de 1923 hasta el 9 de noviembre de 1923 mi influencia fue completa y absoluta, es decir, dirigí directamente las SA. Después de 1923 ya no tenía derecho a tener ninguna relación con las SA, y no la tuve.

P: ¿Cómo fue antes de 1923, la relación antes de 1923, así como la que hubo después de 1923?

R: ¿Perdón?

P: ¿Su relación con las SA fue igual tanto antes como después de 1923?

R: He explicado esto muy claramente. Hasta noviembre de 1923, fui comandante de las SA, con plenos poderes y autoridad para dar órdenes. Después de 1923 ya no tuve ninguna relación con las SA en cuanto a dar órdenes. Sólo tuve relación, no sé en qué año fue, quizás en 1936, con las SA por medio de un cargo honorífico, pero sin ejercer ninguna autoridad. Además, no tuve ocasión de hacerlo.

P: Durante su testimonio de la semana pasada, al hablar de la gente de las SA usted dijo que siempre estaban preparados para hacer grandes sacrificios. Querría que me dijera qué clase de sacrificios eran.

R: Los sacrificios de los hombres de las SA fueron éstos: dedicar casi todo su tiempo libre al movimiento sin ser compensados, renunciar a su vida familiar o al ocio, de tal forma que en los díficiles tiempos de nuestra lucha por el poder estaban siempre a disposición del Partido, para campañas electorales, continuos desfiles, seguridad en mitines, etc. Desde mi punto de vista, es un sacrificio considerable, si se tiene en cuenta que la mayoría de los miembros de las SA eran trabajadores y empleados que necesitaban las escasas horas de su tiempo libre para descansar, y sin embargo estaban siempre preparados para ponerse a disposición del Partido plenamente y trabajar por sus ideales políticos de acuerdo con sus creencias políticas.

P: ¿Se prometió a estas personas algún beneficio material?

R: Ninguno en absoluto.

[Página 178]

P: ¿Es cierto que, en especial tras la toma del poder, se infiltró un gran número de agitadores comunistas en las SA?

R: Por favor, repita la pregunta.

P: ¿Es cierto que, en especial tras la toma del poder, se infiltró un gran número de agitadores comunistas en las SA?

R: Fue un asunto muy importante y vital. Dado que tras la toma del poder se actuó contra los comunistas, algo que lógicamente esperaban, varios miembros de la organización de combate "Frente Rojo" se unieron a las SA, en especial en grandes ciudades, donde era más fácil. Esto era muy fácil porque el entonces jefe de las SA, Röhm, admitía indiscriminadamente hombres de las SA, o mejor dicho hombres en las SA, sin que tuvieran que ser miembros del Partido, como se había exigido antes. Cualquiera podía así hacerse de las SA sin pertenecer al Partido.

A su vez, el Partido Nacional Alemán de Hugenberg creó también una organización política de combate que llamó los "Camisas Verdes". También fueron admitidos en las SA, al igual que el "Stahlhelm", ya que no tenían ningún fin actuando por separado.

Recuerdo especialmente un día en el que entre cuatrocientas y quinientas de estas personas se reunieron en la Wilhelm Strasse para alistarse en las SA. Vi a estas personas desde mi ventana y observé claramente que entre ellos había elementos que no debían estar allí. Llamé de inmediato a la Policía de Seguridad y ordené que se hicieran comprobaciones. El noventa y ocho por ciento de estos hombres llevaba en los bolsillos su tarjeta de miembro del Frente Rojo Comunista.

EL PRESIDENTE: Dr. Boehm, el Tribunal considera que todo esto en redundante, ya que el acusado ya ha relatado esto en su interrogatorio. Nos ha ofrecido un extenso relato sobre las SA en su interrogatorio. Con lo que está diciendo ahora, no está añadiendo nada nuevo.

Dr. BOEHM: Según la fiscalía, las SA estaban formadas por "bandas de terroristas". Considero mi deber corregir o aclarar esta afirmación haciendo la pregunta...

EL PRESIDENTE: Eso no tiene nada que ver con lo que he dicho. Puede ser que la fiscalía haya dicho eso. Es probable. Lo que estoy señalándole a usted es que el acusado Goering ya ha tratado todo esto en el testimonio que ha dado, y el Tribunal no quiere que se repita el testimonio.

Dr. BOEHM: Sí, se podría decir eso de mis tres primeras preguntas.

P: Querría preguntarle de qué manera usted influyó sobre las SA en relación al Tratado de Versalles. ¿Le dijo a la gente que había que anular el Tratado de Versalles por medios diplomáticos o por medio de la guerra?

R: Es una pregunta extremadamente difícil de responder. Si di algún discurso a mis hombres de las SA en 1923, estoy seguro de que no hablé mucho de diplomacia. No lo habrían entendido. La cuestión era más bien simple, era "librarse de Versalles". Al hombre corriente de las SA no le importaba el "cómo" o el "qué". Eso era labor de los líderes. No dije: "Os prometo que nunca viviréis una guerra", ni que fuéramos una organización totalmente pacifista y que trataríamos de librarnos del mundo de Versalles sólo a través de protestas. Pero tampoco les dije: "en pocos años marcharemos e iremos a la guerra". En realidad no les dije nada. Les dije que tenían que ser obedientes y confiar en el liderazgo y dejar lo que se tenía que hacer en manos del liderazgo; esa era una actitud adecuada y básica, todos los hombres de las SA sabían eso debido a nuestros discursos y al programa del Partido. Era el deseo de todo alemán decente librarse de Versalles.

P: En base a lo que usted sabe, fuera del periodo de 1923, de 1921 a 1945, ¿se informó a las SA, y también a los órganos de las SA, es decir, al liderazgo de las SA, así como a los miembros individuales, de que el NSDAP

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tenía intención, tras tomar el poder, de dominar otros Estados e ir a la guerra con este fin, incluso quebrantando los usos y costumbres de la guerra y las leyes humanitarias si era necesario?

R: No sé muy bien qué es lo que se imaginan que eran el liderazgo de las SA y las SA. Es más bien imposible que alguien fuera y dijera: "Escuchen, queremos: (1) atacar, subyugar y dominar al resto de Estados, (2) estar en guerra permanente, (3) destruir todo y actuar de la forma más inhumana posible, y (4) no respetar ninguna ley de la guerra".

No se me ocurre que nadie, salvo un loco, hiciera esas declaraciones ante las SA o ante nadie. En todo caso, nunca se daba información política a las SA. Se les decía: "Marcharán mañana, y al día siguiente se repartirán panfletos y después...", como ya he explicado.

P: Durante la toma del poder, las SA cometieron algunos excesos. ¿Fueron medidas tomadas por miembros individuales, o medidas adoptadas de acuerdo con instrucciones del liderazgo de las SA?

R: Creo que en ningún caso de acuerdo con instrucciones de los mandos intermedios, o ni siquiera de los mandos superiores, de las SA. En una organización con un millón de jóvenes, siempre habrá un cierto porcentaje de alborotadores, en especial en las grandes ciudades. Como ya he mencionado, había un número considerable de agitadores en la organización. Era inevitable así que se cometieran excesos por parte de individuos o grupos de personas de comportamientos similares.

P: ¿Aprobó alguna vez por principio el liderazgo de las SA las acciones individuales de sus miembros?

R: Ya he dicho que tuve poca relación con el liderazgo de las SA, pero no creo.

P: ¿Es cierto que se prohibió a la policía actuar para evitar excesos de miembros individuales de las SA?

R: Al principio eso no fue así en absoluto. Con eso quiero decir que por el contrario, la policía tenía orden de actuar de forma decidida en esos casos, y en especial el Presidente de la Policía de Berlín, que no era del Partido, el Almirante (retirado) von Lewetzow, actuó muy vigorosamente. Esa puede que fuera incluso la razón por la que el Führer le destituyó dos años después, creo, debido a continuas quejas del Gauleiter de Berlín, Goebbels.

P: ¿Cómo fue después? Si le he entendido bien, usted ha dicho que al principio no fue así. ¿Después se prohibió a la policía intervenir cuando miembros de las SA cometían excesos?

R: No, no se ha de concluir eso. La policía siempre intervino para frenar los excesos de miembros individuales de las SA, que yo recuerde. E incluso se procesó a varios hombres de las SA.


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