The Nizkor Project: En Memoria del Holocausto (Shoah)

Nuremberg, crimenes de guerra, crimenes contra la humanidad

Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
12 de marzo a 22 de marzo de 1946

Octogésimo Segundo Día: Viernes, 15 de marzo de 1946
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INTERROGATORIO DE HERMANN WILHELM GOERING (continúa)

Dr. STAHMER:

P: ¿Cuáles fueron las razones que decidieron la invasión de Holanda y Bélgica?

R: Este asunto se ha de examinar primero desde el punto de vista puramente militar y estratégico. Se estudió si la neutralidad de ambos países quedaría absolutamente garantizada.

EL PRESIDENTE: Hay algún problema con el equipo. El Tribunal se retirará.

Dr. STAHMER:

P: Por favor, continúe.

R: Repito. Primero, teníamos que determinar si la neutralidad de Holanda y Bélgica estaría bajo cualquier circunstancia garantizada en caso de conflicto y combates en el Oeste. Al principio, parecía que sí. Después llegó información según la cual había habido negociaciones, no sólo entre Francia y Bélgica, sino también entre Holanda e Inglaterra. Hubo un incidente en Venlo en el que un oficial holandés del Estado Mayor fue sorprendido en territorio alemán, y creo que los guardas de fronteras dispararon a otro durante este incidente, lo que dio una nueva dimensión a la posibilidad de que no se pudiera mantener esta neutralidad bajo condiciones de presión más intensa por parte del enemigo.

Si la neutralidad no estaba garantizada bajo cualquier circunstancia, surgía un tremendo peligro para la batalla, ya que el flanco derecho podría quedar amenazado y expuesto. Los oficiales estrictamente militares que se dedicaban sólo al punto de vista estratégico, al preguntarles su opinión, tuvieron que darla desde un ángulo puramente militar, es decir, señalar que, por supuesto, ocupando ambos países, la situación puramente militar y estratégica sería diferente de la que se daría si no se hiciera y esa ocupación la llevara a cabo el enemigo.

Un elemento adicional que hacía necesario dudar de la absoluta neutralidad de estos países fue el hecho de que casi todos los vuelos de Gran Bretaña a Alemania que tuvieron lugar entonces sobrevolaron territorio holandés o belga. Nos llegó información fiable según la cual el Ejército Belga, que al principio de la guerra había sido reforzado en su frontera suroccidental, estaba siendo reagrupado y desplegado a lo largo de la frontera alemana con todas sus fuerzas de combate.

Otras informaciones indicaban que los Estados Mayores francés y belga habían intercambiado puntos de vista, y que bajo presión del Estado Mayor Francés, Bélgica había prometido participar con todas sus fuerzas en la construcción de la línea de fortificación del Maas contra Alemania.

Otras informaciones indicaban que el Jefe del Estado Mayor Francés, Gamelin, así como el Almirante Darlan y el Jefe de la Fuerza Aérea, Vuillemin, insistieron en la ocupación de Bélgica bajo cualquier circunstancia en aras de la seguridad de Francia, y que estaban teniendo lugar intensas negociaciones sobre este asunto entre los Gobiernos Francés y Británico. La información de entonces era altamente fiable. Se vio lo correcta y absolutamente clara que era

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posteriormente cuando, tras marchar sobre Francia, encontramos los documentos secretos del Estado Mayor Francés y también actas de reuniones que habían tenido lugar entre los Gobiernos Francés y Británico en el llamado Consejo Militar Supremo.

El Führer opinaba que la incapacidad de estos países de mantener su neutralidad ante la creciente presión franco-británica tendría como consecuencia que el área del Ruhr quedaría expuesta a un peligro extremo, siendo especialmente vital para nosotros. También se puede ver cuán justificada estaba esta opinión en los informes en los que el Jefe del Gobierno Británico sugería y había además explicado plenamente a los expertos del Consejo de Guerra cuál sería la mejor forma de atacar el Valle del Ruhr, usando aviones británicos volando bajo, que sobrevolarían Bélgica y en el último momento, con un breve vuelo desde Bélgica, podían atacar el Valle del Ruhr y destruir las industrias más importantes.

Si no se hizo eso de inmediato fue debido a la preocupación del Primer Ministro francés, que por su parte estaba preocupado por la industria francesa y quería dejar en manos de la otra parte hacer el primer ataque contra áreas industriales. Sin embargo, Inglaterra insistió en que sería capaz de llevar a cabo este ataque al Valle del Ruhr a través de Bélgica.

Si se tiene en cuenta lo breve que es la distancia de vuelo desde la frontera belga hasta las industrias más importantes del Valle del Ruhr, sólo unos pocos minutos, hay que reconocer el peligro total en el que nos encontrábamos si nuestros enemigos no respetaban la neutralidad de Bélgica. Por otro lado, si era respetada, un ataque de la Fuerza Aérea Británica contra el Valle del Ruhr habría requerido un vuelo relativamente largo sobre el Bucht alemán, desde el norte, lo que en ese momento nos habría permitido evitar y repeler el ataque.

Sin embargo, si se hacía desde Bélgica, era imposible.

Por tanto, en esta grave lucha era necesario, en primer lugar, pensar en nuestros intereses en el combate y en nuestra existencia, y no dejar la ventaja en manos del enemigo. Pero en el momento en el que estábamos sinceramente convencidos del peligro que amenazaba a nuestro pueblo y en especial a nuestras Fuerzas Armadas, para evitarlo de antemano, y para hacernos con esas ventajas que el adversario esperaba para sí mismo...

P: ¿Por qué motivo se mantuvo internados a oficiales en Francia, incluso después del final de la guerra?

R: Querría primero corregir una expresión relativa a esta cuestión. En Francia, la guerra como tal de ninguna manera acabó. Se había firmado un armisticio. Este armisticio era muy generoso. Incluso el preámbulo de este armisticio expresaba una tendencia a la reconciliación, contraria al armistiscio que se había firmado en 1918 en el mismo lugar.

Cuando el Mariscal Pétain pidió un armisticio, la primera respuesta que recibió fue también que la capitulación tendría que ser incondicional. Más tarde, sin embargo, le dimos a entender que ciertos deseos sobre la flota, ciertas partes del territorio no ocupado, el respeto a las colonias, que estos deseos serían estudiados. Dada la situación, Alemania podría haber insistido en una rendición incondicional, dado que no había ninguna fuerza francesa capaz de responder ni ayuda que pudiera venir de Inglaterra, para evitar una completa catástrofe militar en Francia.

Ninguna línea, ninguna formación francesa, habría podido evitar el avance de las tropas alemanas hasta el Mediterráneo. No había reservas disponibles en Inglaterra. Todas las reservas estaban en la fuerza expedicionaria que había sido derrotada en el área de Bélgica y el Norte de Francia, y finalmente en Dunquerque.

En este armisticio se respetaron esas condiciones que se habían mencionado como deseos. Aparte de eso, el Führer había adoptado una solución generosa a la cuestión de los oficiales capturados. Cuando, en contra de

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la amplia satisfacción que habíamos esperado, y que realmente obtuvimos al principio, comenzó a crecer gradualmente el movimiento de Resistencia dentro de Francia por medio de propaganda venida de más allá del Canal, y el establecimiento allí de un nuevo centro de resistencia dirigido por el General de Gaulle, era perfectamente comprensible, desde mi punto de vista, que oficiales franceses ofrecieran sus servicios como patriotas. Pero al mismo tiempo era igualmente natural para Alemania, al reconocer este peligro y tratar de evitarlo, el volver a capturar como prisioneros de guerra a los elementos que pudieran convertirse en líderes y expertos de esos movimientos de resistencia militar, es decir, todos los oficiales que aún se movían con libertad por Francia. Era una condición básica y necesaria para evitar el peligro de una guerra en nuestra retaguardia y de una renovación de las hostilidades en Francia. Considero bastante inusual que, mientras seguía la guerra en todos los frentes, se permitiera a los oficiales de un país con el que sólo se había firmado un armisticio moverse libremente en un momento en el que la guerra estaba en su punto álgido. Que yo sepa, era la primera vez que ocurría eso en toda la Historia.

P: ¿Puede exponernos hechos específicos que expliquen por qué la lucha en Francia, que aparentemente se condujo de una manera mutuamente honorable en 1940, adoptó posteriormente esas considerables dimensiones?

R: Hay que analizar las dos fases de la guerra con Francia completamente separadas. La primera fase fue la gran disputa militar, es decir, el ataque de las Fuerzas Alemanas contra el Ejército Francés. Esta lucha transcurrió con rapidez. No se puede decir que fuera una lucha caballerosa en todo momento, porque conocemos varios hechos de ese periodo cometidos por los franceses contra nuestros prisioneros que fueron registrados en el Libro Blanco y presentados posteriormente a la Cruz Roja Internacional en Ginebra. Pero en general, se mantuvo dentro de los límites usuales de un combate militar, con los excesos que siempre ocurren aquí y allá en dichos combates.

Al terminar esto, la tranquilidad y el apaciguamiento se asentaron por un tiempo. Sólo posteriormente, cuando la lucha continuó y se expandió, especialmente cuando se sumó la lucha contra Rusia y, como he dicho antes, cuando desde el lado opositor se creó un nuevo centro de liderazgo francés, fue entonces cuando en los países occidentales que hasta entonces habían permanecido en calma, y donde no había tenido lugar ningún incidente grave, se vio una clara intensificación del movimiento de Resistencia. Ataques a oficiales y soldados alemanes; se arrojaron granadas de mano y bombas en restaurantes en los que había oficiales y soldados alemanes. Se lanzaron bombas incluso en lugares en los que había mujeres, miembros del Servicio Femenino Auxiliar de Señales y enfermeras de la Cruz Roja. Se atacaron coches, se cortaron comunicaciones, se volaron trenes, y esto en cada vez mayor medida.

Una guerra en la retaguardia durante un periodo de guerra terrestre era ya difícil de por sí, pero cuando se sumó la guerra aérea, se desarrollaron posibilidades y métodos completamente nuevos. Noche tras noche, un gran número de aviones venía y lanzaba enormes cantidades de explosivos y armas, instrucciones, etc. para este movimiento de Resistencia para reforzarlo y ampliarlo. La Contrainteligencia Alemana tuvo grandes éxitos, empleando engaños contra esos aviones y claves arrojadas por aviones enemigos, y logró hacerse con gran parte de estos materiales; pero quedó una cantidad suficiente que cayó en manos del movimiento de Resistencia. Las atrocidades cometidas también fueron grandes. Se pueden presentar documentos que lo demuestran. Por supuesto...

Sr. JUEZ JACKSON: Con la venia, lamento tener que interrumpir este interrogatorio, pero querría preguntar si el Tribunal aplicará el artículo del Estatuto que requiere que la defensa declare por qué esto es relevante para los cargos que estamos juzgando.

Plantea una cuestión más bien amplia e importante, y esa cuestión, según la entiendo, es que plantea un asunto que requiere una gran cantidad de tiempo, y el tiempo es un elemento importante de este proceso.

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Respondiendo a esta declaración, debo admitir que hubo acciones de grupos partisanos en territorios ocupados que fueron muy molestas y objetables, y muy dañinas para el pretendido conquistador. Si se trata de presentar un testimonio sobre lo que los partisanos le hicieron a las fuerzas de ocupación alemanas, en base a la teoría de represalia, alego respetuosamente que el abogado está procediendo en orden inverso, es decir, si la defensa dice: "Sí, cometimos ciertas atrocidades; quebrantamos el Derecho Internacional", entonces podría ser ese el motivo. Alego que no es relevante según la Convención de La Haya, pero al menos podríamos permitir que se presentara ese punto.

Pero a no ser que se presenten pruebas de que las represalias estaban justificadas, alego que no ha lugar a ello en el caso. Si se presenta para demostrar una teoría de represalia, nuestra primera pregunta es, ¿para qué se aplicaron esas represalias? En otras palabras, la doctrina de represalia sólo puede ser alegada cuando se admite primero que se cometieron ciertos actos concretos que quebrantaban el Derecho Internacional. Entonces la cuestión sería si estaba justificado o no. Alego que podría acortar y sin duda aclarar este proceso que la defensa indicara a qué actos de las fuerzas de ocupación alemanas va dirigido este testimonio, supongo que para excusarlos, y que, a no ser que se se especifique una teoría de represalia con una concreción suficiente para que podamos identificar las violaciones cometidas por Alemania que está tratando de excusar como represalias, este testimonio no ofrece ninguna ayuda para aclarar la cuestión final.

La cuestión no es si los países ocupados se resistieron. Por supuesto que se resistieron. La cuestión es si actos del carácter que hemos expuesto pueden excusarse como represalias, y si es así, se han de admitir esos actos, y se ha de exponer la doctrina de represalia, creo yo, de una manera mucho más específica.

EL PRESIDENTE: Sí, Dr. Stahmer.

Dr. STAHMER: No he oído bien toda la alegación, porque la traducción no se mantuvo a la par, pero creo que es relevante por las siguientes razones que hasta ahora hemos tratado:

Se han presentado cargos contra los acusados según los cuales se tomaron grandes cantidades de rehenes que fueron ejecutados, y se sostiene que esto no estaba justificado; en cualquier caso, los motivos que llevaron a la toma de rehenes no han sido tratados hasta ahora, al menos no lo suficiente. Para aclarar esta cuestión, que es tan importante para la sentencia de este juicio, opinio que es absolutamente necesario aclarar que estos decretos sobre el arresto y trato a proporcionar a rehenes fueron consecuencia de la actitud de los movimientos de Resistencia. Por tanto, en mi opinión se podría decir con fundamento que las acciones del movimiento de Resistencia fueron la causa de las medidas que tuvieron que tomar más adelante las autoridades militares alemanas, a su pesar.

Sr. JUEZ JACKSON: ¿Puedo decir unas palabras en respuesta a la oferta del Dr. Stahmer, si es que se trata de una oferta?

La sugerencia del Dr. Stahmer de que aquí se van a juzgar los motivos me parece que nos lleva demasiado lejos. Si está invocando la doctrina de represalia del Derecho Internacional, tiene que satisfacer las condiciones de esa doctrina. El Artículo 2 de la Convención de Ginebra del 27 de julio de 1929 dice específicamente que se prohiben las medidas de represalia contra prisioneros de guerra. Por tanto, debe vincularlas a algún grupo diferente del de los prisioneros de guerra. Según la doctrina de represalia como la entendemos nosotros, cualquier acto que se alegue que está justificado como represalia debe estar vinculado a un quebrantamiento específico y continuo del Derecho Internacional cometido por la otra parte. Es decir, los quebrantamientos casuales y accidentales no justifican las represalias a gran escala. Si fuera así, el Derecho Internacional no tendría ninguna base, ya que un quebrantamiento de una de las partes, aunque fuera de poca importancia, permitiría a la otra parte dejar de respetar las leyes y costumbres de la guerra.

En segundo lugar, todo lo que se alegue que está justificado como represalia debe llevarse a cabo en un tiempo razonable y debe estar relacionado razonablemente con la violación que

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se trata de prevenir. Es decir, no se puede emplear una masacre como represalia debido a un único asesinato. Además, se debe demostrar que antes de las represalias se hizo una protesta, como base del recurso a la represalia. No se pueden llevar a cabo represalias sin previo aviso. Se debe notificar la represalia y la notificación debe provenir de una parte competente del Gobierno.

Y finalmente, y esto es lo más importante, un plan deliberado de violación del Derecho Internacional no puede escudarse en las represalias. Se debe recurrir a actos específicos como represalia por actos específicos según las condiciones que he señalado. No se puede defender un reinado del terror con la doctrina de represalias. Por tanto, alego respetuosamente que la oferta del Dr. Stahmer de investigar las motivos individuales de Goering, o los colectivos de todos los acusados, o de Alemania, no satisface ninguna prueba legal. Se podría señalar al Tribunal como atenuante de la sentencia tras la condena, pero no es un factor adecuado para determinar la culpabilidad o inocencia de los cargos que hemos presentado en este juicio.

EL PRESIDENTE: Sr. Juez Jackson, entiendo que usted acepta que este tipo de pruebas podrían ser relevantes como atenuantes de la condena.

Sr. JUEZ JACKSON: Creo que si Sus Señorías declaran culpables a los acusados, siguiendo nuestro sistema, después aplicarán la condena. Pueden considerar relevante para la sentencia casi cualquier cosa que un acusado consideró adecuado, pero creo que el Dr. Stahmer no está ahora tratando la cuestión de los asuntos relevantes para esto. Si así fuera, por supuesto, aceptaría que se escuchara toda petición de clemencia. Se ofrece, según la entiendo, en relación a la culpabilidad.

EL PRESIDENTE: Es posible, pero el Tribunal podría considerar más conveniente ver esas pruebas ahora. El Estatuto, según veo, no ha previsto que se puedan presentar pruebas tras la condena, si se condena a un acusado. Por tanto, todas las pruebas que puedan presentarse como atenuantes deberían presentarse ahora.


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