[an error occurred while processing this directive] Nuremberg, crimenes de guerra, crimes contra la humanidad

Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
14 de febrero a 26 de febrero de 1946

Sexagésimo Primer Día: Lunes, 18 de febrero de 1946
(7 de 7)


[continúa el CORONEL L. N. SMIRNOV]

[Página 105]

Paso ahora a la presentación de pruebas del exterminio en masa de la población civil del territorio de la URSS.

En cuanto a las circunstancias de las ejecuciones en masa, podemos juzgarlas ahora no sólo por las declaraciones de testigos oculares o de los perpetradores de las atrocidades, sino además, en parte, juzgarlas en base al material recopilado por la comisión de forenses. Digo "en parte" porque a partir de 1943, temiendo tener que pagar por los crímenes cometidos, los hitlerianos comenzaron a destruir las pruebas de sus crímenes. Exhumaron y quemaron cuerpos, trituraron huesos y esparcieron las cenizas por los campos; también usaron el residuo dejado por los cuerpos incinerados, así como los huesos, para reparar carreteras y fertilizar campos.

Pero a pesar de los esfuerzos de los criminales por ocultar todo rastro de sus crímenes, fue imposible destruir todos los cuerpos de las personas asesinadas.

La primera "acción" en masa de los alemanes, en la que decenas de miles de personas inocentes y pacíficas fueron asesinadas de golpe, fue la "acción de Kiev". Para darse cuenta de las dimensiones de estas atrocidades, remito a Sus Señorías a un comunicado de la Comisión Estatal Extraordinaria ya presentado al Tribunal como prueba URSS 9. Cito en la página 238, en la cara opuesta del libro de documentos, al final del tercer párrafo contando por arriba:

"En Kiev, unos 195.000 ciudadanos soviéticos fueron torturados hasta la muerte, fusilados o envenenados en los furgones de gaseamiento, con la siguiente distribución:

(1) En Babi-Yar, unos 100.000 hombres, mujeres, niños y ancianos.

(2) En Darnitza, unos 68.000 prisioneros de guerra soviéticos y civiles.

(3) En la trinchera antitanque, cercana al Campo de Syretzk, y en el propio campo, unos 25.000 civiles y prisioneros de guerra soviéticos.

(4) En el sótano del Hospital de San Cirilo, 800 pacientes con demencia.

(5) En el sótano de la Abadía de Kiev-Pechersk, unos 500 civiles".

Sigo citando este documento, página 238, párrafo 6, y leo dos breves fragmentos de esta página:
"En 1943, viendo la incerteza de su situación en Kiev, las fuerzas de ocupación, intentando ocultar el rastro de sus crímenes, abrieron las tumbas de sus víctimas y comenzaron a quemar los cadáveres. Los alemanes asignaron la quema de los cadáveres de Babi Yar a los internos del Campo de Syrezk. El oficial de las SS Topaida estuvo al cargo de este trabajo, junto con los miembros de la gendarmería Johann Merker y Focht, y el comandante de la sección de las SS, Rever.

Los testigos Ostrovski, Berlandt, Davydov, Stuke y Brodski, que escaparon de los fusilamientos en Babi Yar del 29 de septiembre de 1943, declararon:

'Nos internaron como prisioneros de guerra en el campo de concentración de Syrezk, a las afueras de Kiev. El 18 de agosto enviaron a 100 de nosotros a Babi Yar. Allí nos encadenaron y nos ordenaron exhumar y quemar los cadáveres de ciudadanos soviéticos que habían sido asesinados por los alemanes. Los alemanes trajeron grandes lápidas de granito y raíles de hierro del cementerio. Con estas lápidas hicimos plataformas en las que pusimos raíles, y sobre estos raíles pusimos rejillas de hierro. Se puso sobre las rejillas de hierro una capa de madera, y sobre la madera pusimos una capa de cadáveres. Sobre los cadáveres pusimos otra capa de madera, y vertimos parafina por encima de todo. Siguiendo este orden se apilaron los cadáveres en varias capas y se prendió fuego. Se pusieron entre 2.500 y 3.00 cadáveres en cada uno de estos "hornos". Los alemanes organizaron grupos especiales dedicados a extraer pendientes, anillos y dientes de oro de los cuerpos.

[Página 106]

Cuando se quemaban todos los cadáveres, se construían nuevos "hornos". Los huesos se trituraron en pequeñas partículas con bulldozers, y se arrojaron las cenizas al Yar para que no quedara rastro. Los hombres trabajaban entre doce y quince horas al día.

Los alemanes usaron excavadoras para acelerar el trabajo. Desde el 18 de agosto hasta el día de nuestra fuga, el 29 de septiembre, se quemaron unos 70.000 cuerpos' ".

Interrumpo esta cita y llamo la atención del Tribunal sobre un documento que está en la página 287, Volumen 11, párrafo 5, del libro de documentos. Es un informe de la Comisión Estatal Extraordinaria sobre "Crímenes de los Invasores Fascistas Alemanes en el Territorio de la RSS de Letonia". En el texto que quiero que el Tribunal examine se demuestra que los hitlerianos llevaron a cabo ejecuciones sistemáticas en el bosque de Bikernek. Destaco esto especialmente porque más adelante presentaremos películas documentales que exponen detalles de estos fusilamientos en masa. Comienzo la cita:
"En el bosque de Bikernek, a las afueras de la ciudad de Riga, los hitlerianos fusilaron a 46.500 civiles. La testigo Stabulnek, que vivía cerca del bosque, declaró que: 'El viernes y el sábado anteriores a la Pascua de 1942 fueron autobuses llenos desde la ciudad hasta el bosque. Conté cuarenta y un autobuses desde primeras horas de la mañana del viernes hasta el mediodía, cuarenta y un autobuses pasaron por delante de mi casa. El primer día de la semana, Domingo de Pascua, muchos habitantes, yo entre ellos, fueron al bosque, al lugar de las ejecuciones. Allí vimos una gran fosa abierta que contenía los cuerpos de mujeres y niños que habían sido fusilados; estaban o desnudos, o en ropa interior. Había señales de torturas y maltratos en los cuerpos de estas mujeres y niños, la mayoría tenían marcas negras y azules en sus caras y cortes en sus cabezas. A algunos les habían cortado las manos o los dedos, les habían sacado los ojos y les habían rajado el vientre' ".
Omito ahora un párrafo y continúo: "La comisión descubrió en el lugar de la ejecución cincuenta y cinco tumbas que cubrían un área total de 2.885 metros cuadrados".

Cito un párrafo más de este texto:

"En el bosque de Dreileskin, a cinco o siete kilómetros al este de Riga, en la carretera de Luban, los alemanes fusilaron a unos 13.000 civiles y prisioneros de guerra".
El testigo Gamis declaró:
"En agosto de 1944 los alemanes organizaron grupos de excavación encargados de abrir las tumbas, y durante toda la semana se quemaron cuerpos. El bosque estaba rodeado de guardias alemanes armados con ametralladoras. A partir del 20 de agosto comenzaron a llegar coches negros, cerrados, llenos de ciudadanos, entre los que había mujeres y niños. Los fusilaban y quemaban de inmediato los cuerpos. Me escondí entre los arbustos y fui testigo de esta aterradora escena. Los gritos de las víctimas eran terribles. Oí gritos de 'asesinos', 'verdugos', y los niños gritando '¡Mamá, no me dejes!'. Las balas de los asesinos acabaron con los gritos".
Acabo ya con este documento, ya que lo que viene a continuación son hechos análogos. Quiero llamar la atención del Tribunal sobre el hecho de que 38.000 personas fueron fusiladas en este bosque.

Solicito ahora al Tribunal que tome un documento ya presentado como prueba URSS 47 y que es el informe de la Comisión Estatal Extraordinaria sobre los "Crímenes Cometidos por los Invasores Alemanes y Rumanos en Odessa y la Región de Odessa". Citaré dos fragmentos muy breves

[Página 107]

de este informe. Sus Señorías encontrarán uno de los fragmentos que quiero citar en la página 283, volumen II, del libro de documentos, el párrafo 5. Comienzo:
"El 21 de diciembre de 1941 los gendarmes rumanos procedieron a ejecutar a los internos del campo. Los internos fueron llevados, con escolta, a un edificio medio en ruinas en la linde del bosque. Allí se les obligó a arrodillarse frente al barranco; después les pegaron un tiro. Desde el borde del barranco, los que habían muerto, y con frecuencia algunos que sólo estaban heridos, caían al fondo del barranco, donde se habían encendido una gigantesca hoguera con paja, juncos y madera. Los verdugos arrojaban vivos a los niños pequeños a esta hoguera. La quema de los cuerpos continuó durante 24 horas".
Interrumpo aquí la cita porque más adelante se ofrecerán detalles de estos crímenes, y remito al Tribunal a la página 283 del libro de documentos, el párrafo 3, con un resumen completo de los datos disponibles.
"Según las cifras preliminares determinadas por la Comisión, las fuerzas de ocupación alemanas fusilaron, torturaron hasta la muerte y quemaron en Odessa y la Región de Odessa a hasta 200.000 personas".
Para confirmar que durante las ejecuciones en masa, las llamadas "acciones", los criminales alemanes enterraron a personas aún vivas, presento al Tribunal como prueba URSS 37 un informe de la Comisión Estatal Extraordinaria del 24 de junio de 1943. Cito este informe, que los miembros del Tribunal encontrarán en la página 259, Volumen 11 del libro de documentos. El texto del que hablo se encuentra en la página 362 del libro de documentos.

En la excavación de la fosa al pie de la Colina de Caliza (Mielovaya Gora), en la ciudad de Kupiank, se descubrieron 71 cuerpos: 62 hombres, 8 mujeres y un niño. Todas las víctimas iban descalzas, y algunas prácticamente desnudas. Comienzo la cita en el párrafo 4:

"La Comisión señala que había muchos cuyas heridas no eran mortales; es evidente que fueron arrojados a la fosa y enterrados vivos. Esto lo han confirmado además ciudadanos que fueron a la fosa poco después del fusilamiento; vieron la tierra agitarse y oyeron gemidos apagados que provenían de la fosa".
Para confirmar este hecho, solicito el permiso del Tribunal para leer las actas originales, tomadas del informe de la Comisión Estatal Extraordinaria, del interrogatorio del testigo Vassilievitch, Joseph Ivanovitch, interrogado por el Fiscal de la ciudad de Stanislav a petición de la Comisión Estatal Extraordinaria, prueba URSS 346. Citaré sólo dos párrafos de las actas de este interrogatorio:
"A principios de 1943 quemamos a personas en el cementerio, y se llevó allí madera para esto. Hubo casos en los que se había arrojado vivos a mujeres y niños a la fosa, para después ser enterrados.

Una mujer cuyo nombre desconozco rogó a un oficial que no le disparara, y éste le dio su palabra de que no le dispararían. Incluso dijo, 'Le doy mi palabra de oficial de que no le pegarán un tiro'. Después de que ejecutaran al grupo en el que estaba esta mujer, este mismo oficial la cogió de la mano, la tiró a la fosa, y la enterraron viva".

Así, en algunos casos las víctimas fueron enterradas vivas expresamente, mientras que en otros casos los alemanes no se molestaron en comprobar si la persona liquidada estaba muerta o no.

Una investigación de los datos obtenidos en la exhumación de estos cuerpos, cuando los alemanes ya no tuvieron tiempo de destruir las pruebas de sus crímenes quemándolos,

[Página 108]

indica que a finales de 1941 y en 1942 los criminales no hicieron ningún esfuerzo en especial para ocultar los lugares donde tenían lugar las ejecuciones, y esto a pesar de las instrucciones, ya conocidas por el Tribunal, dadas por los cuarteles generales fascistas, requiriendo la ocultación de los lugares de ejecución y el mantener en secreto las ejecuciones. Les remito al documento ya presentado al Tribunal junto a otros documentos como prueba URSS 2A, un informe de la Comisión Estatal Extraordinaria sobre "Atrocidades Cometidas por los Invasores Fascistas Alemanes en la Región de Stalinsk". Aquí encontraremos un informe de la Comisión de Forenses sobre las atrocidades cometidas por los invasores fascistas alemanes en las canteras de alabastro cercanas a la ciudad de Artemovsk, distrito de Stalinsk. Citaré sólamente un breve fragmento de este documento. Omitiré la mayoría de los detalles.

En el libro de documentos, página 366, quinto párrafo, Sus Señorías encontrarán lo siguiente:

"A dos kilómetros al este de la ciudad de Artemovsk, en el túnel de la cantera de alabastro, a 400 metros de la entrada, hay una pequeña abertura tapiada. Cuando se quitaron los ladrillos, se descubrió una prolongación del túnel. Era un pasillo estrecho, con una fuerte pendiente de subida y que terminaba en una ancha caverna ovalada de 20 metros de longitud, 30 metros de ancho y de 3 a 4 metros de altura.

Toda la caverna estaba llena de cadáveres, y sólo una pequeña área de la entrada y una pequeña franja del centro estaban libres de cadáveres. Estaban muy apretados unos contra otros, con las espaldas hacia la entrada de la caverna.

Esto es típico, indica el acostumbrado método alemán de disparar en la nuca.

Los cadáveres estaban tan apretados que a primera vista parecía que era una masa sólida de cuerpos entrelazados. Las últimas capas se habían apilado sobre las anteriores, que estaban muy apretadas contra los muros de la caverna".

Omito las dos páginas siguientes del informe y simplemente cito las conclusiones de la Comisión de Forenses. Encontrarán esto en la página 366, Volumen II, párrafo 15.
"Según el testimonio de los habitantes de Artemovsk, el 9 de noviembre de 1942 varios miles de personas fueron llevadas a las canteras de alabastro abandonadas, llevando algunos enseres y comida.

Tan pronto como se llenaba de gente la caverna, les pegaban un tiro mientras estaban de pie o arrodillados; entonces hacían entrar a otro grupo y les disparaban, haciéndoles caer sobre los cuerpos del primer grupo; los cadáveres de las víctimas se iban apilando unos encima de otros. Algunas personas trataban de huir del inminente asesinato, se pisoteaban unas a otras y morían agónicamente".

Omito otras tres páginas de mi presentación, y continúo en la página 209. Durante el periodo de ejecuciones en masa, los criminales fascistas alemanes elaboraron una técnica concreta para perpetrar sus crímenes. Querría mencionar algunos de los métodos empleados más típicos, porque al ver ejemplos individuales el Tribunal se dará cuenta de cómo los alemanes perfeccionaron esta técnica criminal de atrocidades, y lo cada vez más cínica que fue la premeditación de estos crímenes monstruosos. Como confirmación de mis declaraciones, querría presentarle algunos documentos al Tribunal.

EL PRESIDENTE: Tendremos que acabar ya. Son las cuatro en punto.

Al Tribunal le gustaría saber cuánto más durará su presentación.

CORONEL SMIRNOV: Terminaré mi presentación de pruebas mañana.

(Se levantó la sesión hasta el 19 de febrero de 1946 a las 10 horas).


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