[an error occurred while processing this directive] Nuremberg, crimenes de guerra, crimes contra la humanidad

Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
14 de febrero a 26 de febrero de 1946

Quincuagésimo Noveno Día: Jueves, 14 de febrero de 1946
(3 de 15)


[continúa el CORONEL POKROVSKY]

[Página 5]

El siguiente en ser interrogado fue el verdugo. Disponemos de un documento sobre este asunto. Encontrarán el fragmento en cuestión en la página 166 de su libro de documentos. Cito las actas de la investigación:
"El Rottenführer de las Waffen-SS, Kesselbach, Friederich, nacido el 24 de enero de 1909 en Freudingen, distrito de Witgenstein (Westfalia), fue llamado a declarar y testificó lo siguiente:
'Se me ha informado del asunto de este interrogatorio. Se me ha indicado que cualquier declaración falsa por mi parte tendrá como resultado un castigo y la expulsión de las SS' ".
Tras esta parte de rutina de la investigación, donde se le advirtió de las penas a las que se le podía condenar, Kesselbach hizo las siguientes declaraciones sobre la cuestión:
"Ayer por la noche me dijo el Unterscharführer de las SS Paal que tenía que participar en una ejecución de prisioneros de guerra. Más tarde recibí la correspondiente orden del Hauptscharführer Wenzel, en presencia del Oberscharführer de las SS Knopp. Esta mañana, a las 8:00, el Hauptscharführer de las SS Berger, el Unterscharführer de las SS Paal, el Sturmbannführer de las SS Vollbrecht y yo fuimos en un camión que nos proporcionó la tenería y que conducía un conductor ucraniano a un lugar situado aproximadamente a 1,5 kilómetros del campo para cavar con ocho internos de nuestra prisión una fosa".
Después describe cómo cavaron la fosa. Creo que podemos omitir esa parte.
"En la entrada del campo, Vollbrecht, según instrucciones de Paal, se bajó del camión. Con estas instrucciones Paal trataba de no revelar nuestras intenciones a los prisioneros con la presencia de un gran número de hombres de las SS. Por tanto,

[Página 6]

sólo yo, Paal, y unos pocos hombres de la milicia subimos a los prisioneros al camión. Por orden de Paal, el primer grupo estaba formado casi exclusivamente por los prisioneros que habían perdido las piernas".
Omito unos pocos párrafos que no son del interés del Tribunal, y cito en la sexta página de la traducción al ruso los fragmentos subrayados, impresos en la página 168 de su libro de documentos:
"Tras ejecutar a los tres primeros prisioneros, de repente oí gritos más allá de la fosa. Dado que el cuarto prisionero ya estaba listo, le disparé de inmediato, y al mirar hacia arriba, observé una terrible alteración cerca del camión. Un momento antes había oído unos disparos, y ahora estaba viendo a los prisioneros correr en todas direcciones. No puedo dar detalles exactos de lo que pasó realmente cerca del camión dado que estaba a unos 40 ó 50 metros del lugar y todo era muy confuso. Sólo puedo decir que vi a dos de mis camaradas tumbados en el suelo, y a dos prisioneros disparándome a mi y al conductor con las armas de fuego que habían cogido. Cuando me di cuenta de lo que estaba pasando, disparé los cuatro cartuchos que me quedaban en el cargador a los prisioneros que nos disparaban, puse un cargador nuevo, y de repente me di cuenta de que una bala había impactado en el suelo cerca de mi. Tuve la sensación de que me habían dado, pero después me di cuenta de que estaba equivocado. Ahora diría que esa sensación era debida a un shock nervioso. Sea como sea, disparé a los fugitivos con los cartuchos de mi segundo cargador, pero no sé si le di a alguno de ellos".
Les informo de que la última parte del testimonio de Kesselbach habla de la organización de la búsqueda de los mutilados dispersos por la zona, una búsqueda que no dio resultado.

Finalmente, querría citar unos pocos fragmentos del último documento de la correspondencia. Es un informe del Obersturmführer de las SS Kunze. Termina indicando que el funeral por los hombres de las SS muertos tuvo lugar a las 14 horas en el Cementerio de Héroes de la Policía y las SS de Hegewalde. Considero que este detalle es de cierto interés. Citaré ahora el comienzo del informe mencionado. Omitiré el primer informe, ya incluido en su libro de documentos, para ahorrar tiempo. Informa de que se suponía que se había asesinado a setenta y ocho personas tras la inspección del campo hecha por Kallbach. Debido a su incapacidad para trabajar, estos prisioneros de guerra eran una carga para el campo.

"Por esta razón, el Hauptsturmführer de las SS Kallbach ordenó la ejecución de los antiguos prisioneros de guerra el 24 de diciembre.

Nadie ni en la oficina local ni en la regional pudo descubrir por qué el antiguo comandante se había hecho cargo de estos prisioneros mutilados y los había enviado al 'Campo de Trabajo Disciplinario'. En este caso no había ningún dato que indicara que los prisioneros en cuestión habían tomado parte en alguna acción comunista durante todo el periodo del régimen soviético. Evidentemente, las autoridades militares, por iniciativa propia, han puesto a estos prisioneros a disposición de la sección local para someterlos a 'régimen especial' porque debido a su condición física, no se les podía hacer trabajar.

El Hauptsturmführer de las Kallbach ordenó que la ejecución fuera el 24 de diciembre. Hacia las 17 horas, el jefe de la oficina regional de Berdichev, el Sturmbannführer de las SS Knopp llamó por teléfono y dijo que durante la ejecución de la operación de 'régimen especial' los dos oficiales de la sección, el Unterscharführer de las SS Paal y el Sturmbannführer de las SS Vollbrecht, fueron atacados por los prisioneros y les mataron con sus propias armas de fuego".

Omitiré ahora una parte considerable del parloteo del Obersturmführer de las SS Kunze y sólo citaré tres párrafos más. Los encontrarán en las páginas 172 y 173:
"Así, de los 28 prisioneros, se disparó a cuatro en la fosa y a dos cuando trataban de escapar; los 22 restantes lograron escapar. Los esfuerzos dedicados a volver a capturar a los fugitivos, iniciados de inmediato por el Rottenführer de las Kesselbach [Página 7] con la ayuda de los guardias del cercano Stalag, aunque intensos, no tuvieron éxito. El jefe del departamento de Berdichev ordenó una búsqueda inmediata de los fugitivos y dio instrucciones a tal efecto a todas las agencias policiales y militares. Sin embargo, se desconocen los nombres de los fugitivos, y este mero hecho ya hizo la búsqueda más difícil. Los documentos sólo indicaban los nombres de todos los prisioneros sometidos a 'régimen especial', y fue por tanto necesario declarar como fugados incluso a los que ya habían sido ejecutados.

El 25 de diciembre, en el mismo lugar, se llevó a cabo una ejecución de 'régimen especial' de los veinte prisioneros de guerra supervivientes bajo mi supervisión. Como temía que los fugitivos pudieran haber contactado ya con alguna unidad partisana, hice que el Stalag enviara un destacamento de veinte hombres armados con ametralladoras y carabinas para vigilar el terreno de alrededor. La ejecución tuvo lugar sin incidentes".

Es terrible imaginar a estos veinte hombres desafortunados, sin brazos, sin piernas, escoltados hacia su muerte por un fuerte contigente de hombres y soldados de las SS, soldados armados con ametralladoras. Continúo:
"Como medida de represalia ordené a la policía militar que investigara a todos los prisioneros de guerra liberados en las regiones cercanas para conocer sus actividades políticas durante el gobierno soviético, para arrestar y someter a 'régimen especial' a todos los 'activistas' y miembros del Partido Comunista".
Para concluir la presentación de las pruebas de este crimen monstruoso de los hitlerianos, querría llamar la atención del Tribunal sobre ciertos hechos.

Querría primero de todo hablar de las "objeciones planteadas por el Ejército" de las que informó el miembro de las SS Knopp. Knopp dijo, encontrarán el fragmento citado en la página 163:

"En adelante, se suspenderán todas las evacuaciones de prisioneros de guerra debido a objeciones planteadas por el Ejército. No quiero que se malinterpreten mis palabras. El Ejército no estaba en contra de esas evacuaciones, quería expresar el deseo de que los prisioneros de guerra, una vez liberados y enviados a otro lugar, pudieran disfrutar de alguna clase de alojamiento".
No es difícil adivinar a qué "alojamiento" se refería. Era el "alojamiento" proporcionado cuando, en palabras de Knopp, eran "llevados en un camión a un lugar del vecindario".

El segundo hecho que considero de importancia es la escala de las atrocidades cometidas. Hablando de los verdugos, Paal, Kesselbach y Vollbrecht, Knopp dice:

"En cuanto a las tres personas antes mencionadas a las que confié la ejecución de los prisioneros de guerra, sabía que en Kiev habían tomado parte en las ejecuciones masivas de miles de personas y que anteriormente, durante mi periodo de servicio, la administración local les habían confiado las ejecuciones de cientos de víctimas".
En cuanto a Kesselbach, querría señalar dos rasgos no muy importantes pero extremadamente típicos. El primero es la terminología que emplea. Estas son sus palabras:
"Tras ejecutar a los tres primeros prisioneros, de repente oí gritos más allá de la fosa. Dado que el cuarto prisionero ya estaba listo, le disparé de inmediato".
Un bandido, un asesino reincidente, lógicamente, emplearía ese lenguaja al hablar de la destrucción de un ser humano. Para los verdugos fascistas el asesinato de un soldado que había luchando honradamente por su país y había terminado inválido, la breve expresión "le disparé de inmediato" es suficiente; cuando estaban ocupados asesinando, los verdugos ni siquiera consideraban necesario averiguar a quién estaban asesinando. Debido a esto, la policía se vio envuelta en la vergüenza y la confusión. Ordenaron una búsqueda tanto de los que se habían fugado como de los que habían sido ejecutados.

En segundo lugar, el mero sonido de una bala pasando cerca le produce la sensación de

[Página 8]

haber sido herido, y gente de esta clase es considerada "un héroe" por sus superiores.

No debería omitir el señalar la brutalidad excepcional mostrada por Kunze, siendo muy típica de las SS. Veinte personas capturadas aleatoriamente, capturadas porque sí, sin ser culpables de nada, deben ser asesinadas. ¿Para qué? Sólo porque veintidós inválidos sin brazos y sin piernas lograron escapar de su muerte.

El Tribunal es por supuesto consciente del hecho de que según las leyes de Dios y del hombre, estos veintidós inválidos no deberían haber perecido a manos del verdugo, sino que deberían haber sido puestos bajo la protección del Gobierno Alemán como prisioneros de guerra.


[ Anterior | Índice | Siguiente ] [an error occurred while processing this directive]