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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
2 de febrero a 13 de febrero de 1946

Quincuagésimo Octavo Día: Miércoles, 13 de febrero de 1946
(18 de 19)


[Página 336]

Presento al Tribunal cuatro fotografías de origen alemán como prueba URSS 345. Todas estas fotografías fueron tomadas por alemanes; se indica la fecha y el lugar. Una fotografía muestra la distribución de comida; la tercera y la cuarta son fotografías del campo de prisioneros de guerra de Uman.

EL PRESIDENTE: ¿Dónde están las fotografías?

CORONEL POKROVSKY: Si no me equivoco, les han dado una copia fotostática de la declaración, pero no las fotografías.

EL PRESIDENTE: Esto no es una copia de las fotografías, son las firmas de los 60 prisioneros alemanes.

CORONEL POKROVSKY: Les entregarán de inmediato las fotografías. No se han incluido en el libro de documentos, evidentemente por un descuido.

EL PRESIDENTE: Continúe.

CORONEL POKROVSKY: Es obvio en la primera imagen que la comida repartida es insuficiente. Los hombres están prácticamente luchando por el derecho de llegar a ella. La segunda fotografía muestra prisioneros de guerra soviéticos hambrientos dando vueltas por un granero vacío y comiéndose las tortas de oleaginosas almacenadas como comida para el ganado que encontraron. En cuanto a la tercera y la cuarta fotografías, puedo presentarle al Tribunal un importante testimonio del testigo Bingel. Hay fragmentos de su testimonio que tienen una relación directa con la cuestión del trato dado a los prisioneros de guerra soviéticos.

Interrogué a Bingel, y presento ahora las actas de su interrogatorio al Tribunal como prueba URSS 111, con fecha del 27 de diciembre de 1945. Bingel, que dirigió una compañía del Ejército Alemán, declaró, cito un fragmento de la página 8 de las actas de su interrogatorio, lo siguiente:

"Ya he hecho una declaración sobre el régimen en el campo de prisioneros de guerra de Uman. Este campo lo vigilaba una compañía de nuestra subsección del 783º Batallón, por lo que estaba familiarizado con todo lo que ocurría en el campo. Nuestro batallón tenía como misión vigilar a los prisioneros de guerra y controlar las carreteras y ferrocarriles.

Este campo se calculó para alojar en condiciones normales a entre 6.000 y 7.000 hombres; en aquel momento, sin embargo, albergaba a 74.000 hombres.

P: ¿Había barracones?

R: No. Anteriormente había sido una fábrica de ladrillos, y sólo había unos cobertizos de techo bajo usados para secar ladrillos.

P: ¿Se alojaban allí los prisioneros de guerra?

R: Difícilmente se podría decir que se alojaban, ya que cada cobertizo como máximo podía albergar a entre 200 y 300 hombres. El resto tenía que dormir al raso.

P: ¿Cómo era el régimen de ese campo?

R: El régimen de ese campo era definitivamente peculiar. Las condiciones existentes daban la impresión de que el comandante del campo, el Capitán Bekker, era incapaz de manejar y alimentar un número tan grande de hombres. Había dos cocinas en el campo, aunque difícilmente se podrían llamar cocinas. Se habían puesto bidones de hierro sobre suelos de piedra y cemento, y la comida de los prisioneros se preparaba en esos bidones. Pero las cocinas, aunque hubieran trabajado las 24 horas del día, sólo habrían podido proporcionar comida para unas 2.000 personas. La dieta usual del prisionero, la ración diaria para 6 hombres, era una hogaza de pan que tampoco podía describirse realmente como pan. Solía haber tumultos durante la distribución de la comida caliente, ya que los prisioneros, y había 70.000 en el campo, luchaban para conseguir alimento. En estos casos los guardias recurrían a las porras, un procedimiento habitual en el campo. Me quedé con la impresión de que en todos los campos la porra era inevitablemente la base de todas las cosas".

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Por favor, disculpen la interrupción, pero me han dicho, Señoría, que hay dos fotografías adjuntas al documento y que su autenticidad está certificada. Las presento ahora al Tribunal. En breve les entregarán las otras dos. Continúo con la cita del documento:
"P: ¿Sabe algo de la tasa de mortalidad del campo?

R: Morían diariamente entre 60 y 70 hombres en el campo.

P: ¿De qué causas?

R: Hasta que empezaron las epidemias, en la mayoría de los casos se trataba de personas asesinadas.

P: ¿Asesinadas durante la distribución de comida?

R: Tanto durante la distribución de comida como durante las horas de trabajo; por lo general, se mataba a personas a lo largo de todo el día".

Volvimos a interrogar a Bingel, y le mostramos las fotografías del campo de Uman. Entonces se le hizo la siguiente pregunta:
"El campo que se ve aquí, ¿es el campo del que habló usted, o es algún otro?"
Y se le mostraron fotografías reveladas de dos negativos del 14 de agosto de 1941. Bingel respondió:
"Sí, este es el campo del que hablé.

Concretamente, esto no es el campo propiamente dicho, sino una fosa de arcilla perteneciente al campo. Aquí se alojaba a los prisioneros en cuanto llegaban del frente. Después se les asignaba a diferentes secciones del campo".

P: ¿Qué puede decirnos de la segunda fotografía?

R: La segunda muestra el campo fotografiado desde otro ángulo, desde el lado derecho. Los edificios aquí mostrados eran prácticamente los únicos edificios de ladrillo del campo. Estos edificios de ladrillo, aunque estaban bastante vacíos y no tenían daños, además de cuartos excelentes y espaciosos, no se usaron para alojar a los prisioneros de guerra".


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