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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
2 de febrero a 13 de febrero de 1946

Quincuagésimo Sexto Día: Lunes, 11 de febrero de 1946
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[Página 233]

Dr. NELTE (abogado del acusado Keitel): Querría pedirle al Tribunal que tomara una decisión sobre una cuestión general de presentación de pruebas. La delegación soviética ha presentado libros con declaraciones de generales y estadistas, sin que esas declaraciones se acompañen de observaciones oficiales de las autoridades soviéticas.

Los documentos que me han dado hoy, URSS 149, 150 y 294, son sólo copias fotostáticas de manuscritos. Ni tienen marcas que permitan calificarlos de declaraciones juradas ni son testimonios ofrecidos antes un funcionario u oficial soviético, ni son declaraciones gubernamentales u oficiales.

Le agradecería al Tribunal que tomara una decisión sobre esta cuestión según el Artículo 21 del Estatuto. La opinión de la defensa es que esas declaraciones sólo tienen el valor de una presentación personal de la acusación, y ningún valor probatorio.

EL PRESIDENTE: ¿Puedo ver los documentos?

El Tribunal no tiene ninguna objeción a que el Dr. Nelte haya llamado la atención sobre estos documentos en este momento. Pero considera que sería mejor esperar a que los documentos sean realmente presentados como prueba antes de considerar si los admitirán o no. Cuando los documentos se presenten como prueba, se considerará si se admiten o no.

CORONEL POKROVSKY: Con el permiso del Tribunal, quiero presentar al General de División Zorya, Consejero de Estado de Justicia de 3ª Clase, que presentará pruebas sobre el siguiente asunto, "Agresión contra la Unión Soviética".

Dr. LATERNSER (abogado del Estado Mayor): Querría señalar que la decisión del Tribunal según la cual todos los abogados de la defensa deberían recibir con suficiente antelación una copia de todos los documentos que se van a presentar como prueba durante el proceso, no se ha respetado. Es por tanto difícil para la defensa seguir el proceso, ya que no se ha distribuido una cantidad suficiente de los documentos presentados.

EL PRESIDENTE: No creo que el Tribunal haya impuesto nunca a la acusación el deber de presentar una copia de todos los documentos a todos los miembros de la defensa.

Sin duda usted dispone de una copia de la orden del Tribunal relativa a esta cuestión, y creo que la orden está puesta en el tablón del Centro de Información de los acusados. Si no recuerdo mal, dice que se depositará un cierto número de originales o copias fotostáticas en el Centro de Información, y que se suministrará un cierto número de copias de los documentos a la defensa, y que por lo demás, la defensa debe confiar en que todos los documentos o partes de documentos que se presentan como prueba se leen en la sala, y por tanto, son escuchados por la defensa a través de sus altavoces y figuran en las notas taquigráficas de la sesión. Hemos hecho que se proporcionen copias de las notas taquigráficas lo antes posible un día después de que se presente la prueba. Aparte de esto, no hemos considerado correcto imponerle a la acusación el deber de proporcionar documentos a la defensa.

[Página 234]

¿No concuerda esto con lo que usted recuerda?

Dr. LATERNSER: Sr. Presidente, la acusación americana, la acusación británica y la acusación francesa durante el procedimiento entregaron los documentos de tal forma que había copias suficientes de todos los documentos a disposición de la defensa, permitiendo a cada abogado tener una copia. Creo que lo que pudieron conseguir las otras acusaciones es algo también posible para acusación soviética, facilitando así el trabajo.

EL PRESIDENTE: Eso es una creencia suya que no concuerda estrictamente con las órdenes del Tribunal. El Tribunal no ha dado esa orden, y puede que Estados Unidos y Gran Bretaña hayan ido más allá de la orden del Tribunal y que hayan proporcionado una copia a cada abogado. Pero como digo, el Tribunal no ha decidido que sea necesario imponer ese deber a la acusación.

Supongo que no sabe realmente con exactitud cuántas copias de estos documentos soviéticos se han depositado en el Centro de Información.

Dr. LATERNSER: No sé el número exacto. En cualquier caso, no había suficientes para que todos los abogados recibieran una copia de cada documento, como había ocurrido hasta ahora con las otras acusaciones.

EL PRESIDENTE: Bien, sin duda entiende las muy grandes dificultades que suponen hacer traducciones y hacer copias. Estoy seguro de que los fiscales soviéticos harán todo lo posible para ayudar a la defensa, pero como digo, no hemos impuesto a la acusación el deber de proporcionar una copia de la traducción al alemán de cada documento a cada abogado de la defensa. Sólo puedo expresar mi esperanza en que los fiscales soviéticos harán todo lo que puedan.

Dr. LATERNSER: Sr. Presidente, recuerdo que cuando se conoció el hecho de que la prensa había recibido 250 copias de los documentos, usted, Sr. Presidente, opinó que debería entonces ser posible también distribuir 25 copias a los abogados de la defensa. Esa era entonces la opinión del Tribunal.

EL PRESIDENTE: Las órdenes del Tribunal sobre esta cuestión están por escrito y las encontrará en el Centro de Información de los acusados. He expresado lo que recuerdo de ellas; si me equivoco, puede traerme una copia del documento y retiraré lo dicho.

GENERAL DE DIVISIÓN ZORYA: Con la venia, Señoría, mi tarea consiste en presentar las pruebas documentales relativas a la agresión contra la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas organizada por los criminales de guerra fascistas que se sientan en el banquillo.

Esta acusación por el crimen mencionado en el apartado (a) del Artículo 6 del Estatuto del Tribunal Militar Internacional fue formulada en el párrafo 6, Sección Cuarta, Primer Cargo, de la Acusación de este caso, y en la Sección IV del discurso de apertura del Fiscal Jefe de la URSS, el General Rudenko.

Entre las muchas guerras criminales que el fascismo alemán con objetivos depredadores inició contra las naciones amantes de la libertad, el ataque a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas ocupa un lugar destacado.

Se puede decir sin lugar a dudas que la guerra depredadora contra la Unión Soviética fue la clave de toda la conspiración fascista contra el mundo. Las acciones agresivas del fascismo alemán cometidas antes del ataque a la URSS, y en parte la agresión alemana contra Checoslovaquia, Polonia y Yugoslavia fueron, como ha demostrado mi colega el Coronel Pokrovsky, meras etapas en el camino hacia el ataque a la Unión Soviética.

El trigo ucraniano y el carbón de la Cuenca del Don, el níquel de la Península de Kola, el petróleo del Cáucaso, las fértiles estepas de la región del pre-Volga y los bosques de Bielorrusia tenían un papel decisivo en los planes criminales de los agresores fascistas.

La guerra contra la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas fue ejecutada por la Alemania Fascista además con la intención de esclavizar y explotar a los pueblos soviéticos.

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En la guerra de la Alemania Fascista contra la Unión Soviética, el odio animal de los hitlerianos hacia los pueblos eslavos encontró su plena y horripilante expresión.

Y finalmente, el imperialismo alemán, manifestado en su disfraz fascista, vio la conquista de la riqueza de la Unión Soviética y sus incalculables recursos en forma de alimentos y materias primas como una base para la realización de sus objetivos agresivos de largo alcance, lograr primero el dominio de Europa, y después el dominio del mundo entero.

El bien conocido lema del imperialismo alemán, "Drang nach Osten", mencionado en el discurso de apertura del Fiscal Jefe de la URSS, fue disimulado en diferentes momentos y de muy distintas maneras por los criminales fascistas, pero siempre, en todos sus planes agresivos, se dio un lugar destacado al ataque a la Unión Soviética.

"Si se desea conseguir nuevo territorio", escribió Hitler en su libro 'Mein Kampf', "se puede conseguir a expensas de Rusia. El nuevo imperio debe moverse por los caminos trazados por los caballeros de antaño". (Hitler, Adolf, Mein Kampf, edición de Munich, 1930, página 742).
El hecho de que tras poner definitivamente en marcha la agresión fascista en 1939 Hitler comenzara la guerra en el Oeste no cambia nada sustancial de este concepto básico del fascismo.

Con el documento 789-PS la acusación americana presentó al Tribunal la transcripción de la reunión del 23 de noviembre de 1939 de Hitler con los miembros del Alto Mando alemán.

En esta reunión Hitler según sus propias palabras, ofreció "una visión general de los pensamientos que le influían con respecto a los hechos venideros".

Durante esta visión general declaró, encontrarán el fragmento que estoy leyendo en la página 3 del libro de documentos que está sobre la mesa del Tribunal:

"Durante mucho tiempo dudé de si no debería empezar con un ataque en el Este y sólo después con el ataque en el Oeste. Debido al desarrollo de los acontencimientos, el Este desapareció de los planes para el futuro inmediato" (página 2 del texto en ruso),
Esta declaración de Hitler prueba el hecho de que el ataque a la Unión Soviética seguía figurando en los planes de agresión fascistas, y toda la cuestión se redujo sólo al problema de seleccionar el momento más favorable para este ataque.

Se debería señalar que esta versión "occidental" del comienzo de la agresión fascista no era considerada la versión más favorable por los autores de la agresión.

El mismo Hitler exactamente cinco meses antes de la reunión mencionada, en otra reunión del 23 de mayo de 1939 (documento 79-L), mientras informaba a sus cómplices de la situación y los objetivos políticos, dijo (el fragmento que cito ahora está en la página 6 del libro de documentos):

"Si el destino nos lleva a un conflicto con el Oeste, sería de desear que para entonces dispongamos de más territorio en el Este".
Las vastas extensiones del Este, según las aspiraciones de los conspiradores de Hitler, iban a ejercer un papel decisivo durante el conflicto en el Oeste.

Así, cuando las hordas fascistas fueron incapaces de asaltar el Canal de la Mancha, se pararon en la costa y se vieron obligados a buscar nuevas formas de agresión, los conspiradores comenzaron de inmediato a prepararse para un ataque a la Unión Soviética. Este ataque era la base de todos sus planes de agresión, y sin él no podían llevarlos a cabo.

Creo que no es necesario referirse a documentos de un periodo anterior, y en concreto citar nada más del libro de Hitler, "Mein Kampf", donde se formularon cuestiones relacionadas con el depredador ataque a la Unión Soviética mucho antes de 1939.

[Página 236]

Ya se ha presentado este libro al Tribunal y nuestros colegas americanos y británicos citaron fragmentos relevantes como pruebas.

La acusación soviética quiere presentarle al Tribunal una serie de documentos que atestiguan el hecho de que la agresión de la Alemania fascista contra la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas se cometió con premeditación y alevosía.

Entre estos documentos hay documentos de varios archivos capturados por unidades del Ejército Rojo en su avance, declaraciones de líderes fascistas publicadas en la prensa, incluidas las de varios acusados, y testimonio de personas en posesión de información fidedigna sobre cómo se llevaron a cabo los preparativos para el ataque a la Unión Soviética.


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