[an error occurred while processing this directive] Nuremberg, crimenes contra la Humanidad, crimenes de guerra

Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
Del 3 al 14 de diciembre de 1945

Decimosegundo Día: Martes, 4 de diciembre de 1945
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Alemania mantuvo la apariencia de amistad, y el 10 de enero de 1941, bastante después de que se hubiera decidido el Plan Barbarroja para la invasión de Rusia, Alemania firmó el Tratado Fronterizo Ruso-Germano. Menos de un mes después, el 3 de febrero de 1941, Hitler convocó una reunión a la que asistieron los acusados Keitel y Jodl en la que se indicó que toda la operación contra Rusia se camuflaría como si fuera parte de los preparativos del plan "Seelöwe", como se denominó el plan de invasión de Inglaterra.

En marzo de 1941 los planes habían avanzado lo suficiente como para incluir instrucciones sobre la división del territorio ruso en nueve Estados separados que serían administrados por Comisarios del Reich, bajo el control general del acusado Rosenberg; y a la vez se prepararon planes detallados para la explotación económica del país bajo la supervisión del acusado Goering, al que Hitler había delegado la responsabilidad en esta materia, una seria responsabilidad.

Oirán algo de los detalles de estos planes. Les recuerdo un documento sobre esto del que ya se ha hablado.

Es importante saber que el 2 de mayo de 1941 tuvo lugar una reunión de Secretarios de Estado sobre el Plan Barbarroja, y durante ésta se dijo:

"1. La guerra sólo puede continuar si todas las Fuerzas Armadas son alimentadas por Rusia en el tercer año de guerra.

2. No hay duda de que, como resultado, muchos millones de personas morirán de hambre si tomamos del país las cosas que necesitemos nosotros".

Pero esto al parecer no causó ninguna preocupación. El plan Oldenberg, como se denominó el plan de organización económica, continuó. Hacia el 1 de mayo de 1941 se había fijado el Día D de la operación. Hacia el 1 de junio los preparativos estaban prácticamente completados y se presentó una elaborada planificación temporal. Se estimó que aunque habría duras batallas fronterizas, que quizás durarían cuatro semanas, después de eso no era de esperar que hubiera una oposición seria.

El 22 de junio a las 3:30 de la mañana los Ejércitos alemanes volvieron a ponerse en marcha. Y Hitler dijo en la arenga que les dirigió:

"He decidido poner de nuevo el destino del pueblo alemán y del Reich y de Europa en las manos de nuestros soldados".
Se dieron, por supuesto, los habituales pretextos falsos. Ribbentrop dijo el 28 de junio que el paso se había dado debido a que el Ejército Rojo amenazaba las fronteras alemanas. Era una mentira, y el acusado Ribbentrop sabía que era una mentira.

El 7 de junio de 1941, el embajador en Moscú de Ribbentrop le informaba, y cito, de que: "todos los análisis indican que Stalin y Molotov, que son los únicos responsables de la política exterior rusa, están haciendo todo lo posible para evitar un conflicto con Alemania". Los archivos de Estado Mayor que

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verán dejan claro que los rusos no estaban haciendo preparativos militares y que continuaron con sus envíos según el acuerdo de comercio hasta el último día. La verdad es, por supuesto, que la eliminación de Rusia como oponente político y la incorporación del territorio soviético en el Lebensraum alemán había sido una de las características principales de la política nazi desde hacía mucho tiempo, subordinada posteriormente a lo que el acusado Jodl llamó razones diplomáticas.

Y así el 22 de junio los Ejércitos nazis se lanzaron contra la Potencia a la que Hitler había jurado amistad tan recientemente, y Alemania se embarcó en el último acto de agresión en Europa, que, después de una larga lucha amarga, tuvo como resultado el hundimiento de Alemania.

Esta es la acusación presentada contra estos acusados, como gobernantes de Alemania, según el Segundo Cargo de esta Acusación.

Se puede decir que muchos de los documentos que he indicado recogen palabras de Hitler, y que las órdenes eran órdenes de Hitler, y que estos hombres eran meros instrumentos de la voluntad de Hitler. Pero fueron los instrumentos sin los que la voluntad de Hitler no se podría haber llevado a cabo; y fueron más que eso. Estos hombres no eran simples herramientas de la voluntad, que habrían sido ya culpables si éste hubiera sido su papel. Son los hombres cuyo apoyo llevó a Hitler al puesto de poder que ocupó; son los hombres cuya iniciativa y planes con frecuencia concibieron y ciertamente hicieron posible los actos de agresión ejecutados en nombre de Hitler; y son los hombres que permitieron a Hitler construir el Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea, la economía de guerra, la filosofía política, con los que se llevaron a cabo estos ataques traicioneros, y con los que pudo conducir a sus fanáticos seguidores a países pacíficos para asesinar, saquear y destruir. Son los hombres cuya cooperación y apoyo hizo posible el Gobierno Nazi de Alemania.

Se puede dirigir el gobierno de un país totalitario sin representantes del pueblo, pero no se puede sin ayuda de ningún tipo. No sirve de nada tener un líder si no hay también gente dispuesta a servir a su egoísmo y ambición ayudándole y siguiéndole. El dictador que quiere controlar los destinos de su país no depende sólo de sí mismo para hacerse con el poder o mantenerlo. Depende del apoyo que hombres menores, con ganas de que se les otorgue parte del poder dictatorial, ansiosos por deleitarse con la adulación de su líder, estén dispuestos a dar.

En los tribunales penales de nuestros países, cuando se juzga a hombres por no respetar las leyes, no es infrecuente que en una banda, llevada al banquillo junta, haya una mente dirigiéndola, una personalidad líder. Pero no le sirve de excusa al ladrón común decir: "robé porque se me dijo que robara", al asesino decir: "asesiné porque se me pidió que asesinara". Y estos hombres no están en una situación distinta, ya que trataron de robar a naciones y trataron de asesinar a pueblos enteros. "Ninguna justificación de ninguna persona le excusa de cometer un acto ilegal". La lealtad política, la obediencia militar, son cosas excelentes, pero no obligan ni justifican la comisión de actos claramente malignos. Llega un punto en el que un hombre debe negarse a escuchar a su líder si también quiere seguir escuchando a su conciencia. Incluso el soldado corriente, perteneciente a la tropa, no tiene que obedecer órdenes ilegales. Pero estos hombres no eran soldados corrientes: eran los hombres cuya destreza y astucia, cuyo trabajo y actividad, hicieron

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posible al Reich Alemán romper tratados en vigor, firmar nuevos para después desobedecerlos, reducir las negociaciones internacionales y la diplomacia a una farsa hueca, destruir todo respeto por la Ley Internacional y, finalmente, marchar contra los pueblos del mundo para hacerse con el dominio que, como arrogantes miembros de la autoproclamada raza superior, profesaban sus creencias.

Si estos crímenes fueron en un sentido los crímenes de la Alemania Nazi, también son culpables como los individuos que ayudaron, instigaron, aconsejaron, lograron e hicieron posible que se cometiera lo que se hizo.

La suma total del crimen que estos hombres han cometido -tan horrible en su total magnitud- tiene muchos aspectos. Su lujuria y sadismo, su masacre deliberada y degradación de tantos millones de criaturas iguales a ellos que hacen temblar la imaginación, son sólo una parte del asunto. Ahora que se ha puesto fin a esta pesadilla, y empezamos a considerar cómo se ha de vivir el futuro, quizás su culpa como asesinos y ladrones es de menor importancia y tiene un efecto menor para las generaciones futuras de la Humanidad que su delito de fraude, el fraude por medio del cual se situaron en una posición desde que la que perpetrar sus asesinatos y sus robos. Ese es otro aspecto de su culpabilidad. La historia de su "diplomacia", basada en la astucia, la hipocresía y la mala fe, es una historia menos truculenta pero no menos maligna y deliberada. Y si se adoptara como precedente de comportamiento en las relaciones internacionales, sus consecuencias para la Humanidad llevarían como mínimo al fin de la sociedad civilizada. Sin confianza entre las naciones, sin fe en que lo se ha dicho es sincero y en que se respetarán los compromisos, muere toda esperanza de paz y seguridad. Los Gobiernos del Reino Unido y la Commonwealth Británica, Estados Unidos de América, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y Francia, apoyados por, y en nombre de, todas las demás naciones del mundo amantes de la paz, se han por tanto unido para llevar a los inventores y perpetradores de este concepto nazi de las relaciones internacionales ante este Tribunal. Lo hacen para que se pueda castigar a estos acusados por sus crímenes. También lo hacen para que su conducta quede expuesta con toda su maldad al desnudo, y lo hacen con la esperanza de que la conciencia y el buen sentido de todo el mundo verán las consecuencias de dicha conducta y el final al que siempre llevan inevitablemente. Restauremos una vez más la sensatez y con ella la santidad de nuestros compromisos de los unos con los otros.

EL PRESIDENTE: Sr. Fiscal, ¿considera conveniente la acusación de Gran Bretaña continuar?

SIR HARTLEY SHAWCROSS: La idea era que mi amigo el Sr. Sidney Alderman continuara con la presentación del caso sobre los actos finales de agresión contra Checoslovaquia y que, una vez hecho eso, continuaran mis colegas británicos. Como habrá visto el Tribunal, los Cargos Primero y Segundo se complementan en muchos aspectos, y

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Estados Unidos y nosotros trabajamos cooperando estrechamente para presentar las pruebas de esos cargos.

EL PRESIDENTE: Sr. Alderman, ¿podría continuar hasta las cinco en punto?

SR. ALDERMAN: Sí. Con la venia, me resulta muy adecuado continuar. Sólo tengo la sensación de que se romperá la emoción del discurso que acaban de escuchar.

Cuanto el Tribunal levantó la sesión ayer por la tarde, acababa de completar un esbozo de los planes elaborados por los conspiradores nazis en las semanas inmediatamente posteriores al Tratado de Munich. Estos planes tenían como fin lo que los altos cargos alemanes llamaban "la liquidación del resto de Checoslovaquia". Recordarán que tres semanas después de Munich, el 21 de octubre, el mismo día en el que se pasó la administración de los Sudetes a las autoridades civiles, Hitler y Keitel dieron una orden a las Fuerzas Armadas. Es el documento C-136, que será la prueba USA 104.

En esta orden Hitler y Keitel ordenaron el comienzo de los preparativos de las Fuerzas Armadas para la conquista del resto de Checoslovaquia. También recordarán que dos meses después, el 17 de diciembre, el acusdo Keitel presentó un apéndice a la orden original ordenando la continuación de estos preparativos. Este documento es el C-138, prueba USA 105, y estos dos documentos mencionados ya han sido presentados como pruebas.

Asumiendo que no se esperaba resistencia digna de mención, esta orden destacaba que el ataque a Checoslovaquia debía ser bien camuflado para que no pareciera un acto de guerra. "Para el mundo exterior", decía, y cito, "debe parecer obvio que no es más que una acción de pacificación, y no una acción bélica".

Así, a comienzos de 1939, el plan básico para la acción militar contra la mutilada República Checoslovaca ya había sido llevado a cabo por el Alto Mando alemán.

Paso ahora a los métodos solapados y criminales usados por los conspiradores nazis para asegurarse de que realmente el Ejército alemán no encontraría ninguna resistencia digna de mención. Como en el caso de Austria y los Sudetes, los conspiradores nazis no pretendieron confiar tan sólo en la Wehrmacht para lograr el calculado objetivo de la liquidación de Checoslovaquia. Con la minoría alemana separada de Checoslovaquia, ya no podían recurrir al grito: "Al hogar del Reich". Aún quedaba una minoría importante, los eslovacos, en el Estado Checoslovaco.

Debería mencionar en este punto que el Gobierno checoslovaco había hecho todos los esfuerzos posibles para conciliar a los extremistas eslovacos en los meses posteriores a la cesión de los Sudetes. Se había concedido la autonomía a Eslovaquia, con un Gabinete y Parlamento autónomos en Bratislava. Sin embargo, a pesar de estas concesiones, fue en Eslovaquia donde los conspiradores nazis encontraron un terreno fértil para sus tácticas. El escenario de las operaciones nazis en Eslovaquia que describiré a continuación se basa en el Informe Gubernamental oficial checoslovaco, documento 998-PS, ya presentado como prueba USA 91, que el Tribunal ya ha introducido en el sumario.

La propaganda y los grupos de investigación nazis habían estado desde hacía tiempo interesados en mantener estrechas relaciones con la oposición autonomista eslovaca. Cuando Bela Tuka, que después se convirtió en el Primer Ministro del Estado satélite de Eslovaquia, fue juzgado por espionaje y traición en 1929, constaba como prueba que

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ya había establecido contactos con grupos nazis de Alemania. Antes de 1938 los asistentes nazis mantuvieron un estrecho contacto con los traidores eslovacos que vivían en el exilio y trataban de establecer contactos más aprovechables en el semifascista Partido del Pueblo Católico de Monseñor Andrew Hlinka. en febrero y julio de 1938 los líderes del Movimiento de Henlein se reunieron con jerarcas del partido del Padre Hlinka y acordaron proporcionarse asistencia mutua para presionar con sus respectivas demandas de autonomía. Este entendimiento resultó ser útil en la agitación de septiembre, cuando en el momento adecuado el Ministerio de Exteriores en Berlín envió un telegrama al líder de Henlein, Kundt, en Praga indicando que le dijera a los eslovacos que comenzaran a demandar la autonomía.

Este telegrama, nuestro documento 2858-PS, prueba USA 97, ya ha sido presentado como prueba y leído.

Por aquel entonces -mediados del verano de 1938- los nazis ya estaban en contacto directo con figuras del movimiento autonomista eslovaco y tenían agentes a sueldo entre el personal de alto rango del partido del Padre Hlinka. Estos agentes se encargaron de hacer imposible cualquier entendimiento entre los autonomistas eslovacos y los partidos eslovacos en el Gobierno de Praga.

Hans Karmasin, que posteriormente llegaría a ser Volksgruppenführer, había sido nombrado líder nazi en Eslovaquia y manifestó servir a la causa de la autonomía eslovaca, mientras que en realidad estaba a sueldo de los nazis. El 22 de noviembre los nazis le enviaron sin ninguna discreción un telegrama a Karmasin diciéndole que recogiera su dinero en la Legación Alemana en Praga, y presento el documento 2859-PS como prueba USA 107, capturado en los archivos del Ministerio de Exteriores alemán. Leeré este telegrama que fue enviado desde la Legación Alemana en Praga a Pressburg:

"Delegado Kundt pide notificar al Secretario de Estado Karmasin que agradecería que él personalmente retire la suma que se guarda para él en la tesorería de la Embajada. /firmado/ Hencke".
Karmasin demostró ser extremadamente útil para la causa nazi. Aunque está fuera de su lugar cronológico en mi exposición, querría presentar ahora el documento 2794-PS, un memorándum capturado del Ministerio de Exteriores alemán, como prueba USA 108, Berlín, 29 de noviembre de 1939.

Este documento, con una fecha ocho meses posterior a la conquista de Checoslovaquia, arroja luz sobre Karmasin y el Ministerio de Exteriores alemán, y leo ahora de este memorándum:

"Sobre la cuestión de los pagos a Karmasin.

Karmasin recibirá 30.000 marcos de la V.D.A. (Liga Popular para los Alemanes en el Extranjero) hasta el 1 de abril de 1940; a partir de entonces, 15.000 marcos mensuales.

Además, la Oficina Central para Alemanes Raciales (Volksdeutsche Mittelstelle) había depositado 300.000 marcos para Karmasin en la misión diplomática alemana en Bratislava (Pressburg), a la que podía acudir en caso de emergencia.

Además, Karmasin ha recibido dinero del Reichsminister Seyss-Inquart; hasta ahora ha sido imposible determinar las cantidades en cuestión y si continúan los pagos.

Por tanto, parece que se le ha proporcionado a Karmasin suficiente dinero; así que se podría esperar si él planteara nuevas demandas.

Presentado al Ministro de Exteriores del Reich. /firmado/  Wormann."

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Este documento demuestra la complicidad del Ministerio de Exteriores alemán en la financiación de organizaciones ilegales en el extranjero. Más importante aún, demuestra que los alemanes aún consideraban necesario proporcionarle a sus representantes encubiertos en Pressburg fondos importantes, incluso después de la declaración del autodenominado Estado Independiente de Eslovaquia.

En algún momento en el invierno de 1938-1939 el acusado Goering se reunió con Durcansky y Mach, dos líderes de los grupos extremistas eslovacos, acompañados de Karmasin. Los eslovacos le hablaron a Goering de su deseo de lo que ellos llamaban independencia, con fuertes lazos políticos, económicos y militares con Alemania. Prometieron que se resolvería el problema judío como se había resuelto en Alemania, y que se prohibiría el Partido Comunista. Según las notas de la reunión, Goering consideró que se debían apoyar los esfuerzos eslovacos para lograr la independencia, pero como demostrará el documento, sus motivos eran escasamente altruistas.

Presento ahora el documento 2801-PS como prueba USA 109, actas sin fecha de una conversación entre Goering y Durcansky. Este documento fue capturado en los archivos del Ministerio de Exteriores alemán.

Leeré ahora esas actas, escritas con un estilo más bien telegráfico:

"Para comenzar, Durcansky (Viceprimer Ministro) lee declaración. Contenido: 'Amistad con el Führer, gratitud, que a través del Führer se ha hecho posible la autonomía para los eslovacos'. Los eslovacos no quieren pertenecer a Hungría. Los eslovacos quieren independencia total, con fuertes lazos políticos, económicos y militares con Alemania. Bratislava la capital. La ejecución del plan sólo posible si el ejército y la policía son eslovacos.

Se proclamará la Eslovaquia independiente en la reunión de la primera Dieta eslovaca. En caso de plebiscito la mayoría aprobaría una separación de Praga. Los judíos votarán por Hungría. El área del plebiscito ha de llegar hasta el March, donde vive una gran población eslovaca.

El problema judío será resuelto de una forma similar a la de Alemania. El Partido Comunista será prohibido.

Los alemanes de Eslovaquia no quieren pertenecer a Hungría, pero quieren quedarse en Eslovaquia.

La influencia alemana en el Gobierno eslovaco considerable; se ha prometido el nombramiento de un Ministro alemán (miembro del Gabinete).

En este momento las negociaciones con Hungría son llevadas a cabo por eslovacos. Los checos se inclinan más hacia los húngaros que los eslovacos.

El Mariscal de Campo" - el Mariscal de Campo Goering - "considera que las negociaciones eslovacas por la independencia han de ser apoyadas de una manera adecuada. Checoslovaquia sin Eslovaquia queda aún más a nuestra merced.

Las bases aéreas en Eslovaquia son de gran importancia para la Fuerza Aérea alemana para su uso contra el Este".

El 12 de febrero una Delegación eslovaca viajó a Berlín. Estaba formada por Tuka, uno de los eslovacos con los que los alemanes habían estado en contacto, y Karmasin, el representante a sueldo de los conspiradores nazis en Eslovaquia. Se reunieron con Hitler y el acusado Ribbentrop en la Cancillería del Reich, en Berlín, el domingo, 12 de febrero de 1939.

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Presento ahora el documento 2790-PS, que será la prueba USA 110, las actas de esa reunión capturadas en el Ministerio de Exteriores alemán.

(leyendo)

"Tras una breve bienvenida, Tuka le da las gracias al Führer por concederles esta reunión. Se dirige al Führer llamándole 'Mi Führer' y expresa la opinión de que él, aunque tan sólo es un hombre modesto, puede realmente decir que habla en nombre de la nación eslovaca. Los tribunales y la cárcel checos le dan el derecho a decirlo. Dice que el Führer no sólo ha abierto la cuestión eslovaca, sino que además ha sido el primero en reconocer la dignidad de la nación eslovaca. El pueblo eslovaco luchará alegremente bajo el liderazgo del Führer para proteger la civilización europea. Obviamente, una asociación futura con los checos se ha convertido en algo imposible para los eslovacos desde un punto de vista tanto moral como económico".
Después, pasando a la última frase:
"Confío el destino de mi pueblo a su cuidado", diciéndole esto al Führer.
Durante la reunión, los conspiradores nazis al parecer tuvieron éxito en introducir la idea de insurreción en la Delegación eslovaca. Me refiero a la frase final del documento, la que acabo de leer, la frase dicha por Tuka: "Confío el destino de mi pueblo a su cuidado".

Queda claro con estos documentos de mediados de febrero de 1939 que los nazis tenían un grupo bien disciplinado de eslovacos a su servicio, muchos de ellos procedentes de las filas del partido del Padre Hlinka. Halagados por la atención personal de hombres como Hitler y el acusado Ribbentrop, y financiados por representantes alemanes, estos eslovacos demostraron ser herramientas dispuestas a todo en manos de los conspiradores nazis.

Además de usar a eslovacos, los conspiradores utilizaron a los alemanes que aún quedaban en la mutilada República Checoslovaca. Kundt, lugarteniente de Henlein que había sido nombrado líder de esta minoría alemana, creo tantos "puntos focales de cultura alemana" artificiales como fue posible. Desde Berlín se ordenaba a alemanes de los distritos entregados a Alemania que continuaran sus estudios en la Universidad Alemana de Praga, y que la convirtieran en un centro de nazismo agresivo. Con la ayuda de funcionarios alemanes se llevó a cabo una campaña deliberada de infiltración nazi en las instituciones checas públicas y privadas, y el Movimiento de Henlein cooperó totalmente con agentes de la Gestapo procedentes del Reich que se infiltraron en territorio checo. La actividad política nazi fue diseñada para minar y debilitar la resistencia checa a las órdenes de Alemania.

Debido a las continuas amenazas y coacciones tanto en el campo diplomático como en el propagandístico, el Gobierno checo no fue capaz de tomar medidas adecuadas contra estos intrusos en su soberanía.

Uso como base de mis afirmaciones el Informe Gubernamental oficial checoslovaco, documento 998-PS.

A principios de marzo, con la fecha de la marcha final hacia Checoslovaquia ya cerca, la actividad quintacolumnista pasó a su fase final. En Bohemia y Moravia, los F.S., el equivalente de Henlein a las SS, contactaron con los conspiradores nazis en el Reich y crearon la base de los hechos del 14 y el 15 de marzo.

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Presento ahora el documento 2826-PS como prueba USA 111. Es un artículo del Líder de Grupo de las SS Karl Hermann Frank, publicado en Bohmen und Mahren, el diario oficial del Protector del Reich de Bohemia y Moravia, edición de mayo de 1941, página 179.

Es un artículo escrito por uno de los líderes nazis en Checoslovaquia en el momento de los mayores éxitos militares de Alemania. Es un artículo pretencioso y revela con una franqueza rara vez encontrada en la prensa nazi la función que tuvieron los F.S. y las SS, y lo orgullosos que estuvieron los conspiradores nazis de las actividades de estas organizaciones. Es una cita larga.

EL PRESIDENTE: ¿Continuará con esto mañana, Sr. Alderman?

SR. ALDERMAN: Sí.

EL PRESIDENTE: ¿Le llevará todo el día?

SR. ALDERMAN: No, no más de hora y media.

EL PRESIDENTE: Y después de eso, ¿continuará la acusación británica?

SR. ALDERMAN: Sí.

(El Tribunal levantó la sesión hasta las 10 horas del 5 de diciembre de 1945).


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