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III. La naturaleza de la reclamación por daños y perjuicios de Irving


Consideraciones relevantes

3.1 Si se prueba la publicación de palabras difamatorias y no se ha demostrado ninguna defensa con base, la ley inglesa da por supuesto que se habrá dañado la reputación de la persona difamada. La cantidad de los daños que puede reclamar haber sufrido un demandante en particular, si tiene éxito en demostrar la responsabilidad, dependerán de una variedad de factores que incluyen la naturaleza y gravedad de la difamación; la extensión de la difusión de la información difamatoria; el prestigio del demandante; el daño causado a sus sentimientos; la extensión de cualquier daño adicional producido por la conducta de los demandados; etc. Es posible reclamar daños económicos, pero no se plantea tal caso aquí. Los daños pueden verse reducidos, quizás hasta el punto de desaparecer, si los demandados logran justificar parcialmente las imputaciones difamatorias causantes de la demanda.

Planteamiento de Irving sobre los daños

3.2 Irving afirma que Lipstadt, en Denying the Holocaust, ataca no sólo a su competencia como historiador, sino también a sus motivaciones. Como ya he concluido, el libro acusa a Irving, entre otras cosas, de alteración deliberada de pruebas históricas. Acepto sin dudar que para cualquier historiador serio su integridad es vital. Es por eso sin duda por lo que, en sus pruebas, Irving dijo que para él su reputación como historiador en busca de la verdad es más importante que cualquier otra cosa. Los otros significados que he encontrado en los párrafos de la demanda también son serios, aunque en mi opinión no tanto. Irving tiene derecho a considerar que los párrafos del libro causantes de la demanda contienen graves acusaciones contra él referentes a sus capacidades profesionales y personales.

3.3 Los demandados admiten que Denying the Holocaust se ha publicado en la jurisdicción de este juzgado. Aunque no se ha especificado, acepto la prueba presentada por Irving de que se ha publicado el libro en Internet y ha circulado ampliamente en bibliotecas.

3.4 En relación a su propio prestigio como historiador, Irving describió su carrera como escritor y analista del Tercer Reich. Es el autor de un gran número de serias obras históricas, muchas de las cuales han sido reconocidas favorablemente. Irving hizo referencia a las críticas favorables a sus obras recibidas de historiadores eminentes como Lord Dacre. Comprensiblemente, era reticente a alabarse a sí mismo. Pero pidió reconocimiento por la cantidad de investigaciones originales que había hecho y el número de documentos que había descubierto en archivos. Irving apoyó sus pruebas con las del Profesor Donald Watt (al que describo en la sección 4), que declaró que en las áreas en las que no se ven implicadas sus convicciones políticas, está impresionado por los conocimientos de Irving. Aunque no situaría a Irving en el nivel máximo de los historiadores militares, se ha de tener en cuenta seriamente su libro Hitler's War. Watt también señaló que Irving había estimulado el debate y la investigación sobre el Holocausto. Sir John Keegan (también descrito más abajo) dio pruebas de que seguía considerando cierto lo que afirmó hace algunos años, que Hitler's War era uno de los mejores libros sobre la Segunda Guerra Mundial.

3.5 Por otro lado, se ha de tener en cuenta también el punto de vista expresado por uno de los expertos de los demandados, el Profesor Evans, según el cual Irving "ha tenido una reputación generalmente escasa entre los historiadores profesionales desde finales de los '80, y en todo momento entre aquellos que han tenido experiencia directa de investigación en las áreas por las que se interesa Irving". Tanto el Profesor Watt como Sir John Keegan manifestaron que consideraban inaceptables los planteamientos expresados por Irving con respecto al Holocausto y el conocimiento que tenía Hitler de éste.

3.6 Estaba muy claro por su actitud en el juicio que el factor al que Irving da la mayor importancia en la cuestión de los daños es la conducta de los demandados y el impacto que esa conducta ha tenido sobre sí mismo, tanto personal como profesionalmente, así como sobre su familia. Irving dejó claro en su introducción, en repetidas ocasiones durante el juicio y en sus conclusiones finales y por escrito que se considera a sí mismo como el objetivo de una conspiración bien financiada y sin escrúpulos preparada por "nuestros enemigos tradicionales" y dirigida a evitar la difusión de sus libros, a asegurarse de que se le prohíba la entrada en todos los países posibles y a destruir su derecho a la libertad de expresión. Aunque en un cierto momento Irving discutió esto, estaba muy claro que los "enemigos tradicionales" eran los miembros de la comunidad judía. Afirma que es víctima de una conspiración internacional judía destinada a hacerle callar. El argumento de Irving venía apoyado en términos generales por el Profesor Macdonald (al que describiré más adelante), pero el apoyo proporcionado que deduje de su declaración era limitado.

3.7 Los demandados critican que permitiera a Irving desarrollar este punto. Alegan, correctamente, que en el curso normal de una causa, las normas de la presentación de pruebas habrían evitado que hiciera esos planteamientos. Sin embargo, por ciertas razones, consideré correcto no ser demasiado estricto. Irving se ha representado a sí mismo (demostrando, si se me permite decirlo, una gran habilidad y una moderación encomiable). Este juicio no ha sido un juicio en el que ha sido posible o apropiado observar reglas estrictas de control de las pruebas. Más aún, Irving ha visto dificultada en gran medida la presentación de este aspecto de su versión de los hechos por la inesperada decisión de los demandados, con pleno conocimiento de las alegaciones que Irving estaba haciendo sobre la conducta de Lipstadt, de no llamar a Lipstadt a declarar ni hacer que fuera interrogada por Irving. No hace falta decir que los demandados tenían todo su derecho a no adoptar esta táctica, pero puso a Irving, al actuar en persona, en desventaja.

3.8 Expliqué a Irving que, para poder obtener una reclamación por daños mayor, sería necesario que demostrara la probabilidad de que los dos acusados estuvieran implicados en la supuesta conspiración. Irving no dudó en acusar a Lipstadt de ser una de las principales instigadoras. Afirmó que su libro era parte de una siniestra campaña internacional destinada a desacreditarle. Alegó que actuaba junto con la Anti Defamation League, el Board of Deputies of Jews y otras organizaciones que le tenían como objetivo. Llamó a declarar al profesor Kevin Macdonald, profesor de Psicología para que hablara de las maquinaciones de los "enemigos tradicionales de la libertad de expresión" (es decir, los judíos). Irving alegó que los párrafos de Denying the Holocaust que han provocado la demanda fueron añadidos por Lipstadt al final con el fin de desacreditarle. Se quejó de que ella no hizo ningún intento de verificar las afirmaciones hechas ni poniéndose en contacto con él ni por ningún otro medio. Declaró que unos tres años después de que se publicara Denying the Holocaust vio claro que se había intentado conjuntamente convencer a las librerías de que dejaran de vender sus libros. Según Irving, Lipstadt fue una pieza clave para conseguir que los editores americanos no continuaran con la publicación de su obra más reciente, la biografía de Goebbels, a la que había dedicado no menos de nueve años de trabajo. Afirmó indirectamente que también estaba implicada en la presión que se había ejercido sobre los editores del Reino Unido para que anularan los contratos de publicación de la biografía de Goebbels (con un considerable perjuicio económico para Irving). Afirma que Lipstadt ha estado totalmente implicada en la campaña de intimidación dirigida contra él y que ha tratado de destruirle como historiador.

3.9 Al estudiar estas afirmaciones hechas por Irving, cuyas sospechas e indignación son obviamente genuinas, he de actuar sobre pruebas y no sobre afirmaciones. Con respecto a la prueba del contenido del libro, acepto que de por sí representa un ataque deliberado contra Irving, preparado para desacreditarle como historiador y minar toda credibilidad que se pudiera dar a su negación del Holocausto. Es un factor que se ha de tener en cuenta si surge la cuestión de los daños. Aparte de esto, sin embargo, considero que no se me ha demostrado con las pruebas presentadas que Irving sea víctima de una conspiración en la que estén implicados ambos acusados.

3.10 La cuestión de los daños surgirá si y sólo si la defensa en la que se basan los acusados falla. Por tanto, veamos dicha defensa.


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