The Nizkor Project: En Memoria del Holocausto (Shoah)

Nuremberg, crimenes de guerra, crimenes contra la humanidad

Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
12 de marzo a 22 de marzo de 1946

Octogésimo Octavo Día: Viernes, 22 de marzo de 1946
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[Página 332]

Dr. SERVATIUS (abogado del Liderazgo del Partido): Sr. Presidente, ayer recibí la traducción del documento D-728. Es el documento que ayer se dijo que era incorrecto.

EL PRESIDENTE: Sí.

Dr. SERVATIUS: Solicito que se vuelva a traducir, ya que esta traducción difiere considerablemente del texto original, y en particular, no deja claro dónde están los errores que causaron que se presentara una objeción contra el documento. En la primera página del documento hay entre 20 y 30 cosas por las que protestar. El traductor, dado que no podía darse cuenta de la importancia del documento, lo tradujo muy rápido sin destacar los puntos decisivos. Se debería hacer una traducción ciudadosa que nos permita tener una idea del documento original. Soy plenamente consciente de las dificultades existentes.

EL PRESIDENTE: Ciertamente, la traducción debería ser comprobada por un traductor diferente, o si usted quiere, por dos traductores diferentes.

Dr. SERVATIUS: Querría pedir que se haga una traducción nueva para comparar, dado que la versión que tenemos aquí es también prueba del hecho de que el original contiene errores considerables.

EL PRESIDENTE: Puede estar seguro de que se comprobará y se volverá a traducir.

Dr. SERVATIUS: Solicito entonces además que se pida la opinión de un experto en el idioma alemán. Esta opinión demostrará que el autor de este documento no tiene un conocimiento total del idioma alemán y que tiene que haber sido redactado por un extranjero. No quiero dar razones detalladas, pero querría presentar esta moción por escrito.

EL PRESIDENTE: Creo que por supuesto usted debería solicitar eso por escrito.

Dr. SERVATIUS: La presentaré por escrito.

HERMANN WILHELM GOERING: INTERROGATORIO DE LA PARTE CONTRARIA (continúa)

GENERAL RUDENKO:

P: Acusado Goering, en su testimonio usted dijo que el ataque a Polonia fue perpetrado tras los sangrientos acontecimientos de la ciudad de Bromberg.

R: Dije que la fecha del ataque se fijó debido a los sangrientos hechos que incluían, además de muchos otros incidentes, el domingo sangriento de Bromberg.

P: ¿Sabe que estos hechos ocurrieron el 3 de septiembre de 1939?

R: Puede que me equivocara con la fecha de Bromberg. Tendría que ver los documentos relacionados. Simplemente lo cité como un ejemplo entre muchos.

GENERAL RUDENKO: Es comprensible. El ataque se perpetró el 1 de septiembre, y los hechos de la ciudad de Bromberg que usted mencionó al Tribunal tuvieron lugar el 3 de septiembre de 1939. Presento al Tribunal las pruebas documentales elaboradas por la Alta Comisión para la Investigación de los Crímenes Alemanes en Polonia, debidamente certificadas de acuerdo con el Artículo 21 del Estatuto. En este testimonio está claro que los hechos sobre los que declaró el acusado Goering tuvieron lugar el 3 de septiembre de 1939. Es decir, en el tercer día desde el comienzo del ataque de Alemania contra Polonia.

EL PRESIDENTE: Puede entregarle el documento al testigo, si quiere.

[Página 333]

GENERAL RUDENKO: No tengo el texto en alemán. Lo tengo en inglés y en ruso. Acabo de recibir este documento. Tiene fecha del 19 de marzo, y lo presentaré al Tribunal como prueba definitiva de este hecho.

EL PRESIDENTE: No creo que ahora sea el momento adecuado para presentar documentos de esa manera, pero muy bien, puede presentar el documento ahora si quiere.

GENERAL RUDENKO: Gracias, Sr. Presidente.

EL PRESIDENTE: Por supuesto, deberá traducirse al alemán.

GENERAL RUDENKO: No tengo ninguna traducción al alemán de este documento.

EL PRESIDENTE: Tiene que traducirse al alemán para que los abogados de la defensa puedan verlo.

GENERAL RUDENKO: Haremos eso sin falta.

Dr. STAHMER (abogado del acusado Goering): Sr. Presidente, ¿puedo pedir que se lea ahora el documento, es un breve memorándum, para que podamos conocer ya su contenido?

EL PRESIDENTE: Muy bien. ¿Puede leerlo para que figure en el acta, General Rudenko?

GENERAL RUDENKO: Sí, Señoría. Es muy breve.

"Certificado basado en la investigación realizada por la Autoridad Legal Polaca. La Alta Comisión para la Investigación de los Crímenes Alemanes en Polonia certifica que el llamado Domingo Sangriento de la ciudad de Bromberg tuvo lugar el 3 de septiembre de 1939, es decir, en el tercer día desde el comienzo del ataque alemán contra Polonia.

El 3 de septiembre de 1939, a las 10:15 horas de la mañana, las fuerzas alemanas atacaron al Ejército Polaco, que se estaba retirando de Bromberg. Durante la acción defensiva de los destacamentos polacos que se retiraban, murieron 238 soldados polacos y 223 quintacolumnistas alemanes. Después de que las tropas alemanas entraran en la ciudad de Bromberg, comenzaron a perpetrar ejecuciones en masa, arrestos y deportaciones a campos de concentración de ciudadanos polacos, llevados a cabo por las autoridades alemanas, las SS y la Gestapo. Como resultado, 10.500 personas fueron asesinadas y otras 13.000 exterminadas en los campos.

Este certificado es un documento oficial del Gobierno Polaco y se presenta al Tribunal Militar Internacional de acuerdo con el Artículo 21 del Estatuto del 8 de agosto de 1945.

Stephan Kurovski, miembro de la Alta Comisión para la Investigación de los Crímenes Alemanes en Polonia".

Querría demostrar con este documento que los hechos sobre los que declaró el acusado Goering ocurrieron tras el ataque alemán a Polonia.

EL TESTIGO: No estoy seguro de si estamos hablando de los mismos hechos.

GENERAL RUDENKO:

P: Estoy hablando de los hechos de la ciudad de Bromberg. Usted habló de ellos.

R: Quizás ocurrieron dos hechos diferentes en Bromberg.

P: Es muy posible.

Paso a la siguiente pregunta.

¿Sabía usted que existía una orden del OKW relativa al marcado de prisioneros de guerra soviéticos? ¿Cuál es su punto de vista sobre esa orden?

R: Desconozco esa orden, y ningún representante de la Fuerza Aérea asistió a esta discusión preliminar, como he averiguado aquí en base a los documentos.

P: Me interesa averiguar si usted sabía esto o no. Las órdenes son bastante claras.

R: No.

[Página 334]

P: ¿Sabe que el Mando Alemán ordenó que se usara a prisioneros de guerra soviéticos y a ciudadanos soviéticos para limpiar campos de minas y para retirar bombas que no hubieran explotado, etc.? ¿Lo sabía?

R: Sé que se hizo retirar a prisioneros de guerra rusos que eran ingenieros las minas que habían colocado. No sé hasta qué punto se empleó a población civil en esa tarea. Pero es posible que también se les usara.

P: Está muy claro.

¿Conoce una orden referente a la destrucción de las ciudades de Leningrado, Moscú y otras ciudades de la Unión Soviética?

R: Se habló en presencia mía de la destrucción de Leningrado sólo en el documento que se mencionó ayer, en el sentido de que los finlandeses, en caso de que se capturara Leningrado, no podrían darle ninguna utilidad a una ciudad tan grande. No sé nada en absoluto de la destrucción de Moscú.

P: ¿Recuerda las actas de la reunión? Le presentaron este documento, las actas de la reunión del 16 de julio de 1941. Usted asistió a esta reunión. Dice que el Führer declaró...

R: Acabo de mencionar y confirmar eso.

P: ¿Ha hablado usted de este documento en particular? Pero aparte de esta declaración, también hubo órdenes oficiales.

R: ¿Tendría la bondad de mostrármelos? Así podré determinar si son correctos y si yo los conocía.

P: No tengo intención de mostrarle esos documentos. Ya se han presentado al Tribunal. Sólo estoy interesado en el hecho de si usted conocía esas órdenes.

R: No recibí ninguna orden de destruir Leningrado o Moscú en el sentido que ha indicado usted.

P: Muy bien. A usted sólo le hablaban de los "acontecimientos importantes". Pero órdenes sobre destrucción de ciudades, asesinatos de millones de hombres, etc. pasaban por los canales del Servicio.

R: Si se hubiera decidido destruir una ciudad por medio de bombardeos, se me habría dado a mi directamente esa orden.

P: El 8 de marzo, aquí en el Tribunal, su testigo Bodenschatz declaró que usted le dijo en marzo de 1945 que se había asesinado a muchos judíos y que "tendrán que pagarlo caro por ello". ¿Recuerda esas declaraciones de su testigo?

R: No recuerdo en absoluto ese testimonio de la manera en que se acaba de traducir. El testigo Bodenschatz nunca lo dijo de esa manera. Pido que se traiga el acta de la sesión.

P: ¿Cómo lo dijo Bodenschatz? ¿Lo recuerda?

R: Que si perdíamos la guerra, lo pagaríamos caro.

P: ¿Por qué? ¿Por los asesinatos que habían perpetrado ustedes?

R: No, en general, y ciertamente hemos vivido precisamente eso.

P: En general. Tengo unas pocas preguntas más que hacerle para concluir.

En primer lugar, sobre la llamada teoría de la Raza Superior.

Querría hacerle sólo una pregunta sobre este asunto, y querría que respondiera directamente. ¿Estaba usted de acuerdo con este principio de la Raza Superior y con la educación del pueblo alemán en su espíritu, o no estaba de acuerdo?

R: No, y también he declarado que nunca he usado esa expresión ni verbalmente ni por escrito, aunque sin duda reconozco que hay diferencias entre razas.

P: ¿Pero le he entendido bien si digo que usted no está de acuerdo con esta teoría?

R: Nunca he dicho estar de acuerdo con la teoría de que hay una raza que debería ser considerada una raza superior al resto, pero considero que hay diferencias entre las razas.

[Página 335]

P: ¿Puede respondar a esta pregunta? ¿Al parecer, no la considera correcta?

R: Personalmente no la considero correcta.

P: Siguiente pregunta. Usted ha declarado aquí ante el Tribunal que no estaba de acuerdo con Hitler en la cuestión de la anexión de Checoslovaquia, la cuestión judía, la cuestión de la guerra con la Unión Soviética, el valor de la teoría de la Raza Superior, y la cuestión del fusilamiento de los aviadores británicos que eran prisioneros de guerra. ¿Cómo se explica que aun teniendo tan graves diferencias usted siguiera considerando posible colaborar con Hitler y llevar a cabo su política?

R: No expresé mis respuestas de esa manera. Debemos considerar aquí también separadamente varios periodos de tiempo. En cuanto al ataque contra Rusia, no había diferencias de base, sino diferencias en la fecha.

P: Ya nos ha dicho eso. Discúlpeme, no quiero que se extienda con este asunto. ¿Podrá responder directamente?

R: Bien. Puede que tuviera una opinión diferente de la de mi líder supremo, y puedo también expresar mi opinión claramente. Si el líder supremo insiste en su opinión y yo le he jurado lealtad, entonces la discusión llega a su fin, al igual que en todas partes. No creo que sea necesario que diga nada más.

P: Usted no era un simple soldado, como ha dicho aquí. Usted también se ha presentado como un estadista.

R: En eso está usted en lo cierto. No soy sólo un simple soldado, y debido a que no soy un simple soldado y ejercí un cargo tan destacado, tenía que ser un ejemplo para el soldado raso con mi actitud hacia el juramento de lealtad, al que me adherí estrictamente.

P: En otras palabras, usted consideraba posible, a pesar de estas diferencias, colaborar con Hitler.

R: Lo he remarcado y mantengo que es cierto. Mi juramento no sólo se aplicaba a los buenos tiempos, sino también a los malos tiempos, aunque el Führer nunca me amenazó y nunca me dijo que temiera por mi salud.

P: Si consideraba posible cooperar con Hitler, ¿reconoce que como segundo hombre al mando de Alemania usted es responsable de la organización a una escala nacional del asesinato de millones de personas, independientemente de si usted conocía o no esos hechos?

Dígame brevemente sí o no.

R: No, porque no sabía nada de esos asesinatos y no los causé.

P: Querría subrayar de nuevo: "independientemente de si usted conocía o no esos hechos".

R: Si no sabía nada, no se me puede considerar responsable.

P: Era su deber conocer estos hechos.

R: Me explicaré.

P: Le estoy preguntando. Respóndame a esta pregunta: ¿era su deber conocer estos hechos?

R: ¿En qué manera podía ser mi deber? O conozco el hecho o no lo conozco. Sólo puede preguntarme si fui negligente y no me preocupé de conocer los hechos.

P: Usted tenía que saberlo. ¿Millones de alemanes conocían los crímenes que se estaban perpetrando y usted no sabía nada?

R: No es cierto que millones de alemanes los conocieran. Es una afirmación que no se ha probado de ninguna manera.

P: Mis dos últimas preguntas: usted le dijo al Tribunal que el Gobierno de Hitler trajo una gran prosperidad a Alemania. ¿Sigue pensando que fue así?

R: Sin duda hasta el comienzo de la guerra. El colapso se debió tan sólo a haber perdido la guerra.

P: Que tuvo como resultado que ustedes llevaran a Alemania, como resultado de su política, a la destrucción militar y política. No tengo más preguntas.

[Página 336]

EL PRESIDENTE: ¿Quiere el Fiscal Jefe de Francia hacer alguna pregunta?

Sr. CHAMPETIER DE RIBES: Pido permiso al Tribunal para hacer una declaración muy breve. Para satisfacer el deseo expresado por el Tribunal y para abreviar lo máximo posible las argumentaciones de este juicio, la fiscalía francesa ha llegado a un acuerdo con el Sr. Juez Jackson y con Sir David Maxwell Fyfe para que las preguntas hechas al acusado Goering como testigo sean sólo las consideradas pertinentes.

Se han hecho las preguntas y hemos escuchado las respuestas del acusado en la medida en que ha sido posible obtener de él algo que no fueran discursos propagandísticos. Creo que la defensa no podrá quejarse de que se haya limitado su libertad. Ha podido usar su libertad ampliamente en las últimas doce sesiones sin haber podido de ninguna manera debilitar las abrumadoras acusaciones de la fiscalía, sin haber podido convencer a nadie de una forma apreciable de que el segundo hombre del Reich Alemán no era de ninguna manera responsable del inicio de la guerra ni de que no sabía nada de las atrocidades cometidas por los hombres que estaba tan orgulloso de tener bajo su mando.

EL PRESIDENTE: Usted tendrá sin duda más adelante oportunidad de hacer comentarios, pero la pregunta que le hecho ahora es si usted quiere hacerle al testigo alguna pregunta concreta.

Sr. DE RIBES: Sr. Presidente, he terminado. He dicho todo lo que quería decir, es decir, que tras estas largas argumentaciones, la fiscalía francesa considera que no ha cambiado nada en la aplastante acusación que presentamos. Por tanto, no tengo más preguntas para el acusado.

EL PRESIDENTE: ¿Dr. Stahmer?

INTERROGATORIO DEL Dr. STAHMER:

P: La fiscalía británica ha afirmado que usted dio órdenes directas a la División Herman Goering durante su empleo en Italia en la lucha contra los partisanos. ¿Es correcta esta afirmación?

R: No. La División Hermann Goering era una división de tierra y era parte de la fuerza de operaciones de un ejército y grupo de ejército. Por tanto, nunca recibió órdenes para su empleo táctico por mi parte, por Berlín o por mi cuartel general, que no estaba en el área. Por tanto, es imposible que le diera alguna orden sobre cómo utilizarla en la guerra contra partisanos. Sólo se daban órdenes relativas exclusivamente a cuestiones de personal y equipamiento o que afectaran a la administración interna de justicia con respecto a los oficiales. Y la división tampoco me enviaba informes diarios, sólo...


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