The Nizkor Project: En Memoria del Holocausto (Shoah)

Nuremberg, crimenes de guerra, crimenes contra la humanidad

Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
12 de marzo a 22 de marzo de 1946

Octogésimo Séptimo Día: Jueves, 21 de marzo de 1946
(7 de 10)


[el GENERAL RUDENKO continúa con el interrogatorio de HERMANN WILHELM GORING]

[Página 315]

GENERAL RUDENKO:

P: Si le he entendido bien, acusado Goering, usted dijo que todas las decisiones básicas sobre cuestiones políticas, militares, y relacionadas con el extranjero eran tomadas sólo por Hitler. ¿Le he entendido bien?

R: Sí, sin duda. Por algo era el Führer.

P: ¿Debo entender que Hitler tomó estas decisiones sin escuchar las opiniones de los expertos que estudiaban los asuntos, ni los informes de inteligencia sobre estas cuestiones?

R: Dependía de las circunstancias. En ciertos casos pedía que se le proporcionaran datos, sin que los expertos supieran la razón exacta. En otros casos, explicaba a sus consejeros lo que quería hacer, y obtenía de ellos los datos y les consultaba.

P: En ese caso, le he entendido bien si digo que cuando tomaba decisiones importantes, Hitler utilizaba el análisis y el material publicado que le proporcionaban sus asistentes, que le aconsejaban como especialistas. ¿Es correcto?

R: Que le proporcionaban en parte sus asistentes, y en parte, como en el caso de comunicaciones de inteligencia, otros asistentes de los departamentos afectados.

P: ¿Me dirá entonces quiénes eran estos colaboradores cercanos a Hitler por lo que respecta a la Fuerza Aérea?

R: Lo era yo, por supuesto.

P: ¿Y en cuestiones económicas?

R: En cuestiones económicas, yo.

P: ¿Y en cuestiones políticas?

R: Dependía de la cuestión a tratar y de si el Führer había consultado a alguien o había pedido la opinión de alguien.

P: ¿Puede decirme quiénes eran estos colaboradores cercanos?

R: El colaborador más cercano al Führer, como he dicho antes, era yo. Otro colaborador cercano, quizás no sea la palabra adecuada, con el que quizás hablaba más que con otros, era el Dr. Goebbels. Por supuesto, tiene que tener en cuenta usted las diferentes épocas. Varió a lo largo de 20 años. Hacia el final, era Bormann principalmente. Desde los años 1933 y 1934, y hasta poco antes del final, también fue Himmler cuando se trataban ciertas cuestiones, y si el Führer se estaba ocupando de otras cuestiones específicas, por supuesto, como es costumbre en cualquier Gobierno, consultaba a la persona que más sabía de la cuestión, y obtenía la información de ésta.

P: ¿Puede nombrar también a los colaboradores cercanos relacionados con el ámbito de la política exterior?

[Página 316]

R: En cuanto a política exterior, Hitler consultaba a sus socios sólo en los aspectos, por así decir, puramente técnicos. Tomaba las decisiones políticas más importantes y de mayor alcance él mismo, y después se las anunciaba a sus asistentes y colaboradores cercanos como conceptos ya cerrados. A muy pocas personas se les permitía tratarlos, a mi por ejemplo, y la ejecución técnica de sus decisiones en el ámbito de política exterior, cuando llegaba al punto de redactar las notas diplomáticas, era llevada a cabo por el Ministerio de Exteriores y por su Ministro.

P: ¿El acusado Ribbentrop?

R: Sí, naturalmente, él era el Ministro de Exteriores, pero él no era el responsable de la política exterior.

P: ¿Y en cuestiones de estrategia, quién aconsejaba a Hitler?

R: Había varias personas. En cuestiones puramente departamentales de importancia estratégica estaban los tres Comandantes en Jefe y sus Jefes de Estado Mayor, y hasta cierto punto, el Estado Mayor Supremo, que estaba directamente vinculado al Führer.

P: ¿Qué acusados podrían ser incluidos en la categoría de esos asesores?

R: Si lo pedía el Führer, entonces el asesor en cuestiones estratégicas era el Jefe del Estado Mayor Supremo, el General Jodl, y por lo que respecta a cuestiones administrativas militares, los Comandantes en Jefe, es decir, yo mismo, Raeder, y posteriormente Donitz en nombre de la Armada. El resto de representantes del Ejército no participaban.

P: Siguiente pregunta. Si planteamos el asunto no teóricamente, sino funcionalmente, ¿podríamos concluir que cualquier recomendación que los principales socios de Hitler pudieran hacer habría tenido alguna influencia considerable en las decisiones finales de Hitler?

R: Si no tuviera en cuenta el punto de vista puramente formal, y supongo que se refiere usted al ámbito militar, la postura era...

P: No, me refiero a todos los ámbitos. Todos los aspectos de todas las cuestiones, como las cuestiones económicas, la política interior, la política exterior, cuestiones estratégicas y militares. Es decir, si planteamos el asunto no teóricamente, sino funcionalmente, ¿tuvieron sus recomendaciones alguna influencia importante en las decisiones finales de Hitler? A eso me refiero.

R: Hasta cierto punto, sí. Su rechazo dependía de si le parecían correctas o no al Führer.

P: ¿Ha dicho que hasta cierto punto?

R: Sí, por supuesto. Si se hacía una propuesta razonable, y él la consideraba razonable, ciertamente la aplicaba.

P: Querría destacar que todos estos consejeros tienen que haber estado estrechamente vinculados a Hitler. Por tanto, tenían cierta influencia en las decisiones finales de Hitler. Es decir, no se mantenían al margen.

R: No se mantenían al margen. Su influencia sólo era efectiva si sus convicciones coincidían con las del Führer.

P: ¿En 1940?

R: En 1940. Pero querría añadir que ya habíamos estudiado el hacer preparativos, no sólo para anticiparnos a una posible amenaza de Rusia, sino también de todos los países que aún no estaban implicados en la guerra pero que en algún momento podían verse arrastrados a ella.

P: Bien. ¿Fue en noviembre de 1940 cuando Alemania se preparó para atacar Rusia? ¿Se estaban preparando ya planes para este ataque con participación suya?

R: El otro día expliqué que precisamente en aquel momento se elaboró un plan para enfrentarse a la situación política y a la amenaza potencial de Rusia.

P: Le pediré que responda a esta pregunta brevemente, sí o no. Creo que es posible responder a la pregunta brevemente.

[Página 317]

Lo digo una vez más. ¿En noviembre de 1940, más de medio año antes del ataque a la Unión Soviética, se estaban ya preparando planes, con participación suya, para atacar la Unión Soviética? ¿Puede responder brevemente a esto?

R: Sí, pero no en el sentido en el que usted plantea el asunto.

P: Creo que he hecho una pregunta muy clara y que no hay ninguna ambigüedad. ¿Cuánto tiempo requirió la preparación del "Plan Barbarroja"?

R: ¿En qué sector, aire, mar o tierra?

P: Si conoce todas las fases del plan, querría que respondiera sobre todas las fases del "Plan Barbarroja".

R: En general sólo puedo responder por la parte aérea, que supuso un relativamente corto espacio de tiempo.

P: ¿Tendría a bien decir cuánto tiempo llevó preparar el "Plan Barbarroja"?

R: Después de tantos años no puedo indicarle el tiempo exacto sin examinar documentos, pero respondí a su pregunta al decirle que por lo que respecta a la Fuerza Aérea, llevó un relativamente corto espacio de tiempo. Por lo que respecta al Ejército, probablemente llevó más tiempo.

P: Admite usted entonces que el ataque a la Unión Soviética se planeó con meses de antelación al ataque en sí, y que usted, como Jefe de la Fuerza Aérea Alemana y Reichsmarschall, participó directamente en la preparación del ataque.

R: ¿Puedo dividir sus numerosas preguntas? En primer lugar...

P: No son demasiadas preguntas reunidas en una. Discúlpeme, por favor. Usted ha admitido que el "Plan Barbarroja" se preparó y desarrolló en noviembre de 1940.

R: Correcto.

P: Dado que usted admite eso, después le pregunté si usted, como Jefe de la Fuerza Aérea Alemana y Reichsmarschall, participó en planes para el ataque meses antes de su ejecución. Le pedí que respondiera a la última parte de la pregunta. ¿Admite que como Jefe de la Fuerza Aérea Alemana y Reichsmarschall participó directamente en preparativos para el ataque a la Unión Soviética? ¿Lo admite?

R: Repito una vez más que me preparé para la posibilidad de un ataque, principalmente por la suposición de Hitler de que la Rusia Soviética estaba adoptando una actitud peligrosa. Al principio no se discutió la certeza de un ataque, y eso se dice claramente en la directriz de noviembre de 1940.

En segundo lugar, quiero señalar que mi cargo de Reichsmarschall no tiene aquí ninguna importancia. Era un título y un rango.

P: Pero usted no niega, y reconoce, que el plan se preparó ya en noviembre de 1940, ¿verdad?

R: Sí.

P: Creo que se ha tratado el asunto con tanto detalle ante el Tribunal que no necesitamos hablar mucho del "Plan Barbarroja", ya aclarado. Pasaré a la pregunta siguiente.

¿Admite que los objetivos de la guerra contra la Unión Soviética consistían en invadir y ocupar el territorio soviético hasta los Urales e incorporarlo al Reich Alemán, incluyendo Crimea y el Cáucaso, así como la subyugación por parte de Alemania de Ucrania y Bielorrusia, y de otras regiones de la Unión Soviética? ¿Admite que esos eran los objetivos de ese plan?

R: Eso no lo admito de ninguna manera.

P: No admite eso. ¿No recuerda que durante la reunión del 16 de julio de 1941 en el cuartel general de Hitler, a la que usted asistió, así como Bormann, Keitel, Rosenberg y otros, Hitler expuso los objetivos del ataque contra la Unión Soviética exactamente de la manera en que los he enunciado? Eso lo demostró el documento presentado al Tribunal. ¿Ha olvidado ese documento? ¿Lo ha olvidado?

[Página 318]

R: Recuerdo con exactitud el documento, y recuerdo muy bien lo expuesto en la reunión. Dije en primer lugar que este documento, redactado por Bormann, me parece extremadamente exagerado por lo que respecta a las exigencias. En cualquier caso, al principio de la guerra no se trataron esas exigencias, y tampoco se habían tratado anteriormente.

P: ¿Pero admite que hay actas de esa reunión?

R: Lo admito porque las he visto. Es un documento redactado por Bormann.

P: Usted también admite que de acuerdo con las actas de esta reunión, usted asistió a la reunión.

R: Asistí a la reunión, y por ese motivo pongo en duda el acta.

P: ¿Recuerda que se formuló en ese acta el objetivo de la guerra? Le recordaré diversas partes del acta. No es necesario leerla entera.

R: ¿Puedo pedir que se me muestre una copia de esa acta?

P: ¿Quiere una copia del acta de la reunión?

R: Pido disponer de una.

P: Aquí tiene. ¿Querría leer el documento?

R: No, sólo lo que usted vaya a citar.

P: Página 2, segundo párrafo, punto 2, sobre Crimea: "Destacamos..." ¿Ha encontrado el punto? ¿Lo tiene?

R: Un momento, aún no lo he encontrado. Sí, lo tengo.

P: "Destacamos", dice este punto 2, "que estamos liberando Crimea. Se ha de liberar Crimea de todos los extranjeros y poblarla con alemanes. La Galitzia Austriaca también debe convertirse en una provincia del Reich Alemán".

¿Ha encontrado el punto?

R: Sí.

P: Dice "una provincia del Reich".

R: Sí.

P: Quiero que observe el final del acta. Dice así:

"El Führer destaca el hecho de que todos los Estados Bálticos tendrán que convertirse en territorio del Reich".
¿Ha encontrado el punto donde dice: "el Führer destaca el hecho"?

R: ¿Se refiere a la última parte?

P: Correcto.

R: ¿"Finalmente, se ordena..."?

P: Un poco más arriba.

R: ¿"El Führer destaca..."?

P: Correcto.

"El Führer destaca el hecho de que todos los Estados Bálticos tendrán que convertirse en territorio del Reich".
Y después dice:
"Se deberá incluir también en el territorio del Reich a Crimea, junto a sus regiones adyacentes. Estas regiones adyacentes deberán ser lo más extensas posible. El Führer lo dice en relación a los ucranianos, pero eso no tiene nada que ver".
Más adelante, saltando un párrafo:
"El Führer señala que la región del Volga también tendrá que pasar a ser territorio del Reich, así como la provincia de Bakú, que se convertirá en una colonia militar del Reich. También habrá que incluir Carelia Oriental.

En vista de la gran cantidad de suministros de níquel requerida, se incluirán también regiones donde se encuentre. Se ha de actuar con un gran cuidado en la incorporación de Finlandia y en la absorción de la región de Leningrado para

[Página 319]

que pasen a ser del Reich. El Führer querría borrar del mapa Leningrado entera".
¿No ha encontrado la parte en la que menciona Leningrado y Finlandia?

R: Sí.

P: Es el acta de la reunión a la que asistió usted el 16 de julio de 1941, tres semanas después de que Alemania atacara la Unión Soviética. No niega la existencia de esa acta, ¿verdad? Es el documento 221.

R: ¿Ha dicho tres días?

P: Tres semanas, no tres días.

R: Ah, tres semanas, ya veo.

P: Tres semanas después de que Alemania atacara la Unión Soviética el 22 de junio, la reunión tuvo lugar en el cuartel general de Hitler el 16 de julio a las 15 horas, creo.

R: Correcto. Ya lo he dicho, sólo que el acta no es correcta.

P: ¿Quién redactó el acta de la reunión?

R: Bormann.

P: ¿Qué objetivo podía tener Bormann al redactar un acta incorrecta?

R: Bormann exagera en esta acta. No se habló del territorio del Volga. Por lo que respecta a Crimea, no es correcto que el Führer...


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