The Nizkor Project: En Memoria del Holocausto (Shoah)

Nuremberg, crimenes de guerra, crimenes contra la humanidad

Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
12 de marzo a 22 de marzo de 1946

Octogésimo Séptimo Día: Jueves, 21 de marzo de 1946
(6 de 10)


[SIR DAVID MAXWELL FYFE continúa con el interrogatorio de HERMANN WILHELM GORING]

[Página 311]

P: Usted le dijo ayer al Sr. Juez Jackson que hubo varios representantes en los territorios orientales, y usted ha visto las películas sobre los campos de concentración desde que comenzó este juicio. Usted sabía que había millones de prendas de vestir, millones de zapatos, 20.952 kilogramos de anillos de boda de oro, 35 vagones de pieles, todas esas cosas que estas personas que fueron exterminadas en Maidanek o en Auschwitz dejaron atrás. ¿Nadie le dijo nunca, durante el desarrollo del Plan de Cuatro Años, o ninguna otra persona, que estaban recibiendo todas estas cantidades de materiales? ¿Recuerda que el caballero judío polaco que declaró aquí nos dijo que lo único que consiguió recuperar de su familia, de su mujer, su madre y su hija, creo, fueron sus documentos de identificación? Su trabajo consistía en clasificar ropa. Nos dijo que los esbirros de su amigo Himmler eran tan minuciosos que hacían falta cinco minutos extra para matar a las mujeres porque tenían que cortarles el pelo para usarlo para hacer colchones. ¿Nunca le dijeron nada de esta acumulación de materiales alemanes, que fue resultado del asesinato de estas personas?

R: No, ¿y cómo puede usted imaginarse esto? Yo me encargaba de definir las líneas generales de la economía alemana, y eso ciertamente no incluía la fabricación de colchones con cabello de mujeres ni la utilización de zapatos o ropa usados. Dejo la cifra abierta. Pero quiero protestar por su mención a "mi amigo Himmler".

P: Bien, diré "su enemigo Himmler", o simplemente "Himmler", lo que prefiera. Sabe a quién me refiero, ¿no?

R: Sí, sin duda.

P: Ahora quiero simplemente recordarle otro punto: el 14 de abril de 1943 el acusado Sauckel escribió a Hitler, documento 407-PSV, prueba USA 228:

"Tengo el honor de informarle de que ha sido posible añadir 3,638.056 nuevos trabajadores extranjeros a la economía de guerra alemana entre el 1 de abril del año pasado y el 31 de marzo de este año. Además de los trabajadores extranjeros civiles, se emplea a 1,622.829 prisioneros de guerra en la economía alemana".
Ahora escuche esto: "de los 5,000.000 de trabajadores extranjeros que han venido a Alemania, no llegan a 200.000 los que vinieron voluntariamente". Esto se encuentra en las actas del Departamento de Planificación Central del 1 de marzo. ¿Dice que usted, con su posición en el Estado y como el gran arquitecto de la economía alemana, no sabía que estaban utilizando en su economía a 4,800.000 trabajadores extranjeros que fueron forzados a ir allí? ¿Le está diciendo eso al Tribunal?

R: Nunca le he dicho eso al Tribunal. Dije que sabía perfectamente que se había traído a estos trabajadores y no siempre voluntariamente, pero no sé, ni creo, que la cifra de 200.000 sea correcta. El número de voluntarios fue mayor, pero eso no altera el hecho de que se forzó a trabajadores a ir al Reich. Eso nunca lo he negado e incluso lo he admitido.

P: ¿Admite usted, y quiero expresarlo de una forma honesta, que un gran número de trabajadores fueron obligados a ir al Reich y trabajar allí?

R: Sí, sin duda.

EL PRESIDENTE: Sir David, ¿quiere hacer ahora un descanso?

SIR DAVID MAXWELL FYFE: Sí, Señoría.

(Se hizo un descanso hasta las 14 horas).

SIR DAVID MAXWELL FYFE:

P: ¿Recuerda lo que usted dijo sobre las relaciones entre usted y el Führer? Permítame repetir sus palabras:

"La principal influencia sobre el Führer, si realmente puedo hablar de influencia, se dio hasta finales de 1941 o principios de 1942, y esa influencia era yo. A partir de entonces mi influencia fue disminuyendo gradualmente hasta 1943, y a partir de 1943 decayó con rapidez. De todas formas, no creo que nadie tuviera nunca nada que se acercara a la influencia que tuve sobre el Führer".
¿Es su punto de vista sobre ese asunto?

[Página 312]

R: Sí.

P: Creo que le dijo al Tribunal que su lealtad al Führer se mantuvo inalterable hasta el final. ¿Es así?

R: Correcto.

P: ¿Sigue usted justificando y glorificando a Hitler aun después de que ordenara el asesinato de estos cincuenta jóvenes oficiales aviadores en el Stalag Luft III?

R: No estoy aquí ni para justificar al Führer Adolf Hitler ni para glorificarle. Estoy aquí sólo para destacar que me mantuve fiel a él, ya que creo que se ha de mantener el juramento que uno ha hecho no sólo en los buenos tiempos, sino también en los malos tiempos, cuando es mucho más difícil.

En cuanto a su mención de los cincuenta aviadores, nunca me opuse al Führer ni tan claramente ni tan fuertemente como en este asunto, y le di mi punto de vista. Después de eso el Führer y yo no mantuvimos ninguna conversación durante meses.

P: En cualquier caso, el Führer tuvo que conocer al detalle todo lo que estaba ocurriendo en los campos de concentración, el trato dado a los judíos, y el trato dado a los trabajadores, ¿verdad?

R: Ya he dicho que opino que el Führer no conocía los detalles de lo ocurrido en los campos de concentración, ni las atrocidades descritas aquí. En la medida en que le conozco, no creo que se le informara.

P: No hablo de detalles. Hablo del asesinato de cuatro o cinco millones de personas. ¿Quiere usted decir que nadie en el poder en Alemania, excepto Himmler y quizás Kaltenbrunner, sabía eso?

R: Sigo opinando que el Führer no conocía estas cifras.

P: ¿Recuerda cómo describió el Sr. Dahlerus las relaciones entre Hitler y usted en la página 53 de su libro?:

"Desde el comienzo de nuestra conversación me molestó su actitud hacia Goering, su amigo más íntimo y camarada de los años de lucha. Su deseo de dominar era explicable, pero el exigir esa humildad servil como la que mostraba Goering, su colaborador más cercano, me pareció aberrante y nauseabundo".
¿Es así como tenía usted que comportarse con Hitler?

R: No tenía que comportarme de esa manera, y no me comportaba de esa manera. Son afirmaciones periodísticas de Dahlerus, hechas tras la guerra. Si Alemania hubiera ganado la guerra, esta descripción sin duda habría sido muy diferente.

P: Sin embargo, el Sr. Dahlerus era testigo suyo.

R: No se pidió al Sr. Dahlerus que ofreciera una crónica periodística. Tan sólo se le preguntó por asuntos que trató él como correo entre el Gobierno Británico y yo.

SIR DAVID MAXWELL FYFE: Señoría, el martes de la semana pasada el acusado llamó a declarar al General Bodenschatz, que dio un testimonio general sobre su carácter y reputación. Por tanto, alego respetuosamente que esto me permite presentarle un documento que consiste en una descripción del acusado Raeder de su carácter general y reputación. De acuerdo con la práctica inglesa, hago mi alegación y pido al Tribunal permiso para presentarla.

Dr. STAHMER (abogado del acusado Goering): Estoy en contra de la lectura de este documento. Sería mucho más fácil interrogar al Gran Almirante Raeder sobre sus declaraciones, dado que está aquí con nosotros como testigo. Después podremos determinar en el interrogatorio de la parte contraria si aún mantiene esas declaraciones y hasta qué punto.

SIR DAVID MAXWELL FYFE: Tengo que presentarlo en el interrogatorio de la parte contraria para dar al acusado oportunidad de responder. El acusado Raeder podrá dar explicaciones cuando suba al estrado de los testigos.

EL PRESIDENTE: El Tribunal querría examinar el documento antes de que se presente.

[Página 313]

SIR DAVID MAXWELL FYFE: Esa es la traducción al inglés. Entregaré al Dr. Stahmer el documento en alemán.

Dr. STAHMER: Sr. Presidente, querría señalar que el documento no tiene fecha y no sabemos cuándo ni dónde se redactó.

SIR DAVID MAXWELL FYFE: Lo firma el acusado Raeder.

Dr. STAHMER: ¿Cuándo y dónde se redactó? No sé cómo es la firma de Raeder.

SIR DAVID MAXWELL FYFE: La fecha está escrita a mano por Raeder, al igual que la firma. Creo que pone 27 de julio de 1945. Todas las páginas del documento están firmadas por el acusado Raeder.

EL PRESIDENTE: Sir David, ¿dice usted que el acusado ha expuesto su carácter a través de Bodenschatz?

SIR DAVID MAXWELL FYFE: Su Señoría recordará que el Doctor Stahmer le preguntó: "¿podría ahora hablarme de las relaciones sociales del acusado?" Y procedió a describir su carácter y su amabilidad, y otras cualidades. Y veo que el Doctor Stahmer acaba de incluir como prueba otro testimonio sobre su carácter, una declaración de un tal Hermann Winter.

EL PRESIDENTE: ¿No habría sido apropiado, si se quería presentar como prueba el documento, el mostrárselo a Bodenschatz, que estaba testificando?

SIR DAVID MAXWELL FYFE: Pero, Señoría, la norma dice que si el acusado expone como un asunto su carácter, debe permitir ser interrogado sobre su carácter y reputación en general, y por supuesto es permisible llamar a declarar a un testigo para que hable sobre su reputación en general.

Dr. STAHMER: ¿Puedo hacer la siguiente observación? No llamé a declarar a Bodenschatz ni le interrogué como testigo del carácter de Goering. Le interrogué sobre ciertos hechos y acontecimientos de los que Bodenschatz después extrajo algunas conclusiones. En mi opinión, todas estas preguntas se deberían haber hecho a Bodenschatz cuando estuvo aquí. Estas declaraciones se podrían haber usado entonces para probar que era Bodenschatz el que no decía la verdad, y no que Goering no ha dicho la verdad. Para probar esto el documento debería haber sido usado durante el interrogatorio de Bodenschatz. Entonces nosotros también habríamos podido preguntar a Bodenschatz sobre esto.

SIR DAVID MAXWELL FYFE: Quizás él prefiera que se vuelva a hacer comparecer a Bodenschatz y que se le plantee esto, pero creo que tengo derecho a planteárselo al acusado que decidió introducir un testimonio sobre su carácter y reputación.

EL PRESIDENTE: El Tribunal se retirará un momento.

(Se hizo una pausa).

EL PRESIDENTE: El Tribunal ha decidido que en este momento no se puede utilizar este documento en el interrogatorio de la parte contraria.

SIR DAVID MAXWELL FYFE: Con la venia, entiendo que Su Señoría deja abierta la cuestión para más argumentaciones, y la posibilidad de usarlo con el acusado Raeder y los testigos.

EL PRESIDENTE: Sí.

SIR DAVID MAXWELL FYFE: Se lo agradezco.

SIR DAVID MAXWELL FYFE:

P: Testigo, usted dijo antes de que el Tribunal hiciera un descanso que en su opinión Hitler no sabía nada o ignoraba la cuestión de los campos de concentración y los judíos. Querría que examine el documento 736-D. Relata una conversación del Führer con el Regente húngaro Horthy el 17 de abril de 1943, y si pasa a la página 4 verá el texto que va justo después de "Nuremberg y Furth":

[Página 314]

R: Un momento: querría leerlo rápido para determinar su autenticidad.

P: Por supuesto.

R: Página 4.

P: Página 4, GB 283. Verá, tras mencionar Nuremberg y Furth, Hitler dice:

"Los judíos no tenían ni siquiera un valor organizativo. A pesar de los temores que él, el Führer, había oído repetidas veces, también en Alemania, todo continuó su transcurso normal sin los judíos. Donde se dejó a su suerte a los judíos, como por ejemplo en Polonia, prevalecieron una miseria y una decadencia absolutas. Son puros parásitos. En Polonia esta situación había quedado fundamentalmente aclarada. Si los judíos no querían trabajar, se les disparaba. Si no podían trabajar, tenían que ser tratados como bacilos de la tuberculosis, con los que puede infectarse un cuerpo sano. Esto no era cruel si se recuerda que incluso criaturas de carácter inocente, como liebres y ciervos, tienen que ser sacrificadas cuando tienen una infección para que no causen ningún daño. ¿Por qué se debería dar más margen a las bestias que querían traernos el bolchevismo? Las naciones que no se libraban de los judíos, perecían. Uno de los ejemplos más famosos era la caída de ese pueblo antaño tan orgulloso, los persas, que ahora llevaban una vida lastimosa como armenios".
¿Podría mirar también el USSR 170, que es una prueba, y que habla de una reunión a la que asistió usted el 6 de agosto de 1942?

EL PRESIDENTE: Antes de pasar a otro documento, ¿no cree que es importante un párrafo que hay un poco más arriba? Es unas diez líneas hacia abajo, creo, en mitad de la línea...

SIR DAVID MAXWELL FYFE: Su Señoría tiene razón. A la pregunta del Almirante Horthy sobre qué debería hacer él con los judíos ahora que habían sido privados de casi toda posibilidad de ganarse la vida, él no podía acabar con ellos, el Ministro del Reich de Asuntos Exteriores declaró que los judíos deberían ser exterminados o llevados a campos de concentración. No había otra posibilidad.

Ahora paso a una reunión que mantuvo usted con varias personas, y en la página 143, si pasa a ella, verá una pregunta sobre mantequilla. Si mira donde dice:

"Reichsmarshal Goering: ¿Cuánta mantequilla proporciona usted? ¿30.000 toneladas?"
¿Lo ve?

R: Sí.

P: Y Lohse, que estaba en la reunión, dice: "Sí", y usted dice: "¿suministra también a unidades de la Wehrmacht?", y Lohse dice: "también puedo responder a eso. Sólo quedan vivos unos pocos judíos. Se han deshecho de decenas de miles, pero puedo decirle que la población civil obtiene, por orden suya, un 15 por ciento menos que los alemanes". Llamo su atención sobre la frase: "sólo quedan vivos unos pocos judíos. Se han deshecho de decenas de miles". ¿Sostiene aún, teniendo delante estos dos documentos, que ni Hitler ni usted sabían que se estaba exterminando a los judíos?

R: Hay que explicar esto. Usted no puede concluir de eso que habían sido asesinados. No es una observación mía, sino de Lohse. También respondí a esa cuestión. Simplemente se redujo el número de judíos. Usted no puede concluir de esa observación que fueron asesinados. También podría querer decir que habían sido trasladados.

P: Sobre la observación anterior, le sugiero que aclare lo que quería usted decir con "sólo quedan vivos unos pocos judíos, y se han deshecho de decenas de miles".

[Página 315]

R: Aún estaban viviendo allí. Eso es lo que usted debería entender.

P: Ha oído lo que le he leído sobre Hitler, lo que le dijo a Horthy y lo que dijo Ribbentrop, que había que exterminar o enviar a campos de concentración a los judíos. Hitler dijo que los judíos tenían que trabajar o serían ejecutados. Eso fue en abril de 1943. ¿Sostiene aún que ni Hitler ni usted conocían esta política de exterminio de los judíos?

R: En aras de la corrección del documento...

P: ¿Puede por favor responder a mi pregunta? ¿Sostiene aún que ni Hitler ni usted conocían esta política de exterminio de los judíos?

R: Por lo que respecta a Hitler, he dicho que no lo creo. Por lo que a mi respecta, he dicho que no sabía, ni siquiera aproximadamente, hasta qué grado había llegado esto.

P: ¿Usted no sabía hasta qué grado, pero sabía que había una política que tenía como fin exterminar a los judíos?

R: No, una política de emigración, no de liquidación, de los judíos. Sólo sabía que había habido casos aislados en los que se había perpetrado eso.

SIR DAVID MAXWELL FYFE: Gracias.


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