The Nizkor Project: En Memoria del Holocausto (Shoah)

Nuremberg, crimenes de guerra, crimenes contra la humanidad

Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
12 de marzo a 22 de marzo de 1946

Octogésimo Sexto Día Miércoles, 20 de marzo de 1946
(4 de 10)


[El Sr. JUEZ JACKSON continúa con el interrogatorio de HERMANN WILHELM GORING]

[Página 257]

P: Es decir, en caso de que algún individuo intentara beneficiarse con las propiedades judías. ¿Es a eso a lo que se refería?

R: Por la arianización.

P: Citaré otro fragmento:

"En otras palabras, debe ser una transacción financiera ordinaria. Alguien vende su negocio, y alguien lo compra. Si hay miembros del Partido entre los posibles compradores, se les dará preferencia si satisfacen los mismos requisitos. En primer lugar las víctimas de acuerdo con sus méritos, dando prioridad a los que hayan sufrido más. Después de eso, la selección debería hacerse en base a la pertenencia al Partido".
Omitiré una línea o dos:
"Ese miembro del Partido debería tener oportunidad de comprar el negocio al precio más barato posible, equivalente a la cantidad recibida del Estado por el judío".
¿Es correcto?

R: Un momento por favor, creo que ha omitido algo.

P: Así es. Si quiere incluirlo, puede leerlo.

R: No, quiero exponerlo brevemente para que no lleve demasiado tiempo. Dije lo que usted ya ha dicho, que a igualdad de condiciones, se debía dar preferencia al miembro del Partido, siendo el primero de la lista el miembro que hubiera sido perjudicado por ver su licencia de negocio cancelada por ser miembro del Partido. Después viene el párrafo que ha leído y que es correcto.

P: Después dedicó mucho tiempo al método por el que pretendía arianizar los negocios judíos, ¿verdad?

R: Sí.

P: Y después habla de la arianización de fábricas judías.

R: Sí.

P: Usted habla primero de las fábricas pequeñas.

R: Sí.

P: ¿Ha encontrado el punto en el que habla de las fábricas?

R: Sí, lo he encontrado.

[Página 258]

P: Cito:
"En cuanto a las pequeñas y medianas, habrá que dejar claras dos cosas: primera, ¿cuáles son las fábricas que no tienen ninguna utilidad para mi, y cuáles se pueden cerrar? ¿Se pueden dedicar a alguna otra finalidad? Si no, se eliminarán estas fábricas.

Segunda, si la fábrica es necesaria, se entregará a arios de la misma forma que las tiendas".

¿Es eso correcto?

R: Sí.

P: ¿Quiere añadir algo más sobre este asunto?

R: No, esos eran los elementos básicos de las leyes.

P: Quiero ahora que preste atención al segundo párrafo, que comienza con "En cuanto a las fábricas grandes..." ¿Lo ha encontrado?

R: Sí.

P: Con respecto a las fábricas grandes, usted dice que la solución es muy simple, que se puede compensar a la fábrica de la misma manera que a las tiendas, es decir, por una tasa que fijarán, y la Administración se hará con las inversiones del judío, así como con sus acciones, y las venderá o transferirá al Estado según se considere conveniente.

R: Eso quiere decir que todo el que tuviera inversiones en las fábricas recibiría una compensación, según el baremo fijado por nosotros.

P: ¿Y la compensación era transferida a la Administración del Estado?

R: Sí, a la Administración del Estado. Era un asunto muy simple: el judío renunciaba a la propiedad y recibía bonos. Estos bonos al 3 por ciento eran pagados por la Administración.

P: Bien, pasaremos ahora al punto en el que habla de los judíos extranjeros, ¿lo recuerda?

R: Sí.

P: En ese momento, un representante del Ministerio de Exteriores pidió el derecho a participar en nombre del Ministro de Exteriores, ¿verdad?

R: Sí.

P: Bien, pasaremos ahora al punto de la conversación entre Heydrich y usted.

R: Un momento, por favor. Falta parte del acta. Muy bien. He encontrado el punto en el que Heydrich es mencionado por primera vez.

P: Usted preguntó cuántas sinagogas fueron incendiadas, y Heydrich respondió: "En total, 101 sinagogas fueron totalmente destruidas por el fuego, 76 sinagogas fueron demolidas, y 7.500 tiendas destruidas en todo el Reich". ¿Es una cita correcta?

R: Sí.

P: Bien, entonces el Dr. Goebbels intervino: "Opino que es nuestra oportunidad de suprimir las sinagogas". Y después hablan de la supresión de las sinagogas, ¿verdad?

R: Sí, el Dr. Goebbels.

P: ¿Y después el Dr. Goebbels planteó la cuestión de los judíos que viajaban en tren?

R: Sí.

P: Dígame si cito correctamente el diálogo que mantuvieron el Dr. Goebbels y usted sobre ese asunto. El Dr. Goebbels dijo, "Además, propongo que se prohiba la presencia de judíos en todos los lugares públicos donde puedan ser una provocación. Aún existe la posibilidad de que un judío comparta un coche cama con un alemán. Por tanto, el Ministerio del Reich de Transporte debe promulgar un decreto que ordene que haya compartimentos separados para judíos. Si esos compartimentos se llenan, los judíos no podrán reservar un asiento. Sólo podrán utilizar compartimentos separados.

[Página 259]

Los alemanes podrán reservar asientos. No deben mezclarse con los alemanes. Si no hay más plazas, tendrán que permanecer de pie en el pasillo". ¿Es correcto?

R: Sí, es correcto.

P: Goering: "Creo que sería más sensato darles compartimentos separados". Goebbels: "No si se llena el tren". Goering: "Un momento. Sólo habrá un vagón para judíos. Si se llena, el resto de judíos tendrán que quedarse en casa". Goebbels: "Pero imagine que no hay muchos judíos en el expreso de largo recorrido que va a Munich. Imagine que sólo hay dos judíos en el tren y que el resto de los compartimentos están saturados. Estos dos judíos tendrían un compartimento para ellos solos. Por tanto, el decreto debe decir que los judíos podrán reservar asiento sólo cuando todos los alemanes se hayan hecho con un asiento". Goering: "Yo daría a los judíos un vagón, o un compartimento, y si se diera un caso como el que usted menciona, y el tren estuviera repleto, créame, no necesitaremos una ley. Los echarán a patadas, y se tendrán que sentar solos en el baño durante todo el viaje". ¿Es correcto?

R: Sí. Me irritó que Goebbels entrara en estos pequeños detalles cuando se estaban discutiendo leyes importantes. Me negué a hacer nada. No promulgué ningún decreto ni leyes sobre este asunto. Por supuesto, hoy es muy fácil para la fiscalía sacar este tema, pero quiero decir que fue una reunión muy activa en la que Goebbels hizo exigencias que no tenían nada que ver con el ámbito económico, y yo recurrí a estas expresiones para dar una vía de escape a mi estado de ánimo.

P: Y Goebbels, que era muy radical en este asunto, dijo que los judíos tendrían que quedarse de pie en el pasillo, y usted dijo que tendrían que sentarse en el baño. ¿Es así como lo dijo?

R: No, no es así. Dije que tendrían un compartimento especial, y cuando Goebbels siguió sin quedarse satisfecho, e insistió en ello, finalmente le dije: "No necesito una ley. Se pueden sentar en el baño o bajarse del tren".

P: Pasemos al punto en el que Goebbels plantea el tema de los bosques alemanes.

R: Un momento. Sí. Comienza cuando Goebbels pidió un decreto que impidiera a los judíos ir a centros de vacaciones alemanes. A esto respondí: "Pásemelo usted", y entonces el dijo: "Se tendría que estudiar si deberíamos darles sus propios centros o poner a su disposición algunos balnearios alemanes, pero no los mejores. La gente podría decir: están permitiendo que los judíos cuiden su salud con nuestros balnearios. Se debe considerar también la cuestión de si es necesario prohibir a los judíos ir a los bosques alemanes. Hoy en día hordas de judíos están pululando por el Grunewald". Y cuando volvió a intervenir, le respondí muy bruscamente: "Sería mejor poner una parte del bosque a disposición de los judíos, si no quiere que estén en el resto del bosque". Y entonces hice la observación que parece causar mucho interés.

P: Pasemos a esa observación. Usted dijo: "Daremos a los judíos una parte del bosque, y Alpers se encargará de que los animales, que se parecen muchísimo a los judíos, el ciervo también tiene una nariz ganchuda, vayan al recinto judío y de que se establezcan entre ellos". ¿Es eso lo que usted dijo?

R: Sí, lo dije, pero se debería relacionar con todo el ambiente de la reunión. Goebbels insiste en ello en la frase siguiente y dice que considera que mi actitud es provocadora. Yo también puedo decir que me sentía provocado por su insistencia en cosas sin importancia, cuando se estaban tratando asuntos de tanto alcance y tan decisivos.

P: Y ahora llegamos al punto en el que pide a Herr Hilgard, de la compañía de seguros, que entre. ¿Lo ha encontrado?

R: Sí.

P: Entonces usted dijo lo siguiente a Herr Hilgard cuando entró. "La situación es la siguiente: debido a la justificada ira del pueblo contra los

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judíos, el Reich ha sufrido una cierta cantidad de daños. Se han roto ventanas, se han dañado bienes, y se ha herido a personas. Se han incendiado sinagogas, etc. Supongo que muchos de los judíos están asegurados contra daños cometidos por desórdenes publicos". Hilgard: "Sí". Goering: "Siendo así, surge la siguiente situación. El pueblo, con su justificada ira, intentaba causar un daño a los judíos, pero son las compañías de seguros alemanas las que tendrán que compensar a los judíos por los daños. La cosa es simple. Me basta con promulgar un decreto por el cual el daño resultado de estos disturbios no tendrá que ser pagado por las compañías aseguradoras". ¿Es eso lo que usted dijo?

R: Sí, dije todo eso.

P: Hilgard después expuso tres clases de seguros. Señaló que por lo que respecta a seguros de escaparates, la mayoría de los que lo sufrían eran arios que eran dueños de edificios, y que por lo general los judíos sólo alquilaban. ¿Es correcto?

R: Sí, esos son los detalles de la conversación.

P: Y Hilgard dijo: "Quiero que presten atención a los siguientes hechos: el vidrio de escaparates no procede de la industria bohemia del vidrio, y está totalmente en manos de la industria belga del vidrio. Según mis cálculos, los daños ascienden a seis millones, es decir, según las pólizas de seguros, tendremos que pagar a los propietarios, que en su mayor parte son arios, unos seis millones de compensación por los vidrios".

EL PRESIDENTE: Sr. Juez Jackson, antes de que pase esa página, en el tercer párrafo, por mantener la exactitud, parece como si el nombre de "Herr Hilgard" estuviera mal colocado, ya que parece como si él mismo hiciera la pregunta y la respondiera.

Sr. JUEZ JACKSON: Bien, creo que eso es...

EL PRESIDENTE: Probablemente el acusado Goering hizo la pregunta. Es el tercer párrafo en mi página.

Sr. JUEZ JACKSON: Según el acta, entiendo que cuando Hilgard apareció, Goering se dirigió a él como "Herr Hilgard".

EL PRESIDENTE: Sí, ya veo.

Sr. JUEZ JACKSON: Pero es correcto según lo que sugiere Su Señoría.

EL DEFENDANTE: Quiero señalar lo que se dijo antes de hablar de los vidrios rotos. Goebbels dijo: "Los judíos tienen que pagar los daños", y yo dije: "No servirá de nada, no tenemos materia prima, es vidrio importado. Eso requerirá divisas. Es como pedir la luna". Y entonces Hilgard entró y comenzó la conversación que se acaba de mencionar.

Sr. JUEZ JACKSON:

P: Sí, y Hilgard señaló que: "La cantidad de daños equivale a cerca de la mitad de la producción anual de toda la industria belga del vidrio. Creemos que los fabricantes necesitarán seis meses para terminar todos los pedidos de vidrio". ¿Lo recuerda?

R: Sí.

P: Bien, avanzando, llegamos a un punto en el que Hilgard les habla de una tienda en Unter-den-Linden que fue atacada. ¿Lo ha encontrado?

R: Dijo: "El incidente mayor es el caso de Markgraf, Unter-den-Linden". ¿No es así?

P: Correcto.

R: Sí, lo he encontrado.

P: "El daño del que nos informa asciende a un millón setecientos mil, porque la tienda fue completamente arrasada". ¿Es correcto?

R: Sí.

P: Goering: "Daluege y Heydrich, tienen que traerme esas joyas por medio de redadas a gran escala". ¿Dio usted esa orden?

R: Sí, por supuesto, para que se pudieran devolver los bienes robados.

P: ¿Devolversélos a usted, y no a los judíos?

[Página 261]

R: No a mi personalmente, claro está.

P: Devueltos al Estado. Usted no tenía intención de devolvérselos a los judíos.

R: No dice eso aquí. Lo principal es que había que recuperarlos.

P: "Estamos tratando de recuperar el botín", dice Heydrich, ¿verdad? Y usted añade: "Y las joyas".

R: Se había saqueado una gran joyería, así que había que hacer algo porque con esos objetos de valor se podía causar un gran número de problemas. Por tanto, ordené que se llevaran a cabo redadas para recuperar estos objetos, así como otros bienes robados. Cuando un negocio era arianizado, sus bienes también eran transferidos al nuevo propietario. Sin embargo, la cuestión principal era que había que actuar contra quienes habían robado y saqueado, y de hecho se arrestó a ciento cincuenta personas.

P: Y Heydrich informó del método seguido en estas redadas después de que usted le recordara que recuperara, que consiguiera las joyas.

"Es difícil decirlo. Algunos de los artículos fueron arrojados a la calle y recogidos. Lo mismo ocurrió con los peleteros. Por ejemplo, en la Friedrichstrasse, en el distrito de la Comisaría de Policía C, la multitud corrió para hacerse con abrigos de visón, etc. Será muy difícil recuperarlos. Había hasta niños, que se llenaron los bolsillos simplemente por diversión. Sugerimos que no se utilice a las Juventudes Hitlerianas en esas acciones sin el consentimiento del Partido. Esas cosas se destruyen con mucha facilidad".
R: Sí, eso dice.

P: Y Daluege sugiere: "El Partido debería dar una orden según la cual se debe notificar de inmediato a la policía si alguien ve que la mujer de su vecino (todo el mundo conoce a sus vecinos) lleva un abrigo de pieles a que se lo arreglen, o si se ve a alguien con un anillo o una pulsera nuevos. Querríamos que el Partido colaborara en este asunto".

¿Correcto?

R: Es absolutamente correcto.

P: Y Hilgard no estaba de acuerdo con su plan de liberar a las compañías de seguros de la obligación de pagar, ¿verdad?

R: Sí, eso también es correcto.

P: Y dio las razones:

"Hilgard: Permítanme indicar las razones por las que me opongo: tenemos un gran mercado internacional. Nuestro negocio tiene una sólida base internacional, y en interés de la situación de las divisas en Alemania, no podemos permitir que la confianza en las aseguradoras alemanas se vea dañada. Si nos negáramos ahora a cumplir compromisos adquiridos por contratos legales, sería una mancha para las compañías de seguros alemanas.

Goering: Pero no sería así si yo promulgara un decreto o una ley".

¿Lo he citado correctamente?

R: Sí, y la respuesta de Hilgard fue, y esa fue la respuesta que me afectaba, señaló que las compañías de seguros no podrían evitar pagar los daños si no se promulgaba una ley. Si el Estado aprueba una ley según la cual las compensaciones del seguro deben entregarse al Estado, las compañías de seguros dejan de tener cualquier obligación.


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