The Nizkor Project: En Memoria del Holocausto (Shoah)

Nuremberg, crimenes de guerra, crimenes contra la humanidad

Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
12 de marzo a 22 de marzo de 1946

Octogésimo Quinto Día: Martes, 19 de marzo de 1946
(3 de 8)


[el Dr. STAHMER continúa con el interrogatorio de Birger Dahlerus]

[Página 218]

P: ¿Se reunió esa tarde de nuevo con Goering, junto con el Embajador británico?

R: La situación parecía haberse vuelto irresoluble. Hitler había discutido con Henderson. Ribbentrop también. Por tanto, yo opinaba que la única posibilidad era que Goering llegara a un acuerdo con Henderson. Sugerí un encuentro de ambos. Tuvo lugar a las 4:50 de la tarde en la casa de Goering. Forbes y yo también asistimos.

P: ¿De qué se habló durante esta reunión?

R: Ya antes de la reunión Henderson expresó su sospecha de que el Gobierno Alemán trataría de llegar a un acuerdo con Gran Bretaña causando una ruptura de Inglaterra con Polonia. Henderson fue por tanto muy cauteloso durante las dos horas de reunión, y el único resultado de la conversación fue que ambas partes acordaron que era necesaria una reunión de delegados de ambos países si se quería evitar la guerra.

P: ¿Sugirió usted además en esta ocasión que Goering viera a los delegados británicos de inmediato?

R: Sugerí que se organizara de inmediato una reunión en Holanda en la que Goering representaría a Alemania.

P: ¿Cómo reaccionó Henderson a esta propuesta?

R: Henderson prometió transmitir esta propuesta a su Gobierno. Sin embargo, tenía la impresión de que él sabía que las fuerzas armadas alemanas estaban ya en movimiento, y me dio la impresión de que no confiaba en que hubiera un resultado positivo.

P: ¿Recuerda usted una afirmación de Goering en la que dijo que si los polacos no cedían, Alemania los mataría como a piojos, y que si Gran Bretaña decidía declarar la guerra, él lo lamentaría, pero Gran Bretaña se arrepentiría?

R: No recuerdo esas palabras, pero es posible que fueran pronunciadas durante las dos horas de conversación.

P: ¿Cómo terminó esta reunión?

R: A las 7 de la tarde dieron la reunión por terminada y ambas partes acordaron que tratarían de organizar una reunión en Holanda.

P: ¿Vio de nuevo a Goering el 1 de septiembre?

R: El 1 de septiembre vi a Goering a las 8 en su cuartel general. Tras algunas reticencias, me dijo que la guerra había estallado porque los

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polacos habían atacado la emisora de Gleiwitz y habían volado un puente cerca de Dirschau. Después me dio más detalles que me llevaron a la conclusión de que se estaba empleando toda la fuerza del Ejército Alemán en el ataque a Polonia.

P: ¿Vio de nuevo el 3 de septiembre a Goering, y le sugirió en esta ocasión volar de inmediato a Londres para una reunión personal?

R: Bien, antes de mencionar lo que ocurrió entonces, querría mencionar que vi a Hitler el 1 de septiembre, inmediatamente después de su discurso ante el Reichstag en la Ópera de Kroll. Estaba extremadamente nervioso y muy agitado. Me dijo que siempre había sospechado que Inglaterra quería la guerra. Me dijo además que aplastaría a Polonia y se anexionaría todo el país. Goering le interrumpió y señaló que avanzarían hasta cierto punto. Pero Hitler estaba en un estado de ánimo incontrolable. Empezó a gritar que lucharía durante uno, o dos años, y terminó muy agitado diciendo que lucharía durante diez años.

El domingo 3 de septiembre, por la mañana temprano, Forbes me informó de que a las 9 de esa mañana se daría un ultimátum. Las condiciones eran un cese inmediato de las hostilidades y la retirada de las Fuerzas Alemanas a la frontera alemana. Fui de inmediato al cuartel general de Goering, cerca de Postdam. Estaba allí, y no con Hitler. Le pedí que intentara al menos conseguir que se diera una respuesta razonable al ultimátum. Yo tenía la impresión de que algunos miembros del Gobierno Alemán estaban a favor de la guerra, y temía que si se daba una respuesta por escrito, estuviera redactada de una manera que hiciera imposible evitar la guerra con Inglaterra. Sugerí por tanto que Goering se declarara dispuesto a ir a Inglaterra de inmediato, antes de las 11, para negociar allí.

P: ¿Cómo reaccionó Goering a esta sugerencia?

R: Aceptó la sugerencia y llamó por teléfono a Hitler, y éste también la aceptó.

P: ¿Telefoneó usted entonces a Londres?

R: Sí, llamé por teléfono a Londres y me puse en contacto con el Ministerio de Exteriores. Respondieron que no podían estudiar esta propuesta hasta que no recibieran una respuesta por escrito al ultimátum.

P: ¿Le comunicó esto a Goering?

R: Sí, le dije esto a Goering.

P: ¿De qué manera afectó a Goering lo que le dijo usted?

R: Goring parecía sentir que la propuesta hubiera sido rechazada.

P: ¿Y el 4 de septiembre volvió a hablar con Goering?

R: Sí, mantuve una breve conversación con Goering el 4 de septiembre, pero no tuvo mucha importancia.

P: ¿Le dijo Goering en esa ocasión que, pasara lo que pasase, trataría de que la guerra se llevara de la manera más humana posible? ¿Que Alemania no abriría las hostilidades con Inglaterra bajo ninguna circunstancia, pero que si Inglaterra atacaba Alemania, habría respuesta de inmediato?

R: Sí, es correcto.

P: ¿Publicó usted un libro titulado "El Último Intento"?

R: Sí.

P: ¿Los hechos descritos en este libro son fieles a la verdad?

R: Sí, lo escribí con el máximo cuidado. El contenido es totalmente preciso y correcto.

P: ¿Se basa este relato en notas que tomó usted sobre estos hechos?

R: Sí.

P: ¿Cuándo escribió estas notas?

R: Las escribí inmediatamente después de mi regreso a Suecia el 5 de septiembre de 1939.

Dr. STAHMER: Sr. Presidente, tengo tres preguntas más, breves. ¿Debo detenerme? Hablan del periodo posterior.

[Página 220]

EL PRESIDENTE: Creo que puede formularlas ahora.

Dr. STAHMER:

P: ¿Habló el 24 de septiembre de 1939 con Forbes en Estocolmo?

R: No, vi a Forbes el 24 de septiembre en Oslo. Fue tras la ocupación de Polonia. Fue una acción dirigida a averiguar si aún existía la posibilidad de evitar una guerra mundial. Me dio por escrito el punto de vista del Gobierno Británico. Brevemente, decía lo siguiente: "Los Gobiernos Británico y Francés..."

EL PRESIDENTE: Un momento. ¿Qué tiene que ver esto con el acusado Goering?

Dr. STAHMER: Es una prueba de que trató posteriormente de que se llegara a la paz. Tengo sólo una pregunta más que afecta directamente a Goering.

EL PRESIDENTE: El hecho de que viera a Sir George Ogilvy Forbes en Oslo el 24 de septiembre no parece por ahora que tenga nada que ver con Goering.

Dr. STAHMER: Parece tener importancia por el hecho de que fue la ocasión que tuvo el Sr. Dahlerus de contactar de nuevo con Berlín y con Goering para tratar una vez más en esa situación de conseguir la paz.

EL PRESIDENTE: Bien, proceda entonces con su siguiente pregunta.

EL TESTIGO: Las condiciones eran: "Salvar a Europa de las continuadas agresiones alemanas y permitir a los pueblos de Europa..."

EL PRESIDENTE: Un momento. ¿Qué tiene que ver con Goering la carta que escribió Sir George Ogilvy Forbes?

Dr. STAHMER: Dahlerus habló de esta carta, del contenido de esta carta, el 26 de septiembre con Goering, y trató de llegar a un acuerdo en base a ésta.

Sr. JUEZ JACKSON: Señoría, ¿puedo plantear otra objeción?

No tiene nada que ver con la Acusación. No hemos presentado cargos que digan que la guerra contra Inglaterra fue una guerra de agresión. Los cargos dicen que la guerra contra Polonia fue una guerra de agresión. Todas estas negociaciones destinadas a hacer que Inglaterra dejara de estar en guerra mientras tomaban Polonia son totalmente irrelevantes para la Acusación. Alego respetuosamente que se debería rechazar, ya que no tiene nada que ver con la Acusación.

EL PRESIDENTE: Dr. Stahmer, si el testigo habló con Goering posteriormente, puede pasar a eso, pero no hablar de reuniones preliminares con Sir George Ogilvy Forbes.

Dr. STAHMER: Pero eso será incomprensible, tiene realmente que declarar lo que le dijo Forbes. Vio a Forbes, Forbes le hizo algunas sugerencias, y con estas sugerencias el Sr. Dahlerus fue a Berlín y, por supuesto, informó a Goering de lo que le había dicho Forbes. Si no es así, no será en absoluto posible...

EL PRESIDENTE: Deje que el testigo relate su reunión con Goering.

Dr. STAHMER: Muy bien.

Dr. STAHMER:

P: Sr. Dahlerus, ¿visitó el 26 de septiembre a Goering en Berlín?

R: Sí, vi a Goering y a Hitler el 26 de septiembre.

P: ¿Informó a Goering de las propuestas que le hizo Forbes?

R: Hablé con Hitler de en qué condiciones estaría dispuesto a compensar el daño que había hecho a Polonia y firmar la paz. Para mi gran desilusión, declaró expresamente que no estaba dispuesto a tratar la cuestión de Polonia. Polonia había sido ocupada y ya no era un asunto de Gran Bretaña. Me di cuenta entonces de que su objetivo había sido dividir a Polonia y Gran Bretaña, y así, con el consentimiento de Gran Bretaña, tener la oportunidad de ocupar Polonia sin correr el riesgo de implicarse en una guerra con Gran Bretaña y Francia.

P: ¿Vio de nuevo en julio de 1940 a Goering?

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R: Sí, Goering sugirió en julio de 1940 que Su Majestad el Rey de Suecia tenía que intentar reunir a las potencias para negociar la paz.

Dr. STAHMER: No tengo más preguntas.

EL PRESIDENTE: El Tribunal se retira hasta las 2:10 pm.

(Se hizo un descanso hasta las 14:10)

BIRGER DAHLERUS (continúa)

EL PRESIDENTE: ¿Quiere la defensa de los acusados hacer alguna pregunta?

INTERROGATORIO DE LA DEFENSA (continúa)

Dr. HORN (abogado del acusado Ribbentrop):

P: Testigo, ¿puede decirnos la razón por la que la reunión de Hitler con Henderson del 29 de agosto acabó con un resultado desfavorable?

R: No, sólo se me informó de que no se pusieron de acuerdo y terminaron discutiendo.

P: ¿Sabe en cuál de los seis puntos comenzó la disputa?

R: Que yo recuerde, fue la redacción de la respuesta alemana, en la que se decía que esperaban la venida de representantes de Polonia en las próximas veinticuatro horas.

P: ¿No le explicó entonces Hitler, en presencia de Goering, por qué hizo esta exigencia, a saber, porque los dos ejércitos, el polaco y el alemán, estaban ya el uno frente al otro preparados, y en cualquier momento se esperaba un conflicto grave, y por tanto Hitler no quería presentar un ultimátum relativo al envío de un negociador de Polonia, y al no hacerlo sólo quería evitar el estallido de un conflicto?

R: Sí, me dio explicaciones en ese sentido.

P: ¿Es correcto, testigo, como dice usted en su libro, que en la Embajada Polaca el Embajador polaco, Lipski, le dijo que en caso de guerra el Ejército Polaco marcharía triunfalmente sobre Berlín?

R: No, no me dijo eso, pero hizo observaciones similares a Forbes.

P: Y Forbes le comunicó estas observaciones.

R: Sí.

P: ¿Qué llevó a su reunión con el Sr. Forbes en Oslo el 24 de septiembre de 1939?

R: Tomé la iniciativa y fue a verle a Oslo.

P: ¿Puede exponernos brevemente el contenido de la carta de Forbes?

R: La he leído antes.

EL PRESIDENTE: El Tribunal ya ha dicho que no quiere oir eso. Y no veo qué tiene que ver con von Ribbentrop.

Dr. HORN: El antiguo Ministro de Exteriores von Ribbentrop, está acusado de ser el líder de toda la política exterior alemana. Considero así importante que esta carta, que ofrecerá información decisiva sobre el desarrollo posterior de la política exterior, tal y como la veía Ribbentrop, sobre su posterior intento en favor de la paz, por ejemplo, sea leída al Tribunal.

EL TESTIGO: Para redimir a Europa del persistente temor a la agresión alemana...

EL PRESIDENTE:

P: ¿Se mostró alguna vez esta carta a von Ribbentrop?

R: No.

EL PRESIDENTE: El Tribunal ya ha decidido que no se leerá esa carta.

Dr. HORN:

P: Usted mantuvo una conversación con Hitler el 26 de septiembre de 1939. ¿Es cierto que Hitler le dijo entonces que no podía negociar con Inglaterra

[Página 222]

la cuestión de Polonia porque la mayor parte de Polonia había sido ocupada por Rusia, y Rusia, que él supiera, no estaba dispuesta a retirarse?

R: Declaró que no estaba preparado para tratar la cuestión de Polonia, y añadió después que, aparte de su decisión, no creía que Rusia estuviera preparada para hablar del territorio ocupado por Rusia.

P: ¿Fue usted políticamente independiente durante el tiempo en el que llevó a cabo su negociación?

R: Totalmente.

Dr. HORN: Gracias, no tengo más preguntas.

Dr. LATERNSER (abogado del Estado Mayor y el OKW):

P: Tengo sólo una pregunta para el testigo. Testigo, ¿participaron activamente militares de alto rango en algún momento en las numerosas negociaciones que usted mantuvo con autoridades alemanas por aquel entonces?

R: Nunca.

Dr. LATERNSER: Gracias.

EL PRESIDENTE: ¿Quiere algún otro abogado de la defensa hacer alguna pregunta?

(No hubo respuesta).


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