The Nizkor Project: En Memoria del Holocausto (Shoah)

Nuremberg, crimenes de guerra, crimenes contra la humanidad

Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
12 de marzo a 22 de marzo de 1946

Octogésimo Cuarto Día: Lunes, 18 de marzo de 1946
(5 de 9)


[El Sr. JUEZ JACKSON continúa con el interrogatorio de HERMANN WILHELM GORING]

[Página 188]

P: La custodia protectora significaba que estaban encerrando a personas que no habían cometido ningún crimen, pero que ustedes pensaban que podían cometer un crimen.

R: Sí. Se arrestó a gente y se les puso bajo custodia protectora cuando aún no habían cometido ningún crimen, pero era de esperar que lo hicieran si permanecían libres, al igual que se están adoptando similares medidas protectoras hoy en día en Alemania a una enorme escala.

P: Es también una necesidad en la clase de Estado que crearon el disponer de alguna organización que difunda propaganda entre el pueblo y que estudie su reacción e informe al liderazgo, ¿verdad?

R: No se ha traducido la última parte de esa pregunta de una manera inteligible.

P: Bien, ustedes tenían que tener organizaciones que transmitieran las órdenes y que difundieran su propaganda en esa clase de Estado, ¿verdad?

R: Por supuesto difundimos propaganda, y para ello teníamos una organización de propaganda.

P: ¿Y llevaron a cabo eso a través del Cuerpo de Liderazgo del Partido Nazi?

R: El Cuerpo de Liderazgo estaba ahí, por supuesto, en parte para difundir nuestras ideas entre el pueblo. En segundo lugar, su fin era dirigir y organizar al pueblo, que formaba el Partido.

P: A través de su sistema de Gauleiter y Kreisleiter, hasta llegar a los Blockleiter, las órdenes y la información eran transmitidas por la autoridad, y el liderazgo se enteraba de las reacciones del pueblo, ¿verdad?

R: Correcto. Las órdenes e información que se debía comunicar como propaganda o con otros fines eran transmitidas a través del escalafón hasta donde fuera necesario. Por otro lado, es un hecho que las reacciones de las masas populares eran transmitidas de vuelta a través de los distintos departamentos para mantenernos informados de los ánimos del pueblo.

P: Y también necesitaban ciertas organizaciones encargadas de ejecutar las órdenes, organizaciones ejecutivas, organizaciones que lucharan por ustedes si era necesario.

R: Sí, por supuesto, las organizaciones administrativas eran necesarias. No lo entiendo, ¿organizaciones para lucha contra qué?

P: Bien, si querían matar a ciertas personas, era necesaria alguna organización que las matara, ¿no? Röhm y los demás no murieron a manos de Hitler ni de las suyas, ¿verdad?

R: Röhm, el asunto Röhm lo he explicado aquí claramente, fue un asunto de necesidad del Estado...

P: No le he preguntado...

R: ...y no lo llevó a cabo la policía.

[Página 189]

P: Pero cuando era una necesidad del Estado matar a alguien, tenían a alguien que se encargaba de ello, ¿no?

R: Sí, al igual que en otros Estados; si se llama o no Servicio Secreto u otra cosa, no lo sé.

P: Y las SA, las SS y el SD, organizaciones de esa clase, fueron las organizaciones que ejecutaron las órdenes y se encargaron de personas a un nivel físico, ¿verdad?

R: A las SA nunca se les ordenó matar a nadie. Ni tampoco a las SS, al menos en mi época. En cualquier caso, yo no tenía ninguna influencia en eso... Sé que se ordenaron ejecuciones, sobre todo durante el Putsch de Röhm, y que las llevó a cabo la policía, es decir, un órgano del Estado.

P: ¿Qué policía?

R: Que yo recuerde, la Gestapo. En todo caso, fue la organización que recibió la orden. Verá, se trataba de una lucha contra enemigos del Estado.

P: ¿Y las SS tenían el mismo fin?

R: No en el norte de Alemania por aquel entonces; hasta qué punto era así en el sur de Alemania, donde aún estaban separadas las SS y la Gestapo, y quién se encargó de la acción en el sur de Alemania, eso no lo sé.

P: Bien, las SS llevaron a cabo arrestos y se encargaron de trasladar a gente a campos de concentración, ¿verdad? ¿A usted le arrestaron las SS?

R: Sí, sí, pero posteriormente.

P: ¿A partir de qué momento ejercieron las SS esta función de ejecutor del Partido Nazi?

R: Tras la toma del poder, cuando la policía pasó a estar cada vez más en manos de Himmler. Me resulta difícil explicarle a alguien ajeno al sistema dónde actuaban las SS y dónde la Gestapo. Ya he dicho que las dos trabajaban estrechamente. Es sabido que las SS vigilaban los campos y que después asumieron funciones policiales.

P: ¿Y llevaron a cabo otras funciones en los campos?

R: ¿A qué funciones se refiere?

P: ¿Se encargaban de todas las funciones de los campos?

R: Si una unidad de las SS vigilaba un campo y un líder de las SS era el comandante del campo, entonces esta unidad se ocupaba de todas las funciones.

P: Este sistema no era un sistema secreto. Todo este sistema era alabado abiertamente, usted y otros defendían públicamente sus méritos, y todos los que se unían a Partido Nazi sabían la clase de sistema de gobierno que ustedes iban a establecer, ¿verdad?

R: Todo el que se unía al partido sabía que defendíamos el principio de liderazgo y conocía las medidas básicas que queríamos aplicar, al menos tal y como estaban expresadas en el programa. Pero no todos los que se unían al partido conocían hasta el último detalle de lo que iba a ocurrir después.

P: Pero este sistema se creó abiertamente y era conocido en todos sus detalles. Todo el mundo sabía lo que era la Gestapo como organización, ¿no?

R: Sí, todo el mundo sabía lo que era la Gestapo.

P: ¿Y cuál era su programa en general, sin entrar en detalles?

R: Expliqué ese programa claramente. Al principio lo describí públicamente, y también hablé en público de la misión de la Gestapo, e incluso escribí sobre ello a otros países.

P: ¿Y no hubo ningún secreto en la creación de la Gestapo como policía política, ni en el hecho de que se estaba poniendo a personas bajo custodia protectora, ni en el hecho de que había campos de concentración? ¿No se mantuvo ningún secreto sobre esas cosas?

R: Al principio no se mantuvo ningún secreto en absoluto sobre ello.

[Página 190]

P: De hecho, parte de la efectividad de una policía secreta y parte de la efectividad de los campos de concentración se basan en que la gente conozca su existencia, ¿no?

R: Es cierto que todo el mundo sabía que si actuaba contra el Estado terminaría en un campo de concentración, o sería acusado de alta traición ante un tribunal, dependiendo de la gravedad del crimen. Pero el motivo original de la creación de los campos de concentración fue mantener allí a las personas que con todo el derecho del mundo considerábamos enemigas del Estado.

P: ¿Es esa clase de gobierno, el gobierno que acabamos de describir, la única clase de gobierno que cree necesaria para gobernar Alemania?

R: No querría decir que la característica básica de este gobierno y su característica más esencial fue la creación inmediata de la Gestapo y los campos de concentración para ocuparnos de nuestros opositores. Por encima de eso habíamos fijado en nuestro programa de gobierno muchas más cosas mucho más importantes, y esas otras cosas no fueron los principios básicos de nuestro gobierno.

P: Pero si le he entendido bien, todas estas cosas fueron necesarias como protección.

R: Sí, estas cosas fueron necesarias debido a los opositores existentes.

P: Y entiendo que es la única clase de gobierno que cree que puede funcionar en Alemania en las condiciones actuales.

R: En las condiciones existentes en aquel tiempo, era en mi opinión la única clase posible, y también demostró que a Alemania se la podía sacar en poco tiempo de las profundidades de la miseria, la pobreza y el desempleo hasta alcanzar una prosperidad relativa.

P: ¿Estaba concentrada toda esta autoridad del Estado? Quizás estoy entrando en otra materia. ¿Está previsto hacer una pausa en este momento?

EL PRESIDENTE: El Tribunal se retira.

(Se hizo una pausa hasta las 14 horas).

Dr. STAHMER: El testigo Dahlerus está en Nuremberg desde hace unos días y está esperando para declarar. Me ha informado de que debe estar sin falta en Estocolmo de nuevo el jueves. Solicita por ello, y pido el permiso del Alto Tribunal, que se le llame a declarar mañana por la mañana aunque no se haya terminado el interrogatorio. La fiscalía está de acuerdo con mi propuesta.

EL PRESIDENTE: ¿Ha dicho que la fiscalía acepta su propuesta?

Dr. STAHMER: Sí, Señoría. He hablado con los cuatro caballeros en cuestión, y todos están de acuerdo.

EL PRESIDENTE: ¿Cuánto cree que puede durar el interrogatorio del testigo? Sin que usted pueda responder del interrogatorio de la fiscalía.

Dr. STAHMER: Creo que necesitaré medio día, es decir, hasta mañana al mediodía. No puedo decirlo con certeza, pero es probable que dure eso.

EL PRESIDENTE: ¿Su testimonio afecta sólo a los pocos días anteriores al 1 de septiembre de 1939?

Dr. STAHMER: Hay dos preguntas adicionales, pero estas preguntas se podrán responder muy brevemente. Parece haber hecho dos acciones más pasado septiembre, pero son dos preguntas muy breves.

EL PRESIDENTE: El Tribunal considera que medio día es un tiempo totalmente innecesario para interrogar a un testigo que va a hablar de hechos que acontecieron durante unos pocos días antes de que comenzara la guerra.

Dr. STAHMER: Yo no diría eso, Sr. Presidente. No son sólo unos pocos días. Estas negociaciones comenzaron a finales de junio o primeros de julio.

[Página 191]

Querría añadir además que lógicamente me limitaré a las preguntas necesarias para el juicio, pero se deberían hacer estas preguntas.

EL PRESIDENTE: El Tribunal está de acuerdo si la fiscalía acepta que se interponga este testimonio. El Tribunal confía en que hará posible que su interrogatorio sea mucho más breve de lo que ha indicado.

HERMANN WILHELM GOERING: INTERROGATORIO DE LA FISCALÍA (continúa)

Sr. JUEZ JACKSON:

P: Nos ha explicado la manera en la que usted y otros cooperaron para poner toda la autoridad del Estado Alemán en manos del Führer. ¿Es correcto?

R: He hablado de mi y de hasta qué punto tomé parte en ello.

P: ¿Hay algún acusado en el banquillo que usted sepa que no cooperó para obtener ese fin todo lo posible?

R: Está claro que ninguno de los acusados aquí presentes se opuso u obstruyó la acción del Führer al principio, pero querría llamar la atención sobre el hecho de que siempre hay que distinguir diferentes periodos de tiempo, ya que algunas de las preguntas que se me hacen son muy generales, y lo cierto es que estamos tratando un periodo de veinticuatro o veinticinco años, si se quiere hacer una investigación completa.

P: Ahora quiero llamar su atención sobre los frutos de este sistema. A usted, si lo he entendido bien, le informaron en 1940 de un futuro ataque del Ejército Alemán contra la Rusia Soviética.

R: He explicado hasta qué punto se me informó de estos asuntos.

P: ¿Usted consideraba el ataque no sólo innecesario, sino además contraproducente desde el punto de vista de Alemania?

R: En aquel momento opinaba que había que posponer este ataque para llevar a cabo otras tareas que consideraba más importantes.

P: ¿No vio ninguna necesidad militar en ese ataque por aquel entonces, ni siquiera desde el punto de vista de Alemania?

R: Naturalmente, también era plenamente consciente de los movimientos de Rusia y sus despliegues de fuerzas, pero esperaba llevar a cabo primero otras medidas estratégicas para mejorar la situación de Alemania. Pensaba que el tiempo necesario para ello retrasaría el momento crítico. Y por supuesto sabía que ese momento crítico para Alemania podía llegar en cualquier momento después de eso.

P: Repito mi pregunta, ya que considero que no la ha respondido.

¿Vio usted en aquel tiempo alguna necesidad militar que justificara un ataque de Alemania a la Rusia Soviética?

R: Personalmente, consideraba que por aquel entonces este peligro aún no había alcanzado su punto álgido, y que por tanto el ataque podía no ser necesario aún. Pero era mi punto de vista.

P: ¿Y era usted el Número Dos de Alemania en aquel momento?

R: No tiene nada que ver con ser el segundo en importancia. Había dos puntos de vista en conflicto en la estrategia. El Führer, el hombre Número Uno, veía un peligro, y yo, el hombre Número Dos, si quiere decirlo así, quería lanzar otra medida estratégica. Si hubiera impuesto mi voluntad en todo momento, posiblemente me habría convertido en el hombre Número Uno. Pero dado que el hombre Número Uno opinaba de manera distinta, y yo sólo era el hombre Número Dos, su opinión fue la que prevaleció.

P: He entendido de su testimonio, y creo que puede contestar "sí" o "no" a esto, y le agradecería enormemente que así fuera, he entendido de su testimonio que usted se oponía, y le dijo al Führer que se oponía, a atacar Rusia en aquel momento. ¿Es correcto o no?

[Página 192]

R: Es correcto.

P: Y usted se oponía a ello porque consideraba que era un movimiento peligroso para Alemania, ¿correcto?

R: Sí, consideraba que el momento, lo repito de nuevo, no era el adecuado para este plan, y que se debían tomar medidas que eran más convenientes para Alemania.

P: Y con todo, debido al sistema del Führer, si le he entendido bien, usted no podía dar ningún aviso al pueblo alemán; usted no podía ejercer ninguna presión para evitar que se diera ese paso, y ni siquiera podía renunciar para proteger su lugar en la Historia.

R: Aquí hay varias cuestiones. Querría responder a la primera.

P: Sepárelas si así lo desea.

R: La primera pregunta fue, creo, si aproveché la oportunidad de avisar al pueblo alemán de este peligro. No tuve oportunidad de hacerlo. Estábamos en guerra, y esas diferencias de opinión, por lo que respecta a estrategia, no podían salir a la luz durante la guerra. Creo que eso nunca ha ocurrido en ningún momento de la Historia del Mundo.

En segundo lugar, por lo que respecta a mi renuncia, no quiero ni tratar eso, ya que durante la guerra era un oficial, un soldado, y la cuestión no era si compartía una opinión o no. Tenía que limitarme a servir a mi país como soldado.

En tercer lugar, yo no era un hombre dispuesto a abandonar al hombre al que había dado mi juramento de lealtad en cuanto no pensara como yo. Si ese hubiera sido el caso, no habría habido ninguna necesidad de vincularme a él. Nunca se me pasó por la cabeza abandonar al Führer.

P: Que usted sepa, se llevó al pueblo alemán a la guerra, atacando a la Rusia Soviética, creyendo que usted lo apoyaba.

R: El pueblo alemán no supo de la declaración de guerra contra Rusia hasta después de que comenzara la guerra con Rusia. El pueblo alemán, por tanto, no tuvo nada que ver en esto. No se consultó al pueblo alemán. Se le comunicó el hecho y su necesidad.


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