[an error occurred while processing this directive] Nuremberg, crimenes de guerra, crimes contra la humanidad

Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
27 de febrero a 11 de marzo de 1946

Heptagésimo Séptimo Día: Viernes, 8 de marzo de 1946
(3 de 9)


[El Dr. STAHMER continúa con su interrogatorio al General von Bodenschatz]

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P: ¿Cuándo y en qué ocasión le expuso Goering su opinión sobre la campaña rusa?

R: A finales de 1941, tras los primeros reveses de la campaña rusa, Hermann Goering me habló de la guerra en el Este. Me dijo: "Adolf Hitler esperaba una batalla muy dura en el Este, pero no contaba con estos reveses. Antes del comienzo de esta campaña, traté en vano de disuadir a Adolf Hitler de su plan de atacar Rusia. Le recordé que él mismo, en su libro Mein Kampf, se oponía a una guerra en dos frentes, y además le señalé que las fuerzas principales de la Luftwaffe alemana estarían ocupadas en el Este, e Inglaterra, cuya industria aérea estaba dañada, tendría posibilidad de volver a respirar y recobrarse".

EL PRESIDENTE: ¿Es buen momento para hacer un descanso de diez minutos?

(Se hizo un receso).

EL PRESIDENTE: El Tribunal ha observado que el testigo está usando notas mientras ofrece su testimonio. La decisión que anuncié esta mañana se limitaba a los acusados, no se aplicaba a los testigos. De todas formas, el Tribunal aplicará la misma norma a los testigos. Pero el testimonio no debe ser leído, siendo el fin de la decisión meramente el permitir refrescar la memoria al dar testimonio.

Adelante, Dr. Stahmer.

(Continuación del interrogatorio).

Dr. STAHMER:

P: ¿Sabe si hubo personas que acudieron al Reichsmarshal para pedirle que se liberara a sus familiares de campos de concentración, o que les ayudara con sus problemas con la Gestapo?

R: El Jefe de Departamento es la persona que podría responder a esta pregunta. Yo sólo me enteré de que se dirigieron peticiones de ese tipo al Reichsmarshal.

P: ¿No tuvo que hacerse cargo de peticiones de ese tipo en la sección militar?

R: En la sección militar tuve que encargarme de las peticiones relacionadas con la Luftwaffe. Pero se trataba sólo de peticiones sobre arrestos de ciudadanos alemanes que alegaban que no se les había indicado el motivo del arresto. También recibimos misivas sobre perjuicios causados por la "arianización" y sobre arrestos de judíos. Me llegaron peticiones de este tipo sólo de fuentes de la Luftwaffe o de mi círculo inmediato de amistades.

P: ¿Cómo se trataban esas peticiones?

R: Esas peticiones se trataban siempre de la siguiente manera:

La mayoría de las peticiones, que procedían de la masa popular, eran comunicadas al Reichsmarshal a través de su Departamento. Las peticiones que procedían de la Luftwaffe eran tratadas por mi, y las peticiones que procedían de familiares o amigos del Reichsmarshal las gestionaba él mismo. El Reichsmarshal

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no se negaba a ayudar en estos casos. En casos individuales le pedía al Führer personalmente que tomara una decisión.

En todos los casos que traté se pudo proporcionar ayuda.

P: ¿Acudieron muchos judíos a Goering para pedir ayuda?

R: Sí, judíos, y en especial judíos de sangre mezclada, hicieron peticiones al Reichsmarshal Goering.

P: ¿Cómo se gestionaron estas peticiones?

R: El Reichsmarshal no se negó a ayudar y nos dio instrucciones según las cuales, cuando fuera posible, había que ayudar.

P: ¿Cuál era la actitud general de Goering hacia la sociedad?

R: La actitud de Goering hacia la sociedad era la siguiente:

En sus sentimientos, pensamientos y acciones, por lo que respecta la sociedad, era un benefactor de todos los necesitados. Siempre estaba dispuesto a ayudar a quienes lo necesitaran, por ejemplo, personas enfermas, heridas, familiares de caídos en combate, y de prisioneros de guerra.

La atención hacia las clases trabajadoras fue especialmente importante para él. Aquí tenemos un ejemplo: la introducción de las compensaciones para mineros. Todo minero que hubiera completado veinticinco años de trabajo constante recibía más de veinte mil marcos. Esta fue una de sus acciones sociales más importantes.

P: ¿Conocía usted las condiciones de los campos de concentración?

R: No sabía nada de las condiciones de los campos de concentración.

P: ¿Se hablaba de los campos de concentración en el Cuartel General del Führer en conversaciones con el Führer, o en alguna otra ocasión?

R: En el Cuartel General del Führer nunca oí hablar al Führer de los campos de concentración. Nunca trató el tema en nuestro círculo.

P: ¿Se habló allí de la cuestión de la aniquilación de los judíos?

R: No, no se habló de ello.

P: ¿Ni siquiera en conversaciones sobre la situación de la guerra?

R: No, no recuerdo ningún momento en el que hablara de la aniquilación de los judíos en mi presencia durante conversaciones sobre la situación de la guerra.

P: ¿Mencionó alguna otra persona algo allí?

R: No.

P: ¿Y Himmler?

R: Himmler nunca habló del tema. Sólo he oído desde que estoy en prisión que la respuesta que daba Himmler a las personas que le hablaban de este tema era: "Lo que ha oído usted no es verdad, es incorrecto". Yo personalmente no traté esta cuestión con Himmler.

P: ¿Sabía usted cuántos campos de concentración había?

R: Todo el mundo sabía que los campos existían, pero yo no sabía que había tantos. Sólo al acabar la guerra vi en los periódicos los nombres de Mauthausen y Buchenwald. Sólo conocía el campo de Dachau porque soy de Baviera.

P: ¿Tampoco oyó nunca nada sobre las atrocidades?

R: No, nunca supe nada de las atrocidades. La primera vez que supe algo de esto fue el año pasado, cuando informé al Reichsmarshal, para ser exactos, fue a mediados de marzo de 1945, cuando le informé de mi permiso por enfermedad. El Reichsmarshal me dijo durante el almuerzo que tenía que haber perecido un gran número de judíos allí, y que lo pagaríamos caro. Esa fue la primera vez que oí algo sobre crímenes contra los judíos.

Dr. STAHMER: No tengo más preguntas. El testigo queda a disposición del resto de abogados de la defensa y de la fiscalía.

EL PRESIDENTE: ¿Quiere algún abogado de la defensa hacerle alguna pregunta a este testigo?

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Dr. LATERNSER (abogado del Estado Mayor y el OKW):

Tengo unas pocas preguntas para este testigo.

P: Testigo, como oficial de enlace del Comandante en Jefe de la Luftwaffe en el Cuartel General del Führer, usted participó, como ha mencionado, en las conversaciones sobre la marcha de la guerra. ¿Tomó parte también en conversaciones sobre la situación de la guerra cuando comandantes de la línea de frente presentaban sus informes a Hitler?

R: No tomé parte personalmente en esas conversaciones. Estuve presente sin embargo en dos conversaciones en la sala contigua, la primera vez cuando el Mariscal de Campo von Kleist acudió a una reunión, y la segunda cuando el líder del Ejército de Crimea se presentó para dar un informe tras la evacuación de Crimea.

Como he dicho, no estaba realmente presente en esas reuniones, pero oí desde la sala contigua que hubo algunas diferencias de opinión entre Hitler y el comandante en cuestión, ya que elevaron el tono de voz. Eso es todo lo que puedo decir.

P: ¿Oyó lo suficiente como para captar la tónica de esta conversación?

R: No, no pude captar ni la tónica ni la esencia de estas conversaciones.

Dr. LATERNSER: En ese caso, no tengo más preguntas.

EL PRESIDENTE: ¿Quiere algún otro abogado de la defensa hacer preguntas?

En ese caso, ¿quiere la fiscalía hacer alguna pregunta?

INTERROGATORIO DE LA FISCALÍA

Sr. JUEZ JACKSON:

P: Con la venia. ¿Es usted en este momento un prisionero de guerra de Estados Unidos?

R: Ruego me disculpe. ¿Podría por favor repetir la pregunta? No le he entendido.

P: ¿Es usted en este momento un prisionero de guerra de Estados Unidos?

R: En este momento soy prisionero de guerra de Estados Unidos.

P: ¿Ha sido interrogado en un cierto número de ocasiones por representantes de Estados Unidos?

R: Me han interrogado varias veces representantes de Estados Unidos.

P: ¿Ha mantenido también diversas conversaciones con el Dr. Stahmer, que acaba de interrogarle?

R: He mantenido diversas conversaciones con el Dr. Stahmer, que acaba de dirigirme algunas preguntas.

P: ¿Le hizo esas preguntas hace un tiempo y preparó usted por escrito sus respuestas?

R: Me proporcionó de antemano estas preguntas, y tuve tiempo de preparar mis respuestas.

P: Pasando al tema de los campos de concentración y las actividades de su departamento relacionadas con la liberación de personas de éstos, si lo he entendido bien, llegaron a la oficina de Goering un gran número de solicitudes pidiendo que se liberara a personas de los campos de concentración.

R: He declarado antes que las peticiones de liberación de campos de concentración no llegaban a mi departamento, sino a la Dirección. Sólo recibía las peticiones y quejas en las que algunas personas pedían ayuda porque las habían arrestado, entre ellas judíos que iban a ser arrestados.

P: ¿Y fueron numerosas las peticiones que le llegaron?

R: Mi sector sólo cubría la Luftwaffe. Hubo quizás entre diez y veinte solicitudes.

P: ¿Y esas solicitudes eran de personas amenazadas con ser encerradas, o que habían sido encerradas, o ambos casos?

R: En parte personas amenazadas con ser arrestadas, en parte personas ya arrestadas.

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P: Y si le he entendido bien, usted intervino en todos los casos para ayudarlas.

R: Siguiendo las instrucciones del Reichsmarshal, ayudé en todos los casos que se me presentaron.

P: ¿Y sabe usted de algún caso de los que llegaron a la Dirección en el que no se prestara ayuda a las personas arrestadas?

R: No sé nada de eso. Tan sólo sé lo que me dijo el Dr. Witzbach, el Jefe de Dirección, que las peticiones que le llegaron también se respondieron compasivamente.

P: Las personas a las que usted ayudó, ¿eran inocentes de los crímenes de los que se les acusaban, o ayudó usted a personas culpables de algún crimen?

R: Las personas a las que ayudé eran inocentes.

P: Así que usted vio que se estaba mandando a campos de concentración a personas inocentes.

R: ¿Podría repetir la pregunta?

P: ¿Vio usted así que se estaba mandando a campos de concentración a personas inocentes?

R: No las habían mandado a campos de concentración, iban a mandarlas.

P: Creí entender que había dicho que ayudó a algunas que habían sido arrestadas.

R: Sí, pero no las habían mandado a campos de concentración. Le daré un ejemplo. Un compañero mío, del Escuadrón Richthofen, un judío llamado Luther, fue arrestado por la Gestapo, es decir, no lo llevaron a un campo de concentración, simplemente lo arrestó la Gestapo. Su abogado me informó. Informé al Reichsmarshal de este caso, y el Reichsmarshal me ordenó que hiciera que liberaran a este hombre de la prisión preventiva en Hamburgo en la que le había encerrado la Gestapo. Aún no estaba en un campo de concentración. Que yo recuerde, esto ocurrió en 1943.

P: ¿De qué le acusaban cuando fue arrestado?

R: Fue arrestado porque era judío y le dijeron que había cometido un delito de decencia porque había estado con una mujer aria en un hotel.

P: ¿E hizo usted averiguaciones para comprobar si era cierta la acusación?

R: No tuve que hacer ninguna averiguación porque no tuve problemas para conseguir su liberación. Cuando llamé, lo liberaron y de ahí en adelante quedó bajo la protección de Hermann Goering.

P: ¿A quién llamó para lograr su liberación?

R: A la Oficina Central de la Gestapo de Hamburgo. No sé el nombre, no hice la llamada, se lo encargué a mi asistente, el Ministerialrat Dr. Boettger.

P: ¿Así que la Gestapo podía liberar a personas si lo pedía Hermann Goering?

R: No desde la oficina de Hermann Goering, pero el Reichsmarshal nos ordenó que lo hiciéramos, y lo hicimos.

P: Creo que ha dicho que llamó su asistente. ¿Llamó también Goering a la Gestapo?

R: No, él no llamó, en este caso no.

P: ¿Así que aunque este hombre podía ser culpable del delito, al pertenecer a la Luftwaffe, fue liberado por decisión del Reichsmarshal?

R: No era miembro de la Luftwaffe, era un civil. Había sido uno de nuestros camaradas en el Escuadrón Richthofen. No estuvo en la Wehrmacht durante la guerra.

P: ¿Pero sus instrucciones eran liberar a todos los que fueran judíos o a los que fueran de la Luftwaffe? ¿Fueron esas las instrucciones que le dio Goering?

R: El Reichsmarshal me dijo una y otra vez que en esos casos tenía que ser compasivo, y lo fui en todos los casos.

P: ¿Cómo descubrió usted que se estaba arrestando a judíos contra los que no se había presentado ningún cargo?

R: En un caso, en el caso de las dos familias Ballin de Munich. Eran dos matrimonios de ancianos, de más de setenta años. Se iba a arrestar

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a estas dos parejas, y me informaron de ello. Le hablé al Reichsmarshal de esto, y me dijo que se debería llevar a estas dos parejas al extranjero.

Fue el caso de los dos matrimonios Ballin, que en 1923, cuando Hermann Goering fue herido grave frente al Feldherrnhalle y se refugió en una casa, le acogieron y le ayudaron. Se iba a arrestar a estas dos familias.

P: ¿Por qué motivo?

R: Las iban a arrestar porque había una orden general según la cual se debía mandar a los judíos a campos de reunión.


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