[an error occurred while processing this directive] Nuremberg, crimenes de guerra, crimes contra la humanidad

Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
27 de febrero a 11 de marzo de 1946

Heptagésimo Quinto Día: Miércoles, 6 de marzo de 1946
(4 de 6)


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EL PRESIDENTE: Muy bien. Sigamos, entonces.

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Dr. SAUTER: Señorías, tengo además, en el nº 4, una declaración jurada de una testigo, Maria Hoepken. Presentaré esta declaración jurada, que ya tengo en mi poder, al Tribunal y a la fiscalía, junto con mi libro de documentos, con suficiente antelación.

Tengo también declaraciones juradas en mi poder, si se me permite mencionarlo ahora, de dos testigos: el nº 9, el Dr. Klingspor, y el nº 10, el Dr. Roesen. En este caso se aplica lo mismo. El Tribunal y la fiscalía recibirán estas dos declaraciones juradas con antelación, junto con mi libro de documentos.

En cuanto al nº 8, el testigo Hoffman, la fiscalía acepta que comparezca como testigo porque está aquí, en Nuremberg. Por tanto, creo que no tengo que ofrecer una declaración detallada sobre él.

Esto mismo se puede decir de los números 12 y 13. Son dos testigos: Schneeberger, un Gauobmann de Viena que nos informará de la actitud del acusado hacia la cuestión de los trabajadores extranjeros durante su época como Gauleiter de Viena, y el nº 13, el Mariscal de Campo von Blomberg, que nos informará de la actitud del acusado von Schirach hacia la cuestión de la educación premilitar de la juventud, la cuestión del entrenamiento físico, y la cuestión de la educación patriótica de la juventud. La fiscalía acepta interrogatorios por escrito de estos dos testigos, algo que ya he sugerido yo mismo.

Y ahora, Señorías, paso al testigo de mi lista más cercano al corazón de mi cliente, y al mío. Es el nº 11, la solicitud de comparecencia de una mujer francesa llamada Ida Vasseau. Oímos hablar de esta testigo, Ida Vasseau, por primera vez en la Sala cuando la fiscalía soviética presentó el informe de una comisión sobre las "Atrocidades de los invasores fascistas alemanes en el área de Lemberg", según dice el título, prueba URSS 6.

Este documento contiene una frase según la cual una mujer francesa, Ida Vasseau, que trabajaba en un orfanato de Lemberg, había informado de que las Juventudes Hitlerianas habían cometido atrocidades especialmente terribles en Lemberg. Se alegó que se habían vendido niños pequeños del gueto. Sin embargo, no se indicaba ni quién los había vendido, ni a quiénes. Y de todas formas, se afirmaba sin dudar que las Juventudes Hitlerianas habían cometido estas atrocidades.

Señorías, somos plenamente conscientes de que esos hechos constituirían una extraordinaria atrocidad, y puedo decirles que ninguna de las presentaciones hechas por la fiscalía durante los últimos tres meses ha deprimido tanto, hasta físicamente, al acusado Schirach como estas alegaciones. El acusado Schirach siempre ha mantenido, incluso en sus primeros interrogatorios, que asume toda la responsabilidad de la educación y adiestramiento de la juventud alemana, según las órdenes que recibió; y que está preparado y dispuesto, incluso como acusado, a explicarle al Tribunal los principios que le guiaron, qué objetivos tenía, y qué logros alcanzó. Por ejemplo, nunca ha negado que su adiestramiento de la juventud se basaba en el patriotismo...

EL PRESIDENTE: Dr. Sauter, ahora sólo está solicitando testigos, ¿Verdad? Verá, usted está de acuerdo en presentar una declaración jurada...

Dr. SAUTER: No le he entendido, Sr. Presidente.

EL PRESIDENTE: Lo que le estoy señalando es que esto es sólo una solicitud de testigos, y en su solicitud usted dice: "Sin embargo, teniendo en cuenta lo lejos que la testigo está de Nuremberg, acepto que en principio se presente sólo una declaración jurada".

Dr. SAUTER: Sí.

EL PRESIDENTE: Sir David aceptó la presentación de una declaración jurada. Así que están de acuerdo, y no entiendo por qué deberíamos dedicar más tiempo a esta solicitud.

Dr. SAUTER: Sin embargo, Sr. Presidente, he añadido algo a mi solicitud. He escrito que una comparecencia en persona de esta testigo ante el Tribunal

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sería útil porque se le podrían hacer preguntas y porque su testigo es importante para definir a las Juventudes Hitlerianas en general. También he añadido...

EL PRESIDENTE: Su solicitud dice que se reserva ese derecho. Bien, puede preparar la declaración jurada y enviársela a la testigo, y después puede ver si quiere a la testigo para interrogarla. Y Sir David está de acuerdo.

Dr. SAUTER: Sr. Presidente, mi cliente le da tanta importancia a este caso concreto por las siguientes razones: las HJ, es decir, las Juventudes Hitlerianas, que dirigió, tenían unos ocho millones de miembros. Era por tanto mayor que...

EL PRESIDENTE: Dr. Sauter, el Tribunal entiende por qué el acusado está interesado en este asunto. Pero me parece que sería totalmente satisfactorio que se redactara una declaración jurada y se enviara a la testigo. Y después puede ver usted si quiere que la testigo, cuyo paradero actual es desconocido, comparezca aquí en persona.

Dr. SAUTER: Sr. Presidente, mi cliente señaló una cosa en particular, que con ocho millones de miembros, sólo hubo un caso de atrocidades del que nunca oyó hablar entre el Liderazgo de las Juventudes Hitlerianas. Sin embargo, acepto obtener una declaración jurada para ser expeditivos. Pero en este caso me debo reservar el derecho a hacer comparecer a la testigo si la declaración jurada es insuficiente.

EL PRESIDENTE: Con esto terminan los testigos, y será mejor que hagamos ahora un descanso.

(Se hizo un receso).

SIR DAVID MAXWELL FYFE: Con la venia, en cuanto a los documentos que ha pedido el Dr. Sauter, la fiscalía adopta la línea habitual: no hay una objeción general al uso de fragmentos, pero en este punto se reserva el derecho a refutar que un fragmento sea admisible en base a su relevancia.

Tendrán que estudiar especialmente el nº 9, el libro titulado Mira, el Corazón de Europa, y el comentario del difunto Lord Lloyd George que incluye, pero pueden ver que son asuntos que se tratarán más adecuadamente cuando hayan visto el libro de documentos y tengan ante ustedes los fragmentos.

Dr. SAUTER (abogado del acusado Schirach): Sr. Presidente, puedo exponer mi postura sobre los documentos muy brevemente. En general, es un conjunto de libros, discursos y ensayos del acusado von Schirach. Estas obras literarias están en mi poder, y se las presentaré a la fiscalía junto con mi libro de documentos. Con el libro de documentos, presentaré al Tribunal y a la fiscalía los fragmentos individuales que me propongo usar como pruebas, por lo que la fiscalía todavía podrá hacer cualquier comentario individual que desee hacer sobre los fragmentos individuales.

Creo que eso es todo lo que tenía que decir sobre este asunto.

Dr. SEIDL (abogado del acusado Hess): Sr. Presidente, el 28 de febrero presenté una moción complementaria en nombre del acusado Hess. Agradecería que el Tribunal me informara de si desea escuchar ahora o más adelante la argumentación relativa a esta moción, ya que no sé si el Tribunal tiene en su poder una traducción de mi moción.

EL PRESIDENTE: El Tribunal aún no ha visto la solicitud, así que creo que será mejor que posponga la argumentación hasta que el Tribunal haya visto la solicitud.

Dr. SEIDL: Muy bien, Sr. Presidente.

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Dr. SERVATIUS (abogado del acusado Sauckel): En nombre del acusado Sauckel, he sugerido un cierto número de testigos, y en mis observaciones preliminares sobre la lista, los he dividido en varios grupos.

La peculiaridad de estos testimonios recae en el hecho de que en este caso se tiene que aclarar un mosaico de pequeños hechos. En su caso contra Sauckel la fiscalía se limitó a presentar material incriminatorio general, y no expuso todos los detalles de los trabajos hechos para las SS bajo los auspicios del Arbeitdienst (Servicio de Trabajo) ni de asuntos similares.

Se han demostrado muy pocos hechos relacionados con el ámbito de actuación de Sauckel en general. Me veo obligado por tanto a presentar a su personal, sus colaboradores, y sus ámbitos de actuación. A primera vista, mi lista de testigos puede parecer repetitiva, pero una inspección más detallada indica que abarcan diferentes campos. Algunos son expertos en asuntos del Este, otros se encargaron del Oeste o del Sur. Está la cuestión de la dirección de la mano de obra, suministros, alojamiento, y la autoridad ejercida por ciertos individuos. El reclutamiento de trabajadores en países extranjeros se incluye en otro apartado. Y también tienen que comparecer testigos de este asunto.

En el caso de Sauckel la cuestión de la mano de obra es la clave, y la conspiración, un asunto secundario. Creo que puedo basarme en gran parte en las declaraciones que se pueden esperar de otros acusados y de sus testigos.

SIR DAVID MAXWELL FYFE: Con la venia, la fiscalía ha seguido la separación en grupos del Dr. Servatius a la hora de tratar los testigos sugeridos.

El primer testigo, el Embajador Abetz, pertenece a una categoría propia. El abogado del acusado quiere que este testigo declare sobre los acuerdos a los que llegó con Laval. La fiscalía alega que eso no puede afectar a lo argumentado sobre la sin duda ocupada Francia, y sugerimos que este testigo es totalmente irrelevante para los cargos principales presentados contra el acusado. Mis colegas franceses, sin embargo, si el Dr. Servatius lo desea, le informarán del interrogatorio tomado al Embajador Abetz relativo a este asunto. No quiero comentarlo en este momento, porque es obviamente un asunto que el Dr. Servatius debería estudiar antes de hacer comentarios en el Tribunal, pero si me permite decirlo, creo que sería útil que estudiara ese punto antes de tomar una decisión.

El grupo siguiente son los testigos 2 a 8. Todos son del Ministerio del Reich de Trabajo, y se les quiere hacer comparecer para que hablen en general de la actitud del acusado, las limitaciones que tenía con respecto al reclutamiento, y de sus relaciones personales con delincuentes. La fiscalía sugiere que lo razonable sería que el Dr. Servatius seleccionara a los dos mejores de los ocho para que comparezcan en persona, y a dos más para que presenten declaraciones juradas.

Los tres siguientes, números 9, 10 y 11, fueron miembros del personal del acusado Sauckel, de los que se espera que declaren sobre los esfuerzos del acusado para conseguir condiciones decentes. La fiscalía sugiere de nuevo que se haga una selección, y considera que debería haber un testigo y una declaración jurada.

El nº 12, el testigo Hoffman, comparecería para decir que el DAF, el Deutsche Arbeiter Front, se preocupó del bienestar de los trabajadores extranjeros, de acuerdo con el difunto Dr. Ley. La fiscalía alega que este testigo sería redundante, y lo rechaza, ya que consideramos que ese asunto ya está cubierto.

Después hay una serie de testigos, números 13 a 18, que hablarían de las relaciones y vínculos del acusado Sauckel con el DAF. Siguen tratando en esencia los mismos puntos, y la fiscalía sugiere que sería suficiente con un testigo y una declaración jurada de ese grupo.

El testigo siguiente, el número 19, Karl Götz, director de banco, habla de la cuestión de los sueldos, y también de las transferencias de dinero a sus hogares hechas por los trabajadores extranjeros.

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La fiscalía sugiere que es el tipo de pruebas que se podrían tratar adecuadamente con una declaración jurada o un interrogatorio, según lo que prefiera el Dr. Servatius.

El nº 20, Beckurtz, habla de las condiciones especiales de los trabajadores extranjeros en Gustloff. Ese asunto ha sido cubierto profusamente en general por testigos anteriores, y la fiscalía sugiere que este testigo concreto es redundante.

En cuanto a Franz Seldte, del Ministerio del Reich de Trabajo, habla del reparto de autoridad entre Sauckel y Ley, y alega que Sauckel no tuvo nada que ver con la mano de obra de campos de concentración. La fiscalía sugiere de nuevo que una declaración jurada bastaría para ver hasta qué punto está hablando el testigo Seldte de asuntos de rutina, como órdenes o similares, y hasta qué punto habla de cuestiones individuales o personales. Si habla realmente de cuestiones y entrevistas individuales y personales, sugiero que en este punto el Dr. Servatius vuelva a plantear su solicitud.

El testigo Darré, que fue Ministro del Reich de Alimentación y Agricultura, hablará de los esfuerzos del acusado para conseguir mejores raciones de comida para los trabajadores extranjeros, en especial en áreas del Este. La fiscalía sugiere que este testigo también es redundante, e indicará una serie de testigos y documentos que tratan este punto.

En cuanto al nº 23, el General Reinecke, no hay objeciones.

El nº 24, el Coronel Frantz, comparecería para decir que se intercambiaron prisioneros de guerra franceses por trabajadores voluntarios. La fiscalía plantea objeciones en base a la irrelevancia del asunto.

Con respecto al nº 25, no hay objeciones hacia el Dr. Lammers, al que creo que todos, o casi todos los acusados, llaman a declarar.

El siguiente, número 26, el testigo Peukert, habla de nuevo de la situación administrativa y del aparato ejecutivo de Sauckel, que ya han sido tratados por otros testigos con considerable detalle, y la fiscalía lo considera redundante.

EL nº 27, el Gobernador Fischer, Jefe de Mano de Obra del Gobierno General, comparecería para decir que Sauckel llegó a acuerdos con las SS relativos al reasentamiento. Una vez más, si habla de normas y órdenes que se fijaron, sugerimos una declaración jurada.

Si lo he entendido bien, se quiere llamar a declarar al testigo siguiente, el Dr. Wilhelm Jaeger, para interrogarle con respecto a su declaración jurada. Es la prueba USA 202, y las referencias en la transcripción son las páginas 319-323, Parte 2, y la página 437, Parte 4. No se hizo ninguna petición en este momento, y dejo en manos del Dr. Servatius el explicar su postura antes de tratar este punto.

Los dos siguientes, el Dr. Voss y el Dr. Scharman, hablan de cuestiones de salud pública de los trabajadores extranjeros. Tratan diferentes distritos. La fiscalía alega que este asunto se puede tratar con una declaración jurada.

En cuanto a los tres testigos siguientes, números 31, 32 y 33, creo que el Dr. Servatius quiere que uno de los tres refute el testimonio del Sr. Dubost del 28 de enero según el cual el acusado autorizó la evacuación de Buchenwald. He mirado en las páginas 207 a 222, Parte 5, de la transcripción, pero no he podido encontrar el testimonio del que habla el Dr. Servatius, y quizás tendrá la bondad de indicárselo al Tribunal.

En cuanto al nº 34, Skorzeny, que comparecería para probar que el acusado, como Gauleiter, no tuvo nada que ver con campos de concentración, no hay objeciones.

Con respecto a Schwartz, para probar que el diagrama del Partido presentado al Tribunal es incorrecto en un aspecto, sugerimos que se conceda este testigo.

En cuanto a Frau Sauckel, que se desea que comparezca para que hable de la actitud caritativa del acusado, sin importarle el Partido, la fiscalía sugiere que es irrelevante para los asuntos presentados al Tribunal.

Creo que en este caso es imposible, Señoría, dejar los testigos sin pedirle al Tribunal que eche un vistazo a los documentos, porque ambos están interrelacionados.

Se solicitan 97 juegos de documentos, y en general, cubren lo que en Inglaterra llamaríamos todas las normas y órdenes estatutarias relevantes, es decir,

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la legislación subsidiaria elaborada en relación a las actividades de este acusado. Francamente, debo decirle al Tribunal que no he tenido oportunidad de leer las órdenes originales. Sólo he leído el resumen que el Dr. Servatius ha tenido la bondad de proporcionarme en su solicitud. Pero, claramente, estos documentos cubren de nuevo con el máximo detalle los diversos problemas que tratan los respectivos grupos de testigos, y la fiscalía alega que son una buena razón y una base que justifica aplicar una limitación considerable a los testigos orales.

Hay algunos documentos sobre los que mis colegas y yo tenemos importantes objeciones, e indicaré dos o tres.

El nº 45 habla de la ley del Reich de inspección sanitaria de carne, y se presenta para probar especialmente que la población civil alemana también recibió carne de categoría inferior, que por tanto, no se podría considerar carne incomestible. Si no se dispone de la comparación de calorías y otras propiedades de la carne, va a ser extremadamente difícil obtener algo de esta prueba. Llega a unos detalles poco razonables para la investigación presentada al Tribunal.

Si el Tribunal pasa ahora a los números 80 y 81, el Dr. Servatius quiere mostrar ciertas órdenes soviéticas, al parecer con el fin de demostrar que los métodos soviéticos de movilización no respetaban la Convención de La Haya, y que son por tanto prueba de que la Convención de La Haya había quedado obsoleta. Alego que los dos pequeños ejemplos que se encuentran en estas pruebas indican que habría que hacer un estudio extenso de los hechos que los rodean, y que no podrían ser la base de ningún argumento sensato según el cual había quedado anulada una convención. Es posible que en casos raros haya acuerdos internacionales que queden anulados por una conquista. Pero pruebas de esa clase, alego respetuosamente, no podrían ser base de una argumentación como esa.

Después pasamos a los números 90 y 91, que son archivos de declaraciones juradas. Aquí nuevamente es muy difícil, sin un estudio serio y prolongado de las circunstancias en las que se tomaron esas declaraciones juradas, determinar el valor de lotes de declaraciones juradas de esa clase.


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