[an error occurred while processing this directive] Nuremberg, crimenes de guerra, crimes contra la humanidad

Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
27 de febrero a 11 de marzo de 1946

Sexagésimo Noveno Día: Miércoles, 27 de febrero de 1946
(6 de 9)


[Página 19]

(No hubo respuesta).

EL PRESIDENTE: Entonces el testigo puede retirarse.

CORONEL SMIRNOV: Querría presentarle al Tribunal un fragmento muy breve de un documento presentado como apéndice al Informe del Gobierno Polaco. Me refiero a una declaración jurada...

EL PRESIDENTE: ¿Tiene algún otro testigo?

CORONEL SMIRNOV: Sí, aún tengo una petición para llamar a declarar a un testigo más sobre el último cargo de mi declaración. En relación a la presentación de pruebas sobre este último cargo, solicitaré al Tribunal permiso para llamar a declarar como testigo al Archidiácono de las iglesias de Leningrado y Rector del Seminario de Leningrado, el Deán en funciones de la Catedral de San Nicolás Boqoiavlensky en Leningrado, el Reverentísimo Nicolai Ivanovitch Lomakin.

[Página 20]

EL PRESIDENTE: Muy bien, y podrá así concluir su presentación y finalizar sus declaraciones, ¿correcto?

CORONEL SMIRNOV: Sí, Sr. Presidente.

CORONEL SMIRNOV: Querría leer otro fragmento breve de este informe del magistrado investigador polaco, que presento al Tribunal como prueba URSS 340. Leeré sólo el fragmento que expone la escala de los crímenes. El número de víctimas asesinadas en el Campo de Treblinka, según el magistrado polaco, es de unas 781.000 personas. Asimismo menciona que los testigos interrogados por él declararon que cuando se clasificaba la ropa de los internos, llegaron a encontrar pasaportes británicos y diplomas de la Universidad de Cambridge. Esto quiere decir que las víctimas de Treblinka procedían de todos los países de Europa.

Querría citar también como prueba de la existencia de otro centro secreto de exterminio las declaraciones de Wladislav Bedgarz, el Magistrado Investigador de Distrito de la ciudad de Lodz, hechas ante la Comisión Central para la Investigación de Crímenes Alemanes en Polonia. Este testimonio es también un apéndice oficial al Informe del Gobierno Polaco. Querría leer dos fragmentos de esta declaración que nos darán una idea de los métodos de exterminio practicados en el pueblo de Chelmno. Los dos párrafos están en la página 223 del libro de documentos:

"En el pueblo de Chelmno había una mansión abandonada rodeada de un gran parque, propiedad del Estado. Cerca había un bosque de pinos con una densa maleza. Los alemanes construyeron un campo de exterminio en este lugar. Se rodeó el parque con una valla de madera alta, y no se podía ver lo que ocurría ni en el parque ni en la propia casa. Todos los habitantes del pueblo de Chelmno fueron evacuados..."
Interrumpo la cita y paso a la página 226 del libro de documentos, el primer párrafo:
"Toda la organización creada para el exterminio de personas fue desarrollada tan hábilmente que un transporte de personas condenadas no podía descubrir hasta el último momento la suerte que había corrido el grupo que les había precedido. La partida de transportes, de entre 1.000 y 2.000 personas desde el pueblo de Sawadki hasta el campo de exterminio y el exterminio de los que habían llegado terminaba a las 2 p.m.

Los camiones cargados de judíos llegaban al campo y se detenían delante de la mansión. Un representante del Sonderkommando daba un breve discurso a los recién llegados. Les aseguraba que iban a trabajar en el Este. Les prometía que las autoridades les darían un trato justo y la comida adecuada, y les decían que debían darse un baño antes de partir mientras desinfectaban su ropa. Se llevaba entonces a los judíos del patio a una gran sala caldeada en la segunda planta de la mansión. Tenían que desnudarse allí, y cubiertos sólo de su ropa interior, bajaban las escaleras, caminaban por un pasillo con carteles en las paredes que decían "Al Oficial Médico" y "Al Baño". La flecha que indicaba el camino "Al Baño" apuntaba hacia la salida. Los alemanes le decían a los judíos que salían al patio que iban a ir al baño en un furgón cerrado, y ciertamente se aparcaba un gran furgón frente a esta puerta, de tal forma que los judíos que salían de la casa se encontraban con una escalera que les llevaba directamente al furgón. La subida de los judíos al furgón duraba poco. Había policías de guardia en el pasillo y cerca del furgón. Forzaban con gritos y golpes a los judíos a entrar en el furgón, aturdiéndolos para que no ofrecieran resistencia. Cuando todos los judíos estaban ya apelotonados en el furgón, se cerraban con llave cuidadosamente las puertas, y el conductor arrancaba el motor, de tal forma que los judíos del furgón eran envenenados con el gas del tubo de escape".

[Página 21]

Considero innecesario citar la parte del informe en la que se dice que el furgón en cuestión era el "furgón asesino" que ya conoce el Tribunal.

Citaré una frase de la página 10 de este documento, en el párrafo 3:

"Así, se exterminó en Chelmno a al menos 340.000 hombres, mujeres y niños, desde recién nacidos hasta ancianos".
Creo que puedo terminar aquí la parte de mi exposición sobre los centros secretos de exterminio. Y paso ahora a la última parte de mi exposición, sobre persecución religiosa.

Tanto en la Unión Soviética como en los países ocupados del Este de Europa, los criminales fascistas alemanes se comportaron de forma vergonzosa al burlarse de los sentimientos religiosos y la fe de las personas, y persiguiendo y asesinando a religiosos de todos los credos.

Como prueba leeré unos pocos fragmentos de los informes de cada país. Checoslovaquia. En la página 70 del texto en ruso, página 80 del libro de documentos, vemos la descripción de la persecución de la Iglesia Ortodoxa Checa por parte de los criminales fascistas alemanes. Cito sólo un párrafo:

"El golpe más duro fue dirigido contra la Iglesia Ortodoxa Checa. El Ministerio de Asuntos Religiosos ordenó desde Berlín a las parroquias ortodoxas de Checoslovaquia que renunciaran a la jurisdicción de la diócesis de Belgrado-Constantinopla, y que pasaran a quedar subordinadas al Obispo de Berlín. El Obispo checo Gorazd fue ejecutado, junto con otros dos sacerdotes de la Iglesia Ortodoxa. Una orden especial del Protector Daluege de septiembre de 1942 decretó la disolución de la jurisdicción de la Iglesia Ortodoxa de Serbia y Constantinopla en el territorio checo, quedando prohibida su actividad religiosa, y sus propiedades confiscadas".
En la página 69 de ese mismo informe, página 79 del libro de documentos, hay en el último párrafo una descripción de la persecución de la iglesia nacional checa, perseguida por los fascistas alemanes, según el informe, "simplemente por su nombre, por su simpatía hacia el movimiento husita y la constitución democrática, y por el papel que ejerció en la fundación de la República Checa". La iglesia nacional checa de Eslovaquia fue prohibida y sus propiedades confiscadas por los alemanes en 1940.

También se persiguió a la Iglesia Protestante de Checoslovaquia. El fragmento que querría leer se encuentra en la página 80 del libro de documentos, párrafo 2:

"Se privó a las Iglesias Protestantes de la libertad de predicar el Evangelio. La Policía Estatal Secreta alemana vigilaba cuidadosamente al clero para asegurarse de que respetaban las restricciones impuestas. La censura nazi llegó al punto de prohibir el canto de himnos que alabaran a Dios por liberar a la nación de sus enemigos. No se permitía en absoluto la lectura en público de algunos pasajes de la Biblia. Los nazis se opusieron firmemente a la promulgación de ciertas doctrinas cristianas, especialmente de las que proclamaban la igualdad de todos los hombres ante Dios, el carácter universal de la Iglesia de Cristo, y los orígenes judíos del Evangelio, etc. Se prohibió estrictamente toda referencia a Huss, Schischka, los husitas y sus logros, así como a Masaryk y sus Legiones. Incluso se confiscaron libros de texto de religión. Los líderes de la Iglesia fueron perseguidos especialmente. Varios grupos de pastores fueron llevados a campos de concentración alemanes, entre ellos el Secretario General del Movimiento Estudiantil Cristiano de Checoslovaquia. Se ejecutó a uno de los asistentes de su presidente".
En la página 68 de este informe encontramos información sobre la persecución de la Iglesia Católica en Checoslovaquia. Este fragmento está en la página 79 del libro de documentos, el segundo párrafo. Cito un breve fragmento:
"En el territorio anexionado por Alemania tras el Pacto de Munich a varios sacerdotes checos les robaron sus propiedades y fueron expulsados. Se prohibieron en 1939 los peregrinajes a santuarios nacionales. Con el estallido de la guerra, hubo 437

[Página 22]

sacerdotes católicos entre los miles de patriotas checos arrestados y enviados a campos de concentración como rehenes. Se arrastró a venerables dignatarios eclesiásticos a campos de concentración en Alemania. En el camino que llevaba a los campos de concentración era habitual ver a un sacerdote vestido con harapos, agotado, tirando de una carretilla, y detrás de él a un joven con uniforme de las SS, látigo en mano".
Los creyentes y el clero de Polonia también sufrieron una persecución implacable. Cito breves fragmentos del Informe del Gobierno Polaco, que los miembros del Tribunal encontrarán en la página 10 del libro de documentos:
"En enero de 1941 habían muerto ya 700 sacerdotes; otros 3.000 estaban en prisiones o campos de concentración".
La persecución del clero comenzó inmediatamente después de la captura de territorio polaco por los alemanes. Según la página 42 del Informe Polaco:
"Al día siguiente de la ocupación de Varsovia, los alemanes arrestaron a unos 330 sacerdotes. En Cracovia, los colaboradores más cercanos al Arzobispo Monseñor Sapicha fueron arrestados y enviados a Alemania. El Reverentísimo Canónigo CZaplicki, de 75 años de edad, y su ayudante, fueron ejecutados en noviembre de 1939".
El informe del Gobierno Polaco cita estas palabras del Cardenal Hlond:
"Se persigue muy duramente al clero. Se somete a humillaciones a los que han decidido quedarse, han paralizado el ejercicio de sus deberes pastorales, y se les ha privado de todas las ayudas recibidas de su parroquia y de todos sus derechos. Están completamente a merced de la Gestapo. Es como la visión apocalíptica del 'Fides Depopulata'".
En el territorio de la Unión Soviética, la persecución de la religión y el clero supuso la profanación de iglesias, la destrucción de santuarios vinculados a los sentimientos patrióticos del pueblo ruso, y el asesinato de sacerdotes.

Ruego al Tribunal que llame a declarar al último testigo de la fiscalía soviética, el Deán de la Iglesia de la Ciudad de Leningrado, el Reverentísimo Nicolai Ivanovitch Lomakin.

(EL REVERENTÍSIMO NICOLAI IVANOVITCH LOMAKIN subió al estrado).

EL PRESIDENTE: ¿Podría decirme su nombre?

EL TESTIGO: Nicolai Ivanovitch Lomakin.

EL PRESIDENTE: ¿Es algo normal para usted hacer un juramento antes de dar testimonio?

EL TESTIGO: Soy un sacerdote ortodoxo.

EL PRESIDENTE: ¿Hará el juramento?

EL TESTIGO: Pertenezco a la Iglesia Ortodoxa, y cuando me ordené sacerdote en 1917 juré decir la verdad durante toda mi vida. Mantengo este juramento hasta hoy.

EL PRESIDENTE: Muy bien. Puede sentarse si lo desea.

INTERROGATORIO

CORONEL SMIRNOV:

P: Díganos, por favor, testigo, ¿es usted el Deán de la Iglesia de la Ciudad de Leningrado? ¿Quiere decir eso que todas las iglesias de esa ciudad están subordinadas a usted?

R: Sí, todas las iglesias son controladas directamente por mi. Estoy obligado a visitarlas periódicamente para inspeccionar sus condiciones, y las condiciones de la parroquia. Después debo presentar informes a Su Eminencia el Metropolitano.

[Página 23]

P: ¿Las iglesias de la región de Leningrado eran también controladas por usted?

R: En este momento no están subordinadas a mi, pero durante el asedio de Leningrado por los alemanes y la ocupación de la región de Leningrado, estuvieron bajo mi autoridad.

P: Tras la liberación de la región de Leningrado de la ocupación alemana, ¿visitó e inspeccionó las iglesias de la región a petición del Patriarca?

R: No, no a petición del Patriarca, sino a petición del Metropolitano Alexei. El Patriarca por aquel entonces era Sergei. En ese momento el Metropolitano Alexei era el Arzobispo de Leningrado y después pasó a ser el Patriarca de Moscú y de todos los rusos.

P: Díganos por favor, testigo, dónde estuvo usted durante el asedio de Leningrado.

R: Estuve todo el tiempo en Leningrado.

P: Si no me equivoco, le condecoraron por la defensa de Leningrado.

R: Sí, el día de mi cumpleaños me concedieron esta medalla por mi participación en la defensa heroica de Leningrado.

P: Díganos, testigo, ¿al principio del asedio de Leningrado, en qué iglesia oficiaba usted?

R: Al principio del asedio me encargaba del Cementerio Georgievsky, es decir, era el Rector de la Iglesia de San Nicolás del cementerio.

P: Era por tanto la iglesia de un cementerio.

R: Sí.


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