[an error occurred while processing this directive] Nuremberg, crimenes de guerra, crimes contra la humanidad

Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
27 de febrero a 11 de marzo de 1946

Sexagésimo Noveno Día: Miércoles, 27 de febrero de 1946
(1 de 9)


[Página 1]

Sir DAVID MAXWELL FYFE: Con la venia, me pregunto si el Tribunal me permitirá dar una breve explicación sobre el origen del documento del Stalag Luft 3 que trató el Tribunal ayer.

EL PRESIDENTE: Adelante.

Sir DAVID MAXWELL FYFE: Cuando se recopilaron pruebas para este juicio, se escribió a todos los gobiernos afectados y se les preguntó si podían elaborar informes gubernamentales, y prepararon informes gubernamentales que han sido presentados al Tribunal por los diversos equipos de la fiscalía.

El documento sobre la ejecución de los prisioneros del Stalag Luft 3 era un informe del Gobierno Británico de ese mismo tipo. Fue elaborado con información diversa incluida en los apéndices; esa información incluía el interrogatorio del General Westhoff, que fue enviado a la Comisión de Crímenes de Guerra de NacionesUnidas, al igual que otros miles de documentos, para que esa Comisión considerara si se debía actuar de alguna manera debido a los asuntos revelados en el documento.

Ese documento fue después enviado por la Comisión de Crímenes de Guerra de Naciones Unidas al Gobierno Británico, y fue tratado como parte de la información en la que se basó el informe del Gobierno Británico.

Yo mismo he certificado el informe del Gobierno Británico como informe gubernamental, y tengo autorización del Gobierno de su Majestad en Gran Bretaña para llevar a cabo esa certificación.

Es muy breve, y quizás venga bien que la lea para que figure en el sumario. Tengo la copia, que me fue enviada en la valija oficial del Gabinete, y firmada por Sir Edward Bridges, Secretario del Gabinete. El original fue enviado al Fiscal General, y el documento a nosotros dos a la vez, pero no hay duda de su autenticidad, y se puede presentar el original si es necesario.

El documento dice así:

"El Gobierno de Su Majestad en el Reino Unido de Gran Bretaña y el Norte de Irlanda ha autorizado al Honorable Sir Hartley Shawcross, K.C., M.P., Fiscal Jefe del Reino Unido, nombrado según el Artículo 14 del Estatuto, anexo al acuerdo del 8 de agosto de 1945, y al Honorable Sir David Maxwell Fyfe, K.C., M.P., Vicefiscal Jefe del Reino Unido, a certificar los documentos presentados en el juicio de los criminales de guerra ante el Tribunal Militar Internacional que sean documentos del Gobierno de Su Majestad en el Reino Unido".
Alego respetuosamente por tanto que con mi certificación el documento pasa a ser un documento gubernamental según el Artículo 21, y por tanto el Tribunal está obligado a incluir en el sumario dicho documento. En ese momento, alego respetuosamente al Tribunal, el documento debería aceptarse como prueba. Y por tanto queda en manos de la defensa el

[Página 2]

decidir si quieren hacer comparecer a algún testigo y hacer la petición, y entonces el Tribunal tomará una decisión.

Pero alego respetuosamente que como principio, una vez que se certifique un documento como documento gubernamental, y todos estos informes gubernamentales han sido certificados, el Estatuto permite al Tribunal incluirlo en el sumario.

EL PRESIDENTE: Sir David, el Tribunal admitió el documento ayer, pero agradece su explicación. Todo lo expuesto ayer concuerda con lo que usted ha dicho ahora.

Sir DAVID MAXWELL FYFE: Ha sido un placer, Señoría.

CORONEL SMIRNOV: ¿Puedo continuar, Sr. Presidente?

EL PRESIDENTE: Sí, Coronel Smirnov.

CORONEL SMIRNOV: Señorías, querría recordales ciertas cifras que mencioné ayer por la tarde. Hablaba del número de judíos exterminados en Polonia y Checoslovaquia.

Me permitiré recordarle al Tribunal que las cifras que mencioné ayer, basadas en el informe del Gobierno Polaco, indican que en Polonia se ha exterminado a 3,000.000 judíos. En Checoslovaquia, sólo quedan 6.000 de un total de 118.000 judíos.

Querría ahora pasar al informe del Gobierno Yugoslavo, y citaré un párrafo que el Tribunal encontrará en la página 75 del libro de documentos, el tercer párrafo:

"De los 75.000 judíos yugoslavos y unos 5.000 judíos emigrados desde otros países que estaban en Yugoslavia en el momento del ataque alemán, es decir, de un total de unos 80.000 judíos, sólo 10.000 sobrevivieron a la ocupación alemana".
Ruego al Tribunal que llame a declarar a un testigo que confirmará estos datos. Es Abram Gerzevitch Suzkever, un escritor judío que, junto con su familia, fue víctima de los criminales fascistas alemanes que ocuparon temporalmente el territorio de la República Soviética Lituana. Ruego al Tribunal me permita interrogar a este testigo.

(ABRAM GERZEVITCH SUZKEVER subió al estrado).

EL PRESIDENTE:

P: ¿Cómo se llama?

R: Suzkever.

P: ¿Es usted ciudadano soviético?

R: Sí.

P: Repita este juramento.

Yo, (diga su nombre), ciudadano de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, compareciendo como testigo en este juicio, prometo y juro, en presencia del Tribunal, que le diré al Tribunal nada más que la verdad sobre todo lo que sé de este caso.

(El testigo repitió el juramento).

EL PRESIDENTE: Puede sentarse si lo desea.

INTERROGATORIO

CORONEL SMIRNOV:

P: Por favor, dígame, testigo, dónde estaba usted en el momento de la ocupación alemana.

R: En la ciudad de Vilna.

P: ¿Se quedó durante mucho tiempo en esta ciudad durante la ocupación alemana?

R: Permanecí allí desde el primer día de la ocupación hasta casi el último.

[Página 3]

P: ¿Fue testigo de la persecución de los judíos en esa ciudad?

R: Sí.

P: Querría que le hablara al Tribunal de esto.

R: Cuando los alemanes tomaron mi ciudad, Vilna, vivían allí unos 80.000 judíos. Justo después se instaló el Sonderkommando en el 12 de la calle Vilenskaia, bajo el mando de Schweineberg y de Martin Weiss. Los cazadores de hombres del Sonderkommando, o como los llamábamos los judíos, los "recogedores", entraban en los hogares judíos a cualquier hora del día o de la noche, sacaban a rastras a los hombres, ordenándoles coger un trozo de jabón y una toalla, y los apiñaban en ciertos edificios cercanos al pueblo de Panarai, a unos ocho kilómetros de Vilna. De allí rara vez volvió alguien. Cuando los judíos vieron que sus familiares no volvían, gran parte de la población se escondió. Sin embargo, los alemanes siguieron su rastro con perros policía. Encontraron a muchos, y todo el que se resistía era ejecutado sumariamente.

Tengo que decir que los alemanes declararon que estaban exterminando a la raza judía como si dicha acción fuera legal.

El 8 de julio se dio una orden que decía que todos los judíos debían llevar un parche especial en la espalda. Después ordenaron llevarlo en el pecho. Esta orden la firmó el Comandante de la ciudad de Vilna, Zehnpfennig. Pero dos días después, otro Comandante llamando Neumann dio una orden nueva que decía que no había que llevar esos parches, sino "la Estrella de David amarilla".

P: ¿Y qué representaba esa estrella de David amarilla?

R: Era un parche de tela con seis puntas que se llevaba en el pecho y en la espalda para distinguir a los judíos del resto de habitantes de la ciudad. Otro día se les ordenó llevar una banda azul con una estrella blanca. Los judíos no sabían qué insignia ponerse, ya que pocos vivían en la ciudad. Los que no llevaban esa señal eran arrestados de inmediato y nunca más se les volvía a ver.

El 17 de julio de 1941 fui testigo de un gran pogrom en Vilna, en la calle Novgorod. Los instigadores de este pogrom fueron Schweineberg y Martin Weiss, Goering y Schonhaber, el Jefe de la Gestapo. Rodearon este distrito con Sonderkommandos. Sacaron a la calle a todos los hombres, les dijeron que se quitaran los cinturores y que pusieran las manos en la cabeza. Cuando se cumplió esa orden, se llevó a todos los judíos a la prisión de Lukshinoia. Cuando los judíos comenzaron a caminar, se les cayeron los pantalones, impidiéndoles caminar. Los que trataban de sujetarse los pantalones con las manos recibían un tiro. Al caminar siguiendo a una columna que iba por la calle, vi con mis propios ojos los cuerpos de entre 100 y 150 personas a las que habían disparado. La sangre fluía por la calle como si hubiera caído lluvia roja.

En los primeros días de agosto de 1941, un alemán me cogió en la calle Dokumenskaia. En ese momento iba a visitar a mi madre. El alemán me dijo: "Ven conmigo, actuarás en el circo". Al ir caminando vi a otro alemán que se llevaba a un anciano judío, el anciano rabino de esa calle, Kassel, y un tercer alemán llevaba a un niño. Cuando llegamos a la antigua sinagoga, vi que habían apilado madera en forma de una pirámide. Un alemán sacó su revólver y nos dijo que nos quitáramos la ropa. Cuando nos desnudamos, encendió una cerilla y le prendió fuego a esta pila de madera. Entonces otro alemán sacó de la sinagoga tres rollos de la Torah, nos los dio, y nos dijo que bailáramos alrededor de esta hoguera y que cantáramos canciones rusas. Detrás nuestro estaban los tres alemanes. Con sus bayonetas nos empujaron hacia el fuego y se rieron. Cuando estábamos ya casi inconscientes, se fueron.

Debo decir que el exterminio masivo del pueblo judío en Vilna comenzó en el momento en que llegó el Comisario de Distrito Hans Hincks, así como el experto en cuestiones judías Muhrer.

El 31 de agosto, dirigidos por Hincks...

[Página 4]

EL PRESIDENTE: ¿De qué año?

EL TESTIGO: 1941.

EL PRESIDENTE: Continúe.

R: Dirigidos por Hincks y Muhrer, los alemanes rodearon el antiguo barrio judío de Vilna, comprendido entre las Calle Rudnitskai y la Calle de los Judíos, el Callejón Galonsky, y las Calles Shabelsky y Strashynsky, donde vivían entre 8.000 y 10.000 judíos.

Estaba enfermo en ese momento, y dormía. De repente, sentí un golpe de látigo en mi cuerpo. Cuando salté de la cama, vi a Schweineberg ante mi. Iba con un perro grande. Estaba golpeando a todo el mundo y gritaba que teníamos que correr al patio. Cuando salí al patio vi allí a muchas mujeres, niños y ancianos, todos los judíos que vivían allí. Schweineberg y el Sonderkommando rodearon a esta multitud y dijeron que nos llevaban al gueto. Pero por supuesto esto, al igual que todo lo que decían, era una mentira. Atravesamos la ciudad en columnas, en dirección a la prisión Lutischeva. Todos sabíamos que íbamos a morir. Cuando llegamos a la prisión Lutischeva, cerca del mercado Lutishkina, vi toda una línea doble de soldados alemanes con porras blancas que estaban allí esperando para recibirnos. Cuando pasamos entre ellos, nos golpearon con estas porras. Si un judío caía, le decían al que estaba más cerca que lo recogiera y que cargara con él hasta las grandes puertas de la prisión, que estaban abiertas. Cerca de la prisión, eché a correr. Crucé a nado el río Vilia y me escondí en casa de mi madre. Mi mujer, a la que metieron en prisión y que consiguió después fugarse, me dijo que vio allí al famoso científico judío Moloch Prilotzky, que estaba agonizando, al presidente de la Sociedad Judía de Vilna el Dr. Jacob Wigotzky, y al joven historiador judío Pinkus Kohn. Los famosos artistas Hash y Kadisch yacían muertos. Los alemanes azotaron y robaron a todas sus víctimas y se las llevaron a Panarai.

El 6 de septiembre, a las seis de la mañana, miles de alemanes dirigidos por el Comisario de Distrito Hincks, Muhrer, Schweineberg, Martin Weiss y otros, rodearon la ciudad entera, entraron en las casas judías y le dijeron a los habitantes que cogieran sólo lo que pudieran coger con las manos y que salieran a la calle. Después los llevaron al gueto. Cuando pasaron por la Calle Wilkomirowskaia, donde estaba yo, vi que los alemanes habían traído a los judíos enfermos que estaban hospitalizados. Todos llevaban batas azules de hospital. Se les obligó a todos a estar de pie mientras un cámara alemán, que iba delante de la columna, filmaba la escena.

He de decir que no se llevó al gueto a todos los judíos. Hincks lo hizo intencionadamente. Llevaba a los habitantes de una calle al gueto, y a los habitantes de otra calle a Panarai. Previamente, los alemanes habían creado dos guetos en Vilna. En el primero había 29.000 judíos, y en el segundo, unos 15.000 judíos. Cerca de la mitad de la población judía de Vilna nunca llegó al gueto; les ejecutaron en el camino. Recuerdo cómo, cuando llegamos al gueto...

CORONEL SMIRNOV: Un momento, testigo.

Si le he entendido bien, ha dicho que antes de que se creara el gueto, ya se había exterminado a la mitad de la población judía de Vilna.

R: Sí, así es. Cuando llegamos al gueto vi la siguiente escena. Martin Weiss venía con una niña judía. Cuando nos alejamos, sacó su revólver y le pegó un tiro. La niña se llamaba Gitele Tarlo.


[ Anterior | Índice | Siguiente ] [an error occurred while processing this directive]