Sexagésimo Quinto Día:
Viernes, 22 de febrero de 1946 [Página 209]
GENERAL M. Y. RAGINSKY (Ayudante de Fiscal de la URSS):
Con la venia.
Comenzaré la presentación de pruebas que demuestran la acusación según la cual los acusados son culpables de la destrucción de ciudades y de perpetrar otras clases de destrucción. Este cargo está expuesto en la Sección G del Tercer Cargo de la Acusación.
Presentaremos pruebas que demuestran que la destrucción de ciudades tuvo lugar sin ninguna causa militar que la justificara y sin que tuvieran nada que ver las dificultades causadas por la guerra.
Presentaremos pruebas de que esta destrucción deliberada se llevó a cabo según los planes cuidadosamente preparados por el Gobierno Hitleriano y según las órdenes del Mando Militar Alemán, y de que la destrucción de ciudades, de la industria y de los medios de transporte fue una parte integral de la conspiración que tenía como objetivo la esclavización de los pueblos de Europa y de otros países, y el establecimiento de una hegemonía mundial de la Alemania Hitleriana.
Allí donde llegaban los invasores fascistas alemanes, traían consigo la muerte y la destrucción. En las llamas se perdieron máquinas valiosas diseñadas por el genio de la Humanidad. Fábricas y hogares que proporcionaban trabajo y cobijo a millones fueron volados.
La propia gente pereció, especialmente ancianos, mujeres y niños, al dejarlos sin un techo bajo el que cobijarse y sin medios de subsistencia.
Los hitlerianos saquearon y destruyeron con una particular dureza las ciudades de los territorios de la Unión Soviética que ocuparon temporalmente, donde, actuando según órdenes directas del Alto Mando Alemán, crearon un erial.
Como prueba, leo ante el Tribunal un fragmento del documento presentado al Tribunal como prueba URSS 51/2. Este fragmento lo encontrarán los miembros del Tribunal en la página 3 del libro de documentos.
Leo:
Al arrasar nuestras ciudades y pueblos, el Mando Alemán exige a sus tropas que creen un erial en todas las localidades soviéticas de las que los invasores sean expulsados exitosamente por el Ejército Rojo.
Esta orden del 512º Regimiento, mencionada en el documento que acabo de citar, se presenta como prueba URSS 168.
EL PRESIDENTE: ¿Sabe la fecha de eso?
GENERAL RAGINSKY: La fecha de la orden es 10 de diciembre de 1941. Este documento deja claro que el Mando Militar Alemán preparó una destrucción inmisericorde y completa de localidades habitadas, y que esta destrucción fue planeada y preparada de antemano.
[Página 210]
El tribunal militar sentenció que los Generales Bernhardt y Hamann actuaron según los planes y directrices comunes del Alto Mando del Ejército Alemán y que ellos, cito un breve fragmento de la sentencia, este fragmento lo encontrarán Sus Señorías en las páginas 24 y 25 del libro de documentos:
Para confirmar esta alegación llamaré la atención del Tribunal sobre el informe de la Comisión Estatal Extraordinaria que se presentó al Tribunal como prueba URSS 2. Este documento está en la página 28 del libro de documentos.
En este informe se cita la directriz secreta del Líder del Departamento de Economía del Grupo de Ejército Sur del 2 de septiembre de 1943, nº 1/313/43, que ordenaba a los mandos del ejército y a los mandos de los destacamentos de munición que llevaran a cabo una aniquilación a fondo de complejos industriales, destacando en especial que: "la destrucción se ha de llevar a cabo con antelación, no justo en el último momento, cuando las tropas pueden estar combatiendo o retirándose".
La Nota de V. M. Molotov, Comisario del Pueblo de Asuntos Exteriores de la URSS del 27 de abril de 1942 habla de las órdenes del Mando Supremo Alemán y de la manera en la que se ejecutaron estas órdenes. Esta Nota se presentó al Tribunal como prueba URSS 51/3.
Citaré ahora varios fragmentos de la Parte II de la Nota que acabo de mencionar, titulada "Devastación de Ciudades", fragmentos que no se han leído ante el Tribunal anteriormente. Estos fragmentos se encuentran en las páginas 6 y 7 del lado opuesto del libro de documentos que el Tribunal tiene en sus manos. Leo:
EL PRESIDENTE: No creo que deba omitir las cuatro primeras líneas de la página 5.
GENERAL RAGINSKY: Las omití porque leí este documento ante el Tribunal ayer, pero si lo desea, lo haré con mucho gusto.
EL PRESIDENTE: Si lo leyó ayer, no lo lea de nuevo. No lo recuerdo. ¿Se leyó ayer?
GENERAL RAGINSKY: Sí, leí esto ante el Tribunal ayer.
EL PRESIDENTE: Muy bien.
(Una breve pausa).
EL PRESIDENTE: Me dicen, y eso creo yo también, que usted no ha leído esas líneas, "desde el 10 de octubre de 1941", al principio de la página 5, creo que será mejor que las lea. Me refiero a la orden del 10 de octubre de 1941 que se encuentra en su presentación.
[Página 211]
A finales de 1941 y primeros de 1942 el Mando Alemán dio varias órdenes según las cuales las unidades del Ejército Alemán debían destruir durante su retirada por la presión del Ejército Rojo todo lo que hubiera permanecido intacto durante la ocupación. Miles de pueblos y aldeas, bloques enteros de ciudades e incluso ciudades enteras fueron reducidos a cenizas, volados o arrasados hasta los cimientos por el ejército fascista alemán en retirada. La destrucción organizada de ciudades y pueblos soviéticos se convirtió en una rama especial de las actividades criminales de los invasores alemanes en territorio soviético. Instrucciones especiales y órdenes detalladas del Mando Alemán estuvieron dedicadas a métodos de devastación de localidades soviéticas. Se crearon destacamentos especiales adiestrados para esta profesión criminal con este fin. Estos son algunos de los hechos que conoce el Gobierno Soviético. Una vez más les remito a la orden del 512º Regimiento de Infantería, ya presentada al Tribunal como prueba URSS 168.
Esta orden es una exposición, consistente en siete páginas escritas a máquina, de un plan cuidadosamente detallado para la destrucción metódica de un pueblo tras otro del 1 de diciembre al 14 de diciembre en el área en la que se encontraba el regimiento mencionado. Esta orden, que sigue un modelo usado en el Ejército Alemán, dice:
Una orden del Comandante de la 98ª División de Infantería Alemana del 24 de diciembre de 1941, tras listar dieciséis pueblos soviéticos seleccionados para ser incendiados, dice:
La orden siguiente del 3 de enero de 1942, dada por Hitler, es del mismo tipo. La orden dice:
EL PRESIDENTE: Esa orden del 3 de enero de 1942 firmada por Hitler, ¿está en el Informe Oficial Estatal Soviético? ¿De dónde procede?
GENERAL RAGINSKY: Esta orden está en la Nota del Comisario
[Página 212]
del Pueblo de Asuntos Exteriores Molotov, cito un fragmento. El documento se presentó al Tribunal como prueba URSS 51/3.
EL PRESIDENTE: ¿Es el informe del Sr. Molotov?
GENERAL RAGINSKY: Sí, es una Nota del Comisario de Exteriores Molotov.
EL PRESIDENTE: Muy bien.
GENERAL RAGINSKY: En su discurso del 30 de enero de 1942 Hitler dijo:
Al retirarse de Kuban por el ataque del Ejército Rojo, el Alto Mando Alemán elaboró un detallado plan de operaciones con el nombre en clave "Movimiento Krimhilde", y una parte considerable de este plan, de hecho toda una sección, se dedica al plan de demolición. Omito un párrafo de mi informe. Este plan se menciona en un documento secreto de dos páginas transmitido por telégrafo a los jefes de los mandos superiores. El documento lo firma Hitler y tiene la siguiente notación en la primera página "Secreto /A 2371. 17 copias". El documento que presentamos al Tribunal como prueba URSS 115 es la decimoséptima copia de la orden de Hitler. Este documento se lista como documento 117 C, en su libro de documentos se encuentra en las páginas 31-33. Leeré ante el Tribunal el segundo párrafo de este documento:
"2. Demoliciones en caso de retirada.
(a) Se deberían demoler todas las estructuras, alojamientos, instalaciones, carreteras, construcciones especiales, presas, etc. (b) Todos los ferrocarriles y carreteras militares deberían ser demolidos o completamente destruidos. (c) Todos los caminos de troncos deben ser destruidos e inutilizados. (d) Se deberán destruir por completo todos los pozos petrolíferos de la cabeza de puente de Kubán.
(e) La bahía de Novorossysk será demolida y obstruida hasta el punto de inutilizarla durante mucho tiempo para la Flota Rusa.
(f) También se incluye en la destrucción un sembrado abundante de minas, minas de acción retardada, etc.
(g) El enemigo debe hacerse con un baldío inútil e inhabitable en el que estallarán minas durante meses".
Hay otros muchos documentos que atestiguan órdenes similares, pero llamaré la atención del Tribunal sobre sólo dos de ellos: les remito a una entrada del diario del acusado Frank que trata este asunto en particular, así como a una directriz promulgada por el general al mando de la 118ª División Antitanque Alemana, que actuó en Yugoslavia. En el diario de Frank, ya presentado al Tribunal, está la siguiente entrada del 17 de abril de 1944, contenida en el volumen que fue comenzado el 1 de marzo de 1944 y terminado el 31 de mayo de 1944, y titulada "La reunión de Negocios en Cracovia del 12 de abril de 1944". Sus Señorías encontrarán la cita en la página 45 del libro de documentos. Leo:
"Es importante que se ordene a las tropas que le dejen a los rusos un baldío. En casos en los que sea necesario retirarse de cierta área, no se debería hacer distinción entre el territorio del Gobierno General y cualquier otro territorio".
Permítanme recordarle al Tribunal la prueba URSS 132, que son las instrucciones secretas dadas a la 118ª División de Cazadores Alemana, firmada por el General de División alemán Kubler. Fue capturada en junio de 1944 por unidades del Ejército Popular de Liberación Yugoslavo. Las tropas tenían que tratar a la población "sin piedad y con una firmeza cruel", y destruir las poblaciones que fueran abandonadas.
[Página 213]
Con la venia, al terminar esta parte de mi informe considero necesario llamar su atención sobre otra circunstancia.
La destrucción de tranquilos pueblos y ciudades no sólo fue planeada, no sólo fue llevada a cabo deliberadamente y con una crudeza excepcional, sino que además fue ejecutada por destacamentos especiales creados por el Alto Mando Alemán para ese fin. Como prueba citaré varios fragmentos que aún no se han leído ante el Tribunal procedentes de documentos oficiales del Gobierno Soviético.
En la nota del 27 de abril de 1942 se dice, cito un fragmento que está en la página 9 del libro de documentos: "Los destacamentos especiales creados por el Mando Alemán con el fin de incendiar poblaciones soviéticas, y para el exterminio en masa de la población civil, están perpetrando durante la retirada del Ejército Hitleriano sus sanguinarias fechorías con la sangre fría de criminales profesionales. Así por ejemplo, antes de retirarse del pueblo de Bolshekrepinskaya, región de Rostov, los alemanes enviaron máquinas lanzallamas especiales por las calles del pueblo que quemaron 1.1167 edificios, uno detrás de otro. Este gran y floreciente pueblo se convirtió en una hoguera que consumió las viviendas, el hospital, la escuela y otros edificios públicos. A su vez soldados con ametralladoras, sin previso aviso, dispararon a habitantes que se acercaron a sus casas en llamas. Algunos de los habitantes fueron maniatados, rociados con gasolina y arrojados a los edificios en llamas". Omito parte de la página 9 de mi informe y paso a la siguiente, al último párrafo de mi informe. El informe de la Comisión Estatal Extraordinaria que se presentó al Tribunal como prueba URSS 46 dice:
En el documento presentado al Tribunal como prueba URSS 279 se describen los siguientes hechos. Leo:
En el documento que se presenta al Tribunal como prueba URSS 2 hay varios testimonios de prisioneros de guerra alemanes. Citaré uno de estos testimonios. Leo al final de la página:
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"...Una orden capturada recientemente en la ciudad de Verkhovye, región de Orel, dada al 512º Regimiento de Infantería y firmada por el Coronel Schitnig afirmaba con una desvergüenza sin precedentes: 'Si se considera que en vista de las circunstancias hay que evacuar una zona, esa zona debería quedar convertida en un erial tras la retirada de las tropas... En puntos en los que se lleve a cabo una destrucción total, se quemarán todas las casas. A tal fin, se deberían llenar de paja primero, sobre todo si son casas de piedra. Las estructuras de piedra deberán ser voladas, sobre todo los sótanos. Las medidas destinadas a la creación de una zona baldía se han de preparar de antemano y llevarse a cabo implacablemente y en su totalidad' ".
Esto dice la orden del 512º Regimiento de Infantería Alemana.
"...llevaron a cabo una destrucción planificada de ciudades y localidades habitadas, determinada de antemano, además de destruir edificios industriales, hospitales, sanatorios, instituciones educativas, museos, y otras instituciones culturales y educativas, así como viviendas. Estas últimas fueron voladas sin avisar previamente a los ciudadanos soviéticos que vivían en ellas, provocando la muerte a un cierto número de personas".
Al igual que en el caso de la destrucción de localidades habitadas, se destruyeron también plantas, fábricas, centrales eléctricas y minas con premeditación y alevosía.
"Por orden directa de su Alto Mando, el ejército fascista alemán ha sometido a las ciudades y pueblos soviéticos a una devastación sin parangón al tomarlos y durante la ocupación del ejército".
Omito el final de la página 4 y el principio de la página 5 de mi informe.
"Las tropas sólo se preocuparán de extinguir los incendios de edificios que se puedan usar para alojar unidades militares. Todo lo demás, edificios incluidos, debe ser destruido".
"Los preparativos para la destrucción de lugares habitados deben llevarse a cabo de tal forma que: (a) No se levante ninguna sospecha entre la población civil antes de su anuncio. (b) La destrucción debe comenzar de inmediato y llevarse a cabo en un solo golpe en la hora fijada... El día en cuestión se debe mantener una vigilancia especialmente estrecha para que ningún civil abandone este lugar, especialmente después de que se anuncie la destrucción..."
"Se quemarán las reservas disponibles de paja, heno, alimentos, etc. Se deberán destruir todas las estufas de las viviendas poniendo granadas de mano dentro, haciendo así imposible su uso futuro. Bajo ninguna circunstancia debe caer esta orden en manos del enemigo".
"Agárrense a todo lugar poblado; no den ni un solo paso atrás; defiéndanse hasta el último soldado y hasta la última granada. Eso es lo que requieren las circunstancias actuales. Todo punto ocupado por nosotros debe convertirse en una base que no se debe rendir bajo ninguna circunstancia, incluso aunque el enemigo la cope. Si a pesar de todo el punto dado debe ser abandonado por órdenes superiores, es imperativo que todo quede arrasado totalmente, que se vuelen las estufas... (Firmado) Adolf Hitler".
A Adolf Hitler no le avergonzaba admitir públicamente que su ejército debía llevar a cabo la devastación de ciudades y pueblos soviéticos. En su discurso...
"En los lugares en los que los rusos han logrado romper el frente y donde ellos pensaban que volverían a tener en su poder lugares poblados, ya no existen esos lugares poblados; son montones de ruinas".
"En su loca furia contra el pueblo soviético causada por las derrotas sufridas en el Frente el General al Mando del 2º Ejército de Tanques Alemán, el General Schmidt, y el Comandante de la región administrativa de Orel y Comandante Militar de la ciudad, el General de División Hamann, crearon destacamentos especiales de demolición para la destrucción de ciudades, pueblos y granjas colectivas de la Región de Orel. Estos Kommandos, saqueadores e incendiarios destruyeron todo lo que encontraron en el camino de su retirada. Destruyeron monumentos culturales y obras de arte del pueblo ruso, y quemaron ciudades y pueblos".
"En Viazma y en Gjatsk, los Generales al Mando: el General de División Merker de la 35ª División de Infantería, el General de División Schaefer de la 252ª División de Infantería, y el General de División Roppert, de la 7ª División de Infantería, organizaron destacamentos especiales de incendio y demolición dedicados a prender fuego y volar viviendas, escuelas, teatros, clubs, museos, bibliotecas, hospitales, iglesias, almacenes y plantas industriales, para que sólo quedaran ruinas y cenizas tras su retirada".