[an error occurred while processing this directive] Nuremberg, crimenes de guerra, crimes contra la humanidad

Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
14 de febrero a 26 de febrero de 1946

Sexagésimo Cuarto Día: Jueves, 21 de febrero de 1946
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EL ALGUACIL: El acusado Hess se ausentará de la sesión de hoy por enfermedad.

GENERAL RUDENKO: Querría informar a Sus Señorías de que de acuerdo con el plan de la fiscalía soviética presentado al Tribunal, y con la venia, comenzaremos a presentar pruebas de la sección titulada:

La Destrucción y Saqueo de Tesoros Culturales y Científicos, Instituciones Culturales y Sociales, Monasterios, Iglesias y otras Instituciones Religiosas, así como la Destrucción de Ciudades y Pueblos.

Las pruebas de esta sección serán presentadas por el Consejero de Estado de Justicia (Segunda Clase) el Teniente General Raginsky.

TENIENTE GENERAL RAGINSKY: Con la venia, entre los numerosos y terribles crímenes de guerra cometidos por los conspiradores hitlerianos, crímenes enumerados en detalle por el Tercer Cargo de la Acusación, los crímenes contra la cultura ocupan un lugar propio. Estos crímenes fueron la cúspide de toda la abominación y el vandalismo del fascismo alemán.

Los conspiradores hitlerianos consideraban el cultivo de la mente y la humanidad como un obstáculo para la consecución de sus planes monstruosos contra la Humanidad, y eliminaron este obstáculo con su típica crueldad. Al elaborar sus locos planes para la dominación mundial, los conspiradores hitlerianos prepararon junto con la iniciación y ejecución de guerra depredadoras, una campaña contra la cultura mundial. Soñaban con devolver a Europa a los días en los que estaba dominada por los hunos y los teutones. Trataron de hacer retroceder a la Humanidad.

No es necesario citar las numerosas declaraciones de los líderes fascistas sobre este tema. Me limitaré meramente a citar unas declaraciones de Hitler que se encuentran en la página 80 del libro de Rauschning, ya presentado al Tribunal por la fiscalía soviética.

Dijo Hitler: "Somos bárbaros y queremos ser bárbaros. Es un calificativo honorable".

En nombre de la acusación soviética presentaré al Tribunal pruebas de cómo los acusados pusieron en práctica estas órdenes de Hitler, que encontraron expresión concreta en la destrucción de instituciones culturales, el saqueo y destrucción de tesoros culturales y la asfixia de la vida cultural nacional de los pueblos de los territorios temporalmente ocupados por los ejércitos alemanes, es decir, los territorios de la URSS, Polonia, Checoslovaquia y Yugoslavia.

Presentaré al Tribunal pruebas de los preparativos y planificación de los hitlerianos para el saqueo de tesoros culturales; de cómo mucho antes del traicionero ataque a la URSS el llamado "Einsatzstab Rosenberg" se preparó para el pillaje; de cómo la actividad depredadora del acusado Rosenberg fue coordinada con Goering, Heydrich y el Mando Supremo; y de cómo se disimuló este pillaje.

Hoy en día todo el mundo conoce las monstruosas mentiras y evasivas a las que recurrieron los hitlerianos para ocultar sus crímenes.

Mientras aniquilaban a millones de personas en los campos de exterminio que habían creado, hablaban en sus órdenes de "filtración" y "limpieza". Mientras destruían y saqueaban tesoros culturales, los vándalos fascistas se refugiaban tras los términos: "recopilación de materiales" y "estudio de problemas", y hablaban de sí mismos sin ningún tapujo como "portadores de cultura".

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Los conspiradores hitlerianos trataron de convertir en siervos privados de todo derecho a los pueblos de los territorios conquistados, y a tal fin, destruyeron la cultura nacional de estos pueblos.

La destrucción de la cultura nacional de los pueblos eslavos, y en particular las culturas rusa, ucraniana y bielorrusa; la destrucción de monumentos nacionales, escuelas, literatura; y la germanización obligatoria de la población siguieron a la ocupación alemana en todos los lugares, obedeciendo el mismo principio criminal que gobernó el pillaje, las violaciones, los incendios y los asesinatos en masa.

Omito, Sr. Presidente, el final de las páginas 3 y 4 de mi informe y procedo a la presentación de la Sección 2, página 5.

Como ya he indicado, la destrucción de la cultura nacional de los pueblos de los territorios ocupados fue una parte fundamental del plan general para la dominación mundial creado por los conspiradores de Hitler.

Es difícil determinar si el factor dominante en estos planes era la destrucción o el saqueo. Pero es indiscutible que tanto el saqueo como la destrucción apuntaban a un sólo objetivo: el exterminio. Y este exterminio se llevó a cabo en todas partes, en todos los territorios ocupados por los alemanes, y a una escala enorme.

El Artículo 56 de la Convención de La Haya de 1907 dice, y cito:

"Las propiedades de municipios, instituciones eclesiásticas y establecimientos dedicados a la caridad y la educación, las artes y las ciencias, incluso aunque pertenezcan al Estado, serán considerados propiedad privada. Toda confiscación, destrucción o daño premeditados a instituciones de este tipo, o a monumentos históricos, obras de arte o científicas, está prohibido y deberá ser objeto de procesos legales".
Los hitlerianos despreciaron consciente y sistemáticamente los principios y exigencias del Artículo 56.

Todos los conspiradores son culpables de esto, y sobre todo el acusado Rosenberg.

Rosenberg tenía una organización con ramificaciones muy extendidas dedicada al saqueo de tesoros culturales, con numerosos departamentos y representantes.

El "Einsatzstab Rosenberg" y el Director de Departamento de Rosenberg, Utikal, fueron el centro de la red que coordinaba las actividades criminales de muchas organizaciones depredadoras, inspiradas y dirigidas por el Gobierno Hitleriano, junto con el Mando Supremo Alemán.

Se encomendó a Rosenberg oficialmente el saqueo de tesoros culturales en los territorios ocupados por medio de un decreto de Hitler del 1 de marzo de 1942. Me estoy refiriendo al documento 149-PS, presentado al Tribunal el 18 de diciembre del año pasado por la Delegación Americana, y aceptado por el Tribunal como prueba USA 369. Con su permiso, Sr. Presidente, citaré sólo dos párrafos de este documento. Encontrarán este documento en la página 3 de su libro de documentos. Cito:

"Su 'Einsatzstab' [el de Rosenberg] para los territorios ocupados tiene derecho a inspeccionar bibliotecas, archivos y toda clase de establecimientos culturales y a confiscar su contenido para llevar a cabo los objetivos del Partido Nacionalsocialista".
Omito un párrafo y cito el último párrafo de este documento:
"La normativa para la ejecución de esta misión, en cooperación con las Fuerzas Armadas, la fija el Jefe del Alto Mando de las Fuerzas Armadas, de acuerdo con el Reichsleiter Rosenberg. Las medidas necesarias para los Territorios Orientales bajo administración alemana serán tomadas por el Reichsleiter Rosenberg como Ministro para los Territorios Orientales Ocupados".
Este decreto de Hitler se envió, como queda claro en el documento citado, a todos los departamentos de las Fuerzas Armadas, el Partido y el Gobierno.

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Pero no se debería considerar el 1 de marzo de 1942 el comienzo de las actividades depredadoras de Rosenberg.

Presentaré varios fragmentos de una carta de Rosenberg dirigida al Reichsleiter Bormann como confirmación. La carta es del 23 de abril de 1941. Este documento fue presentado al Tribunal el 18 de diciembre de 1945 por la Delegación Americana, y fue aceptado por el Tribunal como prueba USA 371.

Este documento, que Sus Señorías encontrarán en la página 4 de su libro de documentos, es interesante también por el hecho de que el saqueo, denominado "confiscación" en la carta, fue llevado a cabo por el acusado Rosenberg manteniendo una estrecha colaboración y contacto, basados en un acuerdo por escrito, entre los departamentos de Rosenberg y Himmler.

Cito fragmentos de la página 1 de la traducción al ruso de esta carta:

Escribe Rosenberg: "Le he enviado una copia fotostática de mi acuerdo con la Policía de Seguridad y el SD, firmado por la aprobación expresa del Gruppenführer Heydrich".
Y más adelante, encontrarán esto en la página 5 de su libro de documentos:
"Las cuestiones relativas a obras de arte, como se dice en esta carta, fueron consideradas secundarias. Lo primordial fue la directriz del Führer sobre la orden, dada dos veces, del Jefe del Mando Supremo de las Fuerzas Armadas aplicable a los territorios occidentales según la cual todos los archivos y todas las propiedades científicas pertenecientes a nuestros opositores ideológicos debían quedar a mi disposición. Esto también se llevó a cabo a gran escala y cooperando estrechamente con el SD y los líderes militares".
La importancia dada por los conspiradores hitlerianos a los departamentos depredadores de Rosenberg se puede ver en la circular especial de Goering del 1 de mayo de 1941, dirigida a todas las instituciones del Partido, el Gobierno y Militares, a las que se ordenó cooperar con el "Einsatzstab Rosenberg".

Este documento fue presentado por nuestros colegas americanos el 18 de diciembre del año pasado y fue aceptado por el Tribunal como prueba USA 384.

Ya entonces la escala a la que estaba teniendo lugar el pillaje era enorme. Como dijo Rosenberg en su carta del 23 de abril de 1941, por aquel entonces, abril de 1941, se habían enviado ya 7.000 cajas de obras de arte saqueadas a Alemania.

Para terminar con este documento, leeré con su permiso otra breve cita. Es sólo un párrafo. Encontrarán este párrafo en la página 6 del libro de documentos:

"Y así", escribió Rosenberg, "estos problemas prácticamente se resolvieron solos y el trabajo ha seguido su propio curso. Querría pedir una confirmación de que estas decisiones, ya adoptadas en el Oeste, se deberían considerar válidas, en las circunstancias actuales, en los demás territorios ocupados".
Este documento, en el que se habla del pillaje calificándolo de "trabajo", prueba que las actividades criminales de Rosenberg se llevaron a cabo manteniendo un contacto estrecho con el SD y con el Mando Supremo de las Fuerzas Armadas, y finalmente, que ya en abril de 1941 se estaban haciendo planes para saquear los territorios que se iban a ocupar.

El discurso del Fiscal Jefe de la URSS, el General Rudenko, y el discurso del representante de la fiscalía de Estados Unidos, el Sr. Alderman, explicaron a qué se refería Rosenberg en su carta al hablar de "los territorios que iban a ser ocupados" en ese momento. Era el periodo de la puesta en práctica de los malignos planes hitlerianos, definidos en el llamado "Caso Barbarroja", el periodo en el que las hordas fascistas alemanas fueron lanzadas contra las fronteras de la Unión Soviética, el periodo del ataque a la URSS.

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Finalmente, es necesario señalar que en abril de 1941 el acusado Rosenberg puso a Utikal al frente de todos los departamentos de operaciones "cuya creación pueda ser necesaria durante el transcurso de esta guerra". Al hablar de esto, Rosenberg hacía mención al "exitoso trabajo" y a la "experiencia obtenida" por su departamento de operaciones en los territorios occidentales ocupados y en Holanda.

Este hecho lo confirma un certificado expedido a Utikal el 1 de abril de 1941 y firmado por Rosenberg.

La autenticidad de este documento, el documento 143-PS, fue confirmada por Rosenberg en su interrogatorio del 26 de septiembre de 1945. Presento este documento al Tribunal como prueba URSS 371.

Al hablar de la organización para el saqueo y destrucción de tesoros culturales, es necesario hablar de otro departamento que combinó la diplomacia con el pillaje.

Me estoy refiriendo al Ministerio de Asuntos Exteriores alemán.

El Fiscal Jefe de la URSS, el General Rudenko, señaló en su discurso de apertura que el pillaje generalizado en las regiones ocupadas de la URSS, llevado a cabo cumpliendo órdenes directas del Gobierno Alemán, fue dirigido no sólo por los acusados Goering y Rosenberg y por los diversos "departamentos" y "destacamentos" subordinados a ellos. El Ministerio de Asuntos Exteriores, dirigido por el acusado Ribbentrop, también participó con una "formación especial".

La creación de esa formación, el llamado "Batallón Ribbentrop", y sus acciones de saqueo de tesoros culturales en el territorio de la URSS, están detalladas en una declaración jurada del 10 de noviembre de 1942 del Obersturmführer Dr. Forster, capturado por unidades del Ejército Rojo en la región de Mozdok.

En su declaración jurada Forster explicó también la participación del departamento de Rosenberg en el saqueo, o como dijo él, en la "retirada" de tesoros y antigüedades de museos.

Presento al Tribunal una copia fotostática certificada de esta declaración jurada como prueba URSS 157.

Se dice en la declaración jurada de Forster, leo:

"En agosto de 1941, estando en Berlín, con la ayuda de una antigua amistad de la Universidad de Berlín, el Dr. Focke, que entonces trabajaba en la Sección de Prensa del Ministerio de Exteriores, fui trasladado de la 87ª División de Destructores de Tanques al Batallón de Tareas Especiales adjunto al Ministerio de Exteriores. Este batallón había sido creado a iniciativa del Ministro del Reich de Asuntos Exteriores, Ribbentrop, y lo dirigía él.

El oficial al mando del Batallón es el Mayor de la Waffen SS von Künsberg.

La misión del Batallón de Tareas Especiales es confiscar, inmediatamente después de la caída de grandes ciudades, sus tesoros históricos y culturales, las bibliotecas de instituciones científicas y ediciones y películas valiosas, y enviarlos a Alemania.

El Batallón de Tareas Especiales tiene cuatro compañías. La primera compañía está adscrita al Cuerpo Expedicionario Alemán en África, la segunda compañía al Grupo de Ejército 'Norte', la tercera al Grupo de Ejército 'Centro', y la cuarta al Grupo de Ejército 'Sur'. La primera compañía está ahora mismo en Ialia, en Nápoles, esperando un posible despliegue en África.

El Cuartel General del Batallón está en Berlín, en el nº 6 de la Hermann Goeringstrasse.

El material confiscado se almacena en las instalaciones de la compañía Adler, en la Hardenbergstrasse.

Antes de nuestra partida a Rusia, el Mayor von Künsberg nos transmitió

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la orden de Ribbentrop de 'peinar' cuidadosamente todas las instalaciones científicas, instituciones, bibliotecas, y todos los palacios, buscar en todos los archivos, y echarle mano a todo lo que tuviera un valor concreto.

Mis camaradas me dijeron que la segunda compañía de mi batallón se había llevado objetos de valor de los palacios de los suburbios de Leningrado. Yo no estaba allí en ese momento. En Zarskoje Selo la compañía confiscó y se llevó propiedades del Palacio-Museo de la Emperatriz Catalina. Se arrancaron de las paredes las cortinas de seda china y los ornamentos dorados tallados. Se desmanteló el suelo de mosaico, con un complicado diseño, y se lo llevaron. Del Palacio del Emperador Alejando se llevaron mobiliario antiguo y una gran biblioteca con entre seis y siete mil volúmenes en francés y unos cinco mil volúmenes y manuscritos en ruso.

La cuarta compañía, a la que pertenecía yo, confiscó el laboratorio del Instituto de Investigación Médica y Científica de Kiev. Todo el equipo, así como material científico, documentación y libros, fueron enviados a Alemania. Tuvimos una buena cosecha en la biblioteca de la Academia de Ciencias Ucraniana, que atesoraba manuscritos raros de la literatura persa, abisinia y china, crónicas rusas y ucranianas, las ediciones príncipe de libros impresos por el primer impresor ruso, Ivan Fiodorov, y ediciones raras de las obras de Schevtchenko, Mickiewicz e Ivan Franko.

De los museos de Kiev se envió a Berlín arte ucraniano, arte ruso, arte occidental y arte oriental, y del Museo Central Schevtchenko, numerosas exposiciones que aún quedaban allí, incluyendo pinturas, bocetos y retratos de Repin, lienzos de Vereschiagin, Fedotoff y Goe, esculturas de Antokolsky y otras obras maestras de la pintura y la escultura rusa y ucraniana.

En Kharkov se confiscaron varios miles de libros valiosos en ediciones de lujo de la Biblioteca 'Korolenko', y se enviaron a Berlín. Se destruyó el resto de libros. De la galería pictórica de Kharkov se llevaron varios cientos de cuadros, incluidos 14 cuadros de Aivasovsky, obras de Repin y muchas pinturas de Polienov, Schishkin y otros. También se llevaron todas las esculturas y los archivos científicos enteros del museo. Los soldados alemanes se apropiaron de bordados, alfombras, tapices de Gobelin y otras piezas.

Sé también que el departamento de Alfred Rosenberg uso destacamentos especiales para la confiscación de antigüedades valiosas y piezas de museo en los países ocupados de Europa y en los territorios del Este. Expertos civiles dirigían estos destacamentos.

Inmediatamente después de la ocupación de una gran ciudad, llegaban los líderes de estos destacamentos, acompañados de varios expertos en arte. Inspeccionaban museos, galerías pictóricas, exposiciones e instituciones artísticas y culturales, evaluaban su estado y confiscaban todo lo de valor".

Omito el último párrafo de esta declaración jurada.


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