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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
2 de febrero a 13 de febrero de 1946

Quincuagésimo Octavo Día: Miércoles, 13 de febrero de 1946
(10 de 19)


CORONEL POKROVSKY: Tres de los oficiales de alto rango de Hitler han confirmado que ya al principio de la guerra se decidió el exterminio de los prisioneros de guerra soviéticos en una reunión especial. Ellos, los testigos, difieren en pequeños detalles, pero el hecho ha quedado totalmente demostrado.

La frase que cité de la directriz del Mariscal de Campo Reichenau también confirma que incluso el suministro de alimentos a los soldados del Ejército Rojo hechos prisioneros por los alemanes se consideraba un "acto humanitario innecesario".

Quizás sea útil presentarles el documento 884-PS, la prueba URSS 351. Lleva la firma de Warlimont y un texto añadido por el acusado Jodl. El documento fue redactado en el Cuartel General del Führer el 12 de mayo de 1941. Decía: "El OKH había presentado el borrador de una directriz sobre el trato a proporcionar a trabajadores políticos responsables y personas similares". Tienen esta cita en la página 35 del libro de documentos, así como los dos fragmentos siguientes que voy a citar.

El borrador ordenaba la "eliminación" de las personas de esta categoría. La decisión de si un prisionero de guerra pertenecía al grupo "a eliminar" correspondía al oficial, y el documento dice: "Por un oficial con autoridad para imponer castigos por faltas de disciplina".

[Página 316]

Así, se le otorgó a todo oficial de bajo rango poderes sobre la vida y la muerte de cualquier soldado del Ejército Rojo capturado, sin importar su rango o la sección a la que perteneciera.

El párrafo 3 de este documento dice:

"Los Comisarios Políticos del Ejército no son reconocidos como prisioneros de guerra y serán liquidados a más tardar en los campos de tránsito de prisioneros de guerra. Ninguna evacuación hacia la retaguardia".
El acusado Jodl añadió este característico texto, lo encontrarán en la página 37 del libro de documentos:
"Debemos tener en cuenta posibles represalias contra aviadores alemanes. Por tanto, sería mejor estudiar todas estas medidas teniendo en cuenta las represalias".
El testimonio del General Österreich sobre la existencia de la orden de marcar a los prisioneros de guerra soviéticos está plenamente confirmado.

Presento al Tribunal como prueba URSS 15 la Orden nº 14 802/42, dada por el Jefe de la Gendarmería del Vicegobernador de la Región de Estiria. Se dice en la orden que se ha de aplicar la orden del Jefe de Policía. El primer párrafo de la orden del jefe de la policía regular dice, el párrafo citado está en la página 38 del libro de documentos:

"Se marcará a los prisioneros de guerra soviéticos con una marca especial y duradera.

(2) La marca consistirá en un ángulo agudo de unos 45 grados y de 1 cm. de longitud, apuntando hacia abajo, en la nalga trasera, más o menos a la distancia del ancho de una mano midiendo desde el recto. Esta marca se hará con los bisturíes disponibles en todas las unidades militares. Se usará tinta china como colorante".

El tercer párrafo subraya que:
"El marcado no es una precaución sanitaria".
Se dice en el párrafo 5 que, junto con todos los prisioneros de guerra soviéticos que estaban entrando entonces en las regiones de los Estados Bálticos, Ucrania y la provincia del Gobernador General comandadas por las Fuerzas Armadas Alemanas, todos los demás prisioneros de guerra del área del Mando Supremo del Ejército (OKW) hasta septiembre de 1942 debían ser marcados.

Se envió la misma directriz a los Presidentes de la Administración Regional de Trabajo y a los Plenipotenciarios del Reich para el Trabajo.

En este documento 1191-PS, página 40 del libro de documentos, se dice que la orden del OKW del 10 de julio de 1942 fue comunicada a los residentes de la Administración Regional de Trabajo y a los Plenipotenciarios del Reich para el Trabajo.

Nuestros documentos numerados URSS 121, 122, 123 y 124 son fragmentos tomados de órdenes dadas por las autoridades militares alemanas, como comandantes de regimientos y divisiones, y confirman que los prisioneros de guerra, para no "verter sangre alemana" fueron obligados a limpiar campos de minas y llevar a cabo trabajos que ponían en peligro sus vidas. La Orden nº 16641 de la 60ª División de Infantería Alemana dice, explicando el trato bestial dado a los guerreros soviéticos:

"Los soldados y oficiales rusos son muy valientes en combate. Incluso unidades pequeñas y aisladas están siempre preparadas para atacar. Por tanto, no es admisible una actitud humanitaria hacia los prisioneros".
Esta cita está en la página 44 del libro de documentos.

EL PRESIDENTE: Ya hemos leído eso, ¿verdad? O algo casi idéntico.

CORONEL POKROVSKY: Correcto, Señoría. Cité este fragmento como parte de la Nota del Comisario de Asuntos Exteriores Molotov, y la cito ahora

[Página 317]

como parte de un documento especial alemán. Considero que es un hecho sin precedentes en la Historia que, en lugar de respetar a un enemigo por su valor castrense, los oficiales de alto rango del ejército de Hitler ordenaran en respuesta a ese valor castrense que sus subordinados trataran al enemigo sin piedad e inhumanamente.

En el documento que les hemos presentado como nº 3257-PS (Prueba URSS 352) hay una frase relacionada directamente con lo que expongo. Se ha leído ante el Tribunal. El documento 3257-PS es un informe secreto del Inspector de Armamento de Ucrania del 2 de diciembre de 1941 y dirigido al Jefe de la Sección de Armamento del OKW. Dice, el fragmento citado está al final de la página 45 y al principio de la página 46 de su libro de documentos:

"Las condiciones de vida, las de alimentación y vestimenta, y la salud de los prisioneros de guerra, son malas; la mortalidad es muy alta. Creemos que durante este invierno perecerá gente a razón de decenas o incluso cientos de miles".
Presento el documento D-339 como prueba URSS 350. El médico jefe del campo y la fábrica, Jager, tras inspeccionar el campo de la calle Naeggerath informó al departamento médico de la Administración Central de Campos en un informe médico clasificado como alto secreto el 2 de septiembre de 1944 como sigue:
"El campo de prisioneros de guerra de la calle Naeggerath está en condiciones atroces. Los hombres viven en cubos de basura, en hornos que ya no se usan, en cabañas hechas por ellos mismos. La comida es totalmente insuficiente. Krupp es la responsable del suministro de alimentos. Las medicinas y vendas son tan escasas que en muchos casos el tratamiento médico es completamente imposible. La culpa de esta situación atroz es del campo permanente".
En los archivos del acusado Rosenberg se encontró, entre otros documentos, uno con el número 081-PS, prueba URSS 353. Por lo que sabemos, es una carta de Rosenberg a Keitel del 28 de febrero de 1942 sobre los prisioneros de guerra. Hay una copia sin firmar en los archivos de Rosenberg, pero no hay duda de que esa carta iba dirigida a Keitel o estaba preparada para ser enviada al Jefe de las Fuerzas Armadas.

La carta dice que el destino de los prisioneros de guerra soviéticos en Alemania es una tragedia a una escala enorme.

Leeré ahora ante el Tribunal la segunda frase del quinto párrafo del texto en ruso, lo encontrarán en la página 48 del libro de documentos:

"De 3,600.000..."
EL PRESIDENTE: Creo que Estados Unidos leyó esta carta, ¿verdad?

CORONEL POKROVSKY: El documento se ha leído en parte, pero pido permiso para leer parte de un breve fragmento una segunda vez, dado que es importante para mi presentación. Nos llevará literalmente tan sólo un minuto y medio de nuestro tiempo.

EL PRESIDENTE: Coronel Pokrovsky, hemos estado evitando que otros fiscales lean documentos que ya se han leído y el Estatuto nos obliga a llevar a cabo un juicio lo más rápido posible, y no veo realmente que pueda ser expeditivo si se repite la lectura de documentos.

CORONEL POKROVSKY: Este documento, que ya conoce el Tribunal, presenta una imagen muy clara de lo que pasaba en el campo. El autor de esta carta afirma que la población hizo intentos de proporcionar alimentos a los prisioneros, pero que en la mayoría de los casos estos intentos fueron bloqueados por la enérgica oposición de los comandantes del campo.

No hay razón para sospechar que el autor de esa carta esté exagerando o que tenga alguna deferencia hacia el pueblo soviético. Por el contrario, todo parece indicar que la cuestión aún no había sido aclarada del todo. Este documento, enviado por un acusado a otro, nos permite imaginar los actos que tuvieron lugar en los campos de prisioneros de guerra soviéticos.

[Página 318]

Comencé presentándoles dos documentos de origen alemán, y esto con un objetivo bien concreto. Después de haber sido informados de la actitud de los hitlerianos hacia los prisioneros de guerra soviéticos, y tan pronto como les informe, aunque brevemente, de cómo eran los campos de los prisioneros soviéticos en palabras de los mismos hitlerianos, les será más fácil evaluar el valor probatorio de los documentos de origen no alemán.

EL PRESIDENTE: Quizás sea buen momento para hacer un descanso.

(Se hizo un receso).


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