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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
2 de febrero a 13 de febrero de 1946

Quincuagésimo Octavo Día: Miércoles, 13 de febrero de 1946
(7 de 19)


La orden número 109 del 203º Regimiento de Infantería dice así:
"El Mariscal de Campo Rundstedt, Comandante en Jefe del Ejército, ha ordenado que, aparte de las operaciones militares, la búsqueda de minas y la limpieza de campos de minas sea hecha por prisioneros rusos, con el fin de no derramar sangre alemana. Esto también se aplica a las minas alemanas".
Los saqueos mencionados en la nota anterior no sólo se consideran algo posible, sino que es proclamado como algo obligatorio para todos los soldados del Ejército Alemán.

[Página 309]

El Comisario del Pueblo se basa en los documentos siguientes publicados por el Mando Alemán para destacar que este saqueo, hecho en pleno invierno, condenaba a los hombres del Ejército Rojo a morir congelados:
"Una orden del Mando del 88º Regimiento de la 34ª División de Infantería Alemana, titulada 'Situación de la Vestimenta' ordenaba: 'quitar las botas a los prisioneros de guerra rusos sin dudarlo un instante' ".
El que esta orden no es algo accidental se puede ver en que incluso antes del pérfido ataque a la URSS, el Mando Alemán previó recurrir a este sistema para abastecer a sus tropas.

Entre los documentos del 234º Regimiento de Infantería de la 56ª División se encontró una circular, la número 121/4, del 6 de junio de 1941 titulada "Principios del Suministro en las Áreas Orientales". Esta circular dice en la página 8:

"No deben contar con que se les proporcionará ropa. Por tanto, es especialmente importante quitarles las botas que sean utilizables a los prisioneros de guerra y utilizar de inmediato toda la ropa, ropa interior, calcetines, etc. que sirva".
Como señala la nota, los alemanes, con el fin de exterminar a prisioneros de guerra soviéticos les privaron de comida, les condenaron a morir de hambre lentamente y en algunos casos usaron comida de mala calidad. Las autoridades soviéticas tienen en su poder la Orden Número 202 del Mando del anteriormente mencionado 88º Regimiento, que dice:
"Se usarán cadáveres de caballos para alimentar a los prisioneros de guerra rusos. Se indican con señales los lugares donde se han depositado cadáveres de caballos. Se pueden encontrar a lo largo de las carreteras en Malo-Yaroslavets, y en los pueblos de Romanovo y Beloussovo".
La Orden número 166/41 de la 60ª División de Infantería Motorizada es muy clara en su petición del asesinato masivo de prisioneros de guerra soviéticos. Esta orden dice:
"Los soldados y suboficiales rusos son extremadamente valientes en combate. Incluso unidades pequeñas y aisladas están siempre preparadas para atacar. Por tanto, no es permisible ninguna actitud caritativa hacia los prisioneros. La destrucción del enemigo con el fuego o el frío acero debe continuar hasta que deje de ser una amenaza..."
Las normas dadas por el Mando Alemán para el trato de los prisioneros de guerra soviéticos, con el número 1/3058, contienen las siguientes instrucciones:
"Se debe recurrir a la acción directa y enérgica a la más mínima señal de insubordinación. Se han de usar las armas implacablemente. No se deben usar porras, varas y látigos. La indulgencia incluso con prisioneros obedientes y trabajadores tan sólo indica debilidad, y no se debe permitir". (Del Punto 2).

"En el trabajo la distancia con el prisionero debe ser siempre la que permita el recurso inmediato a las armas". (Del Punto 3).

Todo esto pareció ser insuficiente. La orden del Alto Mando del Ejército Alemán del 14 de enero de 1942 y promulgada en nombre de Hitler como Comandante en Jefe dice, párrafo 2:
"Se prohibe estrictamente toda clemencia o humanidad con los prisioneros de guerra. Un soldado alemán siempre ha de hacer sentir a su prisionero su superioridad. Todo retraso en el recurso a las armas contra un prisionero de guerra supone un peligro. El Comandante en Jefe del Ejército espera que estas directrices se sigan al pie de la letra".

"El Gobierno Soviético sigue recibiendo información fiable sobre las condiciones de los prisioneros del Ejército Rojo en los territorios de la URSS ocupados por Alemania, así como en la retaguardia alemana y en los países europeos

[Página 310]

ocupados por Alemania. Esta información prueba el continuo deterioro del régimen aplicado a los prisioneros del Ejército Rojo, y que es especialmente malo comparado con el de los prisioneros de guerra de otros países. Demuestra además la muerte de prisioneros de guerra soviéticos de hambre y enfermedad, por abominables vejaciones y por una crueldad sangrienta sistemáticamente aplicada a los hombres del Ejército Rojo por las autoridades hitlerianas que desde hace mucho tiempo quebrantan las normas más básicas de la Ley Internacional y la ética".
La nota destaca especialmente el hecho de que las atrocidades inhumanas y la crueldad perpetradas por la banda fascista alemana contra los prisioneros de guerra soviéticos exceden las atrocidades de Genghis Khan, Baty y Mamay.

A pesar de eso, la nota dice, lo encontrarán en la página 14 del libro de documentos:

"El Gobierno Soviético, fiel a los principios humanitarios y al respeto a sus compromisos internacionales, no tiene intención ni siquiera dadas las circunstancias de aplicar medidas represivas de venganza a los prisioneros de guerra alemanes, y sigue como hasta ahora dispuesto a observar los compromisos adoptados por la Unión Soviética con respecto al régimen para prisioneros de guerra especificado en la Convención de La Haya de 1907, que fue igualmente firmada pero pérfidamente quebrantada en todos sus puntos por Alemania".
Más tarde citaré una declaración jurada escrita por un grupo de prisioneros de guerra alemanes. Los autores del documento, por un lado, debido a una serie de nuevos acontecimientos, han hecho adiciones al número de atrocidades cometidas por los conspiradores contra los prisioneros de guerra soviéticos; y por otro lado, han confirmado que el Mando Soviético se mantiene fiel al principio de humanidad en su actitud hacia los cautivos alemanes.

La victoria militar de las Potencias democráticas abrió los más escondidos secretos de los archivos de Hitler. Junto con un gran número de documentos que revelan los planes criminales de los conspiradores, hemos dispuesto también de una gran oportunidad para interrogar a testigos vivos. Toda una serie de cuestiones se aclaran finalmente cuando se contrastan las declaraciones de los testigos con los archivos documentales. También hemos recibido muchas nuevas pruebas de los crímenes contra los prisioneros de guerra.

Hay alguna información sobre la práctica criminal hitleriana de exterminar a los prisioneros de guerra soviéticos en el comunicado oficial del 27 de abril de 1942 de V. M. Molotov, Comisario del Pueblo de Asuntos Exteriores de la URSS.

Demostraré que este crimen fue parte de la conspiración general y fue planeado antes de que comenzara la guerra de agresión contra la Unión Soviética. El Tribunal verá que el régimen de los prisioneros de guerra era realmente la suma total de diversos métodos empleados para su exterminio. Volvamos a las declaraciones de los testigos.


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