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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
2 de febrero a 13 de febrero de 1946

Quincuagésimo Octavo Día: Miércoles, 13 de febrero de 1946
(6 de 19)


[Página 307]

Me parece útil señalar que en el documento hay una nota a lápiz que dice que:
"Se solicita que se siga con atención la cuestión de las raciones, porque al parecer está empezando a flaquear el valor del Secretario de Estado Backe".
La firma es ilegible.

Creo que esta nota revela vívidamente las discusiones que estaban teniendo lugar para establecer una norma. Habla no por accidente de las muchas discrepancias en las estimaciones sobre necesidades calóricas entre los expertos de la Administración de Salud del Reich y los Inspectores Médicos del Ejército.

Como recordará el Tribunal, el testigo Blaha declaró en respuesta a mis preguntas que casi todos los prisioneros de guerra que murieron de hambre en el Campo de Dachau eran hombres del Ejército Rojo. Presentaré pruebas que demuestran que el Campo de Dachau no era un caso especial a este respecto.

El 27 de abril de 1942 el Comisario del Pueblo de Asuntos Exteriores de la URSS se vio forzado a presentar una nueva nota. Presento esta nota como prueba URSS 51. Encontrarán el texto al que me estoy refiriendo en la página 13 de su libro de documentos, donde está marcado a lápiz rojo para su comodidad.

"El Gobierno Soviético dispone de cientos de documentos nuevos que confirman los nefarios crímenes cometidos contra prisioneros de guerra soviéticos tratados en la nota del Gobierno de la URSS del 25 de noviembre de 1941.

Se ha demostrado indiscutiblemente que el Mando Alemán, queriendo vengarse de las derrotas sufridas por su ejército en los últimos meses, ha introducido en todas partes la práctica del exterminio físico de los prisioneros de guerra soviéticos.

A lo largo de todo el frente, del Ártico al Mar Negro, se han encontrado cuerpos de prisioneros de guerra soviéticos asesinados y de prisioneros de guerra torturados. En casi todos los casos estos cadáveres tienen marcas de las horribles torturas que precedieron al asesinato. En trincheras de las que tropas del Ejército Rojo habían expulsado a los alemanes, en fortificaciones, también en poblaciones, se encuentran cuerpos de prisioneros soviéticos asesinados tras sufrir torturas salvajes. Hechos como los siguientes, registrados en declaraciones juradas firmadas por testigos oculares, se están descubriendo cada vez más. El 2 y el 6 de marzo de 1942, en el frente de Crimea, en la región montañosa cercana al pueblo de Jantora se encontraron los cuerpos de nueve hombres del Ejército Rojo que habían sido hechos prisioneros tan brutalmente torturados por los fascistas que sólo se pudieron identificar dos cadáveres. Habían arrancado las uñas de los dedos de los prisioneros de guerra torturados, les habían sacado los ojos y habían cortado entero la parte derecha del pecho de uno de los cuerpos; había marcas de tortura con fuego, numerosas heridas de arma blanca y mandíbulas rotas.

En Feodosiya se encontraron multitud de cuerpos de azerbayanos del Ejército Rojo. Entre ellos estaba Ismail-Zadch Jafarov, al que los hitlerianos le sacaron los ojos y le cortaron las orejas; Kuli-Zadch Alibekov, al que los hitlerianos le dislocaron los brazos, para después matarlo a bayoneta; el Cabo Ali Ogly Islom-Mahmed, destripado por los hitlerianos; Mustafa Ogly Asherov, atado a un poste con cables y muerto por las heridas causadas por esta posición".

Y en la misma nota se dice:
"En el pueblo de Krasnaperovo (región de Smolensk), unidades de combate del Ejército Rojo encontraron 29 muertos y 2 cuerpos desnudos de hombres y oficiales capturados del Ejército Rojo, ninguno con ni una sola herida de bala. Todos los prisioneros habían sido acuchillados. En el mismo distrito, en el pueblo de Babaevo, los hitlerianos pusieron a 58 prisioneros del Ejército Rojo y 2 operarias de una ambulancia en un almiar y le prendieron fuego a la paja. Cuando estas

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personas condenadas a muerte trataron de huir de las llamas, los alemanes les dispararon.

En el pueblo de Kuleshovka, los alemanes capturaron a 16 hombres y oficiales gravemente heridos, les desnudaron, les arrancaron las vendas de las heridas, los atormentaron haciéndoles pasar hambre, los acuchillaron con bayonetas, les rompieron los brazos, les abrieron las heridas y les sometieron a otras torturas, después de lo cual los que aún vivían fueron encerrados en una casa a la que prendieron fuego.

En el pueblo de Strenevo, en la región de Kalinin, los alemanes encerraron a 50 prisioneros del Ejército Rojo heridos en una escuela y los quemaron.

En la ciudad de Volokolamsk los invasores prohibieron a hombres del Ejército Rojo encerrados en el quinto piso de la casa número 316 de la calle Proletarskaya salir de la casa cuando se declaró un incendio. Se disparó a los que intentaron salir o saltar desde las ventanas. Sesenta prisioneros perecieron en las llamas o murieron por los disparos.

En el pueblo de Popovka (región de Tula), los alemanes metieron a 140 prisioneros del Ejército Rojo en un granero y le prendieron fuego. Noventa y cinco murieron en las llamas. A seis kilómetros de la Estación de Pegostiye, en la región de Leningrado, los alemanes, durante su retirada bajo la presión de tropas del Ejército Rojo, usaron balas explosivas para matar a unos 150 prisioneros de guerra soviéticos después de palizas terribles y torturas salvajes. A la mayoría de los cuerpos les habían cortado las orejas, les habían sacado los ojos y les habían cortado los dedos, y a varios les habían cortado una o las dos manos y les habían arrancado la lengua. Había estrellas marcadas a cuchillo en las espaldas de tres hombres del Ejército Rojo. No mucho antes de la liberación de la ciudad de Kondrovo, región de Smolensk, por unidades del Ejército Rojo en diciembre de 1941, los alemanes ejecutaron a unos 200 prisioneros de guerra del Ejército Rojo a los que habían llevado atravesando la ciudad hasta las afueras, desnudos y descalzos, pegándole un tiro a los que estaban agotados y no podían seguir caminando, así como a los ciudadanos que les dieron pan en su camino por la ciudad".

EL PRESIDENTE: Haremos ahora un descanso de diez minutos.

(Se hizo un receso).

CORONEL POKROVSKY: En su deseo de exterminar a tantos prisioneros de guerra soviéticos como fuera posible, los conspiradores nazis destacaron inventando nuevos y cada vez más innovadores métodos de exterminio. La nota dice:

"Últimamente se ha informado de un cierto número de nuevos casos en los que el Mando Alemán utilizó a prisioneros de guerra soviéticos para limpiar campos de minas y otros trabajos peligrosos. Así, en el distrito de los pueblos de Bolshaya y Malaya Vloya, durante 4 días los alemanes hicieron pasar a grupos de prisioneros alineados en filas apretadas una y otra vez por un campo minado. Cada día varios prisioneros eran volados en pedazos por las minas. En las órdenes del Mando Alemán está especificado este método para matar prisioneros".


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