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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
2 de febrero a 13 de febrero de 1946

Quincuagésimo Octavo Día: Miércoles, 13 de febrero de 1946
(4 de 19)


Le presento al Tribunal como prueba URSS 51 una nota presentada el 25 de noviembre de 1941 por Vyacheslav Mikhailovich Molotov, Comisario del Pueblo de Asuntos Exteriores de la URSS, sobre las escandalosas atrocidades cometidas por las autoridades alemanas contra prisioneros de guerra soviéticos, y cito varios fragmentos de esta nota que encontrarán en la página 5 del documento que les presento:
"El Gobierno Soviético está en posesión de numerosos hechos que prueban las atrocidades cometidas por las autoridades alemanas contra soldados del Ejército Rojo y contra comandantes del Ejército Rojo. En los últimos tiempos estos hechos se han vuelto especialmente numerosos y claman al cielo, revelando así una vez más a la maquinaria de guerra alemana y al Gobierno Alemán como una panda de bandidos que ignoran completamente todas las normas de la Ley Internacional y todas las leyes de la ética humana.

El Mando Militar Soviético sabe de numerosos casos de sometimiento de hombres del Ejército Rojo capturados, la mayoría heridos, a salvajes torturas, maltratos, y muerte a manos del Mando Militar Alemán y de unidades militares alemanas. Se tortura a hombres del Ejército Rojo capturados con hierros al rojo vivo; se les sacan los ojos, les cortan pies, manos, dedos, orejas o narices, les sacan las tripas, o les atan a tanques y los descuartizan. Barbaridades y crímenes vergonzosos de este calibre son cometidos por oficiales fascistas alemanes y sus hombres a lo largo de todo el frente, dondequiera que estén y dondequiera que caigan en sus manos hombres y comandantes del Ejército Rojo.

Por ejemplo, en la RSS de Ucrania, en la isla de Khortitsa, en el Dnieper, después que las tropas alemanas se vieran forzadas a retirarse por el ataque del Ejército Rojo, se encontraron cuerpos de soldados del Ejército Rojo capturados que habían sido torturados por los alemanes. Les habían cortado las manos a los prisioneros, les habían sacado los ojos, les habían destripado. En dirección suroeste, en el pueblo de Repki, Ucrania, después de la retirada de los alemanes de las posiciones que habían ocupado, se encontraron los cuerpos del Comandante de Batallón Bobrov, del Oficial Político Pyatigorsky, y de dos soldados. Habían clavado sus brazos y sus piernas a estacas, y habían marcado en sus cuerpos con cuchillos al rojo vivo estrellas de cinco puntas. Les habían cortado y quemado las caras. Cerca de estos cuerpos se encontró el cuerpo de un hombre del Ejército Rojo

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al que habían capturado los alemanes el día antes. Le habían quemado los pies y le habían cortado las orejas. Cuando nuestras unidades capturaron el pueblo de Kholmy en el frente noroccidental, se encontraron cuerpos mutilados de hombres del Ejército Rojo. Habían arrojado uno de los cuerpos a una hoguera. Era el soldado Adrei Ossipov, de la RSS de Kazajstán.

En la estación de Greigovo (RSS de Ucrania), unidades alemanas capturaron a un pequeño grupo de hombres del Ejército Rojo y los dejaron sin comida ni bebida durante varios días. A varios prisioneros les cortaron las orejas, les sacaron los ojos y les cortaron las manos, para después acuchillarlos con bayonetas. En julio de este año, en la estación de Schumilino, unidades alemanas capturaron a un grupo de hombres del Ejército Rojo gravemente heridos y los ejecutaron. Ese mismo mes, cerca de Borisov (RSS de Bielorrusia), los hitlerianos capturaron a 70 hombres del Ejército Rojo gravemente heridos y los envenenaron con arsénico.

En agosto, cerca de la población de Zabolotye, los alemanes capturaron a 17 hombres del Ejército Rojo gravemente heridos en el campo de batalla. No les dieron comida durante tres días. Los 17 hombres, con sus heridas aún sangrando, fueron atados a postes del telégrafo, y como resultado de esto, tres murieron. Los 14 restantes fueron salvados de una muerte segura por la oportuna llegada de una unidad de tanques soviética comandada por el Teniente Rybin. En el pueblo de Lagutino, cerca de Bryansk, los alemanes ataron a un hombre del Ejército Rojo a dos tanques y lo descuartizaron. En un punto al oeste de Bryansk, no lejos de la Granja Colectiva Octubre Rojo, se encontraron 11 cuerpos carbonizados de hombres y oficiales del Ejército Rojo capturados por los fascistas. Los brazos y la espalda de uno de estos hombres del Ejército Rojo tenían marcas de torturas con un hierro al rojo vivo.

Se han registrado varios casos en los que el Mando Alemán ha colocado a hombres del Ejército Rojo capturados delante de sus columnas durante un ataque, so pena de ser fusilados. Se han registrado casos en particular cerca de la Granja Estatal de Vybor, en la región de Leningrado; en las cercanías de Yelna, en la región de Smolensk; en la región de Gomel, RSS de Bielorrusia; en la región de Poltava, RSS de Ucrania, y en otros lugares.

También se sometió sistemáticamente a hombres del Ejército Rojo enfermos y heridos que se encontraban en hospitales y cayeron en manos de los invasores alemanes a bárbaras vejaciones, torturas, y salvajes maltratos. En ocasiones innumerables los demonios fascistas han atravesado con bayonetas o pegado un tiro a indefensos hombres del Ejército Rojo enfermos y heridos. Por ejemplo, en Malaya Rudnya, en la región de Smolensk, unidades fascistas alemanas capturaron un hospital de campaña soviético y ejecutaron a los hombres del Ejército Rojo heridos, y a los enfermeros, tanto hombres como mujeres. Entre las víctimas estaban los soldados Shalamov y Asimov, y el teniente Dileyev, heridos, y Varya Boiko, una enfermera de 17 años, además de otras personas.

Ha habido numerosos casos de abuso y violación del honor de las mujeres en ocasiones en las que han caído enfermeras y trabajadoras de hospitales en manos de los invasores hitlerianos".

En esta misma nota hay otros muchos hechos similares. Después continúa así:
"El saqueo es habitual entre los hombres y los oficiales del Ejército de Hitler. Cuando llegó el invierno, el saqueo se convirtió en algo generalizado, con los ladrones hitlerianos dispuestos a todo en su búsqueda de uniformes. No sólo arrebataban ropa de abrigo y botas a los cadáveres de soldados soviéticos, también privaban a hombres heridos de literalmente toda su ropa de abrigo: botines, botas, calcetines, jerseis, abrigos de plumas, y gorros, dejándolos desnudos. Se ponían de todo, incluso ropa de abrigo de mujer arrebatada a enfermeras muertas o heridas.

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Se mata de hambre a los prisioneros del Ejército Rojo; se les deja sin comida durante semanas, o dándoles raciones minúsculas de pan mohoso o patatas podridas. Privando a los prisioneros soviéticos de comida, los hitlerianos les empujan a rebuscar en los cubos de basura restos de comida que han tirado los soldados alemanes, o como ocurrió en varios campos, como en el campo de la aldea de Malaya Korma (RSS de Bielorrusia), tiran cadáveres de caballos por encima del alambre espino a los prisioneros de guerra soviéticos. En el Campo de Vitebsk, Bielorrusia, los prisioneros del Ejército Rojo apenas recibieron comida durante cuatro meses. Cuando un grupo de prisioneros del Ejército Rojo envió al Mando Alemán por escrito una petición de comida para mantenerse con vida, un oficial alemán averiguó quién había escrito la petición. Cinco hombres del Ejército Rojo que afirmaron haberla escrito fueron ejecutados en el acto.

Se pueden observar casos similares de tiranía y brutalidad descontroladas en otros campos: en Zhitkiv, en Demyan, y en otros.

Las autoridades alemanas y el Gobierno Alemán han establecido un régimen salvaje en los campos para prisioneros de guerra soviéticos con el objetivo de exterminar a los prisioneros en masa. El Alto Mando alemán y el Ministerio de Alimentación y Agricultura han promulgado una normativa que fija una ración de comida para los prisioneros de guerra soviéticos muy inferior en cantidad y calidad a la de los prisioneros de guerra de otros países. Esta ración consiste en 6000 gramos de pan y 400 gramos de carne al mes, lo que condena a los prisioneros de guerra soviéticos a una dolorosa muerte por hambre.

A la vez que aplica este desgraciado y obviamente ilegal régimen a los prisioneros de guerra soviéticos con una crueldad inhumana, el Gobierno Alemán está haciendo todo lo posible para ocultarle al público la normativa que promulgó sobre esta cuestión. Así, en respuesta a una petición de investigación hecha por el Gobierno Soviético, el Gobierno Sueco declaró que la información sobre la mencionada normativa del Gobierno Alemán publicada en la prensa europea y en la americana era correcta, pero que el texto de esta normativa no se había publicado y por tanto no se disponía de ella".

La normativa que no estuvo a disposición del Gobierno Sueco en otoño de 1941 está ahora a disposición del Tribunal Militar Internacional.

Afirmo que una circunstancia muy importante es que estas normativas se distribuyeron a través de dos canales: El Alto Mando y el Partido Nazi. De esta forma, el exterminio por hambre de los prisioneros de guerra soviéticos capturados por los alemanes fue planeado y llevado a cabo por ambos, el Alto Mando Alemán y el Partido Nazi.


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