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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
2 de febrero a 13 de febrero de 1946

Quincuagésimo Séptimo Día: Martes, 12 de febrero de 1946
(13 de 18)


En la página 80 del libro de documentos, al principio de la página 3 del texto ruso del testimonio, Alexianu declara que en el verano de 1942 estaba presente en el Consejo de Ministros rumano en el que:
"El Mariscal Antonescu, hablando de los éxitos de los ejércitos alemanes y rumanos en el Frente Oriental dijo: 'Ahora es evidente lo sabiamente que actué cuando ya en noviembre de 1940 llegué a un acuerdo con Hitler sobre el ataque conjunto a la Unión Soviética' ".
Sin embargo, la generosidad del Führer fascista, que concedió territorios soviéticos aquí y allá a sus vasallos, disminuyó apreciablemente en el transcurso de la guerra a medida que crecieron los éxitos del Ejército Rojo.

Tengo ante mi una de las cartas de Hitler a Ion Antonescu, del 26 de octubre de 1943. Ruego al Tribunal la acepte como prueba URSS 240. Han pasado casi dos años y tres meses desde el día en el que Hitler felicitó a su sátrapa rumano por la toma de Besarabia. Recientemente, Antonescu aún había estado preocupado por la cuestión de organizar una administración "unificada" en Zadniestrovye.

Las circunstancias y las condiciones habían cambiado. Hitler escribía ahora, cito el segundo párrafo desde el principio de la página 1, que encontrarán en las páginas 82-83 de su libro de documentos:

"Mi otra petición concierne a la utilización de Transnistria como teatro de operaciones de retaguardia para los Grupos de Ejército A y Sur sin los impedimentos debidos a consideraciones y dificultades formales jurídicas o económicas. Debo pedirle además que ponga a disposición de las autoridades alemanas toda la red de los ferrocarriles de Transnistria".
Como pobre consolación Hitler añade, página 82 del libro de documentos:
"Todas las medidas militares tienen como objetivo final mantener Transnistria en poder de Rumanía".
Y aquí incluso Antonescu, que tantas veces le había asegurado servilmente a Hitler su lealtad, llegó a su límite. El 15 de noviembre de 1943 escribió una larga respuesta a Hitler. En esta carta Antonescu escribió sin reservas sobre cómo había cumplido la voluntad de su amo a expensas de su pueblo.

Presento la carta de Antonescu a Hitler como prueba URSS. Su carta está fechada en Bucarest, 15 de noviembre de 1943.

Cito comenzando con el párrafo 2 de esta carta, hacia el final de la página 5 del texto en ruso, en la página 88 del libro de documentos:

"En cuanto al régimen en Transnistria, estamos de acuerdo con Su Excelencia en que no es oportuno ni se da el momento adecuado para examinar los detalles menores del problema de este territorio como zona militar, zona de suministros, etc.

Querría comenzar explicando las causas de mi ansiedad.

No sé si siempre le han contado la verdad de la participación rumana en la guerra desde 1941 hasta este momento:

esta guerra le ha costado a Rumanía 300 mil millones de lei;

durante este periodo hemos proporcionado a Alemania más de 8 millones de toneladas de petróleo, poniendo así en peligro nuestras reservas nacionales, además de los pozos;

estamos teniendo enormes gastos por apoyar a las familias de los 250.000 hombres que perdieron la vida en combate.

Por supuesto, la llegada de tropas al territorio de Transnistria es, como dice usted, un escudo ante las puertas de Rumanía. Nuestro único deseo es que todo se mantenga en orden y se utilice de la forma más ventajosa posible..."

[Página 283]

Omito cuatro párrafos que no son importantes para el asunto que tratamos, y continúo leyendo en la página 89 del libro de documentos:
"En cuanto a la transferencia de los ferrocarriles de Transnistria a manos alemanas para incrementar el número de transportes, le ruego a Su Excelencia que reconsidere esta cuestión. En nuestra opinión, esta transferencia no es indispensable.

Los ferrocarriles de Transnistria, desde 1941 hasta hoy han funcionado bien bajo administración rumana. Siempre han satisfecho las demandas alemanas y su gestión ha sido siempre muy apreciada".

Les ruego pasen una página del libro de documentos. Leo ahora un fragmento de la página 90 del libro:
"Si la capacidad de tráfico de los ferrocarriles de Transnistria no puede ser incrementada según en plan generalmente establecido, no se nos puede achacar ninguna responsabilidad por ello. En esto también hemos cumplido con nuestras obligaciones".
Y dos párrafos más abajo en la misma página, se afirma lo siguiente:
"Estoy seguro de que nuestra administración ferroviaria podría aplicar las medidas necesarias para incrementar la capacidad de tráfico y mejorar el transporte ferroviario.

Dado que estuve encargado personalmente de la organización de la administración y economía de esta región, me dolería profundamente que la administración de los ferrocarriles pasara a manos alemanas, ya que se podría decir que nuestra incapacidad en este aspecto fue la razón de dicha medida".

Llegó un momento en las relaciones entre los dos agresores en el que la antigua armonía basada en la conquista de tierras y riquezas extranjeras dio paso a discusiones sobre quién debería asumir la gran responsabilidad financiera por las pérdidas sufridas como resultado de la aventura criminal en la que se embarcaron ambos socios.

Esto lo revela el siguiente documento capturado de los archivos personales de Antonescu y que quiero presentar al honorable Tribunal como prueba URSS 245. Querría leer una cita más bien larga de este documento que es muy importante para permitirnos conocer la relación entre la Alemania Fascista y sus satélites. Este documento se titula "Reunión del General Hansen con el Mariscal Antonescu el 7 de julio de 1943".

Como sin duda recordarán Sus Señorías, el General Hansen era el jefe de la Misión Militar Alemana del Estado Mayor Alemán en Rumanía. Leeré ante el Tribunal fragmentos de este documento subrayados a lápiz rojo en las páginas 92 y 93 del libro de documentos...

EL PRESIDENTE: ¿Le sería posible resumir estos documentos relativos a Rumanía? Porque ya nos ha expuesto una considerable cantidad de evidencias relacionadas con la participación de Rumanía, declaraciones del General Antonescu y otras pruebas similares. Quizás podría continuar con la cuestión de la participación húngara... con la prueba URSS 294. Lo que nos está leyendo expone sin duda el punto al que llegó la participación rumana, pero todo trata la agresión. Pienso tras haberlo visto que usted podría continuar con la prueba URSS 294.

GENERAL DE DIVISIÓN ZORYA: Si así lo desea el Tribunal, eso es lo que haré.

EL PRESIDENTE: Creo que esto nos ahorraría tiempo y no perjudicaría en absoluto al caso.

GENERAL DE DIVISIÓN ZORYA: Resumiré este documento en unas pocas frases, y pasaré después al siguiente documento.

[Página 284]

EL PRESIDENTE: Muy bien.

GENERAL DE DIVISIÓN ZORYA: Lo esencial de esta conversación es interesante porque revela el desvergonzado regateo que tuvo lugar entre Hansen y Antonescu. Los objetos de este regateo fueron dinero, suministros militares y vidas humanas. Antonescu, que empezaba a sentir la desventaja de la inexistencia de un acuerdo propiamente dicho con Alemania, insistió en que todos los tratos posteriores, fueran materiales o de alguna otra clase, pasaran por acuerdos oficiales apropiados. Demandó de Alemania la entrega de varios suministros militares, ya fuera de carácter técnico, o en un análisis final, de carácter monetario. Y cuando el General Hansen dijo que Alemania no tenía lei, Antonescu respondió, "si no tienen lei, al menos envíen armas y equipamiento".

Así describe el documento la política seguida por la Alemania Fascista para conseguir todo tipo de recursos de sus vasallos.


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