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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
2 de febrero a 13 de febrero de 1946

Quincuagésimo Séptimo Día: Martes, 12 de febrero de 1946
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Dr. KUBUSCHOK (abogado del Gabinete del Reich):

P: Se ha vuelto a hablar hoy de una declaración suya de ayer: cuánto podían saber miembros individuales del Gobierno Alemán de decisiones importantes. Entendí de su respuesta que usted consideraba al Gabinete del Reich un cuerpo homogéneo. En este juicio surge repetidas veces la dificultad de que suponemos que se dieron condiciones normales. Se tiende sobre todo a aceptar el concepto de que la mayoría de las decisiones políticas y militares importantes, como es habitual, se tomaron dentro de un organismo gubernamental compuesto de personas importantes, o dentro del Mando Militar Supremo; en otras palabras, que las cuestiones se discutían y decidían dentro de un pequeño grupo que era parte de una unidad más grande. Testigo, por lo que usted pudo ver gracias a su alto rango militar, ¿se podría decir que esto es aplicable al Gobierno de Adolf Hitler? ¿No empleaba habitualmente Hitler, por su personalidad y sus métodos, y por decirlo de una manera decorosa, debido a ser un hombre de un tipo inusual, un procedimiento completamente diferente? ¿No tomaba siempre sus decisiones independientemente o como mucho consultando a unos pocos asistentes, y no podemos deducir de ello que personalidades destacadas del ámbito político y militar no sabían lo que estaba pasando?

R: Debo responder a esto que mi servicio militar en el Estado Mayor del Ejército no me permitió ver el funcionamiento del Gobierno Alemán. Mi concepto del organismo gobernante de una nación es el de un grupo unido que, sin importar los métodos que el jefe de Estado trate de usar, tiene un sentido de responsabilidad hacia el pueblo por los actos del Gobierno según el cual no permitirá que se haga cualquier cosa sin control, sin permitirlo siquiera al jefe del Estado (en este caso Hitler, con sus métodos brutales y autocráticos), y que tomará las medidas compensatorias necesarias, incluso aunque no se le pida, algo que se debería haber hecho como mínimo desde que todo el mundo tuvo claro que este Gobierno era dirigido por un criminal loco.

P: Testigo, usted pertenece a la segunda categoría de personas que mencioné. Es un hecho demostrado que usted no ha intervenido, evidentemente por razones de peso. Creo que sería mejor que no juzgue a otras personas y que tan sólo responda a mis preguntas con hechos.

Mi pregunta era si, por lo que usted pudo saber debido no sólo a su destacado rango militar, sino también a su importante posición pública (el que su juicio fuera correcto o erróneo es irrelevante, usted conoce los métodos en cuestiones militares y políticas), las decisiones eran tomadas por un gran organismo de personalidades militares y políticas que se reunían a tal fin, o por un pequeño círculo de personas, probablemente a veces por Hitler solo.

R: Desconozco cómo se tomaban decisiones en el Gabinete del Reich. Por tanto, en mi respuesta anterior, simplemente le he expuesto mi idea sobre ello, y creo que eso respondió a la pregunta. No puedo imaginarme que una sola persona pudiera hacer todo lo que se hizo. Para ejercer su

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influencia en un pequeño círculo necesitaba la cooperación de sus inmediatos asistentes. En otras palabras, era prácticamente imposible que lograra sus objetivos de otra manera.

P: En cuanto a la cooperación de sus más estrechos colaboradores, ¿cree que algún Ministro especialmente cualificado, un Ministro de Trabajo o algún otro experto, fue consultado alguna vez por Hitler con respecto a sus planes de agresión?

EL PRESIDENTE: Abogado, el testigo ya ha dicho que no sabe cómo se tomaban decisiones en el Gabinete del Reich. Lo que piense sobre ello es totalmente irrelevante. No lo sabe.

Dr. KUBUSCHOK:

P: Testigo, ¿tiene la impresión de que los planes de agresión fueron elaborados por Hitler con muchos años de antelación, u opina que se hicieron para satisfacer ciertas circunstancias en base a la intuición que usted dice que él tenía?

R: No sé absolutamente nada de eso. Mis observaciones comenzaron el 3 de septiembre de 1940 y continuaron desde entonces hasta enero de 1942. Lo que observé durante ese periodo es lo que expliqué ayer. No tengo información del tiempo anterior.

Dr. HORN (abogado del acusado von Ribbentrop):

P: Testigo, acaba de decir que usted era miembro de un organismo que tenía como objetivo salvar a Alemania del desastre. Mi pregunta es: ¿qué posibilidades de llevar a cabo este objetivo tenían usted y los demás miembros de ese grupo?

R: Teníamos la posibilidad de hacernos oír y entender por el pueblo alemán, y consideré que era nuestro deber dar a conocer al pueblo alemán nuestro punto de vista no sólo de hechos militares, sino también de los acontecimientos del 20 de julio, y hablarles de las convicciones a las que habíamos llegado.

La iniciativa provino sobre todo de las filas del ejército que comandé en Stalingrado. Allí vimos cómo, debido a las órdenes de esos líderes militares y políticos a los que ahora nos enfrentábamos, murieron más de 100.000 soldados de hambre y frío. Allí experimentamos los horrores de una guerra de conquista.

P: ¿Podían hacer algo aparte de propaganda?

R: Aparte de la posibilidad de difundir propaganda por la radio y con nuestros periódicos, aparte de esa propaganda dirigida al pueblo alemán, no disponíamos de nada más.

EL PRESIDENTE: ¿Qué tiene que ver el Tribunal con esto?

Dr. HORN: Tan sólo quería averiguar qué conclusiones podía sacar de la credibilidad del testigo.

EL PRESIDENTE: No creo que esto tenga nada que ver con su credibilidad.

Dr. HORN: Es perfectamente posible que tengamos conocimiento de otras posibilidades que había disponibles que el testigo no ha mencionado.

EL PRESIDENTE: El Tribunal opina que lo que el testigo pensara o hiciera mientras fue prisionero de guerra en manos rusas no tiene nada que ver con su credibilidad, al menos por lo que respecta a las preguntas que usted ha formulado, y no permitirá que se hagan esas preguntas.

Dr. HORN: ¿Tengo permiso para hacerle al testigo una pregunta más?

EL PRESIDENTE: Por supuesto.

Dr. HORN:

P: ¿Durante el tiempo que usted fue prisionero tuvo oportunidad de poner su experiencia militar de alguna manera a disposición de alguien?

R: De ninguna manera, en ningún caso, y en relación a nada.

EL PRESIDENTE: Entiendo que con esto acaba el interrogatorio de la defensa. ¿Quiere el fiscal soviético hacer alguna pregunta más?

GENERAL RUDENKO: No, Sr. Presidente. Consideramos que las preguntas han explicado enteramente todo lo necesario.

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EL TRIBUNAL (Sr. Biddle):

P: General, usted dijo que cuando pasó a ser Intendente General del Ejército el 3 de septiembre de 1940 se encontró con un plan inacabado de ataque a la Unión Soviética. ¿Sabe cuánto tiempo se llevaba preparando ese plan antes de que lo viera usted?

R: No puedo decir exactamente cuánto duró el periodo de preparación, pero diría que fue de dos a tres semanas.

P: ¿Sabe quién dio la orden de preparar el plan?

R: Supongo que vino del mismo origen, es decir, del OKW a través del Alto Mando del Ejército. El Jefe del Estado Mayor, el General de División Marx, les había dado los mismos documentos que me dio a mi.

P: En las reuniones sobre el Plan "Barbarroja", ¿cuántos miembros del Estado Mayor y del Alto Mando de las Fuerzas Armadas Alemanas solían estar presentes?

R: Los departamentos relacionados: el Departamento de Operaciones, el Intendente General y el Jefe de Transporte. Esos eran generalmente los departamentos principales relacionados.

P: ¿Cuántos miembros del Estado Mayor y del Alto Mando de las Fuerzas Armadas Alemanas estaban familiarizados con las órdenes y directrices a medida que se iban firmando?

R: A lo largo del tiempo, es decir hasta diciembre, mientras se estaban preparando las órdenes de avance reales, más o menos todos los oficiales del Estado Mayor conocían el plan. Cuántos habían sido informados previamente, en los periodos iniciales, es algo que no puedo decir con exactitud.

EL TRIBUNAL (General Nikitchenko):

P: ¿Qué representaba exactamente el Estado Mayor del Ejército Alemán? ¿Se encargaba exclusivamente de la elaboración de cuestiones técnicas, era el organismo que resolvía problemas técnicos según las instrucciones del Mando Supremo, o era el Estado Mayor una organización que preparaba, elaboraba y presentaba sus conclusiones al Mando Supremo independientemente?

R: Según lo que yo vi, era un cuerpo técnico y ejecutivo que tenía como misión seguir las instrucciones dadas.

P: Así pues, ¿el Estado Mayor era meramente un cuerpo técnico?

R: Así fue en la práctica. El Estado Mayor como tal era una organización asesora del Comandante Supremo del Ejército, y no un organismo ejecutivo.

P: ¿Hasta qué punto llevó a cabo conscientemente el Estado Mayor las instruccciones recibidas del Mando Supremo?

R: ¿Puede por favor repetir eso? Me temo que no oí bien la primera parte de su pregunta.

P: ¿Hasta qué punto llevó a cabo conscientemente el Estado Mayor las instruccciones recibidas del Mando Supremo?

R: Llevaron a cabo estas instrucciones al pie de la letra.

P: ¿Hubo algún conflicto entre el Estado Mayor y el Mando Supremo?

R: Es un hecho conocido que había ciertas diferencias de opinión, pero no puedo dar detalles. En cualquier caso, sé por mi inmediato superior que frecuentemente tenía diferencias de opinión con el Mando Supremo del Ejército.

P: ¿Podían esos oficiales mantenerse, o mejor dicho, se mantuvieron en el puesto en el Estado Mayor aunque no estuvieran de acuerdo con la política del Mando Supremo?

R: No surgieron cuestiones políticas en este asunto. Por lo general, no se discutían cuestiones políticas en el círculo del Mando Supremo del Ejército.

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P: No hablo de cuestiones políticas en el sentido estricto de la palabra. Hablo de la política de planificación de la guerra, de la política de preparativos y agresión. En eso pensaba. ¿Estaba previsto, si es que sabe usted esto, transformar la parte de la Unión Soviética ocupada por las Fuerzas Alemanas...?

R: Nunca conocí los planes en detalle. Mis conocimientos están limitados a los planes contenidos en el llamado "Archivo Verde", relativos a la explotación del país.

P: ¿A qué se refiere con explotación?

R: La explotación económica del país, con la idea de que utilizando sus recursos se podría acabar la guerra en el Oeste y hacerse con suministros en Europa para el futuro.

P: ¿Difería el grado de explotación de la explotación económica aplicada en Alemania?

R: No tengo ninguna impresión personal sobre ese aspecto, ya que sólo dirigí ese ejército en Rusia durante tres cuartas partes de un año, y fui capturado pronto, en enero de 1943.

P: ¿Qué sabía de las directrices dadas por organizaciones gubernamentales en Alemania y por el Mando Supremo sobre cómo debía tratar el Ejército a la población soviética?

R: Recuerdo que hubo instrucciones, pero no recuerdo la fecha ahora. En esas instrucciones se daban normas concretas para la guerra en el Este. Creo que el decreto principal fue incluido en el llamado "Archivo Verde", pero puede haber habido órdenes separadas y especiales según las cuales no se debía tener ninguna consideración especial hacia la población.

P: ¿Qué quiere decir con "no se debía tener ninguna consideración especial"? ¿O quizás la traducción no es correcta?

R: Eso quería decir que sólo se debían tener en cuenta las necesidades militares como base para todas las medidas tomadas.

EL PRESIDENTE: ¿Hubo alguna división bajo su mando formada exclusivamente por tropas de las SS?

R: Durante el tiempo que dirigí el Ejército no tuve tropas de las SS bajo mi mando, que yo recuerde. Ni siquiera en Stalingrado, donde tuve 20 divisiones alemanas de infantería, acorazadas y mecanizadas y dos divisiones rumanas, hubo unidades de las SS.

EL PRESIDENTE: Tengo entendido que las SA no formaron unidades, ¿verdad? ¿Las SA?

R: Nunca he oído hablar de unidades de las SA, pero la existencia de unidades de las SS es un hecho conocido.

EL PRESIDENTE: ¿Y hubo alguna sección de la Gestapo adjunta a su Ejército?

R: No, tampoco hubo ninguna.

EL PRESIDENTE: General Rudenko, antes le pregunté si tenía alguna pregunta más, y dijo que no. ¿Sigue siendo así?

GENERAL RUDENKO: Así es.

EL PRESIDENTE: Entonces el testigo puede retirarse.


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