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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
2 de febrero a 13 de febrero de 1946

Quincuagésimo Séptimo Día: Martes, 12 de febrero de 1946
(5 de 18)


Dr. LATERNSER (abogado del Estado Mayor y el Alto Mando): tengo sólo unas pocas preguntas más que hacerle al testigo.

P: Testigo, ¿no sabía al asumir el cargo de Intendente General que los preparativos que el General de División Marx había

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iniciado y que usted continuó tenían como fin sólo resolver una posible contingencia?

R: Por supuesto se podría pensar eso, pero muy pronto durante el trabajo realizado surgieron cosas que hicieron parecer muy probable que estos preparativos teóricos se iban a llevar a la práctica. En relación con la formulación de este plan de operaciones para un ataque en el que desde el principio pensamos en utilizar territorio rumano, durante ese tiempo vimos el envío de la primera misión militar, con grupos de adiestramiento y una división Panzer completa, justo al área que se había seleccionado en los preparativos teóricos. Así, creció gradualmente la impresión de que era un plan que finalmente se llevaría a cabo.

P: El motivo de mi pregunta es éste: creo que la fecha que dio para el inicio del plan, otoño de 1940, es un tanto temprana, ¿no?

R: Expliqué ayer detalladamente los documentos que se me dieron para ese plan ofensivo. Me los entregaron el 3 de septiembre, todo se desarrolló usando como base estos documentos, y finalmente todo se llevó a cabo más adelante.

P: Lo que quiero decir es esto: que inicialmente este plan se consideró o concibió para resolver una contingencia, y que después, en una fecha posterior y tras tomarse una decisión, fue utilizado.

R: Mirando atrás, encajan en una secuencia perfecta, primero la preparación teórica, y después la preparación práctica y la ejecución.

P: ¿Conoce la Directriz nº 18 del 12 de noviembre de 1940, promulgada por el antiguo Comandante Supremo de la Wehrmacht?

R: No la recuerdo.

Dr. LATERNSER: Sr. Presidente, les remito a un documento que ya ha sido presentado por la fiscalía americana, el documento 444-PS. (Entrega el documento al testigo).

P: Aquí tiene, testigo. Estoy hablando de lo que se encuentra en la página 8.

R: No recuerdo haber visto esto antes.

P: Testigo, ¿puede repetir esa respuesta?

R: No recuerdo siquiera haber sabido algo de esta carta.

Dr. LATERNSER: Como información para el Tribunal citaré el fragmento, es muy breve, que acabo de mostrar al testigo. Es la página 8 del documento 444-PS, este párrafo. Cito:

"(5) Rusia: Se han iniciado reuniones políticas con el objetivo de aclarar la actitud de Rusia en el futuro inmediato".
P: Testigo, tras ver este fragmento tendrá que admitir que estoy en lo cierto al decir que el momento en el que se decidió atacar a la Unión Soviética tuvo que ser posterior a la fecha que nos indicó ayer.

R: Sólo puedo decir en base a mi experiencia personal y mi opinión al mirar atrás ahora que hubo una línea clara desde el principio: el concepto de ese plan que me encontré el 3 de septiembre de 1940, después la directriz de diciembre de 1940, y después su ejecución. No puedo saber la fecha precisa en la que se tomó la decisión.

P: ¿Sabía que en 1939 la Unión Soviética entró en Polonia con, en opinión de expertos militares alemanes, fuerzas muy numerosas totalmente desproporcionadas, según la opinión de estos expertos, para el problema que iban a resolver entonces?

R: Sólo conozco el hecho de que fuerzas soviéticas entraron en Polonia, pero nunca he oído nada del número de efectivos, ni he oído a nadie expresar sorpresa por el tamaño de las fuerzas que participaron en la invasión.

P: ¿Sabe que antes del despliegue alemán en la frontera oriental había fuerzas soviéticas mucho más numerosas desplegadas a lo largo de esa frontera, especialmente fuerzas blindadas muy numerosas en el área de Bialystok?

R: No, no sabía eso.

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P: ¿No se transfirieron las primeras divisiones del Oeste al Este sólo después de que se viera que había numerosas fuerzas soviéticas en posición a lo largo de la frontera oriental?

R: De la relación de movimientos de tropas de Oeste a Este y de la ejecución práctica del plan no sé nada, ya que no tuve nada que ver con ello. Y sobre todo, en los meses de abril y mayo, debido a otros menesteres, estuve en el Alto Mando del Ejército durante un muy breve tiempo.

P: Testigo, usted dijo ayer que a finales de marzo de 1940 hubo una reunión en la Cancillería del Reich y que en ella el General Halder le expuso varios puntos como razones para el ataque planeado a Yugoslavia. Usted mencionó primero la eliminación del peligro en el flanco; en segundo lugar, el hacerse con la línea férrea a Nish, y usted destacó que en caso de un ataque contra Rusia, el flanco derecho tendría libertad de movimiento. ¿No eran razones distintas para este ataque? ¿No hubo razones más importantes que las que usted mencionó?

R: No sé de otras.

P: En cuanto a este ataque a Yugoslavia, ¿no se hizo también para ayudar a los italianos?

R: Sí, por supuesto. Esa fue la razón inicial por la que se consideró una operación contra Grecia y por la que se tenía que eliminar esa amenaza al flanco si íbamos a avanzar sobre Grecia desde Bulgaria.

P: ¿No había por aquel entonces alguna preocupación por la posibilidad de que Yugoslavia y Grecia cooperaran, lo que hubiera permitido a Inglaterra desembarcar fuerzas en la costa griega y hacerse así con una carretera hacia los campos petrolíferos rumanos?

R: Sí, pero además habría sido imposible llevar a cabo el Plan "Barbarroja". Habríamos estado amenazados en nuestro flanco derecho y desprotegidos.

P: He recibido información diferente. En la decisión de atacar Yugoslavia el Plan "Barbarroja" no ejerció el importante papel que usted dijo que tuvo.

R: El Plan "Barbarroja" no se habría podido llevar a cabo si Grecia y Serbia, reforzadas por desembarcos británicos, hubieran caído en manos del enemigo.

EL PRESIDENTE: Quizás es buen momento ahora para un descanso.

(Se hizo un receso).

Dr. LATERNSER:

P: Testigo, estaba usted hablando del ataque a Yugoslavia. Si le entendí bien, dijo que este ataque se tuvo que llevar a cabo antes del Plan Barbarroja, ya que si no habría habido una amenaza peligrosa en el flanco. ¿Le he entendido bien?

R: Sí.

P: Usted dijo ayer que el derrocamiento del gobierno de Yugoslavia fue la razón del ataque de Hitler a ese país. ¿Sabe si existía algún plan para ese ataque antes de la revolución en Yugoslavia?

R: Lo desconozco.

P: ¿Tiene idea de que el ataque a Yugoslavia tuvo que hacerse en un momento muy inadecuado, y que provocó un retraso en el ataque a la Unión Soviética?

R: Es exactamente lo que dije ayer. Hizo que se pospusiera el ataque a Rusia, que en principio se había previsto para mediados de mayo si el tiempo lo permitía.

P: Pero entonces aquí hay una cierta contradicción si dice que el ataque a Yugoslavia tuvo lugar en ese momento aunque no era conviente, ya que iba a comenzar el ataque a Rusia.

R: No veo ninguna contradicción. Según vi la situación, el Gobierno Yugoslavo había llegado a un acuerdo con nosotros que ponía a nuestra disposición la línea férrea de Belgrado a Nish. Después de firmarse ese acuerdo, tuvo lugar una revolución en Yugoslavia que provocó un cambio en su política.

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Por tanto, el plan de ataque a Yugoslavia se consideró necesario para eliminar un peligro. En otras palabras, no veo que la decisión de atacar Yugoslavia y el hecho de que "Barbarroja" fuera retrasado sean contradictorios. Simplemente veo que uno es un requisito previo para la ejecución del otro.

P: Testigo, ¿estuvo usted presente en una reunión del Estado Mayor en el Obsersalzberg el 3 de febrero de 1941?

R: Sí.

P: ¿Es usted consciente del hecho de que por aquel entonces se estimaba que el total de fuerzas de las tropas rusas soviéticas era de 100 divisiones de infantería, 25 divisiones de caballería y 30 divisiones mecanizadas, y que el General Halder informó de estas fuerzas?

R: No recuerdo todo eso. Y tampoco estoy seguro de que el General Halder estuviera en esta reunión.

P: Pero testigo, esta reunión tuvo que ser inusual.

R: Sí.

P: Y creo que esa reunión debió al menos haber dado la impresión de que había una muy grande concentración de tropas en el Frente Oriental.

R: No recuerdo haber tenido esa impresión.

P: ¿Era usted aún Intendente General al comienzo del ataque contra la Unión Soviética?

R: Sí.

P: Por lo que he podido averiguar en este tiempo, parte de la misión de ese departamento es hacer sugerencias sobre las operaciones militares, ¿es así?

R: Eso fue así durante un tiempo, cuando había un reparto de tareas distinto. En el tiempo en el que fui Vicejefe del Estado Mayor, no se me asignó esa tarea como parte de mi trabajo. El departamento de operaciones no estaba bajo mi control, sino inmediatamente bajo el control del Jefe del Estado Mayor. El Departamento del Estado Mayor primero de todo me encomendó dirigir el departamento de adiestramiento y después el departamento de organización, y eso fue en otoño de 1941. Por tanto, no era parte de mi trabajo hacer sugerencias al Jefe del Estado Mayor sobre operaciones en curso, o sobre cualquier otra operación. Tan sólo tenía que llevar a cabo las tareas que se me asignaron.

P: Testigo, ¿puede proporcionarnos información sobre cómo se trató a los prisioneros de guerra alemanes en la Unión Soviética?

R: Esa pregunta, sobre la que se ha generado una increíble cantidad de propaganda que llevó al suicidio de tantos oficiales alemanes y de personal de otros rangos en Stalingrado, me siento obligado...

EL PRESIDENTE: Un momento. El interrogatorio de la defensa consiste en hacer preguntas que o bien están relacionadas con los temas que el Tribunal tiene que juzgar, o bien son preguntas destinadas a evaluar la credibilidad del testigo. Las preguntas sobre el trato recibido por prisioneros en la Unión Soviética no tienen nada que ver con ninguno de los asuntos que tenemos que juzgar, y no tienen relación con la credibilidad del testigo. Por tanto, el Tribunal no las escuchará.

Dr. LATERNSER: Sr. Presidente, ¿puedo indicar la razón por la que hago esa pregunta? ¿Puedo hacer una breve alegación?

EL PRESIDENTE: Sí.

Dr. LATERNSER: Querría hacer esa pregunta por la razón de que podría averiguar cómo se trató realmente a los prisioneros de guerra, para que así un gran número de familias alemanas, extremadamente preocupadas por este asunto, puedan recibir información y se pueda así terminar con sus preocupaciones.

EL PRESIDENTE: El Tribunal considera que no es un asunto que concierna al Tribunal.

Dr. LATERNSER: No tengo más preguntas que hacerle al testigo.


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