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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
2 de febrero a 13 de febrero de 1946

Quincuagésimo Séptimo Día: Martes, 12 de febrero de 1946
(3 de 18)


Dr. SAUTER (abogado de los acusados von Schirach y Funk):

P: Ayer usted mencionó que consideraba que el Gobierno de Hitler era el culpable. ¿Es correcto?

R: Sí.

P: En su declaración por escrito, que hizo el 8 de enero de 1946 en un campo de prisioneros, no se dice nada de eso; por lo menos, yo no he visto nada sobre ello.

R: Esa carta no tiene nada que ver con eso. Es una carta al Gobierno Soviético en la que explicaba varias cuestiones relativas al Sexto Ejército en Rusia, y en la que mencionaba algunas de mis experiencias.

P: En esta carta del 8 de enero de 1946 usted dijo explícitamente, y cito:

"Hoy, cuando se están juzgando los crímenes de Hitler y sus secuaces, me veo obligado a contarle al Gobierno Soviético todo lo que sé y que pueda servir como prueba de la culpabilidad de los criminales de guerra en el Juicio de Nuremberg".
A pesar de eso, en su declaración escrita no se habla de esto.

[Página 261]

EL PRESIDENTE: Dr. Sauter, si va a interrogar al testigo sobre esta carta, debe presentar la carta como prueba, la carta entera.

Dr. SAUTER: Es la declaración que ha dado el testigo.

EL PRESIDENTE: No dudo que lo sea; lo que digo es que si interroga al testigo sobre la carta y le presenta la carta, debe presentar la carta como prueba. ¿Tiene una copia de la carta?

Dr. SAUTER: Sí. Está en la declaración que el fiscal soviético presentó ayer al testigo, y sobre la cual el testigo dijo que la confirma y la repetiría.

EL PRESIDENTE: Sí, ya entiendo. No estaba seguro de si realmente se había presentado o si se había retirado al ofrecerse a presentar al testigo. ¿Se ha presentado entonces la carta?

Dr. SAUTER: El testigo dijo, después de que el fiscal le preguntara, que repetiría esa declaración. De hecho, la ha repetido.

EL PRESIDENTE: Sr. Willey, ¿se ha presentado la carta?

Sr. WILLEY: No se ha presentado.

EL PRESIDENTE: Muy bien, puede seguir interrogando al testigo sobre ella, pero se ha de presentar el documento, eso es todo.

Dr. SAUTER: Sí.

P: Querría saber, testigo, qué entiende usted por "Gobierno de Hitler". ¿Se refiere al Gabinete del Reich, o a qué se refiere exactamente?

R: Me refiero a todos los responsables.

P: Me gustaría que respondiera a la pregunta con más exactitud.

R: En mi declaración de ayer expliqué sólo lo que vi, y lo que experimenté. No tenía intención de hacer ninguna declaración sobre personalidades concretas del Gobierno, ya que eso no entraría en mi experiencia directa.

P: Pero habló del Gobierno de Hitler, ¿verdad?

R: Simplemente me referí al concepto de Gobierno de Hitler.

P: Eso es el Gabinete del Reich, ¿no?

R: Sí, en la medida en que es responsable de las directrices dadas por el Gobierno.

P: Es por ello por lo que querría que sepa lo siguiente:

El acusado Funk, que se sienta allí, también fue miembro del Gabinete del Reich, y el acusado von Schirach también es considerado un miembro del Gabinete del Reich por la acusación. ¿Sabe si el acusado Funk y el acusado von Schirach, como usted por ejemplo, sabían algo de estos planes de Hitler?

R: No lo sé.

P: ¿Sabe si durante la guerra, mientras usted estuvo en el OKW, hubo alguna reunión del Gabinete?

R: Tampoco lo sé.

P: ¿Sabe que Hitler, en aras del secreto de sus planes de guerra, ordenó incluso que en reuniones con sus consejeros militares no se permitiera la presencia de miembros del Gabinete del Reich, como por ejemplo Funk?

R: No lo sabía.

P: ¿No llegó a enterarse a través de Jodl o de Keitel de que Hitler incluso prohibía que hubiera miembros civiles del Gabinete del Reich en esas reuniones militares?

R: No sé nada de eso.

P: No sabe nada de eso. Otra pregunta. Después de que Stalingrado quedara cercada y la situación se volviera desesperada, se enviaron varios telegramas de lealtad destinados a Hitler desde el interior de la fortaleza. ¿Sabe algo de esto?

R: Si habla de telegramas de lealtad, sólo conozco el final, cuando se hicieron esfuerzos para encontrarle algún sentido a la catástrofe que había ocurrido allí, para encontrarle algún sentido al sufrimiento y la muerte de tantos soldados. Estas cosas,

[Página 262]

entonces se mostraron como heroísmo en el telegrama, como algo que debía ser recordado para siempre. Siento que en aquel momento, debido a la situación, dejé pasar eso y no lo detuve.

P: ¿Envió usted estos telegramas?

R: No sé a qué telegramas se refiere, con excepción del último.

P: Varios telegramas de lealtad en los que se prometía resistir hasta el último hombre, telegramas que horrorizaron al pueblo alemán. También se dice que tienen su firma.

R: Le ruego que me los muestre, porque no sé nada de ellos.

P: ¿No sabe nada de ellos?

R: No sé nada de estos telegramas de los que habla, con excepción del último.

P: ¿Tiene idea de lo que se escribió en el último telegrama?

R: En el último telegrama había una breve descripción de los logros del Ejército, y se señalaba que no había intención de capitular, y que esto debería ser un ejemplo para el futuro.

P: ¿Y el resultado fue su ascenso a Mariscal de Campo?

R: No me consta que fuera resultado de eso.

P: Pero le ascendieron a Mariscal de Campo, y aún ostenta ese rango, ya que la declaración que he presentado al Tribunal está firmada "Paulus, Mariscal de Campo".

R: Bien, debo decir... ¿Se refiere a esta declaración?

P: Sí, esta declaración.

R: Sí, tenía que utilizar el rango que se me concedió.

P: En esta declaración que he presentado al Tribunal como prueba, la última frase es:

"Asumo la responsabilidad por no haber prestado suficiente atención a la ejecución de la Orden del 14 de enero de 1943 sobre la entrega de los prisioneros (es decir, de todos los prisioneros rusos a los rusos), por las muertes que hubo como resultado de ello, y además, por no haber podido hacer nada más en el cuidado de los prisioneros".
Querría oír lo que tiene que decir sobre lo siguiente: en esa detallada carta, ¿por qué se olvidó de los varios centenares de miles de soldados alemanes bajo su mando, y que bajo su mando perdieron su libertad, su salud y sus vidas? No hay ni una sola palabra dedicada a ellos.

R: No es el tema que se trata en esta carta. Esta carta al Gobierno Soviético hablaba de lo ocurrido a la población rusa en el área de Stalingrado y a los prisioneros de guerra rusos. En ese momento, obviamente, no podía decir nada de mis soldados.

P: ¿Ni una palabra?

R: No, aquí no, porque eso se debía hacer en otro momento. Por supuesto es cierto que todas las órdenes de operaciones llevaron a las terribles condiciones de Stalingrado, a pesar de mis protestas. Hacia el 20 de enero, como dije, elaboré un informe en el que decía que las condiciones habían llegado a tal punto de miseria y sufrimiento debido al frío, el hambre y las enfermedades que eran insoportables, y que continuar combatiendo estaba más allá de toda posibilidad. La respuesta que me dio el Mando Supremo fue: "La capitulación es imposible. El 6º Ejército cumplirá con su histórico deber en Stalingrado hasta el último hombre para permitir la reconstrucción del Frente Oriental".

P: ¿Y por eso siguió colaborando con el crimen que ha descrito, hasta el final? Según sus declaraciones, para usted todo desde el principio era claramente un crimen.

[Página 263]

R: No he dicho que tuviera claro desde el principio que se trataba de un crimen. Llegué a esta conclusión más adelante, como resultado de mi experiencia en Stalingrado.

P: Finalmente, querría saber esto: ¿no tenía claro desde el principio, cuando se le encomendó la elaboración de planes para el ataque a Rusia, como especialista en esas tareas... no sabía desde el primer momento que este ataque a Rusia sólo se podría llevar a cabo quebrantando el Derecho Internacional que Alemania debía respetar?

R: Sí, quebrantando el Derecho Internacional, pero no en las condiciones que se desarrollaron más adelante.

P: Lo que he preguntado es si tenía claro que este plan sólo podía ejecutarse quebrantando el Derecho Internacional.

R: Estaba claro que un ataque de esa clase sólo se podía llevar a cabo quebrantando el tratado firmado con Rusia en otoño de 1939.

P: No tengo más preguntas. Gracias.


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