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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
2 de febrero a 13 de febrero de 1946

Quincuagésimo Quinto Día: Sábado, 9 de febrero de 1946
(5 de 5)


Para terminar, considero esencial leer para que figure en el sumario casi completo un documento bastante largo pero excepcionalmente importante. Recuerdo una nota del acusado Bormann del 2 de octubre de 1940 sobre una conversación acerca de Polonia. Esta conversación tuvo lugar tras una cena en el apartamento de Hitler. Encontrarán esta nota en la página 311, Volumen I, Parte 2, del libro de documentos:
"Secreto; Berlín, 2/10 1940; Nota.

El 2 de octubre de 1940, tras cenar en el apartamento del Führer, tuvo lugar una conversación sobre el Gobierno General, el trato a proporcionar a los polacos y la incorporación, ya aprobada por el Führer, de los Distritos de Piotrokow y Tomassov a la Provincia de Warta.

La conversación comenzó cuando el Reichsminister Dr. Frank informó al Führer de que las acciones en el Gobierno General podían considerarse muy exitosas. Los judíos de Varsovia y otras ciudades estaban encerrados en el gueto; Cracovia estaría en breve limpia de ellos".

Creo que podemos omitir unos pocos párrafos.
"El Führer destacó además que los polacos, a diferencia de nuestros trabajadores alemanes, han nacido especialmente para el trabajo pesado; debemos dar toda posibilidad de progresar a nuestros trabajadores alemanes; en cuanto a los polacos, no hay posibilidad de plantear una mejora para ellos. Por el contrario, es necesario mantener una calidad de vida baja en Polonia, y no se debe permitir que mejore.

El Gobierno General no puede ser de ninguna manera una región económica aislada y uniforme; no debe producir independientemente, ni siquiera en parte, ningún bien manufacturado necesario para su subsistencia. El Gobierno General debería ser utilizado por nosotros meramente como fuente de mano de obra no cualificada (en industrias como la fabricación de ladrillos, la construcción de carreteras, etc.).

[Página 220]

No se puede cambiar el carácter de un eslavo, como ya ha destacado el Führer. Mientras que por lo general nuestros trabajadores alemanes son por naturaleza aplicados y diligentes, los polacos son perezosos, y es necesario obligarles para hacerles trabajar.

Sin embargo, no hay razón para esperar que el Gobierno General se convierta en una región económica independiente, ya que no hay recursos minerales, e incluso aunque los hubiera, los polacos no serían capaces de utilizarlos.

El Führer ha explicado que el Reich necesita grandes propiedades para proporcionar alimentos a nuestras grandes ciudades; estas grandes propiedades, así como otras propiedades agrícolas, necesitan mano de obra, y mano de obra barata en concreto, para cultivar el suelo y para la cosecha... Tan pronto como acabe la temporada de la cosecha, los jornaleros pueden volver al Polonia, porque si trabajaran en la agricultura durante todo el año, ellos mismos gastarían una parte importante de las cosechas. La solución mejor sería entonces importar de Polonia trabajadores temporales para la duración de la siembra, y no de la cosecha.

Nuestros distritos industriales están superpoblados, a la vez que hay una falta de mano de obra en agricultura. Aquí es donde podemos recurrir a los trabajadores polacos. Por esta razón, sería muy correcto tener un excedente de mano de obra en el Gobierno General para que cada año se pudieran conseguir allí los trabajadores necesitados por el Reich. Es indispensable considerar que los terratenientes polacos deben dejar de existir. Por cruel que suene, deben ser exterminados allí donde estén.

Por supuesto, no se deben mantener relaciones sexuales con polacos. Sería por tanto un procedimiento correcto hacer que vinieran juntos al Reich cosechadores polacos, tanto hombres como mujeres. Las relaciones que pueda haber en sus campos no nos preocupan, ningún protestante celoso debería meter sus narices en estos asuntos.

El Führer destacó una vez más que debería haber un único amo para los polacos: el alemán; no pueden, y no deben existir, dos amos juntos. Por tanto, todos los representantes de la intelectualidad polaca han de ser exterminados. Esto suena cruel, pero así es la ley de la vida.

El Gobierno General es una reserva polaca de mano de obra, un vasto campo de trabajo polaco. Los polacos también se beneficiarán de esto, ya que cuidaremos de su salud y nos aseguraremos de que no pasen hambre, etc. pero nunca deben verse elevados a un nivel superior, ya que entonces se volverán anarquistas y comunistas. Será correcto así que los polacos sigan siendo católicos; los sacerdotes polacos recibirán alimentos de nosotros, y por tanto dirigirán a sus pequeñas ovejas por el camino que hemos trazado. Pagaremos a los sacerdotes, y a cambio predicarán lo que queramos que prediquen. Si algún sacerdote actúa de manera distinta, acabaremos rápidamente con él. La misión de los sacerdotes es mantener a los polacos tranquilos y atontados. Es en interés nuestro totalmente. Si los polacos accedieran a un nivel superior de desarrollo, dejarían de ser esa mano de obra que necesitamos. En otros aspectos a un polaco le bastará con tener una pequeña propiedad en el Gobierno General. No es necesaria en absoluto una granja grande. Tendrá que ganarse el dinero que necesite en Alemania. Es precisamente esta mano de obra barata la que necesitamos. Todos los alemanes, y todos los trabajadores alemanes, se beneficiarán de esta mano de obra barata. Tendrá que haber una administración alemana estricta en el Gobierno General para mantener el orden entre los polacos. Estas reservas suponen para nosotros el mantenimiento de la agricultura, en particular de nuestras grandes propiedades, y son además una fuente de suministro de mano de obra".

No veo necesario leer ante el Tribunal el intercambio de impresiones entre los presentes, aunque se menciona en el documento, y pasaré directamente a las declaraciones finales de Hitler.

[Página 221]

Resumiendo, el Führer dijo una vez más:

"1. Hasta el trabajador alemán de más baja categoría y el campesino alemán de más baja categoría deben estar siempre económicamente un 10% por encima de cualquier polaco".
Omito el segundo párrafo y paso al tercero, que es de gran interés.
"3. 'No deseo', insistió el Führer, 'que un trabajador alemán tenga por norma que trabajar más de 8 horas cuando volvamos a las condiciones normales. Pero un polaco, aunque trabaje 14 horas, seguirá a pesar de eso ganando menos que un trabajador alemán'.

4. El cuadro ideal es éste: un polaco debe poseer una propiedad en el Gobierno General que hasta cierto punto proporcionará alimentos a él y a su familia. El dinero que necesite para ropas, alimentos complementarios, etc. tendrá que ganarlo en Alemania. El Gobierno General debe convertirse en un centro de suministro de mano de obra temporal no cualificada, en especial jornaleros agrícolas. La existencia de estos trabajadores estará plenamente garantizada, ya que siempre serán utilizados como mano de obra barata".

Este documento trata la cuestión de la actitud de Hitler hacia Polonia y el pueblo polaco con una claridad tan exhaustiva que no requiere más comentario.

Sólo quiero llamar la atención de Sus Señorías sobre tres puntos.

En primer lugar, Hitler afirma y expone en detalle y concretamente la idea de que en el nuevo orden fascista en Europa el pueblo polaco y el Estado polaco no deben ser más que un campo de trabajo polaco para la Alemania fascista.

En segundo lugar, Hitler está convencido de que los polacos se beneficiarán de esa situación, ya que los conspiradores fascistas tienen intención de cuidar de la salud de los polacos y de alimentarles adecuadamente, polacos a los que han reducido a la esclavitud.

Ruego a Sus Señorías que consideren el hecho de que por "alimentación adecuada" Hitler entiende una situación en la que todos los polacos deberían ser mantenidos en un nivel económico considerablemente por debajo del alemán más pobre.

Por "cuidado" se refiere a que la calidad de vida en Polonia debería ser baja y no debería mejorar, por lo que ningún polaco se dedicará a nada que no sea trabajos pesados no cualificados durante 14 horas al día. Finalmente, Hitler expone que se debería exterminar a todos los intelectuales, afirmando arrogantemente que sólo debería existir un amo para los polacos: los alemanes.

Durante la presentación posterior de documentos al Tribunal, demostraremos que Hitler y sus seguidores, en las personas de los participantes en la conspiración fascista, trataron de exterminar al pueblo polaco y de reducir la calidad de vida de los polacos hasta el nivel más lamentable y pordiosero. En su opinión su existencia dependía sólo del hecho de que eran mano de obra barata para los "amos" fascistas.

(Se levantó la sesión hasta las 10 horas del 11 de febrero de 1946).


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