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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
2 de febrero a 13 de febrero de 1946

Quincuagésimo Cuarto Día: Viernes, 8 de febrero de 1946
(16 de 22)


[Página 196]

VI. CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD

Todos los acusados prepararon, organizaron y perpetraron crímenes indescriptibles y blasfemos que nunca antes en la Historia habían sido cometidos, contra la Humanidad y contra los principios de la ética humana y el Derecho Internacional.

En la descripción del delito en el Cuarto Cargo de la Acusación se señala muy correctamente que el Plan o Conspiración fue organizado también para cometer Crímenes contra la Humanidad.

Los conspiradores fascistas comenzaron a cometer Crímenes contra la Humanidad desde el momento de la formación del Partido de Hitler. Estos crimenes alcanzaron vastas proporciones tras la llegada al poder de los hitlerianos.

El campo de concentración de Buchenwald, creado en 1933, y el campo de Dachau, creado en 1934, resultaron ser tan sólo los anodinos prototipos de Maidanek, Auschwitz, Slavuta y numerosos campos de exterminio creados por los hitlerianos en los territorios de Letonia, Bielorrusia y Ucrania.

La llegada al poder de los hitlerianos vino marcada por muchas provocaciones que sirvieron como excusa para cometer graves Crímenes contra la Humanidad.

Se convirtió en algo corriente que los hitlerianos aplicaran vengativos castigos sin un proceso legal adecuado a todos aquellos que no compartieran la "ideología" de la banda fascista.

"Negamos la protección de la ley a los enemigos del pueblo. Nosotros los Nacionalsocialistas nos enfrentamos conscientemente a la falsa bondad y a la falsa humanidad. No reconocemos los sofismas de los abogados tramposos ni las astutas sutilezas judiciales"
escribió Goering ya en 1934 en un artículo publicado en América en la prensa de Hearst. (Hermann Goering, "Reden und Aufsaetze," Zentralverlag der N.S.D.A.P., Münich, 1940, página 159).

En uno de los artículos, de 1933, Goering consideraba que era un mérito especial suyo haber reorganizado toda la gestión de la Gestapo, poniendo a la Policía Secreta bajo su inmediato control y organizando campos de concentración que se usarían para luchar contra los opositores políticos.

"Así", dijo Goering, "aparecieron los campos de concentración, a los que pronto tuvimos que mandar a miles de personas que pertenecían a la maquinaria comunista y del Partido Socialdemócrata".
Están a disposición de la acusación soviética las notas de Martin Bormann, halladas en los archivos del Ministerio de Exteriores alemán y capturadas por las tropas soviéticas en Berlín, sobre la reunión que convocó Hitler el 2 de octubre de 1940. Este documento habla de la Polonia ocupada. Se presentará al Tribunal. En este momento tan sólo citaré de él unos pocos puntos del programa de liderazgo hitleriano. La reunión comenzó con la declaración de Frank de que sus actividades como Gobernador General podían considerarse muy exitosas: los judíos de Varsovia y otras ciudades estaban encerrados en guetos.
"Muy pronto Cracovia estará completamente libre de judíos. No debe quedar ni un solo terrateniente polaco,", continúa diciendo el documento, "dondequiera que estén deben ser exterminados, no importa lo brutal que esto pueda sonar.

[Página 197]

Todos los representantes de la intelectualidad polaca deben ser exterminados. Esto suena brutal, pero es ley de vida. Pagaremos a los sacerdotes, y por tanto, predicarán lo que queramos. Si vemos que algún sacerdote se sale de la norma, habrá que quitarlo de enmedio. La misión del sacerdote consiste en mantener a los polacos callados, atontados y sin pensar. Es en interés nuestro completamente. El trabajador alemán más bajo y el campesino alemán más bajo deben siempre estar por encima de cualquier polaco económicamente".
Entre los inauditos crímenes de los hitlerianos ocupa un lugar especial la sangrienta masacre de los pueblos eslavos y del pueblo judío. Hitler le dijo a Rauschning:
"Después de todos estos siglos de gimotear por la protección de los pobres y las clases bajas, ya es momento de que decidamos proteger al fuerte de los inferiores. Será una de las eternas tareas principales del Estado Alemán evitar con todos los medios a nuestra disposición un crecimiento mayor de las razas eslavas. Los instintos naturales empujan a todos los seres vivos no sólo a conquistar a sus enemigos, sino también a destruirlos. Antiguamente era prerrogativa del vencedor destruir tribus enteras, pueblos enteros" (H. Rauschning, "The Voice of Destruction," Nueva York, 1940, pagina 138).
Con la venia, ya han oído el testimonio del testigo Eric Von dem Bach-Zelewski sobre los objetivos de Himmler expresados en su discurso de principios de 1941.

En respuesta a una pregunta del representante de la acusación soviética, el testigo declaró: "en el discurso de Himmler se mencionó que era necesario disminuir el número de eslavos a cerca de 30,000.000".

Ya pueden ver a qué monstruosas proporciones llegaron las ideas criminales de los fanáticos hitlerianos.

Los hitlerianos descargaron su ferocidad especialmente en la intelectualidad soviética.

Incluso antes del ataque a la URSS se prepararon directrices sobre la aniquilación inmisericorde del pueblo soviético por razones políticas y raciales.

en el Apéndice 2 a la Orden de Operaciones nº 8 del Jefe de la Policía de Seguridad y el SD del 17 de junio de 1941 se decía:

"Es esencial por encima de todo averiguar la identidad de todos los cargos prominentes del Gobierno y el Partido, en especial los revolucionarios profesionales, personas que trabajen para la Comintern, todos los miembros influyentes del Partido Comunista de la URSS y las organizaciones afiliadas del Comité Central y los comités de distrito y regional, todos los comisarios del pueblo y sus asistentes, todos los antiguos comisarios políticos del Ejército Rojo, personalidades destacadas de la instituciones estatales de niveles administrativos centrales y medios, personalidades destacadas de la vida económica, la intelectualidad rusa soviética y todos los judíos".
En una directriz del 17 de junio de 1941 para los destacamentos de la Policía de Seguridad y el SD se señala que es necesario tomar esas medidas no sólo contra el pueblo ruso, sino también contra ucranianos, bielorrusos, azerbayanos, armenios, georgianos, turcos y otras nacionalidades.

La acusación soviética presentará al Tribunal documentos y hechos relativos a esto. Los conspiradores fascistas planearon el exterminio total de la población judía del mundo, y llevaron a cabo este exterminio a lo largo de toda su actividad conspiratoria desde 1933.

Mi colega americano ya ha citado la declaración de Hitler del 24 de febrero de 1942 que decía que "los judíos serán aniquilados". En un discurso del acusado Frank publicado en la Gaceta de Cracovia del 18 de agosto de 1942 se dice:

[Página 198]

"Todo el que hoy pase por Cracovia, Lvov, Varsovia, Radom o Lublin debe admitir para ser justo que los esfuerzos de la administración alemana se han visto coronados por un éxito real, ya que difícilmente se ve algún judío".
La aniquilación bestial de la población judía tuvo lugar en Ucrania, en Bielorrusia y en los Estados Bálticos.

En la ciudad de Riga vivían unos 80.000 judíos antes de la ocupación alemana.

En el momento de la liberación de Riga por el Ejército Rojo, sólo quedaban allí 140 judíos.

Es imposible enumerar en un discurso de apertura todos los crímenes cometidos por los acusados contra la Humanidad.

La acusación soviética dispone de considerable material documental que será presentado al Tribunal.

Con la venia, comparezco aquí como representante de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, que soportó los peores golpes de los invasores fascistas y que contribuyó enormemente al aplastamiento de la Alemania hitleriana y sus satélites.

En nombre de la Unión Soviética, acuso a los demandados de todos los cargos enumerados en el Artículo 6 del Estatuto del Tribunal Militar Internacional.

Junto con los fiscales jefe de los Estados Unidos de América, Gran Bretaña y Francia, acuso a los demandados de haber preparado y llevado a cabo un pérfido ataque contra los pueblos de mi país y contra todas las naciones amantes de la libertad.

Les acuso de que tras iniciar una guerra mundial, quebrantando las leyes fundamentales del Derecho Internacional y de los tratados que firmaron, convirtieron la guerra en un instrumento de exterminio de ciudadanos pacíficos, un instrumento de saqueo, violencia y pillaje.

Acuso a los demandados de que tras proclamarse los representantes de la "Raza Superior", un concepto que se inventaron, establecieron dondequiera que llegó su dominio un régimen arbitrario de tiranía, un régimen basado en el desprecio a los principios elementales de humanidad.

Ahora, cuando como resultado de la heroica lucha del Ejército Rojo y las fuerzas Aliadas la Alemania Hitleriana está rota y aplastada, no tenemos derecho a olvidar a las víctimas que han sufrido. No tenemos derecho a dejar sin castigo a los que organizaron y fueron culpables de crímenes monstruosos.

En nombre de la sagrada memoria de millones de víctimas inocentes del terror fascista, en favor de la consolidación de la paz en todo el mundo, en bien de la seguridad futura de las naciones, presentamos a los acusados una demanda justa y completa por la que deben responder. Es una demanda en nombre de toda la Humanidad, una demanda basada en la voluntad y la conciencia de todas las naciones amantes de la libertad.

¡Que se haga justicia!

EL PRESIDENTE: Haremos un descanso ahora. General Rudenko, ¿su delegación estará preparada para continuar tras el descanso?

GENERAL RUDENKO: Sí. También prefiero que haya ahora un descanso.

EL PRESIDENTE: ¿Se refiere a levantar la sesión, o lo que propone el Tribunal, descansar ahora 10 ó 15 minutos y seguir hasta las 5? ¿Les viene bien esto?

GENERAL RUDENKO: Muy bien, sí, Señoría.

(Se hizo un receso).


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