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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
2 de febrero a 13 de febrero de 1946

Quincuagésimo Tercer Día: Jueves, 7 de febrero de 1946
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Sr. Presidente, Señorías, querría ahora resumir las actividades del acusado Speer, ya que por lo que respecta a Francia y los países occidentales, el acusado Speer ha de asumir responsabilidades de las mismas características que las del acusado Sauckel. Como el acusado del que acabo de hablar, permitió que se quebrantaran las leyes de la guerra y las leyes humanitarias al trabajar en el reclutamiento y la ejecución de un vasto programa de deportación y esclavización de los países ocupados.

Speer, Sr. Presidente, tomó parte primero en el programa de mano de obra forzada y colaboró en su adopción. Durante su interrogatorio declaró bajo juramento: primero, que tomó parte en la conversación en la que se tomó la decisión de usar mano de obra forzada. Segundo, que colaboró en la ejecución de este plan. Tercero, que la base de este programa era el traslado a Alemania por la fuerza de trabajadores extranjeros bajo la autoridad de Sauckel, Plenipotenciario para la Utilización de Mano de Obra en el Plan de Cuatro Años.

Tenga el Tribunal la bondad de observar la prueba USA 220, presentada por la delegación de Estados Unidos el 12 de diciembre de 1945, que cito como prueba RF 1411 de nuestra documentación.

En cuanto a Francia en concreto, Hitler y el acusado Speer celebraron una reunión el 4 de enero de 1943 durante la que se decidió que se deberían tomar medidas más estrictas para acelerar el reclutamiento de trabajadores civiles franceses sin hacer distinción entre trabajadores cualificados y no cualificados. Esto lo deja claro una nota que querría que el Tribunal observara. Es una nota firmada por Fritz Sauckel. Ya ha sido presentada por la acusación americana como documento 556-PS, y la presento como prueba RF 1412.

El acusado Speer sabía que las levas de mano de obra forzada en los territorios ocupados se obtenían por medio de la violencia y el terror. Aprobó la continuidad de estos métodos desde septiembre de 1942. Sabía por ejemplo que

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se deportó por la fuerza a trabajadores de Ucrania para trabajar en el Reich. Sabía también que la gran mayoría de los trabajadores de las regiones ocupadas occidentales fue enviada a Alemania contra su voluntad. Incluso declaró ante el magistrado americano que le interrogaba que consideraba estos métodos normales y legales.

El acusado Speer, sabiendo que los trabajadores extranjeros eran reclutados y deportados para hacer trabajos forzados en Alemania, hizo peticiones específicas de trabajadores extranjeros y se encargó de su empleo en las diversas ramas de actividades puestas bajo su dirección.

Los párrafos anteriores resumen todas las declaraciones hechas por el acusado durante el interrogatorio ya mencionado y al que acabo de referirme.

Les ruego que recuerden que Speer, además, era miembro del Departamento de Planificación Central. Debido a esto, y al igual que el Mariscal de Campo Milch, sólo Hitler y Goering estaban por encima de él en el área de las demandas de mano de obra. Tomó parte igualmente debido a este cargo en conversaciones mantenidas con Hitler para fijar las cifras de trabajadores extranjeros requeridas. Sabemos que la mayoría se obtuvieron por medio de deportaciones, a través de la coerción y la esclavización de los países ocupados. Hay pruebas de esto en diversos fragmentos de las actas del Departamento de Planificación Central y de las reuniones de Speer con Hitler.

Les remito a los documentos 124R y 125R, presentados como prueba USA 179 el 12 de diciembre de 1945 (prueba RF 1414).

Speer no dudó en recurrir a métodos basados en el terror y la brutalidad como forma de lograr una producción récord con esta mano de obra forzada. Encontró justificables las acciones de las SS y la policía y el uso de campos de concentración para someter a los recalcitrantes.

Permítanme recordarle al Tribunal el documento 124R, sobre las actas de la vigésimo primera reunión del Departamento de Planificación Central, 30 de octubre de 1942, página 1059, ya citado. Es el documento citado anteriormente, prueba USA 179, del 12 de diciembre de 1945.

El acusado Speer es además responsable del uso de prisioneros de guerra en operaciones militares dirigidas contra sus países, ya que como jefe de la Organización Todt forzó a ciudadanos de las naciones Aliadas a trabajar para esta organización, particularmente en la construcción de fortificaciones y, entre otras cosas, del famoso Muro Occidental. Forzó además a franceses, belgas, luxemburgueses, holandeses, noruegos y daneses a fabricar armas que se utilizarían contra los aliados de los países a los que pertenecían.

Finalmente, y este es un punto muy importante sobre la responsabilidad del acusado Speer, participó directamente en el uso de prisioneros de los campos de concentración en las fábricas de armamento. Dadas las lamentables condiciones físicas de los prisioneros, no se podía esperar de esta medida ningún beneficio, sólo el exterminio de los prisioneros. EL uso de prisioneros de campos de concentración en las fábricas tuvo el efecto de incrementar la demanda de este tipo de mano de obra; y esta demanda fue satisfecha, en parte al menos, enviando a los campos de concentración a personas que, en condiciones normales, nunca habrían sido enviadas allí.

Speer llegó hasta el punto de crear cerca de las fábricas campos de concentración que sirvieron sólo para proporcionar mano de obra.

Conocía el Campo de Mauthausen. El testigo español, Boix, al que el Tribunal escuchó hace unos días, declaró bajo juramento que había visto con sus propios ojos al acusado Speer visitar el campo de Mauthausen y felicitar a los líderes de este campo. Boix declaró incluso que había trabajado en el revelado de fotografías de esta escena. Por tanto, no se puede poner en duda

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esta visita al campo. Speer vio por tanto con sus propios ojos las condiciones bárbaras en las que vivían los prisioneros. Sin embargo, siguió utilizando mano de obra del campo de Mauthausen en las fábricas dirigidas por él.

He terminado el caso contra Speer. Estoy a disposición del Tribunal para continuar.

EL PRESIDENTE: Haremos un descanso de diez minutos.

(Se hizo un receso).


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