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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
2 de febrero a 13 de febrero de 1946

Quincuagésimo Tercer Día: Jueves, 7 de febrero de 1946
(2 de 18)


Si menciono al acusado Goering es porque un tercer documento prueba que este acusado dio pleno apoyo a la operación, invitando a todas las organizaciones del Partido, el Estado y el Ejército a proporcionar el máximo apoyo y ayuda posibles al Reichsleiter Rosenberg y a su colaborador, Utikal, al que Rosenberg nombró Jefe del "Einsatzstab" el 1 de abril de 1941. Es la orden del 1 de mayo de 1941, que presentamos como prueba RF 1406. Si examinamos el texto de este decreto cuidadosamente, no podemos evitar vernos sorprendidos por el primer párrafo. Sin duda, el Tribunal me permitirá releerlo rápidamente:
"La lucha contra los judíos, los masones y sus aliados, y contra las diversas potencias que sostienen una filosofía de vida diferente a la nuestra u opuesta a la nuestra es una tarea urgente para el nacionalsocialismo durante la guerra".
Así, bastaba con tener una filosofía de vida diferente a la descrita con "Weltanschauung" para verse expuesto al peligro de ver las propiedas culturales confiscadas y transferidas a Alemania. Pero el Tribunal

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sin duda recordará de los documentos ya presentados que no sólo se trató de propiedades culturales, sino que cualquier cosa con cualquier valor también fue confiscada.

El acusado Rosenberg trató de alegar, sin mucha convicción creo yo, durante un interrogatorio hecho por los oficiales superiores a cargo de las investigaciones preliminares, que las propiedades culturales en cuestión tan sólo iban a adornar las colecciones de las "Hohen Schulen" nacionalsocialistas. Veremos ahora al presentar el texto de este interrogatorio cómo podemos juzgar esto. Pero un hecho que quiero presentar ahora es el hecho de que, según los documentos en nuestro poder, al menos no parece que el acusado Rosenberg se apropiara de obras de arte, piedras preciosas, u otros objetos de valor para él, así que por lo menos por lo que respecta a este proceso, no se puede presentar ninguna acusación de este tipo contra él. No podemos decir lo mismo del acusado Hermann Goering, del que hablaremos dentro de un momento y que, según los documentos en nuestro poder, puede ser acusado de haberse apropiado de parte de los objetos de arte tomados en los países occidentales.

No entraré en la discusión que puede surgir sobre estas apropiaciones. Pasaré directamente al interrogatorio del acusado Rosenberg. Es el documento que fue presentado ayer por la Sección Económica de la acusación francesa, documento 1330-RF, que presentamos hoy como prueba RF 1403. En este interrogatorio el Coronel Hinkel pidió al acusado Rosenberg que le dijera qué base legal se podía presentar para justificar ese saqueo. El acusado Rosenberg respondió primero que estas confiscaciones estaban justificadas por la hostilidad que ciertos grupos habían manifestado hacia la ideología nacionalsocialista.

Pero un poco después, en la página 4, el acusado Rosenberg hizo la siguiente declaración literal:

"Las consideraba" -se refiere a las medidas que había tomado- "una necesidad provocada por la guerra y por las razones que causaron la guerra".
Unos momentos después, presionado por el Coronel Hinkel, el acusado Rosenberg invocó la necesidad de salvaguardar la propiedad confiscada, una necesidad que seguramente será uno de los puntos principales de su defensa.

Pero el Coronel Hinkel respondió al acusado Rosenberg:

"¿Se refiere a salvaguardar esto? Si es verdad, ¿por qué no salvaguardaron todo? ¿Por qué trasladaron a un lugar seguro sólo aquello que pensaban que había que conservar, abandonando el resto?"
Por otro lado, en cuanto a la salvaguarda de obras, hubo otras como mínimo del mismo valor que las confiscadas a las que nadie prestó atención.

Finalmente, el acusado Rosenberg admitió que muy frecuentemente no dio ningún recibo a los afectados, lo que ya dificultaba de antemano cualquier idea de algún día devolver la propiedad a los propietarios legítimos.

La verdad del asunto es que se trataba de tesoros de un valor considerable, y el acusado Rosenberg admitió finalmente que consideraba estas adquisiciones un hecho definitivo. Consideramos que el hecho de llevarse así obras de arte y objetos de valor es lo que en el código penal se conoce pura y simplemente como robo.

Estos robos se cometieron a una vasta escala con los numerosos medios con los que contaba el Tercer Reich, medios que estuvieron aún más disponibles con la intervención del Ejército y la Luftwaffe. El carácter criminal de estas apropiaciones sigue existiendo, e instamos al Tribunal, cuando pronuncie su sentencia, a declarar que con confiscaciones

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fraudulentas el acusado Rosenberg y sus compañeros acusados robaron a Francia y a los países occidentales todos los objetos de valor y todos los tesoros artísticos y tesoros culturales.

En cuanto a los detalles, Sr. Presidente y Señorías, remito respetuosamente al Tribunal al informe presentado ayer por la Sección Económica, elaborado por el Dr. Scholz. Este informe fue presentado por la Sección Económica como prueba RF 1323, y en él el Tribunal encontrará enumerado todo lo que el "Einsatzstab" se llevó de Francia. En relación a esto haré una pequeña observación en respuesta a la pregunta que el Presidente le hizo a mi colega ayer sobre las colecciones Rothschild. El Presidente le preguntó a mi colega: "¿tiene pruebas de que ciertas obras de arte y otros objetos de valor se cogieron de la colección Rotshchild?"

Sr. Presidente, querría señalar que hay dos pruebas de esto. La primera es resultado inmediato del interrogatorio a Rosenberg del 23 de septiembre de 1945. Acabo de hablarle al Tribunal de las importantes preguntas hechas al acusado Rosenberg sobre la legitimidad y la base legal de estas confiscaciones, Ruego al Tribunal pase a la página 5 de estas actas. Leo del texto la pregunta hecha por el oficial americano encargado del interrogatorio, mi eminente amigo el Coronel Hinkel.

Pregunta: "¿Cómo justifica la confiscación de tesoros artísticos propiedad de la familia Rothschild?" Una pregunta muy precisa. Se refería a los tesoros artísticos confiscados a la familia Rothschild por la organización de Rosenberg.

Respuesta: "También desde el mismo punto de vista general", que quiere decir que el acusado Rosenberg pretendió justificar las confiscaciones hechas en perjuicio de los Rothschild por las razones que tuve el honor de analizar ante el Tribunal hace unos momentos.

Una segunda consecuencia: el acusado Rosenberg admitió así con sus propias palabras que la familia Rothschild fue una de las expoliadas. Esa confesión, Sr. Presidente, Señorías, se puede considerar una de las pruebas, una de las pruebas principales.

Esta es entonces la primera respuesta a la pregunta que el Presidente hizo ayer.

La segunda prueba que quiero presentarle al Tribunal es la siguiente. Ruego al Tribunal que observe el informe del Dr. Scholz presentado ayer en el libro de documentos de la Sección Económica. Es la prueba RF 1323.

Si el Tribunal tiene la bondad de observar este documento, el informe del Dr. Scholz, segundo párrafo de la página 1, encontrarán lo siguiente:

"El departamento especial no sólo se hizo con una considerable parte de la colección..."
EL PRESIDENTE (interrumpiendo): Como ya dije el otro día, no podemos tener todos los libros ante nosotros, pero considero que, como ha demostrado que el acusado Rosenberg reconoció que se había confiscado esta colección, eso basta.

Sr. MOUNIER: Sr. Presidente, entiendo perfectamente su punto de vista. Querría respetuosamente señalarle que iba a hablar inmediatamente después de mi colega, y si lo hubiera hecho, habrían tenido este documento ante ustedes. Las transmisiones se estropearon y nos retrasamos un día, y me disculpo por no haber pensado en pedirle que trajeran este documento de nuevo esta mañana.

Sin embargo, solicito respetuosamente al Tribunal que tenga la bondad de anotar esta referencia que encontrará fácilmente. Es un fragmento muy breve que querría leerle al Tribunal. No llevará mucho tiempo. Esta declaración es simplemente la siguiente:

"El departamento especial" -es decir, el "Einsatzstab Rosenberg"- "no sólo se hizo con una considerable parte de la colección que los Rotschild habían dejado en su mansión de París..."
No leeré el resto.

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Aquí tenemos, caballeros, un informe oficial que no puede ser rebatido y que demuestra, como la prueba anterior, que la colección Rothschild fue una de las saqueadas.

No me extenderé en estos hechos que ustedes conocen. Me parece que los dos puntos que acabo de mencionar bastan para dejar claro que el acusado Rosenberg realmente hizo confiscaciones ilegales, confiscaciones fraudulentas en detrimento de Francia y en detrimento de los países occidentales.

En cuanto a su importancia, no quiero abusar de la paciencia del Tribunal citando estadísticas. Pido respetuosamente al Tribunal que examine el informe Scholz que he mencionado dos veces en mis declaraciones anteriores.

No querría sin embargo dejar el caso de Rosenberg por ahora sin citarle al Tribunal un fragmento de un artículo del escritor francés François Mauriac, de la Academia Francesa. François Mauriac se encontraba presente el 7 de noviembre de 1945 en la sesión inaugural de la Asamblea Nacional Constituyente en el Palais Bourbon (página 9 del informe). En esta ocasión François Mauriac invocó a su memoria, reflejada en "Le Figaro" el 6 de noviembre de 1945 en los siguientes términos:

"Hace casi exactamente cinco años, desde este estrado, el más ilustre de Europa, un hombre se dirigió a otros hombres vestidos con uniformes grises. Su nombre era Alfred Rosenberg. Puedo atestiguar la fecha exacta. Fue el 25 de noviembre de 1940.

Rosenberg apoyó los codos en este estrado, donde se habían oído tiempo atrás las voces de Jaurès y de Albert de Mun, y donde el 11 de noviembre de 1918 Clemenceau casi se murió de alegría. Estas son sus palabras:

'En un gigantesco estallido revolucionario', dijo, 'la nación alemana ha obtenido una cosecha como nunca había hecho en su historia. Los franceses admitirán algún día si son honestos que Alemania les ha liberado de los parásitos de los que ellos mismos no podían librarse sin ayuda'.

Y el filósofo nazi", continúa Mauriac, "proclamó entonces la victoria de la Sangre. Se refería" -dijo Mauriac- "a la victoria de la Raza; pero a veces ocurre que un hombre puede proferir palabras proféticas inconscientemente y sin darse cuenta de toda la importancia de las palabras que Dios pone en sus labios. Como predijo Rosenberg en el Palais Bourbon el 28 de noviembre de 1940, ciertamente fue la sangre la que obtuvo la victoria. Fue la sangre de los mártires que finalmente ahogó a los verdugos".


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