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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
2 de febrero a 13 de febrero de 1946

Quincuagésimo Día: Lunes, 4 de febrero de 1946
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Sr. FAURE: Le ruego al Tribunal que tome la carpeta de la presentación y el libro de documentos que es el fin de la sección sobre la toma de soberanía, con el título "Francia".

Francia, al igual que Bélgica, quedó bajo un régimen de administración militar de ocupación. Finalmente, se debería señalar que la administración policial siempre tuvo un importante papel. Se volvió cada vez más importante y se expandió especialmente durante el periodo posterior al nombramiento del General Oberg en 1942.

En cuanto a esta última parte de mi sección sobre la toma de la soberanía, querría limitarme a mencionar unas pocas características especiales de estas usurpaciones en Francia, y ciertos métodos originales empleados por los alemanes en ese país, ya que esta cuestión ya ha sido tratada ampliamente, y será

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estudiada más a fondo por mi en el apartado Consecuencias de las Acciones Alemanas en Francia.

Quiero llamar la atención del Tribunal sobre cuatro consideraciones. Primero, las autoridades alemanas en Francia al principio se hicieron con una clave especial para la soberanía. Hablo de la división del país en cinco zonas diferentes. Esta división del país realizada por los alemanes compensó hasta cierto punto la situación especial que la existencia de territorios franceses no ocupados les creó.

Ya he indicado que la Convención del Armisticio del 22 de junio, que ya se ha presentado al Tribunal, fijaba una línea de demarcación entre la zona ocupada y la llamada zona no ocupada. Se podría haber pensado en ese momento que esta demarcación se fijó principalmente para satisfacer la necesidad de movimientos militares en la zona ocupada. También se podría haber concluido que la separación de las zonas se habría manifestado sólo a través del ejercicio en la zona ocupada de los derechos ordinarios de una fuerza armada de ocupación. Ya he tenido ocasión de citarle al Tribunal un documento, el testimonio del Sr. Leon Noel, que contenía las garantías verbales dadas en este aspecto por el General Keitel y el General Jodl, que ahora son acusados que comparecen ante ustedes.

De hecho, estas zonas de demarcación se interpretaron y aplicaron con extremo rigor y de una manera totalmente desconocida. Ya hemos visto las consecuencias de largo alcance de esto desde el punto de vista de la vida económica del país. También hubo consecuencias graves desde el punto de vista de la administración local, que se vio continuamente impedida en su trabajo, y desde el punto de vista de la población, que se podía mover de una parte del territorio francés a la otra sólo con grandes dificultades. De esta manera los alemanes adquirieron un primer medio de presión sobre las autoridades francesas. Estos medios de presión eran de lo más efectivos porque se podían usar en cualquier momento y eran muy elásticos. A veces los alemanes podían relajar las normas de separación de las zonas, en otras podían aplicarlas con la máxima severidad.

Cito como ejemplo un fragmento de un documento que presento como prueba RF 1051.

Este documento es una carta del 20 de diciembre de 1941 enviada por Schleier, de la Embajada Alemana, al Delegado francés de Brinon, una carta sobre pases para civiles alemanes que querían entrar en la zona no ocupada. Las autoridades francesas del Gobierno de facto protestaron porque los alemanes obligaban a las autoridades francesas a permitir a toda persona que dispusiera de pases alemanes entrar en la zona no ocupada donde podían, como se puede imaginar, dedicarse a cualquier tipo de trabajo, en particular al espionaje.

La carta que cito es en respuesta a esta protesta francesa, y quiero mencionar sólo el último párrafo, que es el segundo párrafo de la página 2 de este documento.

"En caso de que el Gobierno Francés cree dificultades a las solicitudes de pases presentados con la aprobación alemana, ya no será posible ejercer la generosidad mostrada hasta ahora al conceder pases a ciudadanos franceses".
Pero lo que acabo de decir es sólo el principio de la división del país. Esta primera división tenía como base un instrumento, la Convención del Armisticio, aunque esta base fue sobrepasada y era discutible. Por otro lado, las otras divisiones que voy a mencionar fueron simplemente impuestas por los alemanes sin advertencia de ningún tipo, y sin presentar ningún pretexto plausible.

Debo indicar que una primera división complementaria fue la que separó los departamentos anexionados del Alto Rhin, el Bajo Rhin y el Mosela

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del resto de Francia, y ya he demostrado que realmente fueron anexionados.

Una segunda división afectó a los departamentos de Nord y Pas de Calais. Estos departamentos fueron incorporados a la administración militar alemana de Bélgica. Este hecho lo demuestran los encabezamientos de los decretos del Mando Militar Alemán, presentados al Tribunal en la Gaceta Oficial Belga. Esta separación no sólo existió desde el punto de vista de la administración del Mando Militar Alemán, sino que existió también desde el punto de vista de la administración francesa. Esta administración no fue expulsada de los departamentos en cuestión, pero sus comunicaciones con los servicios centrales se volvieron extremadamente difíciles.

Ya que no quiero exponer este punto con detalle, querría simplemente citar un documento que servirá de ejemplo, y que presento como prueba RF 1052. Es una carta del Militärbefehlshaber del 17 de septiembre de 1941 que comunica su negativa a restablecer las comunicaciones telegráficas y telefónicas con el resto de Francia. Cito la única frase de esta carta:

"Según la decisión del Alto Mando Militar, aún no es posible aceptar la petición del establecimiento de comunicaciones telegráficas directas entre el Gobierno de Vichy y los dos departamentos del Norte".
Una tercera división consistió en la creación dentro de la zona no ocupada de una denominada zona prohibida. El concepto de esta zona prohibida sin duda estaba relacionada con los proyectos futuros de los alemanes sobre la anexión de gran parte de Francia. En relación a esto presenté documentos al principio de mi presentación. Esta zona prohibida no tenía ninguna norma especial de administración, pero se requería una autorización especial para entrar o salir de ella. La vuelta a esta zona de personas que habían salido de ella para buscar refugio en otras regiones fue sólo posible por etapas, y con grandes dificultades. Las relaciones administrativas, al igual que las relaciones económicas entre la zona prohibida y las otras zonas, se vieron constantemente dificultadas. Este hecho es bien conocido. De todas formas, quiero citar un documento, también como ejemplo, y presento este documento como prueba RF 1053. Es una carta del Militärbefehlshaber del 22 de noviembre de 1941 dirigida a la Delegación Francesa. Tan sólo resumiré este documento diciendo que el Mando Alemán aceptó permitir a un Ministro del Gobierno de facto ir a la zona ocupada, pero se negó a permitirle entrar en la zona prohibida.

Para que el Tribunal pueda conocer la situación de estas cinco zonas que he mencionado, he acompañado el libro de documentos con un mapa de Francia que indica estas separaciones. Este mapa de Francia fue presentado como prueba RF 1054, pero creo que no es necesario que lo presente como un documento propiamente dicho. Tiene como fin permitir al Tribunal seguir esta partición extrema mirando primero a los departamentos anexionados, y después a Nord y Pas de Calais, estando indicados los límites de estos departamentos en el mapa; después a la zona prohibida no ocupada, que está indicada con una línea continua, y finalmente a la línea de demarcación de la zona no ocupada. Es, por cierto, una reproducción del mapa que se publicó y vendió en París durante la ocupación por los editores Girard & Barere.

Para terminar esta cuestión de la división querría recordarle al Tribunal que el 11 de noviembre de 1942 el Ejército Alemán invadió la llamada zona no ocupada. Las autoridades alemanas declararon en aquel momento que no tenían intención de ocupar militarmente esta zona, y que sería simplemente lo que se denominó una zona de operaciones.

Las autoridades alemanas no respetaron el concepto jurídico que habían inventado más de lo que habían respetado las leyes relacionadas con la ocupación, y se han presentado ya pruebas de este quebrantamiento de las leyes en la llamada zona

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de operaciones en varias ocasiones, y se presentarán más en la parte final de esta presentación.

Aparte de esta división, cuyos inconvenientes se pueden imaginar para un país que no es muy grande y cuya vida está altamente centralizada, mencionaré la segunda toma de soberanía, que consistió en el control por parte de los alemanes de los actos legislativos del Gobierno francés de facto.

Naturalmente, la administración militar alemana, de acuerdo con esta doctrina, ejerció constantemente con sus propios decretos un verdadero poder legislativo con respecto a los franceses. Por otro lado, y este hecho es el que estoy tratando ahora, con respecto al poder francés cuya soberanía los alemanes aún pretendían reconocer, ejercieron una auténtica censura legislativa. Presentaré varios documentos como ejemplo y prueba de este hecho.

El primero, que presento como prueba RF 1055, es una carta del Comandante en Jefe de las Fuerzas Militares en Francia dirigida al Delegado General francés del 29 de diciembre de 1941. Vemos que la firma de esta carta es del Dr. Best, del que hablé esta mañana en relación a Dinamarca, adonde fue más tarde y donde se le asignaron funciones diplomáticas y policiales. Pienso que no es necesario que lea el texto de esta carta. Leeré sólo el título: "Asunto: Ley sobre el Presupuesto Francés de 1942, y la Nueva Ley de Finanzas francesa".

Las autoridades alemanas consideraron que tenían derecho a tomar parte en la elaboración del presupuesto del Gobierno de facto francés, aunque no tenía ninguna relación con las necesidades de su ocupación militar. Los alemanes no sólo revisaron el contenido de las leyes elaboradas por el Gobierno de facto, sino que además hicieron sugerencias perentorias. No citaré ningún documento sobre este punto por el momento, y presentaré dos: uno relacionada con la propaganda y el otro relacionado con el régimen impuesto a los judíos.

La tercera toma de soberanía que los alemanes ejercieron consistió en su intervención en el nombramiento y destino de funcionarios. Según el método que ya he seguido, presento documentos como ejemplo. Primero presento un documento que será la prueba RF 1056, una carta del 23 de septiembre de 1941, del Comandante en Jefe von Stüpelnagel dirigida a de Brinon. Esta carta expone varias consideraciones, que no es necesario leer, sobre el sabotaje de cosechas y las dificultades en los suministros de alimentos. Leo el último párrafo:

"Por tanto, demando absolutamente que una única dirección garantice los suministros alimentarios de la población, y considero que esto es imposible de realizar si no es bajo el control de un hombre competente y enérgico que asuma los dos Ministerios".
Era por tanto un caso de interferencia en el mismísimo plano de la composición de un Ministerio, de una autoridad supuestamente gubernamental. En cuanto al control de nombramientos, presento la prueba RF 1057, que es una carta del Mando Militar del 29 de noviembre de 1941. Sólo resumiré este documento indicando que las autoridades alemanas se negaron al nombramiento del Presidente del Comité de Enlace para la Fabricación de Azúcar de Remolacha. Vean lo poco que esto tiene que ver con las necesidades militares.

Presentaré a continuación la prueba RF 1058, que es también una carta del Mando Militar. Es breve y la leeré como ejemplo:

"Le ruego que tome las medidas necesarias para que el Subprefecto de St. Quentin, el Sr. Planacassagne, sea relevado de sus funciones y sustituido lo antes posible por un oficial competente. El Sr. Planacassagne no es capaz de ejercer sus funciones".
Citaré ahora un texto de un ámbito más general. Presentaré la prueba RF 1059, que es una circular secreta del 10 de mayo de 1942 del Departamento

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Administrativo del Mando Militar dirigida a todos los alcaldes de las ciudades principales. Aquí tenemos también la firma del Dr. Best:
"Control de la política francesa de personal en los territorios ocupados: la remodelación del Gobierno francés presenta ciertas posibilidades para ejercer una influencia positiva en la política francesa de personal en los territorios ocupados. Le pido por tanto que nombre a los funcionarios franceses que desde el punto de vista alemán parezcan particularmente utilizables y cuyos nombres podrían presentarse al Gobierno Francés cuando surja la cuestión de nombrar cargos importantes".
Vemos así en su proceso de formación esta red general de control alemán y usurpación alemana. Presento ahora la prueba RF 1060. Este documento es un interrogatorio de Otto Abetz, que ejercía el cargo de Embajador Alemán en Francia. Este interrogatorio tuvo lugar el 17 de noviembre de 1945 ante los Comisionados Berger y Saulas en el Departamento General de Información de París. Este documento confirma las interferencias alemanas en la administración francesa y da detalles sobre la duplicación de estos controles por parte del Militärbefehlshaber y la Gestapo. Cito:
"El Militärbefehlshaber de Francia, basándose en las diversas convenciones de la Ley Internacional" -es Otto Abetz quien habla, y no hace falta decir que no aceptamos de ninguna manera su concepto de la Ley Internacional- "se consideró el responsable y juez supremo para el mantenimiento del orden y la seguridad pública en la zona ocupda. Siendo así, reclamó el derecho a dar su aprobación para el nombramiento o el mantenimiento de todos los funcionarios franceses nombrados para ocupar puestos en la zona ocupada. En cuanto a los funcionarios que residen en la zona libre obligados por sus funciones a ejercerlas posteriormente en la zona ocupada, el Militärbefehlshaber también destacó la necesidad de la aprobación de su nombramiento. En la práctica el Militärbefehlshaber hizo uso del derecho así reclamado sólo cuando los oficiales eran nombrado y sólamente en el sentido de un derecho a veto, es decir, no intervino en la selección de funcionarios a nombrar y se contentó con hacer observaciones sobre algunos de los nombres propuestos. Estas observaciones se basaban en información que el Militärbefehlshaber recibía de sus comandantes regionales y locales, de sus diversos departamentos administrativos y económicos en París, y de la policía y la Gestapo, que en aquel tiempo aún estaba bajo la autoridad del Militärbefehlshaber.

A partir del 11 de noviembre de 1942 esta situación cambió debido a la ocupación de la zona libre. Las autoridades militares alemanas asentadas en esta zona demandaron dar su opinión con respecto al nombramiento de funcionarios en todos los casos en los que se pudiera ver afectada la seguridad del Ejército Alemán. La Gestapo por su parte adquirió en las dos zonas una independencia de facto con respecto a los jefes militares regionales y locales y con respecto al Militärbefehlshaber. Reclamó el derecho de intervenir en cualquier nombramiento que pudiera afectar a la ejecución de sus tareas policiales.

Habiendo sido enviado de vuelta a Alemania de noviembre de 1942 a diciembre de 1943, no fui testigo de los conflictos que provocó esta situación y que ponían en compromiso en grado máximo la llamada soberanía del Gobierno de Vichy. Cuando volví a Francia la situación era considerablemente peor porque la Gestapo reclamó tanto en la zona ocupada como en la no ocupada el derecho a someter a su consentimiento el nombramiento de prefectos. Fue incluso tan lejos como para proponer ella misma los funcionarios que debía nombrar el Gobierno Francés. Secundado por mi, el Militärbefehlshaber retomó la lucha contra estas demandas abusivas y logró en parte restablecer la situación anterior a noviembre de 1942".

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El documento que acabo de leer es una transición hacia la cuarta consideración que quería presentar al Tribunal. Al presentar esta consideración, querría destacar la yuxtaposición y la colaboración de los diversos agentes dedicados a la usurpación, es decir, el Mando Militar, la embajada y la policía. En cuanto a esta última, trataré con más detalle su papel en la última parte de mi informe.

En cuanto a la organización de la Embajada Alemana en Francia, presento ante el Tribunal la prueba RF 1061. Este documento estaba en mi archivo como una traducción judicial de un documento judicial del archivo sobre Otto Abetz en París. Por otro lado, también se encuentra en la documentación americana como documento 3614-PS. Sin embargo, aún no se ha presentado al Tribunal. Trata el nombramiento oficial de Otto Abetz como embajador.

Querría leer este documento:

"Ministerio de Asuntos Exteriores, 3 de agosto de 1940. En respuesta a una pregunta del Intendente General dirigida al Alto Mando de las Fuerzas Armadas y transmitida por éste último al Ministerio de Asuntos Exteriores, el Führer nombró Embajador a Abetz, hasta entonces Ministro, y en base a mi informe ha decretado lo siguiente:
(1)El Embajador Abetz tiene las siguientes funciones en Francia:
(a) Asesorar a las agencias militares en cuestiones políticas.

(b) Mantener un contacto permanente con el Gobierno de Vichy y sus representantes en la zona ocupada.

(c) Poner de nuestra parte a las personalidades políticas importantes en la zona ocupada y en la zona no ocupada.

(d) Guiar desde el punto de vista político a la prensa, la radio y la propaganda en la zona ocupada, e influir en los elementos responsables de la formación de la opinión pública en la zona no ocupada.

(e) Ocuparse de los ciudadanos alemanes, franceses y belgas que vuelvan de campos de internamiento.

(f) Asesorar a la policía militar secreta y a la polícia secreta del Estado sobre la confiscación de documentos que sean importantes desde el punto de vista político.

(g) Poner a buen recaudo todos los tesoros artísticos públicos y privados, y en particular los pertenecientes a judíos, según las instrucciones especiales relacionadas.

(2) El Führer ha ordenado expresamente que el Embajador Abetz sea el único responsable de todas las cuestiones políticas en la Francia ocupada y no ocupada en la medida en la que sus funciones afecten a intereses militares. El Embajador Abetz actuará siempre de acuerdo con el Mando Militar de Francia.

(3) El Embajador Abetz actuará como mi delegado ante el Mando Militar de Francia. Su domicilio seguirá estando en París como hasta ahora. Recibirá de mi instrucciones para el cumplimiento de sus tareas y responderá sólo ante mi. Apreciaré enormemente que el Mando Supremo de las Fuerzas Armadas (OKW) dé las órdenes necesarias a las agencias militares implicadas lo antes posible.

(Firmado, Ribbentrop)".


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