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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
21 de enero a 1 de febrero de 1946

Cuadragésimo Quinto Día: Martes, 29 de enero de 1946
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CUADRAGÉSIMO QUINTO DÍA

MARTES, 29 DE ENERO DE 1946

ALGUACIL: Con la venia, deseo decir que el acusado Kaltenbrunner estará ausente de la sesión de esta mañana por enfermedad.

Sr. DUBOST: Como representante de la acusación francesa, quiero pedirle al Tribunal que estudie esta petición: los testigos que fueron interrogados ayer van a ser interrogados por la defensa. Las condiciones en las que están aquí son bastante precarias, ya que lleva 30 horas volver a París. Querríamos saber si debemos mantenerlos aquí, y si la defensa realmente tiene previsto interrogarlos, querríamos proceder lo más rápidamente posible para garantizar su vuelta a Francia.

EL PRESIDENTE: En vista de lo que dijo usted ayer, Sr. Dubost, dije en nombre del Tribunal que el Dr. Babel podría tener la oportunidad de interrogar a uno de sus testigos en los dos días siguientes. ¿Está el Dr. Babel preparado para interrogar ahora a ese testigo?

Dr. BABEL (abogado de las SS y el SD): No, Sr. Presidente, aún no he recibido una copia de su interrogatorio, y por tanto no he podido preparar mi interrogatorio. El tiempo disponible de ayer a hoy es además, lógicamente, demasiado breve. Por tanto, aún no puedo declarar definitivamente si querré o no interrogar al testigo. Si se me diera una oportunidad a lo largo del día de obtener la transcripción...

EL PRESIDENTE: (interrumpiendo) Bien, ese testigo deberá quedarse hasta mañana por la tarde, Sr. Dubost, pero los demás testigos pueden irse.

Sr. Dubost, ¿puede encargarse, si le es posible, de que se proporcione al Dr. Babel una copia de las notas taquigráficas tan pronto como sea posible, las notas taquigráficas del testimonio de ese testigo?

Sr. DUBOST: Sí, Sr. Presidente.

(FRANCESC BOIX volvió al estrado).

Sr. DUBOST: Me encargaré de que así sea, Señoría. Continuemos. El Tribunal recordará que ayer por la tarde proyectamos seis fotografías de Mauthausen que nos trajo el testigo que está ahora ante ustedes, y ofreció sus comentarios sobre éstas. El testigo declaró específicamente bajo qué condiciones se había tomado la fotografía en la que Kaltenbrunner está en la cantera de Mauthausen. Presentamos estas fotografías como prueba RF 332.

¿Me permitirá que le haga una pregunta más al testigo? Con esto terminaré con él, al menos con la parte importante de este testimonio. ¿Reconoce el testigo entre los acusados a alguien que visitara el campo de Mauthausen?

R: Herr Speer.

P: ¿Cuándo le vio?

R: Vino al campo de Gusen en 1943 para organizar algunas construcciones, y también a la cantera de Mauthausen. No le vi personalmente porque estaba en el servicio de identificación del campo y no podía marcharme, pero durante estas visitas Paul Ricker, jefe del departamento de identificación, hizo un carrete de película con su Leica que yo revelé. En esta película reconocí a Speer y junto a él a otros líderes de las SS. Speer llevaba un traje de color claro.

P: ¿Vio eso en las fotografías que usted reveló?

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R: Sí. Lo reconocí en las fotos y después tuvo que firmar con su nombre y la fecha, porque siempre había muchos SS que querían coleccionar todas las fotos de las visitas al campo.

EL PRESIDENTE: Creo que el testigo estaba yendo un poco rápido. Creo que será mejor que repita eso.

Sr. DUBOST:

P: ¿Puede por favor repetir que reconoció a Speer en fotografías que usted reveló?

R: Reconocí a Speer en 36 fotografías que fueron tomadas por el Oberscharführer de las SS Paul Ricker en 1943, durante la visita de Speer al campo de Gusen y la cantera de Mauthausen. Se le veía extremadamente satisfecho en estas fotografías. Hay incluso fotografías en las que se le ve felicitando al Obersturmbannfuehrer Franz Ziereis, entonces comandante del campo de Mauthausen, con un cordial apretón de manos.

P: Una última pregunta. ¿Había alguna capellán ejerciendo su ministerio en su campo? ¿Cómo morían los internos que querían algún consuelo religioso?

R: No entiendo.

P: ¿Había algún capellán en su campo?

R: Sí, por lo que pude ver, había varios. Había una orden de católicos alemanes conocida como "Bibelforscher". Pero oficialmente...

P: Pero oficialmente, ¿la administración del campo concedía a los internos el derecho a practicar su religión?

R: No, no podían hacer nada, estaba absolutamente prohibido incluso vivir.

P: ¿Incluso vivir?

R: Incluso vivir.

P: ¿Había algún capellán católico o algún pastor protestante?

R: Los miembros de los "Bibelforscher" eran casi todos protestantes. No sé mucho de este asunto.

P: ¿Cómo eran tratados monjes, sacerdotes y pastores?

R: No había la más mínima diferencia entre ellos y nosotros. Morían de la misma forma que nosotros. A veces eran enviados a la cámara de gas, a veces les pegaban un tiro, o los sumergían en agua helada, cualquier método era bueno. Los SS eran particularmente duros en el trato dado a estas personas porque sabían que no podían trabajar como trabajadores normales. Trataban a todos los intelectuales de todos los países de esta manera.

P: ¿No se les permitía ejercer su ministerio?

R: No, en absoluto.

P: ¿Disponían los hombres que morían de un capellán antes de ser ejecutados?

R: No, en absoluto. Por el contrario, a veces, en lugar de ser consolados como usted dice por alguien de su fe, recibían justo antes de ser fusilados 25 ó 75 latigazos con un látigo de cuero, a veces haciendo esto incluso un Obersturmbahnführer de las SS personalmente. Vi esto especialmente en el caso de unos pocos oficiales, comisarios políticos y prisioneros de guerra rusos.

Sr. DUBOST: No tengo más preguntas para el testigo.

EL PRESIDENTE: General Rudenko.

GENERAL RUDENKO:

P: Testigo, ¿tendrá la bondad de contarnos lo que sabe usted del exterminio de prisioneros soviéticos?

R: Posiblemente no podré decirle todo lo que sé de eso. Sé tanto que un mes no bastaría para decirle todo.

P: Querría que nos contara brevemente lo que sabe usted del exterminio de prisioneros de guerra soviéticos en el campo de Mauthausen.

R: La llegada de los primeros prisioneros de guerra tuvo lugar en 1941. Se anunció la llegada de 2.000 prisioneros de guerra rusos. Con los prisioneros de guerra rusos tomaron las mismas precauciones que con los prisioneros de guerra republicanos españoles. Pusieron ametralladoras por todas partes alrededor de los

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barracones, y se esperaban lo peor. Tan pronto como los prisioneros de guerra rusos entraron en el campo, pudimos ver que estaban en muy mal estado, ni siquiera podían entender nada. Eran espantapájaros humanos. Los pusieron en barracones, 1.600 por barracón. Deben tener en cuenta que estos barracones eran de 7 metros de ancho por 50 de largo. Se les privó de sus ropas, lo poco que llevaban encima. Sólo podían quedarse con un par de calzones y una camiseta. Hay que recordar que esto era en noviembre, y en Mauthausen estábamos a más de 10 grados bajo cero.

Nada más llegar 24 murieron sólo por caminar la breve distancia de 4 kilómetros desde la estación hasta el campo de Mauthausen. Al principio se les aplicó el mismo sistema que a nosotros, los prisioneros republicanos españoles. Al principio nos dejaron sin nada que hacer, sin ningún trabajo.

EL PRESIDENTE: Va usted demasiado rápido. Hable más despacio.

R: Le aplicaron el mismo sistema a los rusos. Los dejaron solos, sin casi nada que comer. Pasados unos pocos días estaban ya al límite de su resistencia. Comenzaron entonces el proceso de eliminación. Se les hizo trabajar en las condiciones más horribles, les golpearon, les pegaron, les dieron patadas, les insultaron. Y de los 7.000 prisioneros de guerra rusos que vinieron de casi todas partes, al final de tres meses sólo quedaban 30 supervivientes. El departamento de Paul Ricker hizo fotografías a estos 30 supervivientes como documento fotográfico. Tengo estas fotografías y puedo mostrárselas si el Tribunal lo desea.

P: ¿Tiene estas fotografías?

R: El Sr. Dubost lo sabe, sí, el Sr. Dubost las tiene.

P: Gracias. ¿Puede mostrarnos estas fotografías?

R: El Sr. Dubost las tiene.

P: Gracias. ¿Qué sabe de los yugoslavos y los polacos?

R: Los primeros polacos llegaron al campo en 1939, cuando Polonia fue derrotada. Recibieron el mismo trato que todo el mundo. Por aquel entonces sólo había allí delincuentes comunes alemanes. Después comenzó el trabajo de exterminio. Decenas de miles de polacos murieron en condiciones espantosas.

Se debería prestar atención a la situación de los yugoslavos. Comenzaron a llegar en convoyes, vestidos de paisano, y eran fusilados de una manera formal, por así decirlo. Los SS incluso se pusieron sus cascos de acero para estas ejecuciones. Se fusilaba a los yugoslavos de dos en dos, vinieron 165 en el primer transporte, 180 en el segundo, después vinieron en grupos pequeños de 15, 50, 60, 30. Trajeron incluso a mujeres.

Es necesario señalar que entre éstos, se fusiló a cuatro mujeres, y fue la única vez en el campo de deportados. Algunos le escupieron en la cara al Führer del campo antes de morir. Los yugoslavos sufrieron como pocos pueblos han sufrido. Su situación es comparable sólo a la de los rusos. Fueron masacrados hasta el último momento por todos los medios imaginables. Querría hablar más de los rusos, porque han sufrido tanto...

P: ¿Debo entender de su testimonio que el campo de concentración era en realidad un campo de exterminio?

R: El campo pertenecía a la última categoría, grado 3. Es decir, era un campo del que no salía nadie.

GENERAL RUDENKO: No tengo más preguntas.

EL PRESIDENTE: ¿Desea hacer alguna pregunta la acusación de Gran Bretaña?

CORONEL PHILLIMORE: No hay preguntas.

EL PRESIDENTE: ¿La acusación de Estados Unidos?

Sr. DODD: No hay preguntas.

EL PRESIDENTE: ¿Desea la defensa interrogar al testigo?

Dr. BABEL (abogado de las SS y el SD):

P: Testigo, ¿cómo le marcaron en el campo?

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R: ¿El número? ¿El qué, por favor? ¿Qué tipo de marca?

P: No. Los prisioneros eran marcados con estrellas de diversos colores, rojo, verde, amarillo, y otros. ¿Se hacía eso también en Mauthausen? ¿Qué llevaba usted?

R: Todo el mundo llevaba una insignia. No eran estrellas, eran triángulos con letras para indicar la nacionalidad. Había estrellas amarillas y rojas para los judíos, estrellas de seis puntas rojas y amarillas, dos triángulos, uno encima del otro.

P: ¿Qué color llevaba usted?

R: Un triángulo azul con una "S" en él, indicando "Español".

P: ¿Era usted un "Kapo"?

R: Al principio fui intérprete.

P: ¿Cuáles eran sus tareas y deberes?

R: Tenía que traducir al español todas las barbaridades que los alemanes querían decirle a los prisioneros españoles. Después comencé a trabajar en fotografía, revelando las películas que se fotografiaban por todo el campo, mostrando la historia completa de lo que ocurría en el campo.

P: ¿Cuál era la política con respecto a los visitantes? ¿Iban los visitantes sólo al campo interior y a lugares donde se trabajaba?

R: Visitaban todo el campo. Era imposible que no supieran lo que estaba pasando. Sólo se hacían excepciones cuando venían altos cargos u otras personas importantes de Polonia, Austria o Eslovaquia, de todos los países. Entonces sólo les enseñaban las partes mejores. Franz Ziereis decía: "Véanlo ustedes mismos". Mostraba a cocineros, ladrones internados y delincuentes comunes, gordos y bien alimentados. Escogía a éstos para poder decir y demostrar que todos los internos estaban como éstos.

P: ¿Se prohibía a los prisioneros comunicarse entre ellos o con el exterior?

R: Estaba tan absolutamente prohibido que si se cogía a alguien haciéndolo, no sólo significaba su muerte, sino también terribles represalias para todos los de su nacionalidad.

P: ¿Qué observó usted con respecto a los Kapos? ¿Cómo se comportaban con sus compañeros prisioneros?

R: A veces eran dignos de ser de las SS. Para ser Kapo había que ser ario puro. Eso significaba que tenían porte marcial y, como los SS, plenos derechos sobre nosotros. Tenían derecho a tratarnos como animales. Los SS les daban carta blanca para hacer con nosotros lo que quisieran. Es por eso por lo que en el momento de la Liberación los prisioneros y los deportados ejecutaron a todos los Kapos a los que pudieron coger. Poco antes de la Liberación los Kapos pidieron alistarse voluntarios en las SS, y se fueron con los SS porque sabían lo que les aguardaba. A pesar de eso les buscamos por todas partes y los ejecutamos sumariamente.

P: Dice que se comportaban como bestias salvajes. ¿De qué hechos saca usted la conclusión de que lo hacían por gusto?

R: Habría que haber estado ciego para no verlo. Se podía ver la forma en la que se comportaban. Era mejor morir como un hombre que vivir como una bestia, pero preferían vivir como bestias, como salvajes, como criminales. Eso eran considerados.

P: No he entendido nada. Por favor, repita. No le he entendido.

R: Habría que haber estado ciego para no ver lo que les estaba pasando. Viví allí cuatro años y medio y sé muy bien lo que hacían. Había muchos de entre nosotros que podrían haber llegado a ser Kapos por su trabajo, por ser especialistas en algún ámbito u otro en el campo. Pero prefirieron ser golpeados, y masacrados si era necesario, antes que convertirse en Kapos.

Dr. BABEL: Gracias.

EL PRESIDENTE: ¿Desea algún otro miembro de la defensa

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hacerle preguntas al testigo? Sr. Dubost, ¿quiere hacer alguna pregunta?

Sr. DUBOST: No tengo más preguntas, Sr. Presidente.

GENERAL RUDENKO: Señoría, el testigo nos informó de que tenía a su disposición una fotografía documental de 30 prisioneros de guerra soviéticos, los únicos supervivientes de varios miles de internos de este campo. Querría pedir su permiso, Sr. Presidente, para presentarle esta fotografía documental al testigo para que pueda confirmar ante el Tribunal que es realmente un documento sobre este grupo de prisioneros de guerra soviéticos.

EL PRESIDENTE: Puede por supuesto mostrarle la fotografía al testigo si la tiene. Puede darle la fotografía al testigo si está disponible.

GENERAL RUDENKO: Sí.

GENERAL RUDENKO:

P: Testigo, ¿puede ver esta fotografía?

R: ¿Cómo, por favor? ¿A quién?

EL PRESIDENTE:

P: ¿Es ésta la fotografía? (señalando)

R: Sí, son esos mismos 30. Les puedo asegurar que estos treinta supervivientes aún estaban vivos en 1942. Desde entonces, en vista de las condiciones del campo, es muy difícil saber si alguno de ellos aún sigue vivo.

P: ¿Puede por favor indicar la fecha en la que se hizo esta fotografía?

R: Fue a finales del invierno de 1941-42. Por aquel entonces, aún estábamos a 10 grados bajo cero. Pueden ver en la fotografía el aspecto de los prisioneros producido por el frío.


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