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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
21 de enero a 1 de febrero de 1946

Cuadragésimo Cuarto Día: Lunes, 28 de enero de 1946
(5 de 9)


[Página 201]

EL PRESIDENTE: El Tribunal considera que podría tratar la cuestión del trato en los campos de concentración de una forma más general ahora que hemos oído los detalles contados por los testigos que ustedes ya han llamado a declarar.

Sr. DUBOST: ¿Desea el Tribunal oír a este testigo?

EL PRESIDENTE:

P: ¿Cómo se llama?

R: Jean Frederic Veith.

P: Repita este juramento.

Juro hablar sin odio ni temor, decir la verdad, toda la verdad, y sólo la verdad.

(El testigo repitió el juramento después del Presidente)

EL PRESIDENTE: Levante su mano derecha.

EL TESTIGO: Lo juro.

EL PRESIDENTE: ¿Quiere sentarse?

EL TESTIGO: Gracias.

Sr. DUBOST:

¿Puede por favor decir su nombre y apellidos?

R: Jean Frederic Veith. Nací el 28 de abril de 1903 en Moscú.

P: ¿Es usted de nacionalidad francesa?

R: Soy de nacionalidad francesa, nacido de padres franceses.

P: ¿En qué campo estuvo usted internado?

R: En Mauthausen, del 22 de abril de 1943 al 22 de abril de 1945.

P: Usted conoce el trabajo realizado en las fábricas que suministraban material a la Luftwaffe. ¿Quién controlaba estas fábricas?

[Página 202]

R: Estuve en el "Arbeitseinsatz" de Mauthausen desde junio de 1943, y por tanto conocía bien todas las cuestiones relacionadas con el trabajo.

P: ¿Quién controlaba las fábricas que trabajaban para la Luftwaffe?

R: Había campos exteriores en Mauthausen donde los trabajadores eran empleados en Heinkel, Messerschmidt, Alfa-Vienne y Saurer-Werke, y estaba además la obra del Túnel de Leibl, de Alpine Montana.

P: ¿Quién controlaba este trabajo, supervisores o ingenieros?

R: Sólo había una inspección de las SS. El trabajo en sí era controlado por los ingenieros y las propias firmas.

P: ¿Pertenecían estos ingenieros a la Luftwaffe?

R: Algunos días vi a oficiales de la Luftwaffe que venían a visitar los talleres de Messerschmidt de la cantera.

P: ¿Podían ver por sí mismos las condiciones en las que vivían los prisioneros?

R: Sí, sin duda.

P: ¿Vio usted a algún funcionario fascista de alto rango visitando el campo?

R: Vi un gran número de funcionarios de alto rango, entre ellos Himmler, Kaltenbrunner, Pohl, Maurer, el Jefe de la Oficina de Trabajo D II del Reich, y muchos otros visitantes cuyos nombres no conozco.

P: ¿Quién le dijo que había venido Kaltenbrunner?

R: Nuestras oficinas daban a la plaza de revista que había ante la Kommandantur, así que veíamos llegar a los funcionarios del alto rango, y los hombres de las SS nos decían: "Ahí va tal o cual".

P: ¿Podía la población civil conocer, y conocía, el infortunio de los internos?

R: Sí, la población podía saberlo, ya que en Mauthausen había una carretera cerca de la cantera, y los que pasaban por esa carretera podían ver todo lo que estaba pasando. Además, los internos trabajaban en las fábricas. Estaban separados de los otros trabajadores, pero tenían ciertos contactos con ellos, y era bastante fácil para los demás trabajadores darse cuenta de su infortunio.

P: ¿Puede decirnos lo que sabe usted de un viaje a un castillo desconocido de un autobús que llevaba a prisioneros de los que nunca más se supo?

R: Durante un tiempo se adoptó un método para la eliminación de personas enfermas por medio de inyecciones en Mauthausen. Era usado especialmente por el Dr. Krebsbacj, apodado Dr. Spritzbach por los prisioneros, ya que él inauguró el sistema de inyecciones. Llegó un momento en el que se abandonó el uso de inyecciones, y a partir de entonces las personas que estaban demasiado enfermas o demasiado débiles eran enviadas a un castillo que, según descubrimos después, se llamaba Harthein, pero que era conocido oficialmente como "Genesungslager" (Campo de Convalecientes). Nunca regresó ninguno de los que fueron enviados allí. Recibíamos los certificados de defunción directamente de la sección política del campo. Estos certificados eran secretos. Todos los que iban a Harthein morían. El número de muertos acendió a 5.000.

P: ¿Vio llegar a prisioneros de guerra al Campo de Mauthausen?

R: Sí, vi a prisioneros de guerra. Su llegada al Campo de Mauthausen tuvo lugar, en primer lugar, enfrente de la sección política. Dado que estaba trabajando en el Hollerith, pude ver las llegadas, ya que las oficinas daban a la plaza de armas, enfrente de la sección política, a donde llegaban los convoyes. Los convoyes eran clasificados de inmediato. Se enviaba a una parte al campo para registrarlos, y muy frecuentemente, algunos de los prisioneros uniformados eran apartados; éstos ya habían sido sometidos a una especial violencia en la sección política, eran entregados a los guardias de la prisión y después enviados a las prisiones, y nunca más se sabía de ellos. No eran registrados en el campo. El único registro lo hacía Muller en la sección política que estaba a cargo de estos prisioneros.

P: ¿Eran prisioneros de guerra?

R: Eran prisioneros de guerra, habitualmente iban de uniforme.

[Página 203]

EL PRESIDENTE: No vaya tan rápido, por favor.

R: (continuando): Por lo general eran hombres de uniforme.

Sr. DUBOST:

P: ¿De qué nacionalidad?

R: La mayoría rusos y polacos.

P: ¿Los traían a su campo para asesinarlos?

R: Los traían a nuestro campo para la "acción K".

P: ¿Qué sabe de la acción K y cómo lo sabe?

R: Mi conocimiento de la "acción K" se debe al hecho de que era jefe del servicio Hollerith en Mauthausen, por lo que recibía todos los formularios de transferencia de los diversos campos. Y cuando nos transferían erróneamente prisioneros como prisioneros ordinarios, poníamos en el formulario de transferencia que teníamos que enviar a la Oficina Central de Berlín... o mejor dicho, no poníamos ningún número, ya que no podíamos dar ninguno. La "Sección Política" no nos daba indicaciones e incluso destruía la lista de nombres si por casualidad llegaba hasta nosotros.

Hablando con mis camaradas de la "Sección Política" descubrí que esta "acción K" era aplicada al principio a prisioneros de guerra que habían sido capturados cuando trataban de escapar. Más adelante se amplió esta acción, pero siempre a soldados y específicamente a oficiales que habían logrado escapar pero habían sido recapturados en países bajo control alemán.

Además, toda persona implicada en actividades que pudieran ser interpretadas como no correspondientes con los deseos de los jefes fascistas podía ser sometida también a la "acción K". Estos prisioneros llegaban a Mauthausen y desaparecían, es decir, los llevaban a la prisión, donde ejecutaban al momento a una parte y enviaban a la otra al anexo de la prisión, el famoso Bloque 20 de Mauthausen.

P: ¿Declara categóricamente que eran prisioneros de guerra?

R: Sí, eran prisioneros de guerra, o por lo menos la mayoría.

P: ¿Sabe algo de una ejecución de oficiales, prisioneros de guerra, que habían llevado al campo de Mauthausen?

R: No puedo darle nombres, pero hubo algunos.

P: ¿Fue usted testigo de la ejecución de oficiales Aliados que fueron asesinados en menos de 48 horas desde su llegada al campo?

R: Vi la llegada del convoy del 6 de septiembre. Creo que es en el que está usted pensando. Vi la llegada de este convoy y esa misma tarde estos 47 bajaron a la cantera vestidos solamente con sus camisas y calzoncillos. Poco después oímos el sonido de una ametralladora. Salí entonces de la oficina y fui a la parte de atrás, haciendo ver que estaba llevando documentos a otra oficina, y vi con mis propios ojos a estos desafortunados fusilados. 19 fueron ejecutados esa misma tarde, y el resto a la mañana siguiente; más adelante se marcaron todos los certificados de defunción con: "Muerto cuando intentaba fugarse".

(Se hizo un receso).

ALGUACIL: Con la venia, debo anunciar que el acusado Kaltenbrunner se ausentará de la sesión de esta tarde por enfermedad.

EL PRESIDENTE: Puede continuar, Sr. Dubost.

Sr. DUBOST: Vamos a completar el interrogatorio del testigo Veith, al que sólo tengo que hacerle una pregunta más.

EL PRESIDENTE: Tráiganlo al estrado.

(El testigo volvió al estrado y fue interrogado por el Sr. Dubost como sigue):

P: Sigue usted testificando bajo el juramento que hizo esta mañana.

[Página 204]

¿Puede darnos información adicional sobre la ejecución de los 47 oficiales Aliados a los que usted vio fusilar en menos de 48 horas desde que llegaron al campo de Mauthausen?

R: Esos oficiales, esos paracaidistas, fueron fusilados según el sistema habitualmente utilizado cuando había que eliminar prisioneros. Es decir, se les obligaba a trabajar en exceso, a llevar piedras pesadas. Después les golpeaban, hasta que cargaban con piedras más pesadas. Y así seguían y seguían hasta que, llevados finalmente al extremo, se tiraban a la alambrada. Si no lo hacían por iniciativa propia, les empujaban allí, o eran golpeados hasta que lo hacían, y en el momento en el que se acercaban y estaban quizás a cerca de un metro, eran abatidos por las ametralladoras de las patrullas de las SS de las torres de vigilancia. Este era el sistema habitual de "muerte por intento de fuga" como después lo denominaban.

Estos 47 hombres fueron asesinados en la tarde del 6 y la mañana del 7 de septiembre.

P: ¿Cómo se enteró de sus nombres?

R: Sus nombres me llegaron en la lista oficial, porque todos habían sido anotados en los registros del campo y tenía que informar a Berlín de todos los cambios en los efectivos de la Sección Hollerith. Vi todas las listas de los muertos y de las nuevas llegadas.

P: ¿Comunicó esta lista a una autoridad oficial?

R: Esta lista se la llevaron las autoridades oficiales americanas cuando estaba en Mauthausen. Volví inmediatamente a Mauthausen después de mi liberación porque sabía dónde estaban los documentos, y las autoridades americanas recibieron entonces todas las listas que pudimos encontrar.

Sr. DUBOST: Sr. Presidente, no tengo más preguntas que hacerle al testigo.

EL PRESIDENTE: ¿Quiere el fiscal británico hacer alguna pregunta?

FISCAL BRITÁNICO: No.

EL PRESIDENTE: ¿Y el fiscal de Estados Unidos?

FISCAL DE ESTADOS UNIDOS: No.

EL PRESIDENTE: ¿Quiere algún miembro de la defensa hacer alguna pregunta?

Dr. BABEL (abogado de las SS y el SD): Sr. Presidente, estuve en el campo de Dachau el sábado y ayer en el campo de Augsburg-Gottingen. Averigüé allí varias cosas que me permiten ahora interrogar a testigos individuales. No pude hacer esto antes porque no conocía las condiciones locales. Querría hacer una pregunta. Cuando se interrogó al testigo esta mañana...

EL PRESIDENTE: ¿Puede intentar ir un poco más despacio?

Dr. BABEL: Sí. No pude estar aquí esta mañana debido a una reunión a la que me convocó el General Mitchell. Por tanto, no pude interrogar al testigo esta mañana. Sólo tengo una pregunta para el testigo ahora, querría preguntar si puedo interrogar al testigo más tarde, o si es mejor reservar la pregunta.

EL PRESIDENTE: Puede interrogar ahora al testigo, pero al Tribunal le consta que usted terminó la reunión con el General Mitchell a las diez y cuarto.

Dr. BABEL: Debido a lo tratado en la reunión, tuve que enviar un telegrama y despachar algunos otros asuntos urgentes, y por eso me fue imposible asistir a la sesión.

EL PRESIDENTE: Puede por supuesto interrogar al testigo ahora.

Dr. BABEL: Mientras tanto he pensado una pregunta más, son las siguientes.

(Interrogatorio del Dr. Babel)

P: El testigo declaró que los oficiales en cuestión fueron empujados a la alambrada. ¿Quién los empujó hacia allí?

[Página 205]

R: Fueron empujados hacia la alambrada por los guardias de las SS que los acompañaban, y todo el personal de Mauthausen estaba presente. También los golpearon los SS y uno o dos prisioneros "verdes" que estaban con ellos y ejercían de "Kapo". En los campos, estos prisioneros verdes eran con frecuencia peores que las SS.

P: En el campo de Dachau, dentro del propio campo, en el recinto vallado, casi no había guardias de las SS, ¿era así también en Mauthausen?

R: Dentro del campo había sólo un cierto número de SS, pero cambiaban, y no es posible que hubiera algún miembro de las tropas que vigilaban el campo que no supiera lo que estaba ocurriendo dentro, e incluso aunque no entraran en el campo, lo vigilaban desde los miradores o desde el exterior, y veían absolutamente todo.

P: Los guardias que dispararon a los prisioneros, ¿estaban dentro o fuera del recinto vallado?

R: Estaban en los miradores, a la misma altura que la alambrada.

P: ¿Podían ver desde allí que los oficiales eran empujados hacia la alambrada por alguien a golpes?

R: Podían verlo tan bien que una o dos veces algunos de los guardias se negó a disparar diciendo que no era un intento de fuga, así que no dispararían. Los relevaron de inmediato de sus puestos, y desaparecieron.

P: ¿Vio usted eso?

R: No lo vi yo, pero me lo contaron. Entre otras personas, me lo contó mi Kommandoführer, que dijo: "hay un guardia que se negó a disparar".

P: ¿Quién era este Kommandoführer? ¿El jefe del grupo?

R: El Kommandoführer era Wieleman. No recuerdo su rango. No era un Unterscharführer, sino el rango inmediatamente inferior a Unterscharführer, y se encargaba de la sección Hollerith de Mauthausen.

Dr. BABEL: No tengo más preguntas. Querría sin embargo solicitar poder llamar a declarar de nuevo al testigo, y tendré entonces oportunidad de hacer el resto de preguntas... plantearle las preguntas adicionales que considere necesarias y retenerle para ello aquí en Nuremberg. No estoy en situación de interrogar al testigo esta tarde, ya que no escuché sus declaraciones esta mañana, y querría pedir que el testigo...

EL PRESIDENTE: Usted debería haber estado aquí. Si terminó su conversación con el General Mitchell a las 10:15, el Tribunal considera, o yo por lo menos considero, que no hay razón por la que usted no pudiera estar aquí mientras se interrogaba a este testigo.


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