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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
Del 7 de enero al 19 de enero de 1946

Trigésimo Octavo Día: Sábado, 19 de enero de 1946
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Por tanto, la cuarta acción de Sauckel fue dirigida de tal forma que se utilizara toda la mano de obra de Francia. La resistencia francesa y el desarrollo de las operaciones militares dificultó la ejecución del plan de Sauckel. El acusado, mientras tanto, había previsto las medidas extraordinarias que habría que tomar el día que los Ejércitos Aliados desembarcaran. Cito de nuevo el documento 1289-PS, prueba RF 71, y leo en la página 3:
"Medidas sobre el trabajo obligatorio en caso de invasión:

Se han tomado hasta cierto punto medidas para evacuar a la población de las áreas invadidas y para evitar que mano de obra valiosa sea capturada por nuestros enemigos. En vista de la situación actual de utilización de mano de obra en Alemania, es necesario inducir a trabajadores eficientes hasta el máximo posible

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a realizar un trabajo eficaz en el Reich. Son indispensables órdenes a tal efecto por parte de la Wehrmacht para llevar a cabo estas medidas.

Se propone el siguiente texto como orden del Führer..."

No leeré el texto de la orden propuesta por Sauckel.

Sin embargo, la victoria Aliada llegó tan rápido que Sauckel no tuvo ocasión de ejecutar en su totalidad su plan de deportación masiva. De todas formas, comenzó a ejecutarlo, y hubo deportaciones de trabajadores hasta el día de la liberación del territorio. Varios centenares de miles de trabajadores franceses fueron finalmente enviados a Alemania como resultado de las diversas acciones de Sauckel. Ruego al Tribunal que recuerde esto.

Se introdujo el servicio de trabajo obligatorio en Noruega de la misma forma que en Francia. Los acusados impusieron a las autoridades noruegas la publicación de una ley que instituía el registro obligatorio de los ciudadanos noruegos, ordenando su reclutamiento a la fuerza. Cito a este respecto el informe preliminar sobre los crímenes de Alemania contra Noruega, un informe elaborado por el Gobierno Noruego y presentado al Tribunal como UK 79. Lo presento ahora como prueba RF 72, y cito en la primera página, tercer párrafo:

"El resultado de la orden de Sauckel en Noruega fue la promulgación de la ley Quisling del 3 de febrero de 1943 sobre el registro obligatorio de los hombres y mujeres de Noruega para la denominada campaña de trabajo nacional.

Terboven y Quisling admitieron abiertamente que la ley había sido promulgada para permitir al pueblo noruego utilizar su mano de obra en beneficio del esfuerzo de guerra alemán.

En un discurso del 2 de febrero Terboven declaró casualmente que tanto él como el Reich Alemán apoyaban esta ley con su autoridad, y amenazó con usar la fuerza contra cualquiera que tratara de oponerse a su aplicación".

En Bélgica y Holanda, las autoridades alemanas emplearon un procedimiento directo. Se organizó el servicio de trabajo obligatorio por medio de decretos de la potencia ocupante.

En Bélgica eran decretos del Comandante Militar, y en Holanda decretos del Comisario del Reich. Le recuerdo al Tribunal el hecho de que la autoridad del Comandante Militar en Bélgica incluía el norte de Francia.

Un decreto del 6 de marzo de 1942 estableció el principio de trabajo obligatorio en Bélgica. Se publicó en el "Verordnungsblatt" belga de 1941, página 845. Lo presento al Tribunal como prueba RF 73, y ruego al Tribunal que lo incluya en el sumario.

El decreto del 6 de marzo excluía la posibilidad de la deportación forzosa de trabajadores a Alemania. Sin embargo, un decreto del 6 de octubre de 1942 ordenó tal deportación, y fue publicado en el "Verordnungsblatt" belga de 1942, página 1060. Lo presenté al Tribunal como prueba RF 57 durante mi exposición.

Las actividades alemanas en Bélgica provocaron intervenciones y protestas de destacadas personalidades belgas, entre otras el Rey de Bélgica y el Cardenal van Roey.

Los decretos que instituían el trabajo obligatorio en Bélgica y el norte de Francia llevan la firma del General von Falkenhausen, pero proclamó su decreto del 6 de octubre por orden de Sauckel. Cito una vez más al testimonio del General von Falkenhausen, que presenté ayer al Tribunal como prueba RF 15. Solicito su permiso para citar los siguientes fragmentos, primera página, quinto párrafo:

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"P: El 6 de octubre de 1942 se publicó un decreto que instituía el trabajo obligatorio en Bélgica y en los departamentos del norte de Francia para los hombres entre los 18 y los 50 años y las mujeres solteras de entre 21 y 25 años.

R: Yo fui Comandante en Jefe del Norte de Francia y Bélgica.

P: ¿Recuerda el testigo haber promulgado este decreto?

R: No recuerdo exactamente el texto del decreto, ya que se promulgó después de una larga disputa con el responsable de mano de obra, Sauckel.

P: ¿Tuvo usted algún problema con Sauckel?

R: Me oponía categóricamente al trabajo obligatorio, y consentí la promulgación del decreto sólo después de recibir órdenes.

P: Así que este decreto no se promulgó por iniciativa de von Falkenhausen.

R: Todo lo contrario.

P: ¿Quién le dio las instrucciones sobre esta cuestión?

R: Supongo que por aquel entonces Sauckel ya era responsable de mano de obra y que entonces me dio todas las instrucciones por orden de Hitler".

Continúo citando en la página 3 de la traducción al francés, cuarto párrafo:
"P: Dado que se oponía a la idea del trabajo obligatorio, ¿no protestó cuando recibió estas instrucciones?

R: Hubo peleas interminables entre Sauckel y yo. Al final, esto contribuyó a que me relevaran del puesto".

La violencia de la presión ejercida por el acusado Sauckel en Bélgica para imponer su plan de reclutamiento a la fuerza también está demostrado en el documento que acabo de presentar al Tribunal como prueba RF 67. El Tribunal recordará que es el informe enviado el 13 de agosto de 1943 por Sauckel a Hitler a su vuelta de Francia, Bélgica y Holanda.

Finalmente, he de ocuparme de la introducción del trabajo obligatorio en Holanda. Ruego al Tribunal que presente cargos contra el acusado Seyss-Inquart, así como contra el acusado Sauckel, por la institución del reclutamiento forzoso en los territorios holandeses ocupados.

Es un hecho que la deportación de trabajadores holandeses fue organizada por decretos del Comisario del Reich. Son los que mejor demuestran la responsabilidad del acusado que, por su cargo de Comisario del Reich, derivaba sus poderes directamente del Führer.

El acusado Seyss-Inquart introdujo el servicio de trabajo obligatorio en Holanda por medio de un decreto del 28 de febrero de 1941 publicado en el "Verordnungsblatt" holandés de 1941, nº 42. Cité este decreto como prueba RF 58 durante mi exposición de ayer, y solicité al Tribunal que lo incluyera en el sumario.

Al igual que en Bélgica, el servicio de trabajo obligatorio al principio sólo pudo aplicarse en el interior de los países ocupados, pero, al igual que en Bélgica, pronto se amplió para permitir la deportación de trabajadores a Alemania. La ampliación se hizo efectiva con un decreto de Seyss-Inquart del 23 de marzo de 1942 que se publicó en el nº 26 del "Verordnungsblatt". Lo presento al Tribunal como prueba RF 74, y ruego al Tribunal que lo incluya en el sumario.

El acusado Seyss-Inquart había así allanado el camino para que el acusado Sauckel pudiera actuar. Sauckel llegó a utilizar todo el potencial humano de Holanda. Pronto fueron necesarias nuevas medidas, medidas que adoptó Seyss-Inquart.

Un decreto del 6 de maayo de 1943, "Verordnungsblatt" de 1943, página 173, ordenó la movilización de todos los hombres de 18 a 35 años. Presento este decreto al Tribunal como prueba RF 75.

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Además, el 19 de febrero de 1943 Seyss-Inquart publicó un decreto que permitía a sus departamentos tomar todas las medidas que él considerara oportunas en la utilización de mano de obra.

Este decreto, que apareció en el "Verordnungsblatt" de 1943, se ha presentado al Tribunal como prueba RF 76.

Las dimensiones de las deportaciones desde Holanda en 1943 quedan atestiguadas en una carta del 16 de junio de 1943 enviada por el representante de Sauckel en Holanda. Esta carta, con el número de documento francés 664, se presenta al Tribunal como prueba RF 77. Cito:

"De acuerdo con el decreto del censo del 7 de mayo, se ha registrado a las quintas desde 1920 hasta 1924 en tarjetas de archivo. Aunque esto supuso mucho trabajo, fue posible con esto enviar a 22.986 trabajadores al Reich, además de los prisioneros de guerra puestos a nuestra disposición. Durante el mes de junio se compensará el déficit del mes de mayo.

Estas quintas son, según el Servicio de Estadística del Reino de Holanda, de 80.000 personas cada una. Hasta ahora las transferencias al Reich se han hecho con estas quintas. Se ha transferido al Reich a 446.493 hasta el 1 de junio de 1943, y algunos han vuelto. Las cifras por índice son las siguientes:

Quinta de 1921, 43.331;
Quinta de 1922, 45.354;
Quinta de 1923, 47.593;
Quinta de 1924, 45.232.

Dado que hasta un 80 por ciento no han sido transferidos, es ahora imperativo comenzar a transportar quintas enteras al Reich. El Comisario del Reich ha manifestado su acuerdo con esta acción. El resto de autoridades implicadas, de Economía, Armamento, Agricultura, y las Fuerzas Armadas, presionadas por la necesidad, han dado su aprobación".

A finales del año 1944, las autoridades alemanas incrementaron su presión sobre Holanda. Durante ese periodo, decenas de miles de personas fueron arrestadas en dos días en Rotterdam. Hubo redadas sistemáticas en todas las grandes ciudades de Holanda, a veces improvisadas, a veces después de que se hubiera convocado públicamente a la población a presentarse en lugares determinados. Presento al Tribunal varias proclamas de esta clase. Son el documento 1162-PS, y ya fueron presentadas al Tribunal por el Sr. Dodd. No las leeré de nuevo. Las uso para demostrar mi argumento y las presento como prueba RF 78.

Estos documentos no revelan hechos aislados; demuestran una política sistemática que los acusados aplicaron hasta el 5 de mayo de 1945, cuando la capitulación de Alemania trajo la liberación de Holanda.

Aún le debo al Tribunal una explicación complementaria. Los acusados no se detuvieron en la introducción del servicio de trabajo obligatorio en los territorios ocupados. Declaro que procedieron a la coerción criminal para asegurarse de que se llevara a cabo la movilización de trabajadores extranjeros. Voy a demostrar este hecho.

Las medidas tomadas por las autoridades nacionalsocialistas para garantizar el alistamiento forzoso de trabajadores extranjeros no se pueden disociar de los procedimientos que aplicaron para asegurarse el llamado alistamiento voluntario. La presión fue más violenta, pero surgió del mismo espíritu. El método era engañar y, cuando esto no tenía éxito, usar la coerción. Los acusados se dieron cuenta muy pronto de que ningún tipo de propaganda otorgaría al trabajo obligatorio la capa de la justicia a ojos de sus víctimas. Si tenían alguna duda a este respecto, quedó disipada con los informes de las autoridades de ocupación. Éstas fueron unánimes en sus informes sobre los problemas políticos causados por este alistamiento obligatorio y la resistencia encontrada por ellas. Es por eso por lo que los acusados una vez más recurrieron a la fuerza en su intento de asegurarse de que la movilización civil decretada por ellos fuera llevada a cabo.

Entre las medidas coercitivas a las que recurrieron los alemanes, menciono en primer lugar la retirada de las cartillas de racionamiento de los rebeldes. El Tribunal

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sabe por la circular del Dr. Manfeld presentada como prueba RF 26 que esta medida se propuso ya en enero de 1942, y recordará que el decreto del Führer del 8 de septiembre de 1942 que presenté como prueba RF 55 puso en vigor la medida. Este orden decía que no se proporcionarían cartillas de racionamiento de comida y ropa a personas que no pudieran demostrar que trabajaban ni a aquellos que se negaran a realizar trabajo obligatorio.

La orden de Hitler se aplicó en todos los territorios ocupados. En Francia, circulares de las autoridades de ocupación prohibían la renovación de las cartillas de racionamiento de los franceses que hubieran eludido el censo del 16 de febrero de 1943. En Bélgica, la confiscación de certificados de racionamiento estaba regulada por una orden del Comandante Militar. Es la orden del 5 de marzo de 1943 publicada en el "Verordnungsblatt" de Bélgica, que presento al Tribunal como prueba RF 79.

El General von Falkenhausen, el firmante de esta orden, admitió su grave importancia durante el interrogatorio que he presentado al Tribunal como prueba RF 15, y que cito de nuevo. El General von Falkenhausen declaró que el acusado Sauckel fue el origen de esta orden, y que se negó a conceder una amnistía propuesta por el General. Cito, página 4 de la traducción al francés, quinto párrafo:

"P: ¿Recuerda el testigo una orden del 5 de marzo de 1943 por la que los que se negaran a entrar en el servicio de trabajo obligatorio verían sus cartillas de racionamiento retiradas?

R: No lo recuerdo. En el momento en el que se dio la orden para los hombres de entre 18 y 50 años, las órdenes de ejecución no eran dadas por mi, sino por mis oficinas, y no estoy familiarizado con los detalles de la aplicación de represalias. Yo no era el jefe ejecutivo de la administración. Estaba por encima.

P: ¿Pero se le informó entonces de las medidas de presión y el trato a proporcionar que las autoridades consideraban adecuado emplear?

R: No quiero negar mi responsabilidad en todo, ya que a fin de cuentas, sabía muchas cosas. Recuerdo en particular la orden sobre las cartillas de racionamiento, porque en varias ocasiones propuse que se declarara una amnistía para las personas que estaban obligadas a vivir ilegalmente y que no tenían una cartilla de racionamiento.

P: ¿A quién se hizo esta propuesta?

R: A Sauckel, con el consentimiento del Presidente Revert.

P: ¿Cuál fue la actitud de Sauckel en aquel momento?

R: Rechazó la concesión de una amnistía".

De manera similar, se prohibió en Holanda la renovación de certificados de racionamiento que no llevaran el sello de la oficina de trabajo.

Los acusados usaron un método de coerción que era aún más criminal que la confiscación de cartillas de racionamiento. Me refiero a la persecución dirigida contra las familias de los que se negaban a hacer trabajo obligatorio. Digo que este método es criminal porque se basa en el concepto de la responsabilidad familiar, contrario a los principios fundamentales del código penal de las naciones civilizadas. Fue sin embargo aprobado por medio de varios textos legislativos promulgados o impuestos por los nacionalsocialistas.

En Francia, cito la ley del 11 de junio de 1943, que presento al Tribunal como prueba RF 80, solicitando que se incluya en el sumario.

En Bélgica, presentaré la orden del Comandante Militar del 30 de abril de 1943, y en particular los párrafos 8 y 9. Presento esta orden al Tribunal como prueba RF 81, con la petición de que se incluya en el sumario.

La acción judicial de los acusados se dirigió también contra los empresarios y contra los funcionarios de los departamentos de empleo. En Francia, dos leyes del 1 de febrero de 1944 iniciaron la acción. Destaco que estas leyes se publicaron el mismo día que la Ley de Trabajo Obligatorio, y confirmo

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que se impusieron al mismo tiempo. Como prueba de mi argumentación, presento la confesión del acusado Sauckel en su carta del 25 de febrero de 1944 que leí hace poco al Tribunal como prueba RF 70. Presento al Tribunal las leyes del 1 de febrero de 1944 como prueba RF 82 con la petición de que se incluyan en el sumario.

Hubo más medidas de coerción. Una de ellas, por ejemplo, fue el cierre de las facultades y escuelas a estudiantes rebeldes. Se decretó en Bélgica el 28 de junio de 1943; en Francia, el 15 de julio de 1943. En Holanda, los estudiantes fueron víctimas de una deportación sistemática a partir de febrero. Cito en relación a esto una carta del 4 de mayo de 1943 del Jefe Superior de las SS y la Policía. Es el documento 665, que presento como prueba RF 83.

EL PRESIDENTE: Quizás este sea buen momento para un descanso.

(Se hizo un receso).


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