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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
Del 7 de enero al 19 de enero de 1946

Trigésimo Tercer Día: Lunes, 14 de enero de 1946
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TRIGÉSIMO TERCER DÍA

LUNES, 14 DE ENERO DE 1946

EL PRESIDENTE: ¿Pueden traer al testigo? Creo que uno de los abogados de la defensa iba a interrogarle.

Dr. BABEL (abogado de las SS y el SD): Querría hacerle la siguiente pregunta al testigo. Hago estas preguntas para entender mejor las declaraciones anteriores del testigo, y para informarme.

El testigo estuvo de 1941 a 1945 en el campo de concentración y debería conocer bien las condiciones existentes allí. Su memoria parece ser excelente.

INTERROGATORIO DE LA DEFENSA AL Dr. FRANZ BLAHA

(continuación):

 Dr. BABEL:

P: ¿Sabe cómo cambiaron las proporciones de internos durante los diversos periodos de tiempo? Me refiero a las proporciones de internos políticos y criminales. ¿Cuál era el número de internos políticos y el de criminales?

R: En Dachau no siempre fue igual. Había políticos, criminales reales, y los denominados "elementos asociales". Por supuesto, sólo estoy hablando de los prisioneros alemanes, los ciudadanos de las otras naciones eran sólo prisioneros políticos. Sólo los internos alemanes estaban divididos en prisioneros rojos, verdes y negros.

P: ¿Puede indicar la proporción aproximada? ¿Alrededor de la mitad, tres cuartos, un cuarto?

R: Lo siento, no le he oído.

P: ¿Puede darme cifras? ¿Cuántos de éstos, la mitad, tres cuartos, o cuántos? ¿Puede darme una cifra aproximada?

R: Diría que había unos 5.000 prisioneros alemanes. De esos 5.000, 3.000 eran prisioneros políticos; unos 2.000 eran verdes y negros.

P: ¿Fue siempre así durante el periodo de cuatro o cinco años?

R: Cambiaba periódicamente porque morían muchos; algunos alemanes se fueron, muchos fueron reclutados; y hubo muchos nuevos ingresos. En el último año había cada vez más y más prisioneros políticos, ya que muchos de los verdes fueron llevados al frente.

P: ¿Cuál era aproximadamente el total en 1941, 1943 y 1945?

R: Teníamos entre 8.000 y 9.000 en 1941; en 1943, de 15.000 a 20.000; y de finales de 1944 a principios de 1945, tuvimos entre 70.000 y 80.000.

P: Una pregunta más. Usted dijo que al principio había trabajado en las plantaciones. ¿A qué se refiere?

R: Plantaciones se refiere a una gran propiedad de las SS donde se cultivaban muchas especias, hierbas medicinales y cosas de ese tipo.

P: ¿Estaba esta plantación dentro del campo?

R: No, estaba cerca del campo, no era parte de él.

P: Usted ha mencionado fábricas de armamento; y por lo que entendí de su testimonio, estas fábricas de armamento estaban en parte dentro del campo y en parte fuera. ¿Es correcto?

R: Al principio estaban sólo fuera del campo. Después, debido a los bombardeos, se trasladaron ciertas secciones al interior del campo de concentración.

P: En cuanto a los guardias, ¿cuál era el número de guardias en 1941?

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R: El servicio de guardia era realizado por unas tres compañías de las SS. Pero en Dachau había además una gran guarnición de las SS y una Kommandantur. Se usaba a guardias de otras formaciones de las SS de vez en cuando, cuando era necesario. La cifra cambiaba, y dependía de cuántos guardas se necesitaran. Para el servicio regular, había unas tres compañías.

P: ¿Hacían guardia en las plantas de armamento en horas de trabajo?

R: Sí. Cada destacamento de trabajo tenía un comandante, y además, estos así llamados guardias, que iban con el destacamento hasta su lugar de trabajo y traían a los prisioneros de vuelta de nuevo al campo.

P: ¿Vio usted mientras estuvo en el campo algún maltrato a los prisioneros perpetrado por estos guardias en el ejercicio de sus actividades diarias?

R: Sí, muchos.

P: ¿Con frecuencia?

R: Sí.

P: ¿Por qué razones?

R: Las razones variaban, dependiendo del carácter de los guardias o del comandante.

P: ¿Dijo usted que estaba muy atareado y activo?

R: Muy atareado.

P: ¿Cómo tuvo usted ocasión de observar esos maltratos?

R: Realicé muchas autopsias de personas que habían recibido un tiro en el trabajo o a las que se las había golpeado hasta la muerte. Diseccionaba estos cuerpos e informaba de las autopsias.

P: Dice que les disparaban. ¿Vio usted alguno de esos disparos?

R: No.

P: ¿Cómo sabe usted que les dispararon?

R: Recibía los cuerpos traídos desde sus lugares de trabajo, y mi tarea era determinar la causa de la muerte: si se había golpeado hasta morir al hombre, si había fracturas en el cráneo o las costillas, o si había hemorragias internas. Si le habían disparado, a veces se tenía que anotar un registro, un informe oficial; a veces, muy raramente, cuando se hacía una investigación, se me llamaba como testigo.

Dr. BABEL: Gracias.

EL PRESIDENTE: Sr. Dodd, ¿desea volver a interrogar al testigo?

Sr. DODD: No tengo más preguntas para el testigo en este momento.

EL PRESIDENTE: ¿Quiere algún otro miembro de la acusación volver a interrogar al testigo? ¿Coronel Pokrovsky?

CORONEL POKROVSKY: No tengo más preguntas que hacer al testigo en esta etapa del juicio.

EL PRESIDENTE: El testigo puede entonces marcharse.

Sr. DODD: Querría pedir al Tribunal en este momento que incluya en el sumario las conclusiones y sentencias impuestas por el Tribunal Militar de Dachau, Alemania, el 13 de diciembre de 1945. Las conclusiones tienen fecha del 12 y las sentencias del 13. Tengo aquí una copia certificada de las conclusiones y las sentencias, documento 3590-PS, que querría presentar como prueba USA 664.

EL PRESIDENTE: ¿Se han dado copias de esto a los acusados?

Sr. DODD: Sí. Se han enviado a la Sala de Información de la defensa.

EL PRESIDENTE: Muy bien.

Sr. DODD: Tengo un asunto que querría tratar muy brevemente ante el Tribunal esta mañana. Se refiere a una cuestión que surgió después de que me marchara de la Sala para volver a Estados Unidos.

El 13 de diciembre presentamos el documento 3421-PS como prueba USA 252 y 254. Eran respectivamente, como recordará el Tribunal, trozos de piel humana tomada de cadáveres y conservada; y una cabeza humana, la cabeza de un ser humano, que había sido conservada. El 14

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de diciembre, según el sumario, el abogado del acusado Kaltenbrunner se dirigió al Tribunal y se quejó de que la declaración jurada que se presentó, de un tal Pfaffenberger, no decía que el comandante del campo de Buchenwald, Koch, y su mujer, fueron condenados a muerte por haber cometido precisamente estas atrocidades, este asunto de curtir la piel y conservar la cabeza. Y durante la exposición ante el Tribunal, el sumario indica que la defensa del acusado Bormann, al dirigirse al Tribunal, declaró que era muy probable que la acusación supiera que las autoridades alemanas habían mostrado su desacuerdo con este comandante de campo, Koch y que la acusación realmente sabía que había sido juzgado y condenado por hacer estas cosas. Y pensamos que se dio a entender que la acusación, sabiendo esto, se lo ocultó al Tribunal. Quiero decir que no conocíamos en absoluto a este hombre, Koch, cuando presentamos las pruebas; no sabíamos de él nada excepto que había sido el Comandante, según la declaración jurada. Pero al plantearse esta objeción, hicimos una investigación y descubrimos que ciertamente había sido juzgado en 1944 por un tribunal de las SS, pero no por haber curtido piel humana ni por haber conservado una cabeza humana, sino por malversación de fondos, lo que, como nos dijo el juez que lo procesó, era un cargo de corrupción, y por haber asesinado a alguien con quien tenía algunos problemas personales. Además el juez, el Dr. Morgen, nos dijo que vio la piel humana tatuada y que vio una cabeza humana en la oficina del Comandante Koch, y que vio allí una pantalla de lámpara hecha de piel humana. Pero no se le acusó de haber hecho estas cosas cuando fue juzgado.

Querría también señalar al Tribunal que alegamos que el testimonio del Dr. Blaha arroja más luz sobre si estas pruebas, USA 252 y 254, fueron casos aislados o no de esta conducta atroz. No hemos podido localizar a la persona que declaró. Hemos tratado de conseguirlo, pero no hemos podido todavía localizarle.

EL PRESIDENTE: ¿Localizar a quién?

Sr. DODD: A Pfaffenberger, la persona cuya declaración presentamos.

EL PRESIDENTE: Muy bien, Sr. Dodd.

Dr. KAUFMANN (abogado del acusado Kaltenbrunner): La declaración que se acaba de hacer es sin ninguna duda importante, pero sería también importante que tuviéramos las pruebas y documentos que se usaron para condenar al Comandante y su mujer, ya que Kaltenbrunner me dijo que se sabía en todas las SS que el Comandante Koch y su mujer también -destaco ese "también"- habían sido condenados por estas cosas. Se había dado a conocer que la magnitud de su pena había sido determinada por su comportamiento inhumano.

EL PRESIDENTE: Un momento. Si usted es la parte que alegó que el Comandante Koch había sido condenado a muerte por su trato inhumano, debería ser usted la parte que presentara la sentencia.

Dr. KAUFMANN: Nunca he tenido en mis manos la sentencia. Dependía de la información que Kaltenbrunner me proporcionó personal y verbalmente.

EL PRESIDENTE: Es usted quien hizo la afirmación. No me importa dónde consiguió averiguarlo. Usted hizo la alegación, por tanto, es usted quien ha de presentar el documento.

Dr. KAUFMANN: Sí, Señoría.

CORONEL PHILLIMORE: Con la venia, se han entregado los informes judiciales y los libros de documentos. Los documentos del libro de documentos están en el orden en el que los presentaré, y las referencias en los informes siguen también ese orden. En la primera página del informe está el fragmento del Apéndice A de la Acusación que trata de la criminalidad de este acusado.

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EL PRESIDENTE: ¿Va a hablar primero de Raeder o de Donitz?

CORONEL PHILLIMORE: De Donitz. Mi docto amigo el Mayor Elwyn Jones hablará de Raeder justo después.

EL PRESIDENTE: El Tribunal hará un descanso de diez minutos.

(Se hizo un receso).

CORONEL PHILLIMORE: Señoría, ¿puedo proceder?

EL PRESIDENTE: Muy bien.

CORONEL PHILLIMORE: Se han entregado los informes judiciales y los libros de documentos. Los documentos del libro de documentos están en el orden en el que los presentaré, y las referencias en los informes siguen también ese orden. En la primera página del informe está el fragmento del Apéndice A de la Acusación que trata de la criminalidad de este acusado. Expone los cargos que ejerció, y le acusa, primero, de promover los preparativos para la guerra definidos en el Primer Cargo; segundo, de participar en la planificación militar y preparación para guerras de agresión y guerras que quebrantaban tratados internacionales, acuerdos y garantías, según se expone en los Cargos Primero y Segundo de la Acusación; y en tercer lugar, se le acusa de autorizar, dirigir y participar en los crímenes de guerra definidos en el Tercer Cargo de la Acusación, incluyendo en particular los crímenes contra personas y propiedades en alta mar.

Si en algún momento comienzo a hablar del Tercer Cargo, es con el consentimiento y gracias a la cortesía del Fiscal Jefe de la República Francesa.

Señoría, en la segunda página del informe se exponen primero los cargos ejercidos por el acusado Donitz, y el documento en cuestión es el primer documento del libro de documentos, 2887-PS, que ya se ha presentado como prueba USA 12. Los miembros del Tribunal verán que tras su nombramiento en 1935 como Oficial en Jefe de la Flotilla de Submarinos de Weddigen -era la flotilla que se debía crear tras el fin de la Guerra Mundial en 1918- el acusado, que era de hecho entonces Comandante de Submarinos, ascendió rápidamente en el escalafón a medida que se expandía el arma de submarinos, hasta que llegó al rango de Almirante. Y después, el 30 de enero de 1943, fue nombrado Gran Almirante y sucedió al acusado Raeder en el cargo de Comandante en Jefe de la Armada Alemana, manteniendo su mando del arma de submarinos. Finalmente, el 1 de mayo de 1945 sucedió a Hitler como líder de Alemania.

Señoría, como se puede ver en varios documentos que presentaré como prueba, se concedieron al acusado las siguientes condecoraciones: el 18 de septiembre de 1939, la Cruz de Hierro de primera clase por los éxitos de los submarinos en el Báltico durante la campaña polaca; a este premio le siguió el 21 de abril de 1940 la gran condecoración de la Cruz de Caballero para la Cruz de Hierro, y el 7 de abril de 1943 recibió personalmente de Hitler la Hoja de Roble para la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro, siendo el receptor número doscientos veintitrés, por sus excepcionales servicios en la creación de la Armada Alemana, y en particular, por crear el arma ofensiva de submarinos para la guerra. Y presento ahora el documento siguiente del libro de documentos, D-436, que será la prueba GB 183. Es un fragmento de la publicación oficial Das Archiv sobre el ascenso del acusado a Vicealmirante. Es del 27 de septiembre de 1940, y leo las dos últimas frases:

"En cuatro años de incansable, y en el sentido más literal de la palabra, ininterrumpido trabajo de adiestramiento, logra desarrollar al joven personal y material de submarinos hasta que se convierte en un arma de un gran poder, inesperado incluso por los expertos. Más de tres millones de toneladas de buques enemigos hundidos en un solo año, conseguido con sólo unos pocos submarinos, hablan mejor que las palabras del servicio prestado por este hombre".
El documento siguiente del libro de documentos, 1463-PS, que presento como prueba GB 184, es un fragmento del diario de la Armada Alemana, edición de 1944, y permite enfatizar los contenidos de ese último documento. Señoría, no lo

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leeré. El fragmento relevante está en la página 2 y, si se me permite resumirlo, describe con detalle el trabajo del acusado en la creación del arma de submarinos, su incesante trabajo en el adiestramiento noche y día para saltar el hueco de diecisiete años en el que no hubo ningún adiestramiento, su responsabilidad por nuevas mejoras, y por desarrollar las tácticas de "manada" que posteriormente se harían tan famosas. Y después se resume de nuevo su importancia al principio de la página 3. Si se me permite, leeré las dos últimas frases del primer párrafo de esa página:
"A pesar del hecho de que su misión adquirió proporciones inconmensurables desde el principio del enorme programa de construcción de submarinos, el jefe fue lo que siempre fue y siempre será: el líder y la inspiración de todas las fuerzas bajo su mando".
Y la última frase de ese párrafo:
"A pesar de todas las tareas que tenía que desempeñar, nunca perdió el contacto con sus hombres, y demostró poseer una mente superior al ajustarse a la fortuna cambiante de la guerra".
Sin embargo, no fue sólo su habilidad como oficial naval lo que permitió al acusado ganarse estos altos honores: su promoción para suceder al acusado Raeder como Comandante en Jefe de la Armada, la posición personal que adquirió como uno de los principales asesores de Hitler, y finalmente -al haber los candidatos anteriores como Goering, o bien traicionado la confianza de Hitler, o bien encontrado el cargo menos atractivo de lo que habían supuesto en principio- el dudoso honor de ser el sucesor de Hitler. Estos honores los debió a su fanática adhesión a Hitler y al Partido, a su creencia en la ideología nazi con la que trató de adoctrinar a la Armada y al pueblo alemán, y a sumente superior preparada para ajustarse a la fortuna cambiante de la guerra, como se dice en el diario, y que el Tribunal puede asumir, cuando he citado el documento, que es sinónimo de la capacidad de ser totalmente implacable. Su actitud hacia el Partido Nazi y sus creencias ha quedado demostrada por sus declaraciones públicas.


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