Vigésimo Octavo Día: Lunes, 7 de enero de 1946
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P: ¿Dieron los Líderes Militares supremos instrucciones indicando que las operaciones anti-partisanos debían llevarse a cabo con severidad?R: Sí.
P: ¿Dieron los
Líderes Militares supremos instrucciones detalladas sobre los
métodos a emplear en la guerra anti-partisanos?
R: No.
P: ¿Cuál fue el resultado en los territorios ocupados de esta falta de directrices detalladas?
R: Ya que las órdenes fueron insuficientes, el resultado fue un salvaje estado de anarquía en todas las operaciones anti-partisanos.
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P: En su opinión, ¿fueron las medidas tomadas en operaciones anti-partisanos mucho más severas de lo normal bajo esas circunstancias?
R: Dado que no
había órdenes concretas y que los Mandos Inferiores se
vieron forzados a actuar independientemente, muchas operaciones se
llevaron a cabo según el carácter del oficial al mando y
la calidad de las tropas. Estas dos cosas, como es natural, variaban
considerablemente. Creo que en numerosas ocasiones las operaciones no
sólo fracasaron en su objetivo, sino que además rebasaron
los límites.
P: ¿Provocaron estas medidas la muerte innecesaria de gran número de civiles?
R: Sí.
P:
¿Informó usted de estas medidas excesivas a los
comandantes de los Grupos de Ejércitos y a otros oficiales de la
Wehrmacht con los que usted colaboraba?
R: Estas medidas eran
conocidas por todos. No había necesidad de hacer un informe
especial, ya que en todas las operaciones se informaba directamente de
cada caso individual y con todos los detalles, y eran conocidos por
todos los líderes responsables.
P: ¿Dieron
algún paso las autoridades militares supremas o algún
comandante de los Grupos de Ejércitos para suprimir estos
excesos?
R: Recuerdo que el
General von Schenkendorff en particular elaboró numerosos
informes sobre esto. Los comentó conmigo, y más tarde
ambos los enviamos a través de nuestros canales de servicio.
P: ¿Lograron algo estos informes del General von Schenkendorff?
R: No.
P: ¿Por qué no?
R: El Intendente General
Wagner trató de lograr un cambio imponiendo en las tropas un
comportamiento más estricto, pero no tuvo éxito.
P: ¿Se dio alguna
vez alguna orden, procedente de las Autoridades Supremas, según
la cual los soldados alemanes que hubieran cometido delitos contra la
población civil no serían castigados en tribunales
militares?
R: Sí, se dio una orden similar.
P: ¿Fue esta orden un obstáculo en la corrección de los excesos de las tropas?
R: Sí, en mi
opinión esta orden impidió alcanzar la única
solución a los excesos, ya que sólo se puede educar a las
tropas si se tienen poderes disciplinarios, si se tiene
jurisdicción sobre las tropas y se puede hacer algo para evitar
los excesos.
P: ¿Qué condecoraciones le fueron concedidas durante la Guerra?
R: En esta guerra
recibí el Racimo para la Cruz de Hierro de Primera Clase y para
la de Segunda Clase, la Cruz Alemana en oro y la Cruz de Caballero para
la Cruz de Hierro.
CORONEL TAYLOR: Señoría, el testigo queda a disposición de otros para ser interrogado.
EL PRESIDENTE: ¿Desea el fiscal soviético hacer alguna pregunta?
CORONEL POKROVSKY: Si me lo permite, quiero hacer algunas preguntas.
(Interrogatorio efectuado por el Coronel Pokrovsky.)
P: ¿Qué
fuerzas de la Policía y las SS estaban a su disposición
en 1941 y 1942, cuando usted era Líder Superior de las SS y la
Policía en la Retaguardia del Grupo de Ejércitos Centro?
R: Estaban directamente
bajo mi mando en 1941 un Regimiento de Policía de la
Policía Regular y ocasionalmente, durante unos dos o tres meses
cada vez, una Brigada de Caballería de las SS.
P: ¿Estaba el Einsatzgruppe B, dirigido por Nebe, bajo su mando?
R: No.
P:¿Recibió usted los informes de Nebe?
R: No directamente, pero me aseguré de que me llegaran posteriormente.
P: ¿Qué sabe usted de las actividades del Einsatzgruppe B?
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R:El Einsatzgruppe B estaba en Smolensk, donde actuaba exactamente igual que todos los demás Grupos Einsatz. Oíamos por todas partes, en conversaciones, que se estaban haciendo redadas de judíos y los estaban enviando a los guetos.P: ¿Informó usted a los Mandos de los Grupos de Operaciones de las actividades del Einsatzgruppe B?
R: Supe de sus actividades directamente por medio de Schenkendorff, que estaba en el mando del Grupo de Ejércitos Centro.
P:
¿Conocía usted la orden dada por el Comandante del Sexto
Ejército, el General Reichenau, sobre el Movimiento Partisano?
R: ¿Tendría la bondad de repetir el nombre? ¿Era el General von Reichenau?
P: Sí.
R: Sí, la
conozco. Creo que fue en 1941, aunque podría haber sido en 1942;
había una orden del General
von Reichenau que se envió a todos los Comandantes de la
Wehrmacht, y en esta orden se oponía a las acciones llevadas a
cabo contra los judíos y los partisanos.
P: ¿Había en 1943 o más adelante bajo su mando unidades o compañías seleccionadas especialmente para combatir el Movimiento Partisano?
R: En 1943, como Jefe
del Movimiento Anti-Partisano, no tenía ninguna autoridad o
mando particulares, ya que era Jefe de la Oficina Central, pero
dirigí algunas operaciones cuando la autoridad de dos
comandantes se solapaba.
P: ¿Sabe algo de
la existencia de una brigada especial formada por contrabandistas,
furtivos y personas liberadas de prisión?
R: De todas las tropas
consideradas adecuadas para la lucha anti-partisanos a principios de
1942, se introdujo un batallón bajo el mando de Dirlewanger en
el Grupo de Ejércitos Centro, y este batallón fue
reforzado gradualmente con la adición de unidades de reserva
hasta que llegó a las proporciones, primero de un regimiento, y
después de una brigada. Esta "Brigada Dirlewanger" estaba
formada en su mayor parte por criminales condenados, oficialmente por
ser furtivos, aunque había entre ellos auténticos
criminales convictos por robo, asesinato, etc.
P: ¿Cómo
explica usted el hecho de que el Mando del Ejército
Alemán reforzara e incrementara tan voluntariosamente sus
fuerzas incorporando criminales y dirigiendo a estos criminales
específicamente contra los partisanos?
R: Considero que este
paso estaba estrechamente relacionado con un discurso de Heinrich
Himmler de principios de 1941, antes de la campaña contra Rusia,
cuando habló en el Weselburg del objetivo de la campaña
rusa, que era, según dijo, diezmar la población eslava
hasta que fueran treinta millones, y que para lograr este objetivo se
tendrían que emplear unidades de calibre inferior.
P: ¿Le he
entendido bien si digo que el calibre del elemento humano introducido
por los comandantes para luchar contra los partisanos había
recibido una consideración cuidadosa y estudiada?
¿Habían recibido instrucciones precisas sobre cómo
tratar a la población y cómo actuar contra los
Partisanos? Me refiero ahora al propuesto y oficialmente aprobado
exterminio de la población.
R: Comparto su opinión de que este objetivo fue un factor decisivo en la selección de ciertos comandantes y de algunas tropas muy concretas.
P: ¿Por
qué medios y a través de qué medidas se introdujo
a unidades de la Wehrmacht en la lucha contra los Partisanos?
¿Fueron reclutadas especialmente o se introdujeron de vez en
cuando según algún plan concreto?
R: Al parecer no
había ningún plan totalmente definitivo, pero las
llamadas operaciones a gran escala se iniciaban en los cuartes
generales, planeadas y ejecutadas. La lucha anti-partisanos, sin
embargo, era en su mayor parte espontánea, ya que todos los
mandos inferiores estaban obligados a mantener su área libre de
partisanos, lo que significa que actuaban por iniciativa propia.
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P: Usted ha dicho que en muchos casos generales y oficiales de la Wehrmacht dirigían personalmente las operaciones contra los partisanos. ¿Puede exponernos algunos hechos concretos y los nombres de algunos de los generales y oficiales?
R: No entiendo del todo el objetivo de la pregunta. ¿Los nombres de los comandantes?
P: Usted nos ha dicho
que durante ciertas operaciones en la lucha contra los partisanos,
oficiales y generales de la Wehrmacht dirigieron operaciones, y le
pregunto ahora si puede usted nombrar a algunos de los oficiales y
generales.
R: No lo entiendo muy
bien. ¿Nombres? Aún no veo clara la idea. ¡Ah,
sí! Se refiere a los nombres propios de los generales. En parte.
Recuerdo al General von Hartmann, en el centro de Rusia. Fue el
comandante de una operación anti-partisanos a gran escala o la
dirigió desde su cargo de oficial senior de rango más
alto. También recuerdo al General Reinhardt; tenía grupos
partisanos importantes en su retaguardia. Querría añadir
que no hubo ni un solo general en la retaguardia que no participara en
la lucha contra los partisanos. Por supuesto, no puedo recordar
quién participó y quién no, pero si se me dicen
los nombres, podría recordar si tomaron parte en la guerra
anti-partisanos o no.
P: ¿Puede decirnos qué operación fue dirigida por el General Ackmann?
R: No. No lo recuerdo.
P: ¿Había
órdenes generales sobre los prisioneros de guerra, la
población civil o el Movimiento Partisano?
R: Por desgracia, no
había instrucciones generales que dijeran claramente cómo
se debía tratar a los partisanos o a la población. Esa
fue la queja que planteé, que no se habían dado
instrucciones sobre el trato a proporcionar a los partisanos, o que ni
siquiera se había dicho quién debía ser
considerado partisano. Cuando pasaba cualquier cosa a la Wehrmacht
alemana, las órdenes siempre se olvidaban de decirnos claramente
qué se debía hacer como represalia.
P: ¿Debo entender
que en ausencia de órdenes directas, se dio libertad a los
comandantes y tenían derecho a considerar cualquier persona que
ellos quisieran un partisano y tratarlo en consecuencia?
R: Ciertamente
podían y tenían que decidir independientemente. No era
posible un control preciso en casos individuales, pero las actividades
de todas las tropas empleadas eran constantemente visibles para el Alto
Mando, ya que se listaban escrupulosamente esas contramedidas en
informes individuales. Esto significa que se informaba cuidadosamente
del número de partisanos muertos en combate, del número
de partisanos ejecutados y del de sospechosos de ser partisanos
ejecutados, así como del número de nuestras bajas. Se
tenían que hacer informes igual de cuidadosos sobre la cantidad
de botín capturado en forma de armas, para que así cada
líder pudiera conocer claramente qué resultado
había tenido una operación en la práctica.
P: ¿Esto
significa que cada comandante decidía por si mismo si
había alguna razón para considerar sospechoso a un hombre
y ejecutarlo?
R: Sí.
P: ¿Sabe de
alguna orden que recomendara la toma de rehenes y el incendio de
pueblos como represalia por ayudar a los partisanos?
R: No. No creo que se
llegara a dar una orden así, y es precisamente esta falta de
órdenes lo que lamento. Por ejemplo, se debería haber
dicho claramente cuánta gente había que ejecutar por la
muerte de uno o diez soldados alemanes.
P: ¿Debo entender
entonces que si ciertos comandantes incendiaron pueblos como medida de
castigo contra la población local, los comandantes estaban
actuando por iniciativa propia?
R: Sí. Estos
pasos eran dados por un comandante por iniciativa propia. Sus oficiales
superiores no podían hacer nada, ya que las órdenes
procedentes
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de las autoridades supremas decían claramente que si se causaba algún daño a la población civil, no se podría tomar ninguna medida disciplinaria o jurídica.
P: ¿Y podemos asumir que esto era aplicable también a la toma de rehenes?
R: Bueno, considero que
la cuestión de los rehenes no surgió nunca en la lucha
anti-partisanos. En cualquier caso, creo que el "Sistema de Rehenes"
estaba reservado exclusivamente para el Frente Occidental. No se
conocía el término "rehén" en la guerra
anti-partisanos.
P: ¿Sabe algo del rapto y deportación a Alemania de menores de entre 14 y 18 años?
R: No recuerdo esto con
detalle, pero sé que cuando se me nombró Jefe de la
guerra anti-partisanos celebré la publicación de una
orden según la cual a partir de entonces, durante esta lucha, se
dejaría de ejecutar a los partisanos y a los sospechosos de ser
partisanos al arrestarlos, y se les enviaría al Reich para
trabajar en la organización Sauckel.
P: Si le entendí
bien, respondió a una pregunta de mi colega el fiscal americano
diciendo que la lucha contra el Movimiento Partisano fue un pretexto
para destruir a la población eslava y judía.
R: Sí.
P: ¿Era el Mando
de la Wehrmacht consciente de los métodos adoptados para
combatir al Movimiento Partisano y para destruir a la población
judía?
R: Los métodos
eran conocidos en general, y sin duda por los líderes militares.
No sé, por supuesto, si conocían el plan mencionado por
Himmler.
P:
¿Participó usted personalmente en alguna reunión
con generales de la Wehrmacht en la que se hablara clara y abiertamente
de los métodos de la guerra anti-partisanos?
R: Los métodos de
esta guerra eran discutidos con detalle y planificados, pero en estas
conversaciones no se mencionaba que se iba a ejecutar a tantas o tantas
personas. No se debería entender en absoluto que ocurría
eso.
P: Usted nos ha dicho
que los alemanes tenían intención de destruir a la
población eslava para reducir el número de eslavos hasta
los 30 millones. ¿Dónde se enteró usted de esta
cifra y esta orden?
R: Quiero hacer una corrección: no es reducir hasta los 30 millones, sino eliminar a 30 millones. Himmler mencionó esto en su discurso en el Weselburg.
P: ¿Confirma
usted el hecho de que en realidad total las medidas llevadas a cabo por
los comandantes alemanes y la Wehrmacht en los territorios rusos
ocupados tenían como único objetivo eliminar a 30
millones de eslavos y judíos?
R: No entiendo muy bien
el significado. ¿Sabía la Wehrmacht que se
eliminaría a 30 millones de la población eslava? No
está claro el sentido. ¿Podría por favor repetir
la pregunta?
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