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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
Del 20 de noviembre al 1 de diciembre de 1945

Séptimo Día: Miércoles, 28 de noviembre de 1945
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[Página 211]

EL PRESIDENTE: Llamo a declarar a la acusación de Estados Unidos.

SR. ALDERMAN: Con la venia, en este momento distribuimos el libro de documentos que lleva la letra "N", que cubrirá la siguiente fase del caso según está siendo presentado. De las cinco grandes fases de la guerra de agresión que me voy a encargar de presentar al Tribunal, he completado la presentación de los documentos de la primera fase, la que va de 1933 a 1936, la preparación para la agresión.

La segunda gran fase del programa de agresión de los conspiradores duró aproximadamente de 1936 a marzo de 1939, cuando completaron la absorción de Austria y la ocupación de toda Checoslovaquia. Invito de nuevo a que el Tribunal preste atención al gráfico situado en la pared, ya que puede que estén interesados en echarle un vistazo de cuando en cuando a medida que avance la presentación.

Las secciones relevantes de la Acusación en esta cuestión figuran en la Subsección 3, bajo la Sección IV(F), en las páginas 7 y 8 del texto impreso en inglés. Esta parte de la Acusación se divide en tres partes: en primer lugar, la fase de 1936 a 1938 del plan, preparación del asalto de Austria y Checoslovaquia; segundo, la ejecución del plan de invasión de Austria, noviembre de 1937 a marzo de 1938; tercero, la ejecución del plan para invadir Checoslovaquia, abril de 1938 a marzo de 1939.

Como indiqué antes al Tribunal, la parte de la Acusación con el encabezamiento "(a) Planificación del asalto de Austria y Checoslovaquia" queda demostrada en su mayor parte por el documento 386-PS, que presenté el lunes como prueba USA 25. Era uno de los documentos con los que comencé mi presentación de esta parte del caso, las actas tomadas por el Coronel Hoszbach sobre la reunión en la Cancillería del Reich del 5 de noviembre de 1937, cuando Hitler desarrolló su última voluntad y testamento políticos, revisó el deseo de la Alemania nazi de disponer de más espacio en Europa Central, e hizo preparativos para la conquista de Austria y Checoslovaquia como medio para reforzar Alemania como parte del patrón general de la conspiración nazi para la agresión.

Presentaré el material de esta segunda fase, o fase austriaca, de la agresión en dos partes separadas. Presentaré en primer lugar los materiales y documentos relacionados con la agresión contra Austria. Han sido reunidos en el libro de documentos que se acaba de distribuir. Después presentaré el material relacionado con la agresión contra Checoslovaquia. Se reunirá en un libro de documentos distinto.

En primer lugar, los hechos hasta otoño de 1937 y la situación estratégica de los nacionalsocialistas en Austria. Me permito decir en este momento, con la venia, que en esta fase veremos el completo florecimiento de lo que se ha dado en llamar técnicas de infiltración por medio de una "quinta columna" en otro país; y lo primero, el objetivo nacionalsocialista, la absorción de Austria.

Para entender más claramente cómo actuaron los conspiradores nazis tras la reunión del 5 de noviembre de 1937, expuesta en las actas de Hoszbach, es recomendable revisar los pasos que habían dado en Austria los nacionalsocialistas, tanto de Alemania como de Austria. La situación a la que los nazis habían llegado en otoño de 1937 les hacía posible completar su absorción de Austria mucho más rápido y con mucho menor coste de lo que se había previsto en el momento de la reunión de las actas de Hoszbach.

[Página 212]

La adquisición de Austria había sido desde hacía tiempo un objetivo principal de los nacionalsocialistas alemanes. En la primera página de "Mein Kampf", Hitler decía "La Austria alemana ha de volver a la Gran Madre Patria Alemana", y continuaba diciendo que esta idea de tener una sangre común en un Reich común no se vería satisfecha con una mera unión económica. Además, este objetivo, la absorción de Austria, existía desde 1933, y era considerado un programa serio que los nazis estaban decididos a llevar a cabo.

En este momento querría presentar como prueba nuestro documento 1760-PS, que, si se admite, será la prueba USA 57. Este documento es una declaración hecha en Ciudad de México el 28 de agosto de este año por George S. Messersmith, embajador de Estados Unidos, ahora en Ciudad de Méjico. Antes de que cite una parte de la declaración del Sr. Messersmith, querría señalar brevemente que el Sr. Messersmith fue Cónsul General de los Estados Unidos de América de 1930 hasta finales de la primavera de 1934. Fue nombrado entonces Ministro Americano en Viena, donde permaneció hasta 1937.

En esta declaración dice que su trabajo le llevó a tener un contacto frecuente con miembros del Gobierno Alemán, e informa de que estos miembros del Gobierno nazi con los que tuvo contacto eran en muchas ocasiones sorprendentemente francos en sus conversaciones y no ocultaban sus objetivos.

Con la venia del Tribunal, esta declaración, que es bastante extensa, presenta un problema en cierta forma nuevo en cuanto al tratamiento en la presentación de este caso. En lugar de leer toda la declaración para que figure en el sumario, querría, si se puede hacer así, presentar como prueba no sólo el original en inglés, sino también una traducción al alemán de la que se ha hecho una copia mimeográfica.

EL PRESIDENTE: Sr. Alderman, algunos de los documentos del Tribunal no están marcados con un número 'PS', lo que hace muy difícil localizarlos.

SR. ALDERMAN: Están marcados con lápiz al pie de la página.

EL PRESIDENTE: Bueno, algunos no.

SR. ALDERMAN: ¡Oh!

EL PRESIDENTE: Me pregunto si usted tiene una copia del libro, que está numerado.

SR. ALDERMAN: Si podemos compartir el juego que no está numerado, podremos numerarlo.

Esta traducción de la declaración al alemán ha sido entregada a la defensa de los acusados.

DR. KUBUSCHOK (abogado del acusado von Papen): se acaba de entregar una declaración al Tribunal, una declaración de un testigo al que se puede llamar a declarar. Esta declaración contiene tantas opiniones subjetivas del testigo que parece preferible oir personalmente al testigo hablar de este asunto.

Querría aprovechar la ocasión para pedir que se tome una decisión, como principio básico, sobre los casos en los que un testigo pueda presentarse en persona en lugar de a través de una declaración; en otras palabras, un testigo al que se pudiera localizar debería presentarse aquí en lugar de presentar una declaración.

SR. ALDERMAN: Con la venia del Tribunal, querría hablar brevemente sobre el asunto. ¿Pueden escucharme?

EL PRESIDENTE: Entiendo que usted ha terminado lo que tenía que decir.

DR. KUBUSCHOK: Sí.

EL PRESIDENTE: Muy bien, escucharemos al Sr. Alderman.

SR ALDERMAN: Señoría, reconozco, por supuesto, la debilidad inherente de una declaración como prueba si el testigo no está presente, sin someterle a interrogatorio. El Sr. Messersmith es un hombre de avanzada edad. No tiene buena salud. Era totalmente imposible tratar de traerle aquí; si no, lo habríamos hecho.

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Le recuerdo al Tribunal el Artículo 19 del Estatuto:
"El Tribunal no debería verse atado a reglas técnicas sobre las evidencias. Adoptará y aplicará, en la medida de lo posible, procedimientos rápidos y no técnicos, y admitirá cualquier prueba que se considere con valor probatorio
Por supuesto, el Tribunal no debería considerar que cualquier cosa que aparezca en una declaración como esta tenga valor probatorio a no ser que lo considere así; y si los acusados tienen pruebas en contra suficientemente fuertes como para rebatir cualquier cosa que tenga valor probatorio en esta declaración, el Tribunal tratará el valor probatorio de todas las pruebas de acuerdo con este artículo del Estatuto.

En general, esta declaración del Sr. Messersmith, y otra suya que presentaremos, cubren material referido al contexto, que es una cuestión de conocimiento histórico, del que el Tribunal podría tomar nota judicial. Cuando se citen esas expresiones sorprendentemente francas de los líderes nazis, éstos son completamente libres, si son citados, de probar que no dijeron eso, o decirle a Su Señoría lo que consideran que dijeron. En cualquier caso, considero que el Tribunal puede aceptar una declaración de este tipo hecha por un bien conocido diplomático americano, y darle el valor probatorio que el Tribunal considere que tiene.

En la cuestión de leer todo el texto, toda la declaración, entiendo la norma del Tribunal que dice que sólo aquellas partes del documento que se citen en el sumario se considerará que son pruebas se basa en la necesidad de dar a conocer a la defensa lo que se está usando. En cuanto a estas declaraciones, les hemos proporcionado traducciones al alemán completas, así que consideramos que se puede aplicar una regla distinta cuando se ha hecho eso.

EL PRESIDENTE: Sr. Alderman, ¿ha terminado lo que tenía que decir?

SR. ALDERMAN: Sí.

DR. KUBUSCHOK: El representante de la acusación opina que la edad y estado de salud del testigo hace imposible citarle como testigo. No conozco personalmente al testigo, y por tanto no estoy en situación de juzgar hasta qué punto está incapacitado. Sin embargo, tengo profundas dudas sobre la presentación del testimonio de una persona tan anciana e incapacitada. Ahora no hablo ya del Sr. Messersmith, sino que querría abrir la cuestión y plantear hasta qué punto el estado de salud de un testigo determina si una persona puede declarar ante este Tribunal.

Es importante conocer qué preguntas, in toto , se hicieron al testigo, dado que una declaración sólo reitera las respuestas a las preguntas que se plantearon a la persona. Con mucha frecuencia se pueden extraer conclusiones de las preguntas que no se plantearon al testigo. Esto es una prueba en base a una declaración, y por esa razón no estamos en situación de asumir, con absoluta certeza, que el testimonio del testigo está completo.

No comparto la opinión de la acusación según la cual en este caso se han presentado dos pruebas de diferente valor: por un lado, el testimonio de un testigo, y por otro, el testimonio según figura en una declaración. La situación es más bien esta: que o la prueba es suficiente, o no lo es. Creo que el Tribunal debería limitarse a utilizar pruebas completas.

SR. ALDERMAN: Con la venia del Tribunal, quiero...

EL PRESIDENTE: ¿Sí, Sr. Alderman, desea añadir algo?

SR. ALDERMAN: Quiero hacer una corrección, quizás, a lo que había dicho.

No pretendía dar a entender de ninguna manera que el Sr. Messersmith esté incapacitado. Es un hombre de avanzada edad, de unos 70 años. Está en servicio activo en Ciudad de Méjico, y la principal dificultad es que teníamos la sensación de que no podíamos apartarle de sus tareas en ese puesto y obligarle a hacer un viaje largo a esa edad.

EL PRESIDENTE: ¿Es todo?

SR. ALDERMAN: Sí.

EL PRESIDENTE: El Tribunal ha considerado la objeción que se ha planteado, y por los poderes que se otorgan al Tribunal en el Artículo 19 del Estatuto,

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que dice que el Tribunal no debería verse atado a reglas técnicas sobre las evidencias, sino que adoptará y aplicará, en la medida de lo posible, procedimientos rápidos y no técnicos, y admitirá cualquier prueba que se considere con valor probatorio, como digo, a la vista de esto, el Tribunal considera que se pueden presentar declaraciones, y que en este caso es correcto presentarla. La cuestión del valor probatorio de una declaración comparada con un testigo que ha sido interrogado será, por supuesto, considerada por el Tribunal, y si en una etapa posterior el Tribunal considera que la presencia de un testigo es de extrema importancia, puede reconsiderarse la cuestión. Y el Tribunal querría añadir esto: si la defensa desea interrogar a los testigos, es libre de hacerlo.

SR. ALDERMAN: Presento entonces nuestro documento 1760-PS como prueba USA 57, declaración de George S. Messersmith; y en lugar de leer la declaración completa de George S. Messersmith, a no ser que el Tribunal desee que lo haga, pretendo parafrasear la esencia de lo que se cubre en diversas partes de la declaración.

EL PRESIDENTE: El Tribunal considera que sería mejor, y que debe, respetar la regla que hemos establecido, que sólo lo que se lea ante el Tribunal formará parte del sumario.

SR. ALDERMAN: Leeré entonces, con la venia, en la tercera página de la copia mimeográfica en inglés; para identificar el texto, es el cuarto párrafo, después de una lista de nombres encabezada por el Presidente de Austria, Miklas, y el Canciller Dollfuss:

"Desde los mismos comienzos del gobierno nazi, me dijeron tanto miembros de primer orden como miembros de segundo orden del Gobierno en Alemania..."
EL PRESIDENTE: ¿Puede decirnos de nuevo en qué página está usted?

SR. ALDERMAN: Página 3 de la versión en inglés, el cuarto párrafo después de la lista de nombres. Hay dos declaraciones de Messersmith, y creo que la defensa las confunde.

"Desde los mismos comienzos del gobierno nazi, me dijeron tanto miembros de primer orden como miembros de segundo orden del Gobierno en Alemania que la incorporación de Austria a Alemania era una necesidad económica y política, y que esta incorporación se lograría 'por cualquier medio necesario'. Aunque no puedo recordar los lugares y momentos precisos, estoy seguro de que en diversos momentos y lugares todos los miembros del gobierno alemán que he listado antes en esta declaración me dijeron esto, exceptuando a Schacht, von Krosigk y Krupp von Bohlen. Puedo afirmar que era conocido claramente por todo el mundo en Alemania que tuviera algún conocimiento de lo que estaba ocurriendo que Hitler y el Gobierno nazi estaban irremediablemente decididos a lograr tal fin, y las únicas dudas que existieron en conversaciones o declaraciones dirigidas a mi fueron el cómo y el cuándo".
Y en relación a ese párrafo, pido que presten atención a la lista de miembros del gobierno alemán a los que se refiere en la página 2 de la declaración; y están listados Hermann Goering, el General Milch, Hjalmar Schacht, Hans Frank, Wilhelm Frick, el Conde Schwerin von Krosigk, Joseph Goebbels, Richard Walter Darre, Robert Ley, Hans Heinrich Lammers, Otto Meissner, Franz von Papen, Walther Funk, el General Wilhelm Keitel, el Almirante Erich von Raeder, el Almirante Karl Donitz, el Dr. Bohle, el Dr. Stuckert, el Dr. Krupp von Bohlen y el Dr. Davidson. Así, lo que dice la declaración es que él estaba seguro de que en diversos momentos y lugares todos los miembros del gobierno alemán que aparecen listados le habían dicho esto, con la excepción de Schacht, von Krosigk y Krupp von Bohlen. Continuando con el siguiente párrafo:
"En el comienzo del régimen nazi en 1933, Alemania era, por supuesto, demasiado débil como para permitirse cualquier amenaza abierta de fuerza contra cualquier país, como las amenazas que los nazis hicieron en 1938. En lugar de esto, la política declarada y adoptada por el Gobierno nazi para lograr los mismos resultados que después obtuvieron por la fuerza fue usar los métodos que les habían resultado tan exitosos en Alemania: hacerse con un puesto en el Gabinete, en particular en el Ministerio del Interior, que controlaba la policía, y después eliminar rápidamente a los elementos de la oposición. Durante mi estancia en Austria, me dijeron un cierto número de veces

[Página 215]

el Canciller Dollfuss, el Canciller Schuschnigg, el Presidente Miklas y otros altos cargos del Gobierno austriaco que el Gobierno alemán mantenía una presión constante y sin cesar sobre el Gobierno austriaco para lograr la inclusión de un cierto número de ministros de orientación nazi. Los ministros inglés y francés en Viena, con los que mantenía contactos constantes y estrechos, confirmaron esta información en declaraciones que me hicieron sobre conversaciones que tenían con cargos del gobierno austriaco".
Leeré otras partes de la declaración a medida que avance la presentación. En esta cuestión de la presión ejercida contra Austria, incluido el terror y la intimidación, que culminó en el fracasado "putsch" del 25 de julio de 1934, los nazis usaron diversos tipos de presiones para lograr sus fines. En primer lugar, recurrieron a la presión económica. Una ley del 24 de marzo de 1933, una ley alemana, imponía una prohibitiva multa de 1.000 Reichsmarks a los viajes a Austria, y provocó grandes dificultades a ese país, que dependía mucho del turismo. Para demostrar esto, cito el Reichsgesetzblatt, 1933, Roman I, página 311, y pido al Tribunal que tome nota judicial de esa ley alemana.

Los nazis utilizaron propaganda y actos terroristas, sobre todo bombas. La declaración del Sr. Messersmith, documento 1760-PS, de la que ya he leído parte, da algunos detalles sobre estos atentados. Sigo leyendo de nuevo en la página 4 de la declaración en su versión en inglés, segundo párrafo de la página:

"Los atentados eran algo casi constante, pero hubo tres periodos distintos durante los que alcanzaron un punto máximo.

Durante los primeros dos periodos, a mediados de 1933, y a principios de 1934, todavía estaba en Berlín. Sin embargo, durante ese periodo, altos cargos nazis me dijeron en conversaciones con ellos que estas olas de terror eran instigadas y dirigidas por ellos. No vi el más mínimo reparo en mis conversaciones con cargos nazis a decirme que ellos eran los responsables de estas actividades en Austria. Este reconocimiento concordaba perfectamente con la tesis nazi que dice que el terror es necesario y se ha de usar para imponer la voluntad del Partido no sólo en Alemania, sino también en otros países. Recuerdo en concreto que el General Milch fue uno de los que dijo abiertamente que estos atentados en Austria eran dirigidos por el Partido Nazi, y expresó su preocupación por esto y su desacuerdo con esta definida política del Partido".


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