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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
Del 20 de noviembre al 1 de diciembre de 1945

Sexto Día: Martes, 27 de noviembre de 1945
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EL PRESIDENTE: Llamo ahora a declarar a la acusación de Estados Unidos. Sr. Alderman, antes de que comience, creo que sería mejor para el Tribunal que al citar los documentos no se refiera a ellos sólamente por el número de Prueba de Estados Unidos y el número de prueba PS, sino también por la identificación del libro de documentos. Por lo que sé, los libros de documentos tienen o una letra o un número.

SR. ALDERMAN: Con la venia, no conozco los números de identificación del libro de documentos. Supongo que el asistente judicial podrá dármelos.

EL PRESIDENTE: Creo que están numerados alfabéticamente.

SR. ALDERMAN: Sí.

EL PRESIDENTE: Si no se hace esto, cuando tengamos un gran número de libros de documentos antes nosotros, será difícil averiguar dónde está la prueba.

MR. ALDERMAN: Lo entiendo, sí.

Con la venia del Tribunal, el grupo de documentos que presenté ayer constituyen un análisis general de la guerra de agresión en su totalidad. No pretenden cubrir los detalles de ninguna de las fases del caso de la guerra de agresión. En realidad, no son más que un relato de toda la cuestión.

Antes de continuar con pruebas más detalladas, creo que sería útil hacer una pausa en este punto para presentarle al Tribunal un gráfico. Este gráfico presenta visualmente algunos de los puntos clave en el desarrollo de la agresión nazi. El Tribunal puede considerarlo útil como resumen visual de algunas de las pruebas recibidas ayer y también como contexto de algunas de las pruebas que aún no se han presentado. Estoy muy seguro de que si hacen regresar a sus mentes a aquellos días, recordarán los mapas que aparecían de cuando en cuando en la prensa a medida que se desarrollaban estos tremendos movimientos en Europa. Estoy muy seguro de que se deben hacer formado el concepto que yo me formé en aquellos días de la cabeza de un lobo desarrollándose gradualmente.

En ese primer gráfico sólo ven un lobo incipiente. Carece de mandíbula inferior, la parte que aparece en rojo, pero cuando ese lobo avanzó y tomó Austria (el Anschluss), esa porción roja se volvió negra. Se convirtió en la mandíbula del lobo, y cuando se adquirió esa mandíbula inferior, Checoslovaquia quedó con su cabeza y la parte principal del cuerpo en la boca del lobo.

A continuación, en el gráfico dos, pueden ver las partes montañosas, las partes fortificadas de Checoslovaquia. En rojo pueden ver los Sudetes, que fueron ocupados primero en virtud del Pacto de Munich, donde la cabeza de Checoslovaquia se convirtió en algo diminuto en la boca del lobo.

Y en el tercer gráfico pueden ver en rojo la cabeza disminuyendo, con su cuello prácticamente roto, y todo lo que hizo falta fue tomar Bohemia y Moravia, y entonces la cabeza del lobo se convirtió en una sólida mancha negra en el mapa de Europa, con flechas indicando incipientes agresiones posteriores que, por supuesto, ocurrieron.

Esta es la imagen que nunca he logrado borrar de mi mente, porque parece demostrar la inevitabilidad de todo lo que ocurrió tras la toma de Austria.

La presentación más o menos cronológica y detallada del caso de la guerra de agresión se dividirá en siete secciones distintas. La primera es la referida a la preparación para la agresión durante el periodo que va de 1933 a 1936. La segunda sección habla de la agresión contra Austria. La tercera sección analiza la agresión contra Checoslovaquia. La cuarta sección trata la agresión contra Polonia y la iniciación de la guerra. Por conveniencia, los detalles de la sección polaca serán presentados despúes de que el Fiscal Jefe de la Acusación británica

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presente su discurso de apertura al Tribunal. La quinta sección habla de la expansión de la guerra para convertirse en una guerra general de agresión por medio de la invasión de Escandinavia, los Países Bajos y los Balcanes. Los detalles de esta sección del caso serán presentados por el Fiscal Jefe de la Acusación británica. La sexta sección trata la agresión contra la Unión Soviética, que espero presentar yo mismo. De nuevo por razones de conveniencia, los detalles de esta sección, al igual que los detalles de la agresión contra Polonia, serán presentados despúes de que el Fiscal Jefe de la Acusación británica presente su discurso de apertura al Tribunal. La séptima sección estudia la colaboración con Italia y Japón y la agresión contra Estados Unidos.

Vuelvo ahora a la primera de estas secciones, la parte del caso sobre la preparación de la agresión durante el periodo de 1933 a 1936. La sección particular de la Acusación que trata esta cuestión es el Párrafo IV(F) y los subpárrafos 2 a), (b), (c), (d), (e), f), que no necesito leer rápidamente, ya que el Tribunal recordará la alegación. Será necesario, a medida que avance, hacer referencia a ciertas secciones del Estatuto y artículos del Tratado de Versalles y el Tratado entre Estados Unidos de restablecimiento de relaciones de amistad del 25 de agosto de 1921, que incorpora parte de lo acordado en el Tratado de Versalles y ciertos artículos del Tratado del Rhin, de Lucerna, del 16 de octubre de 1925.

EL PRESIDENTE: Sr. Alderman, ¿no se ha previsto que este libro de documentos tenga alguna letra o número identificativos?

SR. ALDERMAN: Supongo que debería tenerlo, Señoría, sí. No sé cuál es la letra correcta.

EL PRESIDENTE: ¿No lo sabe nadie?

SR. ALDERMAN: Me han dicho que "M".

EL PRESIDENTE: ¿"M"?

SR. ALDERMAN: Sí. No presentaré como pruebas esos tratados en este momento, dado que los británicos presentarán los tratados pertinentes en su sección del caso.

Los planes nazis de agresión comenzaron muy poco después de la Primera Guerra Mundial. Su origen modesto y naturaleza fantástica, y el hecho de que podrían haber sido interrumpidos en numerosos momentos no destruyen la continuidad del plan. La parte central de la Acusación, que en teoría cubre hechos de 1933 a 1945, no separa estos hechos de lo que ocurrió en el periodo anterior. Así, el ascenso de Hitler y los nazis al poder político en 1933 ya fue un hito avanzado en el camino alemán.

En 1933 el Partido Nazi, el N.S.D.A.P., había alcanzado dimensiones importantes. En ese momentos sus planes requerían la adquisición del control político de Alemania. Esto era indispensable para la consolidación dentro del país de todos los recursos y potencialidades internos.

En cuanto hubo suficientes indicaciones de un progreso exitoso en esta línea de consolidación interna, el siguiente paso fue liberarse de algunas de las desventajas externas producto de las limitaciones y obligaciones internacionales existentes. Las restricciones del Tratado de Versalles eran un obstáculo en el desarrollo de fuerza en todos los campos necesarios para alguien que va a hacer la guerra. Aunque había habido una cantidad cada vez mayor de violaciones e irregularidades para el momento en el que Versalles fue efectivo, dichas operaciones encubiertas y subterfugios no podían alcanzar las proporciones adecuadas para los objetivos de los nazis. Para apartar del camino al Tratado de Versalles era indispensable el desarrollo del poder militar amplio que necesitaban para sus fines. Asimismo, como parte del mismo plan y por las mismas razones, Alemania abandonó la Conferencia de Desarme y la Liga de Naciones. Era imposible llevar a cabo sus planes respetando las obligaciones internacionales existentes o respetando la ortodoxia de acuerdos de futuro.

Los puntos mencionados en este párrafo IV(F) 2 de la Acusación son ahora hechos históricos de los que esperamos que el Tribunal tome nota judicialmente.

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No hace falta decir que todas las operaciones militares y diplomáticas iban precedidas de un plan de acción y una cuidadosa coordinación de todas las fuerzas participantes. Al mismo tiempo, cada punto era parte de un plan de agresión hacía tiempo preparado. Cada uno representa un paso necesario en el objetivo de la agresión específica que después se cometió.

Desarrollar una argumentación extensa sería, quizás, un análisis innecesario de lo obvio. Lo que pretendo hacer es, en líneas generales, sacar a la luz información revelada en documentos ilustrativos que hasta ahora no estaban disponibles.

Las tres cuestions de importancia internacional inmediata a las que se refiere este párrafo IV (F) 2 de la Acusación son: primero, el abandono de la Conferencia de Desarme y la Liga de Naciones; segundo, la institución del servicio militar obligatorio; y tercero, la reocupación de la zona desmilitarizada de Renania. Cada uno de estos pasos fue progresivamente más serio en el campo de las relaciones internacionales. En cada uno de estos pasos Alemania se adelantó a la posibilidad de que otros países le aplicaran sanciones y, en particular, a una potente acción militar por parte de Francia con la posible ayuda de Inglaterra. Sin embargo, los conspiradores habían decidido que tan sólo una guerra preventiva les detendría, y también estimaron correctamente que ninguna de las Grandes Potencias ni una alianza de éstas asumiría la responsabilidad de una guerra así. El abandono de la Conferencia de Desarme y la Liga de Naciones fue, por supuesto, una acción que no violaba ningún acuerdo internacional. El Convenio de la Liga incluía el procedimiento de abandono. Sin embargo, en este caso y como parte del plan mayor, no se puede disociar la importancia de estas acciones de la conspiración general y los planes de agresión. El anuncio de la institución del servicio militar universal fue una acción más atrevida con una importancia más clara. Era una violación del Tratado de Versalles, pero siguieron adelante. Después pasaron al desafío militar abiertamente, la ocupación de la zona desmilitarizada de Renania.

La Acusación, en el párrafo IV (F) 2, alega que los conspiradores nazis decidieron eliminar las restricciones de Versalles, y el hecho de que sus planes en este aspecto comenzaran muy pronto es algo confirmado por sus propias declaraciones, incluso se jactaron de su extensa planificación y cuidadosa ejecución.

Les leí ayer ampliamente, de nuestro documento 789-PS, prueba USA 23, el discurso de Hitler a todos los Comandantes Supremos del 23 de noviembre de 1939, no necesito volver a leerlo. Dijo que su principal objetivo era liquidar Versalles. Tras cuatro años de guerra, el acusado Jodl, como Jefe del Alto Mando de las Fuerzas Armadas dio un discurso ante los Reichleiters y Gauleiters en el que describió el desarrollo de la fuerza alemana. La toma del poder fue para él la restauración de la soberanía para luchar, incluyendo el reclutamiento, la ocupación de Renania y el rearme, con un énfasis especial en fuerzas blindadas y aéreas modernas.

Tengo, Señorías, nuestro documento L-172. Es una fotocopia de un microfilm de un discurso del General Jodl, y presento esta fotocopia como prueba USA 34. Leeré, con la venia del Tribunal, sólo una parte de él, pero empezaré por el principio.

El discurso se titula "La Situación Estratégica al Comienzo del Quinto Año de Guerra". Es una especie de resumen retrospectivo hecho por el acusado General Jodl. "Discurso dado por el Jefe del Alto Mando de las Fuerzas Armadas (Oeste) a los Reichleiters y Gauleiters, en Munich, el 7 de noviembre de 1943".

EL PRESIDENTE: ¿Está ahora leyendo el documento?

SR. ALDERMAN: Estoy leyendo la traducción al inglés.

EL PRESIDENTE: Pero mi copia del L-172, por lo que puedo ver, comienza con la palabra "Introducción".

SR. ALDERMAN: Sí, Señoría, iba a leer la Introducción. En mi copia...

EL PRESIDENTE: ¿Hay también otro encabezamiento?

SR. ALDERMAN: Sí.

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EL PRESIDENTE: No tenemos eso.

SR. ALDERMAN: Creo que usted tiene un índice. No lo hay en mi copia. Página 3.

EL PRESIDENTE: Sí, pero el índice no tiene ese encabezamiento, es eso.

SR. ALDERMAN: Ya veo, lo siento.

EL PRESIDENTE: No importa.

SR. ALDERMAN:

"Introducción: el Reichsleiter Bormann me ha pedido que les haga un resumen hoy de la situación estratégica al comienzo del Quinto Año de Guerra.

Debo admitir que no llevé a cabo sin reticencias esta tarea nada fácil. No es posible hacer justicia con unas pocas generalidades. No es necesario decir abiertamente lo que es. Nadie, ha ordenado el Führer, puede saber más ni se le puede decir más de lo que necesita para realizar su trabajo inmediato, pero no tengo ninguna duda en mi mente, Caballeros, de que necesitan gran cantidad de información para poder enfrentarse a sus tareas. Es en sus Gaus, después de todo, y entre sus habitantes, donde la propaganda enemiga, el derrotismo y los rumores maliciosos se concentran, donde tratan de encontrar un lugar entre nuestro pueblo. Por todos los lugares del país vaga el demonio de la subversión. Todos los cobardes están buscando una salida, o -como ellos dicen- una solución política. Dicen que debemos negociar mientras aún hay algo en nuestras manos, y todos esos eslógans se aprovechan del sentido común del pueblo, que sabe bien que en esta guerra sólo puede haber una lucha hasta el final. La capitulación significaría el fin de la nación, el fin de Alemania. Contra esta ola de propaganda enemiga y cobardía ustedes necesitan algo más que fuerza. Necesitan conocer la situación real, y por esta razón creo que está justificado que les dé un cuadro perfectamente abierto y sin adornos del estado de la situación. No es una revelación prohibida de secretos, sino un arma que quizás les ayude a fortalecer la moral del pueblo. Esta guerra se decidirá no sólo a través de la fuerza de las armas, sino también por la voluntad de resistencia de todo el pueblo. Alemania se rompió en 1918 no en el frente, sino en casa. Italia sufrió no una derrota militar, sino moral. Se rompió internamente. El resultado no ha sido la paz que esperaba sino -debido a la cobardía de esos criminales traidores- un destino mil veces más duro que el que habría traído la continuación de la guerra junto a nosotros. Puedo confiar en que ustedes, Caballeros, dado que voy a dar cifras concretas y datos sobre nuestra fuerza, tratarán estos detalles como su secreto; todo lo demás está a su disposición, sin restricciones, para aplicarlo en sus actividades como líderes del pueblo.

Nuestras necesidades y objetivos estaban claros para todos en el momento en el que comenzamos esta Guerra de Liberación de la Gran Alemania y atacando evitamos el peligro que nos amenazaba desde Polonia y las Potencias Occidentales. Nuestras posteriores incursiones en Escandinavia, en dirección al Mediterráneo y en dirección a Rusia tampoco plantearon dudas sobre la ejecución general de la guerra mientras tuvieron éxito. No fue hasta que se dieron reveses más serios y nuestra situación general empezó a volverse cada vez más activa que el pueblo alemán empezó a preguntarse si quizás no nos habíamos empeñado en más de lo que podíamos abarcar y si habíamos fijado unos objetivos demasiado altos. Proporcionar una respuesta a estas preguntas y darles a ustedes ciertos puntos de vista para usarlos en sus actividades explicativas es uno de los puntos principales de mi discurso. Lo dividiré en tres partes:

I. Una revisión de los desarrollos más importantes hasta el momento.
II. Consideración de la situación actual.
III. La base de nuestra moral y nuestra confianza en la victoria.
Debido a mi cargo de Consejero Militar del Führer, me limitaré en mis observaciones a los problemas de mi esfera de acción, apreciando totalmente al mismo tiempo que debido a la naturaleza proteica de esta guerra, de esta forma sólo expresaré un único punto de vista de los hechos.

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I. LA REVISIÓN
1.El hecho de que el Movimiento Nacionalsocialista y su lucha por el poder interno fueron la etapa preparatoria para la liberación externa de las ataduras del Mandato de Versalles no es algo en lo que tenga que extenderme en este círculo. Sin embargo, querría mencionar en este punto lo clara y conscientemente que los soldados regulares se dan cuenta del importante papel jugado por el Movimiento Nacionalsocialista en la resurrección de la voluntad de lucha (la "Wehrwillen"); en alimentar la fuerza de lucha (la "Wehrkraft") y en rearmar al pueblo alemán. A pesar de la virtud inherente en él, el numéricamente pequeño "Reichswehr" nunca habría sido capaz de enfrentarse a esta tarea sólo, aunque sólo fuera por su restringido radio de acción. Además, lo que el Führer pretendía  -y lo que felizmente ha logrado con tanto éxito- era la fusión de estas dos fuerzas.

2. "La toma del poder".

Pido al Tribunal que preste atención a la frecuencia con que aparece esa expresión en todos estos documentos -"la toma del poder por el Partido Nazi por su parte ha supuesto, en primer lugar, la restauración de la soberanía de lucha". Es la palabra alemana "Wehrhoheit" -en cierta forma un eufemismo ahí-, la "Alteza de la Defensa". Creo que realmente significa "Soberanía de Lucha". "Wehrhoheit" también significaba reclutamiento, ocupación de Renania y rearme, dando un énfasis especial a la creación de fuerzas blindadas y aéreas modernas.


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