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Juicio a los Principales Criminales de Guerra Alemanes

En Nuremberg, Alemania
Del 20 de noviembre al 1 de diciembre de 1945

Quinto Día: Lunes, 26 de noviembre de 1945
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La concentración del esfuerzo principal de la Armada se mantiene sin lugar a dudas contra Inglaterra también durante una campaña en el Este.

Si surge la ocasión, ordenaré la concentración de tropas para la acción contra la Rusia Soviética ocho semanas antes del comienzo de operaciones planeado.

Los preparativos que requieran más tiempo para comenzar -si esto no se ha hecho ya- han de comenzar ahora y completarse hacia el 15 de mayo de 1941.

Se ha de ejercer una gran cautela para que no se reconozca la intención de atacar.

Los preparativos del Alto Mando se han de hacer en base a lo siguiente: 1. Propósito General: se ha de destruir la parte principal del Ejército ruso en Rusia Occidental con operaciones atrevidas abriendo grandes brechas en profundidad en sus líneas, y se ha de evitar la retirada de tropas intactas que no hayan combatido hacia los amplios espacios de Rusia.

Se ha de alcanzar rápidamente una línea desde la que la Fuerza Aérea Rusa ya no sea capaz de atacar territorio del Reich Alemán. El primer objetivo de las operaciones es proteger de la Rusia Asiática la línea general Volga-Archangelsk.

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En caso de necesidad, la última área industrial en los Urales que le quede a Rusia podrá ser eliminada por la Luftwaffe. 

Durante estas operaciones la Flota Rusa del Báltico perderá rápidamente sus bases y ya no podrá combatir.

Se ha evitar una intervención efectiva de la Fuerza Aérea Rusa por medio de duros golpes al comienzo de las operaciones".

Otro documento secreto capturado de los archivos del O.K.W. ...

EL PRESIDENTE: Sr. Alderman, quizás éste sería un buen momento para retirarse diez minutos.

(Se hizo un receso)

SR. ALDERMAN: Con la venia. Otro documento secreto capturado de los archivos del O.K.W. demuestra, creemos, el motivo del ataque contra la Unión Soviética. También demuestra la total consciencia que tenían los conspiradores nazis de los crímenes contra la Humanidad que provocaría su ataque. El documento es un memorándum del 2 de mayo de 1941 sobre el resultado de una discusión celebrada ese día por los Secretarios de Estado sobre el "Caso Barbarroja". El documento lleva las iniciales de un tal Mayor von Giessavet, miembro del personal del General Thomas, y expone las medidas a tomar para gestionar la explotación económica del territorio ocupado por los alemanes durante su agresión contra Rusia. El documento lleva el número 2718-PS en nuestra serie numerada de documentos y se presenta como prueba USA 32.

Simplemente leeré los dos primeros párrafos de este documento, incluida la introducción:

"Cuestión Importante; 2 copias; primera copia a archivos 1a.
Segunda copia para el General Schubert, 2 de mayo de 1941.
Memorándum sobre el resultado de la discusión de hoy con los Secretarios de Estado sobre Barbarroja

(1) La guerra sólo puede continuar si todas las Fuerzas Armadas son alimentadas por Rusia a partir del tercer año de guerra.

(2) No hay duda de que como resultado muchos millones de personas morirán de hambre si tomamos del país las cosas necesarias para nosotros".

Este documento ya ha sido comentado y citado en el discurso de apertura del Sr. Letrado Jackson. Las terribles implicaciones de ese documento son difíciles de concebir. Según las palabras del documento, el motivo del ataque fue que la guerra que los conspiradores nazis habían provocado en septiembre de 1939 sólo podía ser continuada si todas las Fuerzas Armadas eran alimentadas por Rusia a partir del tercer año de guerra. Quizás nunca se vio escrita frase más siniestra que la que en este documento dice:
" No hay duda de que como resultado muchos millones de personas morirán de hambre si tomamos del país las cosas necesarias para nosotros".
Todos conocemos el resultado.

Me centraré ahora en la colaboración nazi con Italia y Japón y el ataque resultante contra Estados Unidos el 7 de diciembre de 1941. Con el comienzo de la guerra de agresión contra la Unión Soviética en junio de 1941, los conspiradores nazis, y en particular el acusado Ribbentrop, pidieron al co-arquitecto oriental del Nuevo Orden, Japón, que atacara por la retaguardia. Nuestras pruebas demostrarán que incitaron y mantuvieron en marcha una fuerza razonablemente calculada para provocar un ataque a los Estados Unidos. Por un tiempo, mantuvieron su preferencia por no implicar a Estados Unidos en el conflicto, dándose cuenta de las consecuencias militares de una entrada en la guerra de Estados Unidos. Sin embargo, su incitación provocó el ataque a Pearl Harbour, y mucho antes de ese ataque, le habían asegurado a los japoneses que le declararían la guerra a Estados Unidos si

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estallaba un conflicto entre Estados Unidos y Japón. Fue confiando en esas garantías que los japoneses atacaron Pearl Harbour.

Durante este análisis de esta fase del caso, presentaré sólo un documento para demostrar este punto. El documento fue capturado en los archivos del Ministerio de Exteriores alemán. Consiste en notas fechadas el 4 de abril de 1941, firmadas por "Schmidt", sobre discusiones entre el Führer y el Ministro de Exteriores japonés Matsuoka, en presencia del acusado Ribbentrop. El documento tiene el número 1881-PS en nuestra serie numerada de documentos y lo presento como prueba USA 33. El original está escrito a máquina en letras grandes y en alemán. Leeré lo que parecen ser las partes pertinentes de este documento, comenzando con los cuatro párrafos, primero leyendo el encabezamiento, que dice:

"Notas sobre la discusión entre el Führer y el Ministro de Exteriores japonés Matsuoka, en presencia del Ministro de Exteriores del Reich y Ministro de Estado del Reich, Reissner, en Berlín, el 4 de abril de 1941.

Matsuoka expresó entonces la petición de que el Führer debía ordenar a las autoridades apropiadas en Alemania que satisfacieran con la mayor amplitud de miras posible los deseos de la Comisión Militar japonesa. Japón necesitaba ayuda alemana en particular en la guerra de submarinos, ayuda que se les podía proporcionar poniendo a su disposición las últimas experiencias de la guerra, así como los últimos adelantos técnicos e invenciones".

Para que conste en el sumario, leo lo que es la página seis del original alemán.
"Japón haría todo lo posible para evitar una guerra con Estados Unidos. Si Japón tuviera que decidir atacar Singapur, por supuesto la Armada japonesa tendría que estar preparada para luchar contra Estados Unidos, porque en ese caso América posiblemente ayudaría a Gran Bretaña. Él (Matsuoka) consideraba personalmente que se podría disuadir a Estados Unidos por la vía diplomática de entrar en la guerra del lado de Gran Bretaña. El Ejército y la Armada tenían, sin embargo, que prever la situación peor, es decir, la guerra contra América. Opinaban que una guerra así duraría cinco años o más y adoptaría la forma de guerra de guerrillas en el Pacífico, combatiéndose en los Mares del Sur. Por esta razón las experiencias alemanas en guerra de guerrillas eran de gran valor para Japón. La cuestión era cuál sería la mejor forma de llevar a cabo una guerra así, y cómo las mejoras técnicas en los submarinos, en todos los detalles, como los periscopios y demás objetos, podrían ser mejor explotadas por Japón.

Resumiendo, Matsuoka le pidió al Führer que hiciera que las autoridades alemanas pertinentes pusieran a disposición de los japoneses los desarrollos e invenciones para la Armada y el Ejército que los japoneses necesitaban.

El Führer prometió esto y señaló que Alemania también consideraba que un conflicto con Estados Unidos no era deseable, pero que ya había hecho previsiones para esa contingencia. En Alemania se era de la opinión de que las contribuciones de América dependían de las posibilidades de transporte, y esto a su vez depende del tonelaje disponible. La guerra de Alemania contra el tonelaje, así, supone un debilitamiento decisivo no sólo de Inglaterra, sino también de América. Alemania ha hecho sus preparativos para que ningún americano pueda pisar tierra europea. Llevará a cabo una lucha más enérgica contra América con sus buques y su 'Luftwaffe', y debido a su experiencia superior, que todavía ha de ser adquirida por Estados Unidos, será ampliamente superior, y esto sin contar con el hecho de que por naturaleza los soldados alemanes están por encima de los americanos.

En la discusión posterior, el Führer señaló que Alemania, por su parte, asumiría las consecuencias en caso de que Japón entrara en guerra con Estados Unidos. No importaba con quién entraría en guerra primero Estados Unidos, fuera Alemania o Japón. Siempre tratarían de eliminar un país cada vez, no para llegar a un entendimiento posterior con el otro país, sino para también liquidarlo. Por tanto, Alemania atacaría, como ya se ha dicho, sin tardanza, en caso de conflicto entre Japón

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y América, porque la fuerza de los poderes tripartitos recae en su acción conjunta; su debilidad aparecería si se dejaran golpear individualmente.

Matsuoka repitió una vez más su petición, que el Führer podía dar las instrucciones necesarias para que las autoridades alemanas pertinentes pusieran a disposición de los japoneses los últimos avances e invenciones que son de interés para ellos porque la Armada japonesa tenía que prepararse inmediatamente para un conflicto con Estados Unidos.

En cuanto a las relaciones americano-niponas, Matsuoka explicó que siempre ha dicho en su país que tarde o temprano sería inevitable una guerra con Estados Unidos si Japón continuaba actuando como hasta ahora. En su opinión este conflicto ocurriría tarde o temprano. Continuando su argumentación, dijo que por tanto, ¿por qué Japón no debía golpear decisivamente en el momento adecuado y arriesgarse a una lucha contra América? Quizás así evitaría una guerra durante generaciones, en particular si ganaba importancia en los Mares del Sur. En su opinión sin duda había en Japón muchos que desearían seguir esa tendencia. Matsuoka era considerado en esos círculos como un hombre peligroso con pensamientos peligrosos. Sin embargo, dijo que si Japón continuaba por el camino actual, tendría que luchar de todas formas algún día, y esto ocurriría bajo circunstancias menos favorables que las actuales.

El Führer respondió que podía entender bien la situación de Matsuoka, porque él mismo había estado en situaciones similares (la ocupación de Renania, la declaración de Soberanía de las Fuerzas Armadas, etc.). También opinaba que tenía que explotar las condiciones favorables y aceptar el riesgo de una lucha de cualquier manera inevitable en un tiempo en el que todavía era joven y estaba lleno de vigor. Los hechos probaron lo correcta que fue su actitud. Europa era ahora libre. No dudaría un momento en responder instantáneamente a cualquier extensión de la guerra, fuera con Rusia o con América. La providencia favorece a los que en lugar de dejar que los peligros vengan, los afrontan valientemente. Matsuoka respondió que Estados Unidos, o más bien los políticos que los gobiernan, habían tratado recientemente de ejecutar una última maniobra hacia Japón, declarando que América no lucharía contra Japón por China o los Mares del Sur siempre y cuando Japón admitiera el libre paso de caucho y estaño hacia América. Sin embargo, América lucharía contra Japón en el momento en que sintiera que Japón entraba en la guerra con la intención de ayudar a la destrucción de Gran Bretaña. Un argumento así, naturalmente, tuvo efecto en los japoneses debido a la educación según doctrinas inglesas recibida por muchos de ellos.

El Führer comentó sobre esto que esta actitud de América no significaba sino que Estados Unidos tenía la esperanza de que, mientras existiera el Imperio Británico, un día podrían atacar a Japón con Gran Bretaña, mientras que, en caso de colapso del Imperio Mundial, se verían totalmente aislados y no podrían hacer nada contra Japón.

El Ministro de Exteriores del Reich añadió que los americanos quieren sin duda bajo todas las circunstancias mantener la posición de poder de Inglaterra en Extremo Oriente, pero por otro lado, su actitud demostraba hasta qué punto temen una acción conjunta de Japón y Alemania.

Matsuoka continuó diciendo que le parecía importante exponerle al Führer una descripción totalmente clara de la actitud real dentro de Japón. Por esta razón también tenía que lamentar informarle del hecho de que él, Matsuoka, como Ministro de Asuntos Exteriores japonés, no podría decir en Japón ni una sola palabra de todo lo que había expuesto ante el Führer y el Ministro de Exteriores del Reich con respecto a sus planes, ya que esto le causaría un grave dañó en círculos políticos y financieros. Hubo una vez en que cometió el error, antes de ser Ministro de Asuntos Exteriores del Japón, de decir a un amigo íntimo algo sobre sus intenciones. Parece ser que este amigo habló de estas cosas y provocó así toda clase

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de rumores que él, como Ministro de Exteriores tuvo que negar enérgicamente, aunque la norma dice que una mentira siempre cuenta una verdad. Bajo estas circunstancias tampoco podía indicar cuándo podría informar sobre las cuestiones analizadas al Premier japonés o al Emperador. Tendría que estudiar cuidadosamente y con exactitud en primer lugar la situación en Japón para así decidir cuál sería el momento adecuado para dar la cara y exponer sus planes al Príncipe Konoye y al Emperador. Tendría que tomar esa decisión en pocos días, si no, los planes se vendrían abajo por las habladurías.

Si él, Matsuoka, fracasaba en lograr sus intenciones, eso demostraría que carecía de influencia, poder de convicción y capacidades tácticas. Sin embargo, si tenía éxito, esto demostraría que tenía una gran influencia en Japón. Confiaba en que tendría éxito.

A su vuelta, al preguntársele, admitiría ante el Emperador, el Premier y los Ministros de la Armada y el Ejército que se había hablado de Singapur; sin embargo, diría que sólo planteando hipótesis.

Aparte de esto, Matsuoka decidió expresamente no enviar ningún cable sobre el asunto de Singapur porque tenía razones para temer que un envío por cable podría revelar algo. Si era necesario, enviaría un mensajero.

El Führer dijo estar de acuerdo y le aseguró que a pesar de todo, podría confiar plenamente en la reticencia alemana.

Matsuoka respondió que ya creía en la reticencia alemana, pero desafortunadamente no podía decir lo mismo de Japón.

La reunión terminó tras el intercambio de algunas palabras personales de despedida.

Berlín, 4 de abril de 1941
(Firmado) "Schmidt".

Esto completa la presentación de lo que he denominado el "grupo de documentos seleccionados", presentados no como un tratamiento detallado de ninguna de estas guerras de agresión, sino simplemente para demostrar la planificación deliberada, la premeditación deliberada con la que se llevaron a cabo estas agresiones.

Paso ahora a una presentación más detallada y más o menos cronológica de las diversas etapas de la agresión.

EL PRESIDENTE: Se levanta la sesión hasta las diez en punto de mañana. 


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