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Engaño y Tergiversación
Técnicas de Negación del Holocausto

El Gambito Mayer


Investigación: Lista de Correo de Investigación del Holocausto
Autor: Mike Stein

El Gambito Mayer es con frecuencia empleado cuando los negadores se enfrentan a testimonios que apoyan los hechos históricos relacionados con el Holocausto. Una de las razones es que Mayer es judío - un judío que cuestiona el Holocausto no puede ser un antisemita, y por tanto la gente aceptará con más facilidad las palabras de Mayer. Otra razón importante es que esperan que la mayoría de la gente no haya leído el libro de Mayer, y por tanto no podrán comprobar si se hacen referencias verdaderas a lo que dice.

Greg Raven dio un ejemplo de estas intenciones durante un intercambio de impresiones con el Dr. Keren, el 26 de abril de 1994, cuando dijo:

En segundo lugar, estas citas proceden de declaraciones, y como tales presentan muchos de los problemas que normalmente se han de esperar de una declaración hecha en condiciones similares. Como ha escrito el Profesor Arno Mayer, "La mayoría de las cosas que se saben [de los gaseamientos] se basan en las declaraciones de oficiales nazis y verdugos en juicios de posguerra y en los recuerdos de supervivientes y testigos. Se han de analizar con cuidado estos testimonios, dado que pueden verse influidos por factores subjetivos de gran complejidad". [1]
Raven también ha distribuido un panfleto publicado por el IHR:
Así que, ¿qué es lo que constituye la "negación del Holocausto? Seguramente afirmar que la mayoría de los internos de Auschwitz murieron por enfermedades y no por un exterminio sistemático en cámaras de gas sería "negación". Pero quizás no. El historiador judío Arno J. Mayer, profesor de la Universidad de Princeton, escribió en su estudio de 1988 Why Did the Heavens Not Darken?: The "Final Solution" in History: "... De 1942 a 1945, con certeza en Auschwitz, pero quizás en todas partes, murieron más judíos por las llamadas causas 'naturales' que por las 'no naturales' ". [2]
En su  comentario del libro de Deborah Lipstadt sobre la negación del Holocausto recientemente publicado, O'Keefe nos da otro ejemplo de este gambito cuando escribe:
...Y, a pesar de que ella utiliza la traducción al inglés de Assassins of Memory, de Pierre Vidal-Naquet, omite toda referencia a la obra del historiador judío de renombre mundial Arno Mayer, Why Did the Heavens Not Darken?, en la que se hacen dos observaciones aplastantes: "las fuentes de estudio de las cámaras de gas son raras y poco fiables" y "no se pueden negar las muchas contradicciones, ambigüedades y errores de las fuentes existentes". [3]
Mark Weber también emplea este recurso en su comentario publicado en el JHR sobre el libro de Vidal-Naquet Essays on the Denial of the Holocaust:
Otra de las primeras respuestas a Faurisson fue un artículo en Le Monde, con el titular "Gran cantidad de Pruebas", que afirmaba que las pruebas de las ejecuciones en las cámaras de gas son abundantes. Como señala Mehlman, incluso los principales historiadores del Holocausto deben admitir ahora que no hay tal "abundancia" - sólamente retorcidas interpretaciones de evidencias documentales.

Incluso hay "testimonios" de "supervivientes" antes ampliamente citados y famosas "confesiones" de posguerra de oficiales alemanes que están siendo descartados. Como continúa diciendo Mehlman, incluso el profesor de la Universidad de Princeton Arno Mayer (que es judío) en su libro de 1989 Why Did the Heavens Not Darken?: The "Final Solution" in History, dice que "las fuentes de estudio de las cámaras de gas son raras y poco fiables", y que murieron más judíos en Auschwitz por enfermedades que por ejecuciones - una visión totalmente opuesta a la historia "oficial" del exterminio en Auschwitz[4]

Los negadores quieren que el lector confunda "fuentes sobre las cámaras de gas" - es decir, el testimonio de su existencia, que es abundante - con "fuentes para su estudio" - los planos de diseño y construcción y las conversaciones mantenidas para su adopción, que son difíciles de encontrar.

Los negadores explotan con frecuencia el que no se disponga de ninguna orden escrita. Sin embargo, hay declaraciones de Rudolph Höss en las que afirma que recibió algunas órdenes verbalmente, y que los nazis destruyeron muchas de las pruebas de sus crímenes. (Por ejemplo, los crematorios de Auschwitz que tenían cámaras de gas - excepto el primero, cuya cámara de gas había sido convertida en un refugio antiaéreo - fueron dinamitados). Como dice el propio Mayer:

Hasta la fecha, no hay ninguna certeza sobre quién dio la orden, y cuándo, de instalar las cámaras de gas usadas para exterminar judíos en Auschwitz. Como no se ha encontrado ninguna orden por escrito, todo apunta a que se dio la orden oralmente. [5]
Mayer, claramente, no cuestiona la existencia de las cámaras de gas, ni el que fueran empleadas para el exterminio. Se ha sacado de contexto sus palabras.

En su comentario de la obra del ADL "Hitler's Apologists: The Anti-Semitic Propaganda of Holocaust Revisionism", O'Keefe de nuevo recluta a Mayer para su causa:

Una vez que el aparato difamador del ADL se ha puesto en marcha y se agita, se convierte en una existencia demoníaca, como una extraña feria de carnaval que es repelente a pesar de su atracción.

Entre olores que revuelven el estómago, como el barboteo de un demente, la centrifugadora que es Hitler's Apologists empieza a girar cada vez más rápido, escupiendo podredumbre y falsedades contra los revisionistas, los importantes y los más modestos, en la cara del público americano. ¡Fred Leuchter! ¡David McCalden! ¡Jack Wikoff! ¡Hans Schmidt! ¡Ernst Zundel! ¡Pat Buchanan! ¡Arno Mayer! ¡Keegstra! ¡Faurisson! ¡Roques! ¡Le Pen! ¡Los alemanes! ¡Cada vez más rápido! ¡Europa del Este! ¡Lituania! ¡Los musulmanes! ¡Saddam Hussein! ¡La Intifada!

Y sigue y sigue, girando y apestando, esta reciente crítica feroz del ADL, disparando verdades a medias y mentiras, hechos irrelevantes y errores, hasta el punto donde se hace difícil seguir lo que dicen y refutarlo todo punto por punto. Un producto así es de una pieza - o es una gran verdad o es una gran mentira. La gran mentira de Hitler's Apologists - que todos los revisionistas son unos nazis - cada vez es menos defendible. De ahí la demente energía de los mentirosos y engañadores que lo dijeron. [6]

- incluyendo así al parecer entre éstos a Arno Mayer, un profesor de Historia de Europa en Princeton, en la categoría de los que el ADL considera "revisionistas".


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