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Engaño y Tergiversación
Técnicas de Negación del Holocausto

Apéndice 7
Carta de Yehuda Bauer sobre el Jabón Humano


Del Jerusalem Post, 29 de mayo de 1990, pág. 4:

Al Editor del Jerusalem Post:

Señor, - Neil Kuchinsky (Cartas, 20 de mayo) presenta citas de la transcripción del juicio de Nuremberg para demostrar que los alemanes hicieron jabón con cuerpos humanos en el Instituto Anatómico de Danzig, basándose en el testimonio de dos prisioneros de guerra británicos y un ayudante de laboratorio alemán. Los hechos son correctos. Se citó estos testimonios ampliamente en un libro en checo de Ota Kraus y Erich Kulka, y los historiadores los conocen bien.

La razón por la que ningún historiador jamás ha dicho que los alemanes dieron un uso industrial a cadáveres humanos para producir jabón también aparece en esos testimonios. Demuestran que el "Instituto" fue creado en 1944 por un científico nazi de Danzig (el Dr. Spanner), que inventó el método por el que podía hacerse esto, y convenció a una autoridad de Berlín aparentemente entusiasta (no sabemos quién) para que apoyara sus experimentos.

De acuerdo con las pruebas en cierta forma contradictorias, se fabricó unos 25 kilos o más de esta horrible sustancia, y una fuente dice que se usó experimentalmente en la misma Danzig. Se ve claramente que éste fue el primer y único experimento y que estaba en sus primeras fases. Los cuerpos usados pudieron ser de prisioneros de guerra y personas que realizaban trabajos forzosos de la vecindad. También está claro que si la guerra hubiera continuado, los nazis habrían sido sin duda capaces de convertir esto en otro horror masivo.

No hubo ninguna producción industrial, y se demostró que las piezas de jabón que tenían grabado R.I.F., de las que se dijo a víctimas judías que estaban hechas de grasa humana, contenían grasas no orgánicas normales (R.I.F. son las siglas de Reichsstelle für Industrielle Fettversorgung, o Centro del Reich para el Suministro de Grasas, y no Pura Grasa de Judío, como dijeron los nazis a las víctimas).

La razón por la que se ha de ser preciso es que se ha de actuar con una tremenda responsabilidad y un profundo respeto hacia las víctimas y sus familiares, y hacia la memoria de los millones de judíos asesinados. Lo que hicieron los nazis ya es horrendo de por sí; no hace falta que creamos en los horrores adicionales que habían planificado pero no tuvieron tiempo de llevar a la práctica. Los negadores del Holocausto que aguardan acechantes están dispuestos a hacerse con cualquier inexactitud que podamos cometer inadvertidamente, y no deberíamos facilitarles su "trabajo".

Yehuda Bauer


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