Höss se afilió al Partido Nazi en 1922. En 1923 estuvo implicado en un asesinato y fue condenado a cadena perpetua. Salió libre como resultado de una amnistía general en 1928. Tras recibir entrenamiento durante su servicio en Dachau y Sachsenhausen, se premió su lealtad ascendiéndole a Hauptsturmführer de las SS (ver Glosario) y nombrándole comandante de Auschwitz, donde permaneció hasta diciembre de 1943, cuando se le ascendió a jefe de la Administración Central de Campos. (Sachar. Verauschwitz hoess.01, auschwitz hoess.02, auschwitz hoess.03)

Según Snyder, "hizo su trabajo tan bien que fue ensalzado en un informe de las SS de 1944 como 'un verdadero pionero en esta área por sus ideas nuevas y sus métodos educativos'".

Höss fue capturado en mayo de 1945 y fue un testigo clave en Nuremberg (Kaltenbrunner, I.G. Farben et al). Durante este periodo, escribió su autobiografía, "Commandant of Auschwitz: Autobiography of Rudolf Höss." (Cleveland: World Publishing, 1959) Se puede leer su declaración en el texto original en alemán y en la traducción al inglés. (Verholocaust/auschwitz hoess.statemen)

Según Sachar, él

...estaba orgulloso de su ejemplar vida familiar y de la dedicación a sus hijos y sus mascotas. Recordaba con nostalgia cómo se había visto obligado a irse de una celebración navideña para atender tareas en las cámaras de gas. La cuota diaria de muertes de entonces todavía era de sólo 1.500, pero estaba decidido a hacer que se cumpliera. Cuando uno de sus tenientes fue condenado a muerte por su participación en los asesinatos de
Auschwitz, Höss y su familia se compadecieron de 'un hombre tan sensible. Cuando su canario murió, tiernamente puso su cuerpo en una pequeña caja, puso encima una rosa y lo enterró bajo un rosal del jardín'.
(Höss, 25) (Sachar)

"Describió, con el nulo apasionamiento de un robot, cómo gradualmente había aumentado el número de ejecuciones, empezando con unos pocos centenares al día para después, cuando los métodos se habían perfeccionado, subir a 1.200. A mediados de 1942, las instalaciones habían alcanzado la capacidad suficiente como para eliminar a 1.500 personas en un ciclo de veinticuatro horas con los hornos más pequeños, y hasta 2.500 con los mayores. Hacia 1943,... se logró un nuevo pico diario de 12.000.

Höss describió paso a paso las tareas del proceso de exterminio. Eran asignadas a pelotones de prisioneros judíos, los Sonderkommandos. Llevaban a las víctimas a las cámaras de gas, les ayudaban a desnudarse, se llevaban los cuerpos tras el gaseamiento, sacaban el oro de los dientes y los anillos de los dedos, buscaban en los orificios del cuerpo joyas escondidas, cortaban el pelo de las mujeres y finalmente llevaban los cuerpos a los crematorios. Normalmente, después de varias semanas de servicio eran ejecutados, en primer lugar porque eran judíos, pero también para que no hubiera testigos si alguna vez se requerían en un juicio". (Sachar)